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Mi mejor amiga (Parte 3 y Final)
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Tiempo de lectura: 2 minutos

Esta es la tercera y última parte de los relatos con mi mejor amiga, pienso continuar contando, pero no quiero que todos sean sobre ella.

Cómo conté al final de la parte dos, mi relato anterior, le dije que si no lo hacía bien sería castigada. Y ella no me hizo venir así que la castigué.

La invité un día a mi casa, le dije que estaba muy caliente y que me moría por repetir lo de las últimas veces, lo que no sabía es que no estaría solo yo. Invité a dos amigas lesbianas, tres bisexuales y otras dos chicas que querían probar sexo con mujeres. Éramos nueve, de todos los colores, tallas, olores y sabores.

Cerca de la hora, les pedí a todas que se desnudaran en mi cuarto y no hicieran ruido. Al llegar mi mejor amiga la empecé a besar en el living, la desvestí por toda la habitación, cuando ambas estábamos desnudas la agarré de sus manos y le vendé los ojos, le dije que hoy sería su castigo, entramos a mi cuarto, le dije que se acostara y ella siempre obedeció.

Al acostarse seguí besándola, y de a poco se iban sumando otras chicas, una la besaba en el cuello, otra en los labios, otra por los pies, yo por su pelvis, otras le chupaban los dedos y así, su cuerpo parecía ser devorado por hormigas, ella gritaba, me pedía que le saque la venda, le dije que debía chupar la concha de cada una de las chicas, cada una tenía un número y ella al quitarse la venda debería adivinar quien fue la primera, segunda, tercera etc.

La primera en sentarse en su rostro fue Macarena, una morena cabello trenzado, con mucho culo y mucha teta, me excitaba ver cómo mi amiga, a quien yo desvirgue, se cogía a otra. Le chupó hasta el culo y le manoseo las tetas. Pasó la siguiente, Romina, la más pequeña, 18 años, virgen y era su primera vez que iba a besar a una mujer. La tercera fui yo, ella al dar el primer lengüetazo sonrió y me dijo "Nati jaja". Y así pasó su lengua por cada una de las 8. Al terminar se quitó la venda, y a la única que acertó fue a Macarena y a mí.

Luego de eso hicimos una ronda, las chicas sacaron sus juguetes, yo los míos y todas, mutuamente, nos penetrábamos, chupábamos, besábamos, tocábamos, así ninguna se quedó sin un orgasmo, o dos.

Luego hicimos sorteo y la ganadora sería tocada por todas, le tocó a Pía, una rubia, con poca carne de dónde la mires, unos labios rojos y carnosos que quería probar y ojos grises hermosos. Ella se acostó, abrió las piernas y nos dijo "vayan despacio, eso me calienta más". Yo pedí ser la primera en probar su conchita, me recordó a la primera porno que vi, estaba depilada de todos lados, ya estaba húmeda pero lentamente me fui acercando a su conchita, de a poco, para generar más tensión.

La primera vez que probaba un sabor tan rico, era dulce y no quería alejar mi cara de ahí. Las otras chicas la chupeteaban, mi amiga se sentó en su cara y las escuchaba gemir a todas, Pía tuvo una eyaculación, su chorro empapó mis sabanas. Yo no podía estar más caliente, sentía que mi conchita estaba empapada y quería que Pía ahora me la chupara a mi. Le pedí a las chicas que cambiemos de posición y me senté en la cara de Pía, me corrí como nunca lo había hecho. Miré hacía un costado y mi mejor amiga estaba besando a Macarena mientras que Romina metía su pequeño puño en su concha nunca había visto algo así, ella no dejaba de gritar, aunque estaba fascinada, no podía dejar a Pía.

La orgía duró muchas horas, tuve que lavar mi colchón y dejarlo secar. Días después recibí un mensaje de Pía, diciendo que quería salir conmigo.

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