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Con Marcela y su novio, nuevas experiencias (Primera parte)
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Tanto Marcela como yo somos travestis de closet maduros que vivimos felizmente casados y que tenemos con nuestras esposas toda la confianza y libertad para disfrutar de nuestra amistad y poder realizar muchas de nuestras fantasías eróticas, en este relato les quiero contar una de las ocasiones en que compartimos nuestras fantasías, si bien nos gusta fantasear sintiéndonos más jóvenes de lo que somos, ambas tenemos muy claro que la única forma de disfrutar este tipo de situaciones es como adultas que se ponen de acuerdo y se comprometen por un tiempo en comportarse de una forma particular la una con la otra.

En esta ocasión tuvimos la oportunidad de estar juntas en mi casa, mi esposa había realizado un viaje de trabajo un par de días antes y todavía tardaba en regresar unas dos semanas, así que a la primera oportunidad que tuvimos planeamos su viaje hasta el lugar donde vivo, el cual es un poblado pequeño a una hora de la ciudad en donde ella vive, si bien no es un viaje largo si hay un cambio de ambiente y clima característico de la vida en zonas de montaña y en mi lugar hace más frio que en donde ella vive.

La noche anterior a su visita me la pase organizando todo en mi casa, teniendo cuidado en organizar especialmente la habitación en donde tengo organizadas todas mis cosas de mujer, a este respecto les quiero contar que en mi país se usa en algunas casas tener una habitación separada, usualmente cerca de la cocina y el lavadero, para la persona del servicio, esta habitaciones suelen ser pequeñas y con baño y en mi caso mi esposa me ha ayudado a convertirla en mi habitación de niña, aunque no deja de ser también la habitación se la muchacha del servicio, pues ese es uno de mis roles cuando estoy con ella.

Marcela llego apenas media hora después de mi hora de salir del trabajo, llego en un bus con una maleta, yo vi que era grande aun teniendo en cuenta que apenas estábamos comenzando el fin de semana, eran poco más de las 6 de la tarde y las dos teníamos hambre, así que primero paramos a comer en un restaurante del parque, comimos tranquilas y sin afán, conversando del tiempo, las personas que pasaban y otras tonterías, cuando terminamos de comer ella me dijo que aunque estaba muy llena quería pedir un postre para llevar a casa, lo pedimos junto con la cuenta, pagamos y nos dirigimos caminando hacia mi casa, la cual solo queda a 4 cuadras del parque y como las aceras estaban buenas y su maleta tenia ruedas no tuvimos ningún problema en llegar.

Abrí la puerta y ella entro primero, cuando la cerré fue como una orden para ambas de que nos quitáramos la ropa que teníamos puesta, quedándonos solo con la ropa interior femenina que teníamos puesta debajo, como habíamos acordado mi ropita era rosadita con blanco, muy infantil y de tela lisa, en cambio la de ella era negra y de encaje, me pidió que le indicara un baño para cambiarse entonces la lleve a la pieza de invitados junto con su maleta mientras yo iba a la mi habitación de niña a ponerme el uniforme escolar que había comprado para la ocasión según nuestros planes. Como esperaba estuve lista en dos minutos y volví a la sala a ver tv en el sillón.

No paso mucho tiempo hasta que ella apareció, primero me dijo que su nombre era Marcela, que esta noche seria mi niñera y debía obedecerla en todo lo que ella me dijera o de lo contrario estaba autorizada para castigarme. Yo la miraba excitada de verla muy juvenil, con un vestido de flores en falda que le llegaba a las rodillas, maquillada y sentía su olor a flores desde donde estaba sentada. Ella me miro y me pregunto si había hecho la tarea, mientras movía la cabeza indicando que no, ella me pregunto por qué seguía usando el uniforme, a lo cual yo respondí levantando los hombros, entonces ella me dijo que ya veía que yo era una nena necia, pero sabía muy bien cómo tratarme para que aprendiera a ser una buena nena.

Salió del cuarto un momento y regreso con un collar y una cadena de perrita junto con unas cuerdas, bruscamente me puso el collar y la cadena y me tiro hasta la mesa del comedor, en la mesa me amarro con las piernas abiertas y las manos hacia arriba, mientras me decía que iba a aprender a ser una nena obediente. Apenas termino de poner el ultimo nudo en mi espalda comenzó a darme nalgadas, luego levanto mi falta sobre mi espalda y siguió dándome nalgadas, se retiró un momento y regreso con látigos, correas y otras cosas con las cuales estuvo dándome una buena ración de nalgadas por más de media hora, con varias me hizo contar hasta veinte, con otras hasta cincuenta terminando con promesas de futura obediencia y sumisión, con otras solo logre contar hasta 10 antes de declararme su esclava sexual.

Cuando termino mi castigo tenia mis nalguitas rojas y ardientes, ella me hecho una crema antes de soltarme y decime que debía cambiarme el uniforme y hacer la tarea, pues estaba tarde y solo cuando terminara podía poner ponerme la pijama para irme a la camita, fuimos juntas hasta mi cuarto donde ella me quito el uniforme y busco entre mi ropita lo que quería ponerme, me hizo probar varias pantis, dos o tres faldas y camisitas, algunos sostenes y al final me dejo con unas pantis de la Barbie y su sujetador, una camisita de flores blanca, pantimedias blancas y una faldita rosada pegada que me llegaba a la mitad de los muslos. Así regresamos el comedor en donde Marcela me entrego un cuaderno de princesas y un lapicero rosado. Abrí la primera hoja y vi que estaba marcado con mi nombre en letra muy femenina y con corazones, en la segunda página había algunos problemas de matemática del tipo “si estas con dos hombres y cada uno de ellos te hecha dos veces su lechita en el culito, cuantas veces te mojan tu culito??” o “si debes atender a 6 hombres con tu boquita y cada uno quiere que le des tres mamadas para terminar dos veces en tu boquita, cuantas veces tienes que tragar la lechita como una buena nena?”.

Mientras revisaba y resolvía cada uno de los problemas que llenaban 6 páginas del cuaderno Marcela se cambió de ropa, esta vez se puso un pantalón de yoga, con lo que parecía una tanga, con una camisita larga que dejaba ver sus sostenes deportivos, así estuvo mirando como hacia mis tareas, las cuales también incluyeron dos páginas que debía llenar con las frases “soy una nena sissy perrita” y “soy una travesti sumisa y obediente”, después había una página que decía que debía tomarme algunas fotos en poses específicas que salían muy bien con la ropita que tenía puesta, meter un par de mis juguetes por mi culito mientras rogaba a mi niñera que me tomara fotos y por ultimo dormir con un condón lleno de leche dentro de mi culito, seguían otras páginas con frases que debía repetir. Cuando no llevaba más de la mitad de la página en la que repetía que “me encantaba ser una nena obediente, femenina y sumisa” Marcela fingió que recibía una llamada en su celular, mientras escribió ella a mi espalda simulaba que la llamaban a decirle que debía quedarse a dormir y cuidarme toda la noche.

Cuando termino su llamada simulada, me dijo que descansara un rato que ella se iba a quedar toda la noche y me indico que la siguiera a la cocina en donde compartimos el postre que habíamos llevado, con el abrimos nuestra primera botella de vino. Cuando terminamos de comer ella me dijo que estaba muy enojada por el contratiempo, que tenía planes y deseos, y que ahora tenía que dormir cuidando a una niña malcriada, yo agache mi cabecita mientras le decía que iba a hacer todo lo que pudiera por complacerla y cumplir sus deseos. Ella me tomo sumamente de la cara y tomando nuevamente mi correa de perrita con sus manos me llevo a la mesa del comedor, en donde me volvió a amarrar las piernas para que las tuviera abiertas y luego comenzó a tocarme mi colita, esos toqueteos pasaron luego a dejar que ella se sobara toda contra mi culito, luego tomo un vibrador y levantando mi faldita solo hizo a un lado mis pantis para meterlo en mi culito, eso me puso muy caliente, también a ella que comenzó a bajar sus pantalones de yoga y sus tangas para pasar su colita por encima de mi faldita, luego la subió toda y la paso por mis pantis gimiendo mientras sentía el vibrador en mi culito.

Así estuvimos un rato, hasta que ella bajo mis pantis y saco el vibrador para meterme de un solo golpe toda su colita por mi culito, la metió así dura y caliente haciéndome gemir y gritar como una nena, primero me la metió duro, muy fuerte, luego bajo un poco y tomando mis manos me puso unas esposas en la espalda, tomo mi correa y casi ahogándome volvió a meterme toda su colita el culito de forma muy rápida, así me siguió montando toda hasta mojarse completamente adentro de mí, yo movía mi colita lo mejor que podía y me sentía realizada y feliz, mas cada que vez que ella me lo metía bien adentro y me decía que era una puta, una mariquita sucia y una perrita en celo, tras un rato de estar así sentí como su verga se puso más dura, mucho más caliente y ella me la metía más adentro hasta que sentí como se comenzó a venir en mi culito, primero sentí un chorro tibio, luego otro y otro, yo gemía y movía mi colita entonces ella me tomo de la cadera y me lo metió lo más que pudo y con un último chorro me llenó por completo mi culito con su leche, yo con el poco aire que tenía gemía como una perrita contenta y ganosa.

Cuando termino se venirse saco su colita lentamente de mi culito mientras me decía que me quedara quietecita, cuando salió escuche que dio un par de pasos hacia atrás y por el flash me di cuenta que estaba tomando más fotos, yo estaba volviendo en mí y recuperando mi calma cuando escuche que sonó su teléfono celular y mi corazón se puso a mil, ella contesto de forma muy coqueta y familiar, escuche que preguntaba si quien la llamaba había recibido las fotos y que le habían parecido, yo seguía apoyada en mis codos sobre la mesa, vestida de mujer, con mis piernas amarradas a las patas de la mesa y sin pantis, entonces ella paso a mi lado y tomando la correa del collar de perrita que me había puesto se puso en el otro extremo de la mesa, y mientras me miraba escuche que decía al teléfono “si papi, ella esta lista y tiene el culito mojadito como te gusta, mientras llegas la voy a preparar como te gusta para que puedas llegar a descargarte en su culito”, su interlocutor dijo algo más y ella respondió “si papi, ya vamos a estar listas y te abro la puerta”.

Apenas termino de hablar halo mi correa y me hizo extender completa en la mesa, me mantuvo así atando la correa a una de las patas, bajo mi faldita y fue caminando hacia la puerta, yo sentía mi corazón latiendo a mí, también mi culito caliente, estaba mojada, me sentía sucia, todo gracias a que a cada paso que ella daba sentía como salía su semen de mi culito, cuando escuche que abrió la puerta contuve la respiración y me quede quieta escuchando, sentí los pasos y escuche sus besos, luego sentí como se acercaban y el con voz muy masculina me saludaba con un “hola pequeña perrita”, entonces ambos caminaron hasta donde pudiera verlos, así pude ver como mi amiga rápidamente le quitaba su ropa mientras él le decía que se diera prisa pues estaba muy caliente y a punto ve venirse por las fotos que le había enviado, ella lo desnudo y con la boca le puso un preservativo en lo que pude ver era una verga más grande y gruesa que la de Marcela.

Cuando ella le termino de poner el preservativo con la boca él la tomo del cuello y la llevo hacia mi nalguita, sentí como se puso atrás de mí y como ponía la cabeza de mi niñera sobre mi espalda baja, entonces sentí por primera vez su toque, fue cuando puso su mano sobre mi nalga, sentí como la apretó firmemente, después siguió su otra mano abriendo mis nalgas mientras ordenaba a Marcela que escupiera en mi culito para mojarlo más, después sentí como metía su verga, como me comía toda como una mujer, me la metió toda hasta adentro, haciendo que la lechita que tenía en el culo saliera mojándome toda entre las piernas y los muslos. Él me comía así amarrada, yo intentaba fingir mi sorpresa y aunque todo obedecía a un plan que habíamos concertado con Marcela y ella había hablado con su Novio, el hecho de estar así tan indefensa y con la verga de un desconocido en mi culito me tenía súper excitada, tanto que comencé a sentir como me mojaba toda, como tenía un orgasmo y mi lechita salía toda. Él lo noto y me dio una nalgada mientras me decía que era toda una putica caliente, que le encantaba como apretaba el culito mientras me mojaba como una mujer y que se aseguraría que más tarde limpiaría con mi boquita todo el reguero que estaba haciendo.

No tardo mucho tiempo cuando comencé a sentir como su verga se ponía como un asta dura y muy derecha, sentía como me partía toda y entonces comenzó a darme nalgadas mientras me venía en mi culito. Como tenía un condón no sentí su leche adentro, pero si cada empujón, cada embestida de su verga en mi culito, eso me hizo gemir y mover mi colita como una perrita que quiere más. Él se retiró sacando su verga de mi culito mientras le pedía a Marcela un trago. Escuche como sonaba el hielo en el vaso de vidrio y luego sus pasos acercándose, un momento después la pude ver con un preservativo en la mano lleno de semen, ella me miro mientras metía un plug pequeño adentro y me dijo “felicitaciones princesa, ya tienes todas tus tareas completas, ya solo falta que duermas con esto dentro de tu culito” entonces vi como hacia un nudito en el condón y sentí como volvía a meter el preservativo lleno de semen con el plug en mi culito, luego sentí que desamarro cada una de mis piernas y me coloco unas pantis, que después pude ver eran de hilo, blancas y con un estampado de la sirenita adelante y atrás. Luego soltó mi correa y aun con mis manos atadas a la espalda me llevo a la sala en donde me presento a su Novio, Iván.

Lo que paso después lo contaré en la segunda parte.

Si te gusto, si quieres saber más o si solo quieres estar en contacto con una travesti de closet que disfruta del mismo tipo de experiencias por cualquier motivo me encanta recibir correos, especialmente con fotos, opiniones, instrucciones, saludos y las órdenes para una sumisa en mi cuenta de nena [email protected] sobra decir que no me interesa recibir dinero por mis relatos y que me calienta mucho cuando recibo sus comentarios por lo que solo con eso me basta.

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