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Vendiéndome a extraños (Parte 2)
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Tiempo de lectura: 2 minutos

La primera parte de este relato terminaba con un hombre metiéndome su dura verga en la garganta tan violentamente que se me caían las lágrimas, pero después de todo era mi obligación satisfacerlo, había pagado buena plata por eso y yo no iba a comportarme mal. En un momento paró y nos miramos, recuerdo que me dijo "ahora sí sos una verdadera puta, esto es lo que te merecés". Me sentía tan humillado, pero tenía razón, así que sin decir ni una palabra me corrí y aun en el piso me puse en cuatro.

Metió la cabeza de su enorme verga en mi apretado culito y sin darme ni tiempo a gemir la metió toda en un segundo. Me dijo que si me dolía me lo tenía que aguantar porque él se merecía romperme el culo como él quisiera, siguió dándome fuerte y con nalgadas incluidas hasta que acabó. Como tenía condón me hizo limpiarlo con la lengua, y también a la punta de su verga. Recuerdo que me agarró del cuello y me dijo "Te portaste muy bien hoy, a los hombres se los obedece, espero que te portes igual la próxima y mandame una foto tuya cuando llegues a tu casa, te voy a pagar extra si lo hacés pedazo de puta".

Ese día me fui en Uber hasta mi casa, sin poder sentarme bien y con gusto a semen en la boca, el sentimiento de la humillación no se iba. Como soy bien obediente, al llegar a mi casa me saqué toda la ropa y le mandé como 10 fotos, le dije que me pague solo una, el resto era de cortesía porque me encantó lo que me había hecho.

Este mismo hombre me agregó a un grupo de whatsapp con otros más, y mientras yo veía todo, subió todas esas fotos con el precio al que vendía mis servicios. Si antes me sentía humillado, ahora era peor. Parecía que les gustaba lo que veían, porque muchos empezaron a pedirme sesiones, otros querían que fuera gratis pero obviamente eso no iba a pasar y claro, me insultaron de mil maneras distintas aunque seguramente sabían que eso me calentaba. Conseguí varios clientes fijos, los cuales me agendaban como "trola" o "putita" y sólo me hablaban para vaciar toda su leche en mí. Así es como empecé a cobrar por lo que me gusta.

Para cualquier consulta, ideas, mensajes privados, siempre pueden escribirme a [email protected].

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