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Humillando a mi marido con su mejor amigo
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Fuimos de vacaciones con mi marido, su mejor amigo y su mujer, los conocemos hace años pero nunca nos habíamos ido de vacaciones. La primera noche nos divertimos comiendo algo y tomando unas copas hasta tarde.

Estuvo entretenido y a la hora de dormir cada matrimonio a su cuarto. Tengo que confesar que estaba bastante caliente hacia más de dos semanas no cogíamos con mi marido y tenía muchas ganas. Mi marido había llegado primero, supuse que estaría preparando todo, pero cuando entre lista para cogerlo sin parar ya estaba acostado prácticamente dormido!

No lo podía creer no me importo y le manotee la pija que se despierte bien caliente y sin abrir los ojos me corrió y se dio vuelta. Dios que bronca la calentura que tenía, no me quedo más que darme vuelta y dormir. Vamos a sumarle un poco a la bronca, se empiezan a escuchar unos gemidos muy suavecitos desde la pieza de al lado. De la muy puta esa. Que suerte tenia de que la estén cogiendo y a mi nada. Gritos suaves fueron lo primero, pero no tardo en comenzar a hacerse oír el inconfundible ruido del colchón, era oficial estaba muy enojada con mi marido.

A cada minuto que pasaba los gritos aumentaban su volumen y se llenaban más y más de placer, el ruido del colchón pasó a ser de la cama contra la pared y mi enojo se empezó a transformar en excitación. Realmente había dos opciones o ella estaba vilmente exagerando o el amigo de mi marido realmente la estaba matando. No pararon!

Habría pasado más de 40 minutos, de ese incesante concierto de gemidos golpes a la cama, nalgadas y mucha mucha humedad dentro de mí. Yo me tocaba parando el oído por debajo de la sabana para que el imbécil de mi marido no lo notara. Sus gritos de placer cuando llegaron al clímax tenían un nivel de excitación que hicieron que me corra en el mismo instante que ellos. Casi como si estuviera ahí.

Claramente no pude volver a verlos con los mismos ojos al otro día. Sentía mucha envidia por esa yegua que había recibido todo lo que quería y encima se comía al amigo de mi marido que la verdad está bastante bueno pero después de oír lo de ayer. Realmente me gustaba ahora. Con mi marido cogíamos poco y jamás me hacía gritar así mucho menos duraba casi la hora entera que este macho la cogió a la muy suertuda esta. Paseamos todos por la tarde y volvimos a la casa, yo me puse a ordenar mi marido a prender el fuego.

La yegua creo que fue a hacer compras y el potro este se estaba bañando. Vi que había dejado preparada la toalla muy cerca de la puerta, porque estaba apenas abierta y la agarre para esconderla. Y me quede cerca del baño para cuando terminara. Y se oyó -amooor! Me acerque y le dije -no está tu amor creo que fue a hacer compras que necesitas? -Uy male menos mal que estas vos se ve que me olvide la toalla me la alcanzas? (Yo ya la tenía en la mano) abrí rápidamente la puerta haciéndome la sorprendida de encontrarlo obviamente fuera de la ducha y sin nada para cubrirse y no pude resistir a sacarme la duda y verle esa pija y ahí si me enloquecí.

Una hermosa y gorda verga que no me podía imaginar lo que sería toda dura y en mis manos. Él se sonrojo y ni bien tomo la toalla se cubrió rápido. Le dije -perdona no quería que te asustes, me quería sacar una duda. (Salí del baño) y el quedó realmente confundido. Corrí al cuarto, no me podía contener quería esa pija ya. Era hermosa mucho más grande y gorda que el tarado de mi marido y ni hablar de todo lo que era capaz de aguantar bien dura y dándome placer.

Cuando de repente se abre la puerta y aparece el aun solo en toalla y me dice -que pasa bebe? Querías ver una pija en serio? Mis latidos por el techo, mi concha totalmente mojada cuando se abre la toalla dejando a la vista esa hermosa verga ya un poquito engomada y me le tire de cabeza. No resistí, abrí mi boca lo más grande que pude y hasta que no llego al fondo de mi garganta provocando una arcada por lo enorme que era no pare.

Cuando escuchamos que de afuera entraba mi marido a la casa. Ambos nos miramos preocupados y dije que me encargaría. Me saque la remera y el corpiño y salí de la habitación. Lo encare y su reacción al verme en tetas fue de desesperación -male! Que haces en tetas? Tapate que te va a ver Martin. (Jaja si supieras) -no puedo bebe, estoy muy caliente y no sé porque creo que hoy voy a recibir una buena cogida. Veni a la pieza conmigo. -pero y el fuego? Ahora te parece? – si bebe no puedo esperar Y le empecé a tocar esa que ahora me parecía una pijita para que se caliente y el bobo en un segundo estaba entregado.

Le digo -gordo (con la voz de puta que más le calienta) quiero vendarte los ojos y atarte a la cama para cogerte bien bien fuerte. Obvio me hizo caso. Vende sus ojos. Cerré todas las puertas de la casa para que la yegua quede afuera si es que volvía y entramos a la pieza. El pijudo ahí en silencio listo para todo y la verga durísima. Lo acuesto a mi marido en la cama y le saco la ropa bien fuerte sin perder un minuto el me decía -mi amor que caliente estas!! Te vas a comer toda la pija? -si gordo me no puedo esperar más. Con su misma ropa le ate muy muy fuerte brazos y piernas a la cama para que quedara inmóvil. -están muy ajustados bebe ya me duele. No voy a poder salir (Decía el muy pelotudo).

Me puse en cuatro arriba de él y lo llame al verdadero macho de la sala y le dije -cogeme toda bombón con esa pija hermosa. Y el muy bobo de mi marido, que ya tenía sus 12 cm totalmente erectos dando pena. Me contesta que no podía por estar atado. Antes que se le ocurra otra estupidez con un previo buen cachetazo metí en su boca mi tanga que ya estaba totalmente empapada y le dije -callate inútil hoy vas a ver como hay que garchar de verdad a una mina.

Y mientras le sacaba la venda de los ojos esa enorme pija empezó a penetrarme y pegue un grito ufff que hermoso. No sé qué era mejor la cara del tarado viendo como me cojean o esa poronga dándome muy muy duro desde el comienzo. -que pasa bobito? Ah ah ah! No se te durmió la pija. Le digo entre unos gemidos imposibles de acallar -te calienta ver aaah a un hombre de verdad cogiéndome? Miraba con la boca tapada y solo se retorcía.

Era obvio que le excitaba. Yo, enloquecida esa pija me hacía sentir placer en lugares donde nunca esa poronguita que tenía a mano había llegado antes. – Mira lo que es? (Mostrándosela) mira que grande que es. Que decís me entra toda en la boca? Y acercándole el pedazo a la cara la chupe otra vez hasta la garganta. Toda hasta el fondo y al salir toda esa saliva con gusto a verga se la escupía en la boca al muy cornudo. Y se retorcía todo como le gustaba verme bien garchada una vez en la vida. Apoye una rodilla en su pecho mirando hacia sus pies e hice que el pijudo me empiece a romper de verdad la cola justo en su cara. Aaaaay por Dios cuando empezó a empujar vi las estrellas esa cabeza tan tan dura abriéndome la cola bien mojada por la chupada hermosa que le había pegado.

Me generaba un dolor mezclado con placer 10 veces más intenso que el que Alguna vez había sentido. Cuando logro hacerla entrar toda me sentía entregadísima. -ay gordo nunca más me vas a poder coger por la cola! Va a bailar siempre ahora. Y de un fuerte cachetazo en el orto me hizo callar el potro que me cogía cuando la metió toda hasta el fondo se recostó encima mío agarrándome con una de sus manos fuerte del pelo y con la otra tocándome la concha tan bien que ni yo lo hubiera hecho mejor.

Empujaba cada vez más creí que me iba a romper. Cuando al tocarme tan tan rico en muy poco tiempo provocó que acabe como nunca lo había hecho. Jamás me había saltado un chorro hermoso como el que estaba largando ahora todo encima del muy virgen de mi marido que cuando sintió toda esa humedad y vio ese chorro, seguido de unas contracciones de placer que nunca el había logrado hacerme sentir.

Sin que nadie le rosara su pijita empezó a largar bocanadas de leche inútil, tirándosela toda en el pecho como un nene. Que risa nos dio a mi y al hombre detrás de esa poronga gigante. -mostrale como acaba un hombre!! Le dije mientras volvía a colocármela en la boca. No podía ser tan lindo chupársela era increíble. Se la chupe de mil maneras me dejo hacerle de todo. -pfff que bien la chupas diosa! Repetía largando bocanadas de aire violentas pero no se apresuró a largármela como otros hubieran hecho! Y lo empecé a pajear con todas mis fuerzas poniéndole la boca bajo la cabeza de la chota diciéndole -por favor dame esa leche la quiero sentir toda en mi boca! Ya! Dale dale dale siiii. Y me largo un chorro enorme el cual pude retener completo entre mis labios pero la segunda bocanada me desbordo por toda la cara y empezó a chorrearle encima a mi marido que ya nada mas le faltaba para acabarse otra vez después de ese show de semen que nos regaló su amigo.

Que amigo! Quien es capaz de dejar tan feliz a la mujer de un amigo como él? Y con mi mano después de exprimírsela toda comencé a desparramarle la leche suya que el bobo tenía en el pecho mas la que ahora tenía ajena, por todo su cuerpo y junte con mis dedos todo lo que pude y se lo pase por la cara. Apiadándome de él decidí manosearle la pijita para que acabara. Estaba a punto de explotar e increíblemente para cerrar con broche de oro con un mínimo rose que le di largo nuevamente la leche sin poderlo resistir. Por favor! Salimos del cuarto con Martin y fuimos a ducharnos. Obviamente me garchó otra vez Y me dejo totalmente exhausta.

Gracias a dios la yegua no llego hasta ese momento y se encontró a su marido haciendo el asado y yo terminando de limpiar. Pregunto por mi marido y le dijimos que se sentía mal que se fue a acostar, que no lo molestara. Aún está acostado ahí ya estamos por comer lo dejamos con la luz apagada todo lleno de leche atado de pies y manos con mi tanga empapada en la boca. Tal vez más tarde lo desate. Pobre idiota!

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