Llegamos al cuarto del motel, me dio la llave para que lo abriera, pasé y sin aviso me jaló el pantalón hacia abajo, me inclinó en la cama.
— Ah no espera. —Grité.
Pero no esperó, tardó un segundo en poner lubricante a su pene y lo metió dentro de mi fuerte y duro.
—Ahh ahh ahh no por favor para. —Chillaba, pero él no se detenía entre más gritaba más fuerte lo metía.
—Me duele, me duele, ay me duele.
Sacó su polla enorme de mi y se quitó el cinturón que tenía en el pantalón colgando. Agradecí que sacará su polla y seguí llorando, cuando sentí mi culo ardiente porque me dio un cinturonazo.
—Cállate.
—Ahh ay ay ay ay. —Grite y me dolió más porque me dio 2 más y lo volvió a meter fuerte y duro.
No terminaba mi sufrimiento me tapo la boca y me dijo cállate. Trate de callarme y quedarme quietecita, lloraba en silencio y siguió hasta que terminó y rego su leche en mis nalgas, la unto me acaricio suave y me acomodo en la cama me dijo:
—Ya podemos hacer lo que tú quieras cariño.
Yo lloraba Sin poder contenerme y me miró enojado y gritó:
—Cállate que no te quiero escuchar llorar estabas bien mojada también lo disfrutaste.