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Calentando a dos amigas en una noche de fiesta
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Tiempo de lectura: 9 minutos

En el siguiente texto voy a relatar una de las experiencias sexuales más intensas que tuve en mi vida. Mi nombre es Ángel tengo 25 años y me encuentro en mi cuarto terminando de maquillar, que no se mal entienda, hoy es el cumpleaños de Martina, una de mis 2 compañeras de piso y decidió festejarlo con una fiesta temática de disfraces Dark. Gracias a mi adolescencia, tengo algo de experiencia en la onda Dark/Gótico, así que decidí pintarme la cara de blanco para luego completar con un maquillaje artístico de calavera y en cuanto a mi ropa, una remera, un buzo con capucha encima y un pantalón, todo negro.

Para ponerlos en contexto voy a escribir sobre los participantes, Martina y Nuria son mis compañeras de piso, Martina, la cumpleañera, es una chica de 26 años, tez blanca, estatura media, pelo castaño y largo, ojos oscuros y una boca MUY seductora .En cuanto al cuerpo, tetas redondas y grandes, bonitas piernas que terminan en una cola hermosa. La verdad, es una chica que siempre me atrajo sexualmente, tanto así que durante nuestra convivencia cada descuido que me permitía tener alguna imagen semidesnuda o sugerente de ella era motivo para hacerme una paja en su honor, o también me escapaba a la puerta de su cuarto para intentar oír algún gemido cuando traía algún chico a casa.

Martina, como protagonista de la noche, tenía el disfraz más audaz, estaba vestida de demonia; y con demonia me refiero a un peinado que simulaban unos cuernos, labios y ojos pintados de negro, base blanca, un corset de cuero negro que no solo tenía el cierre por delante sino que lo acompañaban 3 seguros tipo arnés, y por ultimo una pollera tutu roja.

Nuria, de mi edad, es una chica diferente, por naturaleza es hermosa, ojos claros, rasgos muy delicados. Es una persona muy divertida, con cierta imagen de inocencia. Para esta oportunidad Nuria, optó por medias rayadas blanco y negro, una pollera ajustada y arriba, una remera negra. Su onda la verdad que me calentaba bastante.

También están invitados dos amigos los cuales acaban de llegar.

Durante la "previa" todo se desarrollaba con normalidad, reíamos, fumábamos algún que otro porro y el licor nos empezaba a desinhibir. Uno de mis amigos propuso jugar al tradicional juego de la botella; cuestión que fue aceptada por todos.

El juego consiste en que la pareja seleccionada por la botella debe cumplir el reto que propongan el resto de participantes, de no aceptar, la consecuencia sería beber un vaso completo de vodka puro.

En el primer turno la pareja seleccionada fue Nuria y un amigo mío. Como era la primera ronda optamos por un reto light para romper el hielo y este consistía en que Nuria le de besos en el cuello a mi amigo durante 7 segundos.

El resultado fue más gracioso que otra cosa; como les había mencionado antes, Nuria tiene una personalidad conservadora.

Para la segunda ronda los elegidos fuimos Nuria y yo; Martina con cara de pícara declaró como reto que Nuria debía hacerme un baile erótico durante 3 minutos. Inmediatamente la cara de Nuria se puso roja de la vergüenza, pero para sorpresa de todos decidió aceptar. Martina me ubico en una silla en el medio de la ronda, puso música y comenzó a alentar a Nuria. Ella, muy tímidamente, comenzó a bailar y acercarse a mí, unos pocos segundos después abrí mis piernas un poco para dejar espacio a las caderas de Nuria que se acercaban lentamente.

Ya comenzando el minuto dos, todos miraban el baile, y yo comenzaba a sentir como por momentos la cola de Nuria rozaba mi pija. Por suerte sonó el cronómetro finalizando el reto, y digo por suerte, no porque no me haya gustado, sino porque unos segundos más y me hubiese sido imposible disimular mi lo caliente que me estaba poniendo la situación.

Por fin, para la tercera ronda la elegida fue Martina y como su pareja, un amigo mío. A modo de venganza decidí imponer el reto yo.

La botella terminó eligiendo a Martina y a mí como siguiente pareja. Muy rápida, Nuria propuso el reto más picante hasta entonces. Martina y yo debíamos ver juntos un video porno durante 5 minutos. Hasta ahí no le encontré demasiada dificultad, pero Nuria dirigió su mirada hacia mí y agregó: Martina debe sentarse encima de ti durante todo el video.

Aceptamos casi al unísono y acto seguido Nuria entró al cuarto, acomodó una silla frente a la PC y nos invitó a entrar haciéndonos entender que este reto deberíamos cumplirlo a solas. Martina me pidió que elija el video yo, lo que me tuvo unos segundos pensando…

Entré a un sitio web porno que frecuento y cargué el video más hardcore que conocía.

Ya listo, me acomode en la silla y acto seguido Martina se sentó en mis piernas. En ese momento me di cuenta que el reto estaría en soportar dicha escena sin que se me pare la pija ya que el contacto con la cola de Martina era directo, podía sentir tanto el calor como la textura del tutú.

Una vez que puse play Nuria salió del cuarto .Los primeros segundos pasaron rápido y entre risas, ya que para descomprimir hacíamos comentarios sobre los protagonistas del video. Pero en cuanto las imágenes se pusieron explícitas nuestros comentarios cesaron y los gemidos del video era lo único que se oía. Estábamos atentos al video cuando noté que la respiración de Martina se volvía más profunda y agitada, cuestión que me hizo dar cuenta que mi erección ya había comenzado. Pasado los 2 minutos Martina realiza un movimiento para acomodarse, ya que mi pija ya parada, seguramente le molestaba.

El video estaba en su momento más intenso y como consecuencia del movimiento anterior de Martina su cola había quedado en medio de mi entrepierna; por vergüenza a que sienta mi pija y el calor que generaba la fricción me animé a tomar sus caderas con ambas manos con el objetivo de tener control de la situación pero lo único que conseguí es acompañar el movimiento que se estaba produciendo.

Nuria abrió la puerta de repente y sin avisar, nos vio con cara de picaros y comenzó a reír. Nosotros nos paramos y fuimos al living donde estábamos reunidos nuevamente.

Nuria revisó su reloj y se dio cuenta que se estaba haciendo tarde para ir a la fiesta, entonces de común acuerdo decidimos alistarnos y salir.

Decidimos pedir un solo coche ya que éramos 5 y mientras esperábamos cada uno fue a retocar su disfraz.

A los 10 minutos ya estábamos en la puerta subiendo al auto. Uno de los chicos se subió adelante, y en la parte de atrás, entró primero Martina, luego otro de mis amigos y por último Nuria y yo. Debido al espacio, no quedó otra opción que Nuria viaje encima de mí cuestión que me fue delicada luego del último reto con Martina. Mi cabeza ya estaba invadida por un morbo particular, me costaba pensar en cosas que no estén relacionadas al sexo.

El viaje era largo ya que debíamos cruzar casi toda la ciudad, entonces, para distraerme, decidí comenzar a hablar con mi amigo que tenía al lado y con Martina. Mientras charlábamos de nuestro deseo de que la música del lugar sea buena y que los precios de los tragos no sean exagerados, sin aviso alguno, siento como Nuria acomoda su culo en medio de mi pija seguido a un beso en mi mejilla sin que nadie lo note. En ese momento entendí que ella estaba bastante borracha y desinhibida. Además de calentarme dicha situación me pareció graciosa y decidí seguirle el juego, entonces con mi mano derecha empecé a acariciar su pierna con dos dedos muy suavemente para ver como reaccionaba.

Como no había señal alguna mientras ella seguía hablando con Martina me animé a seguir subiendo pero esta vez con los 2 dedos presionando más fuerte y llegando hasta donde comienza si pollera negra. Otra vez, no hubo reacción, y como no estábamos muy lejos de finalizar el viaje, aproveche para ir más lejos aún, metí mi mano por dentro de su remera a la altura de la espalda para que nadie lo pueda notar hasta llegar a su corpiño, me encontré con muchos detalles de encaje que comencé a seguir hasta llegar tocar una de sus tetas, esta vez la reacción fue acomodar su cola para que quede más pegada a mi pija, la cual para ese momento ya estaba muy dura. Podía notar desde el perfil que tenía a la vista que Nuria estaba más colorada que al principio del viaje, pero le resté importancia y continué el resto del viaje manoseando sus tetas con mucho disimulo. Cuando nos detuvimos, ella se bajó sin gesto alguno, yo tuve que acomodar rápidamente mi erección para que no quede en evidencia.

Entramos, por suerte la música estaba oscura y pesada, tal como nos gusta, nos dirigimos directo a la barra para pedir nuestros tragos favoritos. La verdad que la pasamos muy bien, había muchas risas, saltos, bailes y chistes; una de las noches más divertidas que recuerdo. A la hora y media de haber llegado, tomé a Nuria y Martina de las manos y las llevé a un rincón, hice que se acerquen para que me oigan bien, ya que la música estaba fuerte, y al oído les propuse seguir con los desafíos; propuesta que ellas aceptaron, pero esta vez, iba a ser distinto; cada uno iba proponer un desafió para los otros 2 y el que no la lograse cumplir debía tomarse un 7mo regimiento entero solo. Luego de muchas risas cada uno comenzó a pensar… Nuria fue la primera y retó a Martina a besar a una chica dark del lugar, ella aceptó luego de pensarlos unos pocos segundos pero a tono de venganza retó a Nuria a besarse con 5 chicos distintos del lugar. Yo, además de reírme, quedé sorprendido, los retos de ambas fueron muy fuertes. En cuanto a mi reto, decidí guardarlo hasta que ellas hayan cumplido los suyos.

Acto seguido, Martina se fue a bailar con un grupo de chicas que se encontraban a pocos metros y Nuria me miró fijamente y empujándome contra la pared me comenzó a besar intensamente, no pasaron ni 5 segundos que nuestras lenguas ya se habían encontrados y comencé a sentir como la mano derecha de Nuria entraba por debajo de mi remera y comenzaba a rasguñar mi pecho, exactamente igual a lo que yo le había hecho en el auto. Después de más de 3 minutos de besos intensos, la calentura que sentía me hizo poner mi mano sobre su cola y en ese momento ella se acercó a mi oído y me dijo: Ya voy uno me restan 4. Luego se fue y la perdí en la pista de baile. Yo, ya solo, comencé a buscar a mis amigos, pero al no encontrarlos, pensé en ir a hacerme una paja al baño, ya que el nivel de calentura que manejaba debido a las distintas situaciones que había vivido esa noche era inmanejable.

Unos pasos antes de entrar al, a un metro de la puerta, me encuentro con una chica con una hermosa figura de espaldas, cuando me doy cuenta veo un tutu… Era Martina, y se estaba besando con una chica rubia Dark muy bonita. Para mi sorpresa no eran unos besos tímidos, sino todo lo contrario. Martina tenía una mano en la nuca de la chica y la otra en la cintura. Me fue imposible no quedarme a un costado viendo esa situación, parecía una escena de película porno, por lo menos del comienzo.

Pasaron como 10 minutos, hasta que apareció a mi lado Nuria, con bastante de su labial corrido, pensé que era lógico luego de haber cumplido su reto. Le señalé donde estaba Martina y hacía cuanto tiempo y no pudo contener la carcajada. Nuria, ya muy muy desinhibida tomó la mano de Martina y ella recién ahí salió del trance que la tenía atrapada. Al ver su clara expresión de calentura, que había puesto colorado tanto sus labios como sus mejillas, Nuria la trajo de nuevo para donde estábamos nosotros. La chica rubia dark se dio cuenta que Martina estaba de nuevo con sus amigos y desapareció de inmediato con cierta vergüenza.

Durante unos momentos estuvimos confirmando el cumplimiento de los retos, pero nuevamente Nuria, muy atenta a su reloj, nos hizo dar cuenta que era hora de volver a la casa. Buscamos a nuestros amigos por todo el lugar, pero sin éxito, pensamos que seguramente se habían ido antes. Pedimos un auto por una aplicación y al salir nos dimos cuenta la gran borrachera que teníamos, nos costaba caminar bien, decidimos esperar el auto sentados en la puerta del lugar los 3 juntitos. El viaje de vuelta fue muy entretenido, entre risas nos contábamos detalles de las distintas situaciones que vivimos en el boliche, se pasó bastante rápido la vuelta.

Una vez llegados a casa, Martina nos pidió que nos encontremos en living, donde habíamos estado jugando antes de salir. Nos sentamos con Nuria a esperarla, Nuria estaba con un grado importante de sueño, pude notarlo porque por momentos cerraba los ojos. Al minuto llegó Martina con una botella de ron en la mano y todavía vestida de demonia, aclamando que faltaba mi reto por cumplir. Me sorprendió que con la borrachera que tenía todavía lo recuerde pero no vacilé en decirlo. Pero antes les dije que no quería que el mío fuese el último, que luego propondría un reto más. No hubo objeción alguna.

Mi reto consistía en que Nuria desabroche el corset de Martina pero sin utilizar las manos. Martina se rió y aceptó, pero Nuria tardó unos momentos en darse cuenta que la única manera de completar el reto sería con su boca. Me paré tomé una silla, la ubiqué en el medio de la sala y senté a Martina, le indiqué a Nuria que tenía 3 minutos para completar el reto. Ella, apenas terminé de indicar el tiempo límite, se paró frente a Martin y acerco su cara al medio de las tetas y comenzó a intentar tomar las cintas de los arneses, yo estaba sentado en un sillón de un cuerpo frente a Martina viendo el espectáculo que se había montado y desde mi punto de vista el plano era bastante erótico. Nuria se movía mucho entre sus tetas, al parecer no le era una tarea fácil, pero al minuto y medio pude escuchar un sonido metálico que indicaba que el primer seguro ya estaba liberado.

Nuria se dio vuelta anunciando que había cumplido parte de su objetivo y ahí pude ver las tetas de Martina mucho más expuestas, imagen que hizo que me empiece a acariciar la pija por arriba de mi pantalón. Unos momentos después Nuria termina de desabrochar el corsette de Martina quitándoselo y dejando a Martina en un hermoso corpiño negro de encaje sosteniendo los pechos más lindos que había visto en toda mi vida, además de grandes y blancos eran perfectamente redondos. Martina ya en corpiño, lo primero que vio cuando Nuria se movió de lugar, fue a mi frente de ella sentado tocándome la pija, escenario que le hizo soltar una risa muy picara.

Ya sentados los tres en ronda, Nuria, sin mucha imaginación ya, retó a Martina a quitarse el pantalón con el mismo obstáculo sin usar sus manos. El gesto facial de Martina fue como indicando que no sería mucho problema, se acercó hacia el sillón donde yo estaba sentado, se arrodilló y luego de abrirme las piernas se ubicó entre ellas. Nuria estaba sentada mirando, pero yo notaba que por momentos se quedaba dormida.

Yo me encontraba bastante sorprendido, me encontraba en una situación ansiada por mi, estaba con Martina, chica la cual verdaderamente me encanta y además vestida de demonio, con su cabeza muy cerca de mi pija buscando con su boca el botón de mi pantalón. Rápidamente logro desabrochar el botón y bajar el cierre a lo que llevó a encontrarse con mi bóxer negro con la clara y marcada silueta de mi pija completamente parada. Hice un leve intento de pararme para terminar con el reto, pero Martina limitó mi intención y me mantuvo sentado. En ese momento entendí que Martina ya no estaba jugando, empezaba a sentir un calor particular que rodeaba mi pija. Su lengua estaba recorriendo mi pija por arriba del bóxer, me asomé para ver si Nuria estaba atenta pero por suerte ya se había dormido.

Me limité a disfrutar de esta nueva experiencia, nunca me había chupado la pija sobre el bóxer. A l minuto la saliva de Martina había invadido todo, mi bóxer, mi pija y mis huevos. En un momento sentí un calor todavía más intenso, fue cuando la cabeza de mi pija tuvo contacto con su lengua ya que mi bóxer se había bajado un poco. Fue ahí cuando rápidamente me baje hasta mis tobillos tanto mi pantalón como mi bóxer dejando mi pene completamente al aire. Martina inmediatamente se llevó mi pija a su boca haciéndola desaparecer, no me alcanzan las palabras para describir dicho placer. No pude contener unos leves gemidos que se escaparon de mi boca los cuales se perdían con el sonido que se generaba mi pija al entrar y salir de la boca de Martina. Mi siguiente paso fue tomarla de la nuca y comenzar a controlar el ritmo.

Martina tomó más velocidad y los juegos con su lengua se volvieron muy intensos. Ya pasados 3 minutos de esta escena tan caliente me animé a más y tomé su cabeza con las dos manos y comencé a cogerle la boca, los intervalos para dejarla respirar eran cada vez menos y se escuchaban algunas arcadas. Cuando me sentí cerca de acabar detuve la acción de Martina, le pedí que se pare, la di vuelta para luego sentarla encima de mí, nuestros sexo quedaron muy cerca, yo podía sentir todo el calor. Su espalda quedó enfrente mío, así que comencé a darle pequeñas mordidas y mi con mi mano derecha comencé a tocarla. Primero acaricié su clítoris y luego comencé a tocarla con mis dedos.

Continuará…

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