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Mi esposa y mi suegro
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Más de una vez le había preguntado a mi esposa quien era la persona más imprevista con quien había tenido relaciones. Siempre se reía y no me contestaba. Lo más que me decía era que nunca imaginaría quien fue. Tampoco insistí mucho en el tema.

Cuando teníamos pocos meses de casados, hace ya varios años, mi suegro viajó a Lima, para unas reuniones de trabajo. Llegó el martes por la tarde y regresaba a Cuzco el jueves por la tarde. Ese martes, tras su llegada, nos invitó a cenar. Recuerdo que fuimos a un restaurante elegante y caro, pues su posición económica era (y es) bastante holgada. Luego de la cena, volvimos al departamento y fue a dormir a la habitación de visitas.

El miércoles temprano salí a trabajar, regresé como a las 7 pm. Mi esposa estaba sola en casa y mi suegro en sus reuniones de trabajo. Nos fuimos a acostar y él aún no llegaba. Estando en la cama, me dieron ganas de coger. Mi esposa se negó y se negó. Pero insistí tanto que no pudo negarse más. Como de costumbre, fui a lo mío, lamerle el coño y el culo antes de poseerla. Me di con la sorpresa de sentir sabor de semen en su coño y descubrir su culo muy abierto. No habíamos tenido relaciones tres días y obviamente no era yo el responsable.

Como se dice en Perú me hice el sueco y disfruté a mi esposa usada ese mismo día. Mi verga entró en su culo sin ningún esfuerzo y llegamos juntos. Inmediatamente ella se quedó dormida y yo me quedé pensando. Por alguna razón, se me ocurrió que mi suegro era quien se la había cogido. Eso me excitó y perturbó a la vez. Recordé que tenía una cámara espía escondida entre mis cosas, conectada a la computadora de mi oficina. La había comprado unos meses antes, para espiar a una colega que me excitaba, pero salvo configurarla, nunca había tenido el valor de instalarla en la oficina.

Se me ocurrió que podría espiar que haría mi esposa la mañana del jueves. Me quedé dormido. Al despertar mi esposa había salido a comprar el pan y preparar el desayuno. Aproveche e instale la cámara, camuflada en una lámpara que estaba en una de las esquinas de la cámara. Miré y remiré y era imperceptible. Me duché, desayuné, me despedí de mi suegro que esa tarde viajaba y de mi esposa que quedaba en casa. Salí a trabajar hacia las 8.30 am.

Llegué a la oficina hacia las 9 am. Prendí la computadora, verifiqué el software de la cámara espía y la puse en pantalla. Nadie en la habitación como hasta las 10 am. A esa hora mi esposa entró, se acostó en la cama y empezó a ver tv. Como a las 10.30 am entró mi suegro.

Se paró junto a ella, empezaron a hablar. La cámara no me permitía escuchar, solo ver. Charlaron unos pocos minutos, mientras yo miraba desde mi oficina. Justo la lámpara estaba del lado que mi esposa se había acostado y podía ver su rostro, pero no el de mi suegro cuando se paró junto a ella.

En pocos minutos, vi como mi suegro se desabrochó el pantalón, se lo sacó, se sacó el calzoncillo y dejó su verga al aire, muy cerca al rostro de mi esposa. Así flácida se veía muy grande, vino a mi mente el culo muy roto que le había visto a mi esposa la noche anterior. Con la mamada de mi esposa, que pude ver en primer plano, la verga de mi suegro se puso dura, era enorme, o al menos así se veía en la cámara.

Luego mi esposa sola, sin ayuda de mi suegro, se quitó la pijama y se puso en perrito, en un ángulo de 90 grados la cámara, y al borde de la cama, pude ver como mi suegro comenzó a cogerla. Como su enorme verga disfrutaba su coñito. Yo estaba a mil en la oficina, imaginando que se dirían mientras cogían. Luego se cambiaron con mi esposa acostaba boca arriba y con las piernas al hombro de mi suegro, que seguía de pie.

De pronto ambos se movieron y mi esposa se puso de perrito, con su rostro a unos 20 o 30 cm de la cámara espía. Mi suegro subió a la cama y se puso detrás de ella, cogiéndola delicioso, por la forma que veía el rostro de mi esposa mostrar el placer de comerse semejante verga. Luego pararon un momento y pude atisbar a mi suegro untando saliva en el culo de mi esposa y ella con cara de ansía.

Cuando mi suegro empezó a metérsela al culo pude ver el rostro de dolor de mi esposa. Cómo su cara mostraba su sufrimiento y poco a poco como se iba transformando en un rostro de pleno placer. Le vi cara de puta, cara de culera con una enorme verga dentro del ano. Por sus ojos desorbitados supuse llegó tres veces, en la tercera mi suegro se paró y se separó de ella. Recogió su ropa y se fue.

Mi esposa se quedó un rato desnuda en la cama. Cogiéndose el coño o el culo, pero más como una caricia que con connotación sexual. Luego se puso el pijama y salió con la toalla, a ducharse. Algo más tarde mi suegro entró a despedirse de ella y le dio un casto beso en la frente.

Al llegar a casa por la noche no podía contener las ganas de lamerle el culo roto y esa noche mi esposa no se negó, supongo por pensar que la noche anterior no me había dado cuenta de su culo y coño usados por una enorme verga.

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2 COMENTARIOS

  1. Cuenta la historia por favor yo estoy animando a mi esposa k se deje de un tío o un hermano porque su papá lla murió

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