Pasaba de las cuatro de la tarde. Antonio estaba desnudo fumando un cigarrillo en la cama en la habitación de un motel de carretera. Era musculoso y tenía la polla a media asta, una polla gorda y larga, Nicky, su cuñada, era una hembra de toma pan y moja que pasaba mucha hambre de polla, se la acarició cómo si estuviera acariciando a un gatito. La levanto con dos dedos de la mano izquierda y tres de la derecha. Su boca se acercó tímidamente y le dio un beso en la punta. La olió, le olía a su coño. Lamió el frenillo, chupó el glande, luego le lamió y le chupó los huevos, para acto seguido subir lamiendo desde la base hasta en frenillo, meterla en la boca, chupar el glande primero, después meterla en la boca hasta donde le cupo y mamar con ansia apretando su lengua contra ella. Se la mamó y se la meneó. En nada la polla se puso dura y la bolsa de los cojones se le encogió. La cogió con una mano, la miró y le volvió a chupar el glande al tiempo que lo miraba a los ojos… Hacía todo despacito, era como si estuviera saboreándola. Antonio le dijo:
-Mamas de maravilla.
-Son años de experiencia.
Poco después Niky dejó de mamar. Antonio vio venir sus tetas hacia él, unas tetas grandes con areolas rosadas y pezones generosos. Nicky le puso el pezón de la teta derecha en la boca. Antonio se lo lamió y le chupó la areola. Le volvió a coger la polla y se la meneó mientras le ponía el otro pezón en la boca… Antonio le lamía pezones, areolas y le mamó y magreó las suaves y esponjosas tetas. Le dijo:
-Dame este coño que debe estar mojadito.
-Ni te puedes imaginar cómo está.
Le puso el coño en la boca.
-Joder, gotea.
-Ya te dije que ni te podías imaginar cómo estaba.
Nicky le cogió la polla y comenzó a masturbarlo. Antonio le echó las manos a las caderas y le enterró la lengua en el culo primero y en el coño después… Nicky la sacaba de ambos lados al mover el culo hacia delante y la volvía a meterla al echarlo hacia atrás y también le frotaba el culo y el coño contra ella cuando la dejaba plana… Minutos después se puso tan perra que dejó de masturbarlo, le cogió la cabeza con las dos manos y subiendo y bajando el culo y moviéndolo alrededor se masturbó contra su lengua, hasta que no pudo más y le dijo:
-¡Me corro!
Al correrse abrió el coño con dos dedos para que su corrida espesa cayera toda en la boca de su cuñado.
Al acabar de correrse se echó a su lado. Antonio la puso boca abajo, le echó una mano al vientre y le levantó el culo. Quitó la mano de su vientre, le abrió las nalgas con las dos manos y le lamió el ojete cómo se lo lamería un perro. Nicky movía el culo para que la lengua lo abarcase todo…, periné, ojete, nalgas…, Antonio se lo lamió y se le folló el ojete con la punta de la lengua. La puso tan perra que le dijo:
-Métemela en el culo.
-Claro que te la voy a meter, pero no tengas prisa.
Antonio era de los que pensaba que cada cosa tenía su tiempo. La puso boca arriba. La cogió por la cintura, la levantó, Nicky se abrió de piernas y Antonio le lamió su coño encharcado cómo había lamido su culo. Iba de abajo a arriba, haciendo paradas para enterrar la lengua en su coño. Cuando ya los gemidos le dijeron que se iba a correr, apretó la lengua sobre su clítoris erecto y lamió alrededor muy despacito, Nicky moviendo la pelvis de abajo a arriba y de arriba a abajo, le dijo:
-No puedo más. ¡Me corro!
Se corrió en la boca de su cuñado y al correrse apretó su cara con los muslos de las piernas.
Niky era insaciable. Después de correrse subió encima de él. Dándole la espalda le puso el culo en la boca. Antonio se lo volvió a follar y a lamer, luego Nicky puso el ojete encima de la polla, dejó caer el culo lentamente y la gran polla entró hasta el fondo. Lo folló despacito. Follándolo le dijo:
-Cuando te corras quiero que me llenes el culo de leche.
Antonio con la polla dentro del culo, la volvió a poner boca abajo y apoyando las manos en la almohada le dio duro. Nicky metió dos dedos dentro del coño y mientras la polla entraba y salía se masturbó. Pasado un tiempo le dijo:
-¡Me voy a correr!
Antonio cambió de tercio de nuevo, la volvió a poner boca arriba, la volvió a coger por la cintura, Nicky se volvió a abrir de piernas, le enterró la lengua en el coño y después lamió de abajo a arriba desde el ojete al clítoris, lo hizo a toda hostia. Nicky al correrse dijo:
-¡Diosss, que buenooo!
Antonio siguió lamiendo cuando sintió en su lengua los flujos calentitos de su corrida. Nicky le dijo:
-¡Me matas, cabrón, me matas!
Al acabar de correrse le clavó la polla hasta el fondo del coño de un trallazo y después le dio caña. Nicky lo miraba a los ojos, unos ojos impregnados de lujuria, Antonio deseaba volver a llenarle el coño de leche. Deseaba sentir cómo su coño le apretaba la polla y se la bañaba con una corrida…, y lo sintió, sintió cómo el coño de Nicky le apretaba la polla queriendo succionarla, cómo lo bañaba, y sintiendo sus gemidos le llenó el coño de leche. Antes de que la polla perdiera cuerpo se la quitó del coño, se la clavó en el culo y comenzó a darle caña. La polla entraba y salía del coño mientras la leche que salía del coño la iba engrasando, con esa misma leche pringó ya yema de su dedo pulgar y le frotó el capuchón del clítoris, haciendo su glande se descubriera y se tapara… Pasado un tiempo fue ella la que acarició el clítoris con dos dedos hasta que le dijo:
-Me voy a correr de nuevo.
Se corrió entre fuertes sacudidas. Al acabar la quitó del culo, encendió otro cigarrillo y dejó que descansara. Nicky poco descanso necesitó. Cuando llevaba el cigarrillo por la mitad, se lo quitó de la mano, lo apagó en el cenicero, y le dijo:
-Ahora quiero follarte yo a ti.
Antonio le reprochó las prisas.
-¿No podías dejar que acabara el cigarrillo?
-Fumar mata.
-Y follar sin medida también.
-¿Te rajas?
-Jamás. Sube, golfa.
Subió encima de él. Metió la polla a media asta en el coño. Su culo voló de delante hacia atrás y de atrás hacia delante y la polla se puso dura. Antonio veía cómo las tetas subían y bajaban. Se las agarró y se las magreó. Nicky hizo un descanso, se las dio a mamar, se las aplastó contra la cara. Le puso el coño en la boca y se lo comió… Le volvió a dar las tetas a mamar…, después le puso el culo en la boca, culo que le devoró antes de volver a meter la polla en el coño y follarlo de nuevo a toda hostia… Tanto fue el cántaro a la fuente que el caño lo iba a romper. A punto de correrse, le dijo:
-¡Córrete conmigo!
Nicky echó la cabeza hacia atrás y se corrió cómo una loba. Antonio no se corrió.
Nicky al acabar se echó a lo largo de su cuñado, lo besó, Antonio quitó la polla del coño, se la acercó al ojete y se la frotó. Nicky se incorporó y luego bajando el culo la metió hasta el fondo. Con la polla metida a tope, Antonio no pudo más. Le llenó el coño de leche.
Antonio al acabar de gozar encendió otro cigarrillo, pero no era el cigarrillo de después, no, era el de antes, ya que Nicky comenzó a acariciar la polla cómo si estuviera acariciando a un gatito. Le dijo:
-Tienes una polla deliciosa.
Antonio le preguntó:
-¿Tú nunca te cansas, cuñada?
-No.
Nuria cogió la polla con dos dedos de la mano izquierda y tres de la derecha y… Y aprovechó bien la tarde.
Quique.