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El nuevo jefe de mi mujer (Capítulos 1, 2 y 3)
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Tiempo de lectura: 12 minutos

Después de tantos años juntos, la rutina se había apoderado de nosotros, últimamente nos excitábamos bastante contándonos fantasías, mirando películas porno y haciendo el amor en algún sitio donde nos pudiesen descubrir, pero no parecía suficiente ya que los problemas económicos que teníamos nos hacían dejar el sexo en segundo plano.

Como si fuera por casualidad, mirando por webs de ofertas de empleo, mi mujer vio una oferta que pedían una secretaria, sueldo correcto y buen horario. Indagando un poco más en el anuncio descubrimos que era para un despacho de arquitectura y allí salía el nombre que al leerlo choco como un tren a toda marcha. Resulta que el señor que buscaba secretaria había trabajado en el pasado con mi mujer y había estado colado por ella, le había tirado los trastos y fantaseado con ella, por otra parte mi mujer siempre me contó que si no hubiera estado conmigo en aquella época habría acabado con ese señor y que siempre se quedó con las ganas de follar con él, cosa que nos excitaba y follábamos como locos cuando metíamos e ese señor en nuestras fantasías sexuales.

Una vez hablado, le dije que podría intentar tirar el currículum, que no había nada a perder. Pasaron dos semanas y por fin llegó la contestación diciendo que había sido aceptada y que empezaría la siguiente semana.

Llegó el día, era primavera y mi mujer se vistió con un sujetador negro de encaje que hacía ver sus enormes pechos naturales perfectos, se puso medias poco tupidas que dejaban ver unas piernas preciosas, luego una falda a cuadros negros y blancos ,un jersey de tirantes muy escotado y encima una camisa blanca con botones negros. Se puso las gafas para ir más cómoda, se pintó los labios con un tono suave y dejó su melena con mechas rubias y pelo liso suelto.

Yo al verla le dije que estaba bien buena y que al volver de trabajo me la pensaba follar con esa ropa puesta, ella me sonrió y le dijo cuando vuelva soy toda tuya para que hagas lo que quieras.

La mañana pasó sin ningún sobresalto ni novedades, después de comer llegó el jefe de mi mujer y al verse, estuvieron hablando un buen rato recordando tiempos pasados.

El jefe de mi mujer, Raúl es su nombre, había invitado a mi mujer hacer un café a su despacho y allí no tardó en hacerle piropos a mi mujer y en decirle lo guapa que estaba.

Mi mujer al salir del despacho de Raúl me envió WhatsApp diciendo todo lo que estaba pasando, fueron emociones contradictorias ya que me había puesto celoso, furioso y cachondo a la vez. Yo le dije que como estaba ella y me contestó que bien, que le había excitado bastante estar en ese despacho recibiendo halagos por parte de Raúl y que luego ya me contaría si pasase algo más.

A falta de media hora de salir de trabajar, empezó a llover de forma abundante, con truenos de vez en cuando y ráfagas de aire. Al llegar la hora de salir, Raúl le dijo a mi mujer si necesitaba que la acompañase algún lugar y ella le dijo que no le vendría mal si la acercaba a la estación de autobuses.

Salieron en busca del coche pero al estar en la calle, era inevitable mojarse hasta poder estar a cubierto, al entrar Raúl puso la calefacción, la camisa de mi mujer estaba empapada, se la saco para no estar mojando todo y Raúl hizo lo mismo con su americana. En esos momentos el jersey de tirantes de mi mujer dejaba ver parte del sujetador y un escote generoso de sus dos enormes pechos.

Empezó a conducir pero la mirada de Raúl se desviaba al escote de mi mujer y ella se dio cuenta.

-Si sigues mirándome las tetas y no la carretera vas hacer que tengamos un golpe.

-Perdona Noelia, es que no puedo evitarlo, son muchos años detrás de ti y tenerte tan cerca y así vestida, sería de necios no mirarte.

-Jaja, que tonto eres Raúl, además si soy tu nueva secretaria vas a verme así más de un día.

-Si, lo sé y no por eso se hace más fácil. (Y puso su mano en la pierna de mi mujer)

Mi mujer no retiro la mano de Raúl y puso su mano encima de la suya, Raúl fue subiendo la mano por la pierna y empezó a meterla por debajo de la falda, cuando estaba a punto de llegar a su entrepierna, le agarro la mano y la saco y le dijo no es el momento ni el lugar.

Entonces Raúl llevo el coche a una calle poco transitada del polígono y le dijo.

-Noelia, sé que tú también quieres sino no me hubieras dejado meter la mano debajo de tu falda, ahora es el momento y este lugar es tranquilo y con la que está cayendo de agua no hay nadie ni se ve nada.

-Estás loco Raúl…

En lo que acabó de decir su nombre, él la empezó a besar apasionadamente y mi mujer le devolvía los besos, se estuvieron besando un buen rato y el la invitó a ir detrás del coche. Una vez allí, ella se puso encima de él y de nuevo se empezaron a besar y Raúl aprovecho para quitar el jersey a mi mujer y seguidamente el sujetador.

-Vaya tetas que tienes Noelia, son increíbles, las más grandes que he visto nunca.

Las agarro con las dos manos y empezó a comérselas, sin dejar un solo espacio sin lamer.

Mi mujer apartó la cabeza de Raúl de sus tetas y con sus manos le empezó a desabrochar el pantalón, el rápidamente se los quito y ella le quitó el bóxer dejando su polla ya erecta del todo al descubierto.

Se puso de rodillas como pudo debido al espacio reducido del coche y agarro con la mano la polla de Raúl

-No te imaginas la de veces que he querido tener tu polla en frente para poder metérmela en la boca.

-Uff joder Noelia, si te contara la de pajas que me he hecho pensando en ti.

-Pues hoy no te hará falta hacerte una paja, que ya me ocupo yo.

Mi mujer empezó a lamer la cabeza de la polla de Raúl, y fue lamiendo todo el tronco hasta llegar a sus huevos los que se metió en la boca por completo. Después se fue metiendo la polla poco a poco en la boca hasta tragársela por completo y eso que tenía una polla bastante grande. Mi mujer fue acelerando el ritmo y combinaba la boca con la mano, Raúl no daba crédito a la mejor manada que le habían hecho en su vida y advirtió a Noelia que se correría rápido si seguía así. Mi mujer que ya estaba muy cachonda hizo caso omiso a las advertencias de Raúl y este se corrió llenando la boca de leche a mi mujer, la cual no dejaba de mamarle la polla y tragándose toda su leche hasta no dejar ni una gota.

-Madre mía Noelia, es la mejor manada que me han hecho en la vida, ahora me toca a mí no pienses que te voy a dejar así.

Raúl le bajó la falda a mi mujer y le quitó las bragas, la sentó en el asiento de atrás con las piernas abiertas y empezó a comerse el coño como un poseído. Mi mujer hacía esfuerzos por no chillar por si pasaba alguien por la calle, aunque con los cristales tintados y la lluvia era difícil que les pudieran ver.

Raúl seguía comiéndose el coño se mi mujer y le metía de vez en cuando dos o tres dedos, mi mujer le hizo parar diciéndole que ya le temblaban todas las piernas.

Entonces Raúl se reincorporo y en esa misma posición, con la polla ya erecta de nuevo, se puso un condón y empezó a follarse a mi mujer con fuertes embestidas y tocándole las tetas.

Mi mujer le dijo que parase ya que quiera ponerse ella encima, y así fue como empezó a cabalgar la polla de Raúl en el asiento de atrás, Jordi aprovechaba la posición para comerse sus dos tetas sin parar hasta que le interrumpía mi mujer para besarse apasionadamente.

Luego Raúl la levantó y la puso a cuatro patas en el asiento y empezó a embestir la desde atrás sin parar, empotrado la cabeza de mi mujer contra el asiento del coche.

Mi mujer ya se había corrido dos veces y Raúl paro se follarsela por detrás para darle la vuelta y decirle que se iba a correr.

-Córrete en mis tetas, llénamelas de leche cabron (le dijo mi mujer)

El en escuchar eso empezó a correrse encima de las tetas de mi mujer y cuando ya terminó le acerco la polla a la boca y ella sin mediar palabra se la empezó a chupar hasta dejarla reluciente.

Después de vistieron y no mediaron más palabras, Raúl acerco a Noelia a casa y al entrar mi mujer me dijo que tenía muchas cosas que contarme.

Capítulo 2

Noelia llegó más tarde de lo habitual, pero como había estado lloviendo de forma intensa pensé que habría retenciones y que el autocar se había retrasado.

Noelia después de decirme que tenía cosas que contarme, me dio un beso en la boca y me dijo que se iba a duchar.

Mientras se duchaba aproveché para preparar un par de gin tonic para celebrar su primer día de trabajo.

Sin yo saber nada, cuando ella se estaba secando el pelo, le llegó un mensaje de Raúl al teléfono diciendo que le había encantado y que si ella estaba incómoda con la situación no volvería a ocurrir y que sentía haberla abordado de esa manera pero qué su instinto más salvaje se había apoderado de él en el coche. Noelia sonrió y no contesto el mensaje.

Al salir de la ducha se fue a la habitación y se puso un conjunto de lencería debajo del pijama.

Nos pusimos cómodos en el sofá, me estuvo contando las tareas del trabajo mientras la bebida iba bajando, había preparado alguna golosina para picar algo con el alcohol.

En la televisión pusimos un capítulo de esa serie que nos tenía enganchados, con la emoción y suspense nos pasamos un capítulo sin darnos cuenta, y en el segundo mi mujer empezó a tocarme la pierna. Yo llevaba puesto el pijama con pantalón corto sin calzoncillos y manga corta, de tal manera que su mano estaba directamente en mi muslo. Yo empecé a manosear sus tetas por encima del pijama y pude intuir algún sujetador o lencería no habitual en mi mujer al ponerse el pijama.

La mano de mi mujer fue subiendo por la pierna hasta llegar a mi polla, que estaba flácida pero rápido se animó. Empezamos a besarnos y mi mujer se puso de pie delante de mí y se quitó el pijama dejando a la vista esa lencería tan excitante diciendo ¡sorpresa!

Acto seguido me quite el jersey del pijama y los pantalones, ella se arrodilló y preguntó si tenía ganas de que me comiera la polla, lo cual le dije que ya sabía la respuesta y que estaba muerto de ganas de que empezara.

Empezó dando besos alrededor de mi polla, las ingles, el ombligo y fue besando poco a poco, sin coger con la mano mi polla. Luego estuvo lamiendo, el mismo recorrido y cuando pensaba que no podía aguantar más, la agarró con la mano, escupió en el glande y me masturbo con la mano y su saliva.

Después de minutos de tortura se la metió en la boca y empezó hacerme una de esas mamadas que tanto me gustan. Cuando llevaba un rato se la sacó de la boca y me dijo:

-Cariño, tengo que contarte una cosa y tengo miedo que te enfades

-Amor mío, ya sabes qué puedes confiar en mí, (dije asustado)

-Pues verás, tengo que decirte que tú polla no es la primera que ha estado en mi boca hoy.

-Como? A quien coño se la has chupado cariño?

-A Raúl… a cualquier otro no habría caído en la tentación pero me subió a su coche empezó a decirme cosas y ya sabes qué siempre he fantaseado con eso, lo siento mucho cariño no volverá a pasar, entiendo que estés enfadado, había pensado que si te lo decía mientras te comía la polla quizá no te enfadarías tanto.

-Ya cariño, se lo que siempre has querido hacer con Raúl, pero podrías haberme consultado no?

-No dispuse de ocasión ni tiempo, pasó todo así de rápido, entonces que hago, sigo la mamada o quieres que pare y te deje solo.

-La mamada la vas acabar quieras o no, y enfadado estoy porque me has engañado sin haberme avisado, sabes que soy abierto de mente y quizá sí me lo hubieras pedido habría accedido a que cumplieses tu fantasía.

-Ya lo sé amor mío, te voy hacer la mejor manada del mundo.

-Y te gustó hacerle una mamada? La tiene más grande que yo?

-No, la tenéis muy similar, la tuya es más gruesa y si disfrute mucho no quiero engañarte, me moría de ganas de comerme su polla.

-Imagino que disfrutó bastante el mamón, y dónde dejaste que se corriera?

-Pues verás… estaba tan cachonda que se la estaba mamando rápido y me dijo que se iba a correr y lo hizo en mi boca.

-Que zorra eres, a mí casi nunca me dejas que lo haga, y te lo tragaste?

-Si claro, no lo iba a escupir en el coche.

-Pues que sepas que está mamada la quiero terminar corriéndome en tu boca y te lo vas a tragar todo.

-Pídeme lo que quieras cariño, soy toda tuya.

Mi mujer continuó la mamada y le dije que quiera grabar en vídeo un rato la mamada y la corrida, evidentemente ella accedió sin rechistar. La mamada estaba llegando a su fin y me puse de pie, ella estaba arrodillada y le dije que quería correrme. Ella abrió la boca y sacó la lengua y empezó a masturbarme para sacarme toda la leche, yo estaba grabando todo sin perder detalle alguno.

Empecé a correrme de forma violenta debido a la energía con la que Noelia me estaba masturbando e iba viendo mi leche entrar en su boca y algunos restos se quedaban en la lengua, una vez que vio que no salía más, se tragó todo y me relamió toda la polla para no dejarse nada.

-Vaya día llevo, hacía meses que no tenía leche en la boca y hoy me habéis llenado, que fijación tenéis los hombres con correros en la boca de una mujer.

-Que guarra eres cariño, a partir de hoy vas a tener que tragarte mi leche más a menudo, por mala.

-Si así consigo que me perdones, puedes correrte las veces que quieras amor.

Nos fuimos a preparar la cena y nos pusimos una botella de vino, bastante cara, para hacer las paces.

El vino rápidamente se acabó y estábamos bastante desinhibidos ya al llegar al postre, habíamos preparado fresas con nata, y le dije que podríamos jugar con la nata en la cama, mi mujer contestó diciendo que le parecía una muy buena idea.

Una vez todo recogido, nos fuimos a la cama y allí empezamos a besarnos.

-Cariño, antes lo que te contado era cierto, pero no tenía valor para decirte que con la mamada que le hice a Raúl había acabado todo.

-Joder, el tío se corre en tu boca y tú aún tenías ganas de más.

-No fue así, al terminar de correrse me cogió, me abrió de piernas y se puso a comerme el coño de una forma espectacular, no podía decirle que no.

-Y después de comerte el coño imagino que follasteis

-Pues sí, me estuvo follando un buen rato, pero no sé corrió dentro tranquilo, además usó condón.

-Se corrió en tu boca otra vez?

-No, se corrió en mis tetas esta vez.

-Bueno, con esas tetas que tienes es normal. Joder cariño de una mamada hemos pasado a que habéis estado follando un rato largo…

-Disfrute mucho por el morbo la verdad, pero tú me follas mucho mejor amor.

-Y ya puestos a saber la verdad, como follasteis?

-Pues primero el encima, luego le estuve cabalgando y después me puso a cuatro patas hasta que se corrió.

-Joder, no sé si es normal pero me has puesto cachondo imaginando esas posturas con el mamón del Raúl metiendo toda su polla en tu inferior.

-Me da igual si no es normal, solo quiero que me folles como más te guste, puedes hacer conmigo lo que quieras.

-Pues lo primero que voy hacer, es demostraré quien de los dos te come mejor el coño zorrita mía.

Estire en la cama a mi mujer, la abrí de piernas y le empecé a lamer el clítoris y junto a mis dedos y mi lengua hice que se retorciera de placer, ella me suplicaba que parase pero no iba a parar hasta hacerla sufrir un poco más.

Cuando ya creí necesario, me detuve y me tumbe en la cama diciéndole que ahora le tocaba a ella comerse mi polla, sin ningún titubeo empezó a engullir mi polla sin tregua, yo le iba tocando las tetas en cuanto podía.

Cuando ya no aguantaba más, la agarré, la puse boca abajo y empecé a empotrarla contra el cabecero de la cama, la postura requería habilidad, ya que con cada empuje, tenía que subir y bajar haciendo una flexión, pero los gritos de placer de mi mujer merecían todo ese esfuerzo.

Cuando el cansancio se había apoderado de mí, le dije que me quería follar sus tetas hasta que me sacara la leche, ella rápidamente se tumbó boca, juntando sus tetas para que pudiera poner mi polla en medio, a los pocos instantes de estar moviendo sus tetas arriba y abajo empezó a salir leche de entre sus tetas, cayendo en su cara alguna gota, ella cogió la leche de su cara con el dedo y lo lamió diciéndome que mi leche era mucho más rica que la de Raúl.

Y así fue como después de un día intenso nos quedamos dormidos, lo que todavía no me había contado mi mujer era el mensaje que Raúl le había enviado y que no sabía que contestar.

Capítulo 3

Al despertarnos al día siguiente, mientras mi mujer se vestía y arreglaba yo preparaba el desayuno.

Tomando el café le pregunté si estaba nerviosa por volver al trabajo y ver a Raúl, después de lo ocurrido ayer.

Me dijo que si, que no era lo que más le apetecía en estos momentos, pero no quedaba otra.

-Encima ayer me envió este mensaje y no sé qué contestar, tengo miedo de decir algo malo y que me hecho del trabajo.

-Pues vaya, bueno tú tienes ganas de repetir?

-Ahora mismo no, ya te dije que siempre había tenido pendiente acostarme con él y ayer ya lo cumplí, así que por ahora no quiero más.

-Seguro? Y si empieza acosarte poco a poco o flirtear contigo?

-Pues no tengo ni idea.

-Pues contéstale el mensaje y dile que no te incómoda.

-Vale, gracias amor, te quiero muchísimo, no te merezco.

-Yo también te amo mi vida.

Durante las dos siguientes semanas no pasó nada extraordinario, también ayudo que Raúl se fue de viaje una semana al extranjero por negocios.

Llegó un viernes en el que nos despertamos bajo un sol radiante, apenas una nube en el cielo y unas temperatura que invitaba a salir a tomar algo alguna terraza.

Mi mujer se puso un vestido de tirantes, blanco con flores pequeñas de colores vivos. Su calzó unas sandalias marrones con bisutería adornándolas.

En la oficina había menos gente de lo habitual y Raúl le dijo a mi mujer si le acompañaba a comer ya qué no había faena y reuniones.

Fueron a comer a una arrocería, hicieron una paella de marisco y bebieron sangría de cava, de postres escogieron sorbete de limón y luego les invitaron a una copa de whisky.

Al volver a la oficina, solo quedaban un par de despachos ocupados, el buen tiempo y ser último día de semana había hecho que la gente se fuera antes de lo habitual.

Raúl llamo al teléfono del despacho de Noelia y le dijo que pasara al suyo, que requería de su presencia.

Al entrar al despacho, Raúl había abierto un mueble que mi mujer desconocía y que en realidad era un mueble bar. De allí había sacado una botella de Ginebra cara y dos vasos en los que sirvió la Ginebra acompañada de unos cubitos de hielo y tónica de frambuesa.

-Pasa Noel, no rechazaras una copa antes de acabar la semana no?

-Por supuesto que no!

-Y vas hacer algo este fin de semana?

-Que yo sepa nada especial.

-Bueno supongo que al menos follaras más de una vez con Luis no?

-Jaja, si por el fuera follaríamos cada día.

-Normal, yo en su lugar también querría.

-No si ya lo sé yo eso, y tú no tienes a nadie para desahogarte?

-Que va, a veces entro en una página de citas, pero hay poco contenido de calidad, bastante loca suelta, no se pueden comparar a una mujer como tú.

-Eres muy listo tú, me has llevado a comer, que si sangría la copa, ahora un gin tonif, me quieres emborrachar o que?

-Jaja, mierda has descubierto mi maléfico plan.

-Además si ya lo hicimos sin estar borracha que te hace pensar que me tienes que emborrachar para repetir.

-Pues no se jaja, me estás diciendo que quieres repetir?

-Quizá sí.

-Entonces a qué esperamos.

Me llegó el mensaje de Noelia diciendo que estaba bastante borracha y se moría de ganas de follar con Raúl, yo le dije que ni de coña, que si estaba cachonda le dijera que le comiera el coño y luego se hiciera una paja él solito.

Me contestó que era muy cruel hacer tal cosa, que iba a poner muy cachondo Raúl y dejarlo así le daba pena.

Yo le dije, es eso o no hace falta que vuelvas a casa

Mi mujer accedió sin poner más pegas.

-Raúl, tengo muchísimas ganas de que me comas el coño, estoy muy cachonda y quiero que me hagas ver las estrellas con tu boca.

-Pues ven aquí y ponte cómoda.

Mi mujer se subió el vestido, se quitó las bragas y se sentó en la silla de Raúl con las piernas abiertas.

Raúl esta vez no se ando con preámbulos y le empezó a comer el coño intensamente, dándole lametones por toda su raja, le iba introduciendo dos dedos profundamente y no paraba de lamer. Noelia estaba disfrutando muchísimo y tenía el coño empapado, en su interior de moría de ganas de follar pero sabía que no podía hacerlo.

Cuándo ya no podía más le dijo a Raúl que iba a correrse.

-Córrete en mi boca Noelia, quiero devolverte el favor del otro día.

Mi mujer se dejó ir y se corrió empapando la boca de Jordi.

Jordi se bajó los pantalones y calzoncillos, y apareció su polla tiesa y dura como una roca.

-Lo siento Raúl, hoy voy a ser muy mala y no vamos hacer nada.

-Que! No serás capaz de dejarme así cabrona.

-Puedes hacerte una paja si quieres.

-No me jodas, que puta eres no?

-Encima que dejó que me comas el coño me llamas puta?

-Lo siento Noelia, pero es que joder estoy muy cachondo.

-Ya lo he visto, si quieres te enseño mis tetas mientras te masturbas.

-Vaya mierda, bueno va mejor eso que nada.

Jordi empezó a masturbarse mirando las tetas de Noelia, mientras ella se apretaba los pechos y los iba moviendo con sus manos.

-Puedo correrme en tus tetas?

-Venga va, para que veas que no soy tan malvada.

Mi mujer se sentó en la silla aguantando sus tetas con las manos, y Raúl aceleró el ritmo hasta que empezó a soltar leche en las dos tetas de mi mujer, debía hacer días que no se corría porque soltó mucha cantidad.

-No veas Raúl, me has dejado casi cubiertas las tetas jaja.

-Pues si, aunque es imposible eso, las tienes tan grandes que me tendría que correr tres veces por lo menos.

Y así cuándo menos pensé que volvería a ocurrir algo, un viernes cualquiera todo volvió a empezar.

Continuará.

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