Hoy les traigo algo que pasó ya hace un tiempo.
Cuando comencé mi relación con mi mujer. Unas de las primeras veces que la llevé como novia a la casa de mis padres.
Luego de cenar decidimos pasar la noche ahí, les confieso que me encontraba algo cansado así que mi idea siempre fue dormir toda la noche. Pero ella se ve que no tenía esos planes.
Para ubicarlos más o menos en la situación las habitaciones no quedan muy separadas en la casa o sea ruidos fuertes pueden llegar a escucharse además que justo no teníamos puerta, cualquiera que cruzara sin prender la luz nos veía claro.
Ni bien se apagó la luz comenzó.
-bebé dormís? -Me dijo ya con su mano en mi bulto
-qué pasa amor? -dije un poco ya entredormido, si no ya me hubiese dado cuenta de sus intenciones con sus masajes sobre mis partes.
Y así sin ningún rastro de vergüenza o timidez dijo:
-Quiero pija -sonriendo.
Aunque no lo crean a veces es impredecible su calentura, pero la verdad suele importarme poco el lugar, la hora, si es por disfrutar de su cuerpo y su caliente forma de hacerme suyo.
Ya su mano tocaba bastante fuerte y rápido mi miembro ya muy erecto. Bajó mis ropas mientras me sentaba en la cama, ella se acostó entre mis piernas abiertas, con su delicioso culito redondo había arriba, solo tenía que trabajar su cuello y así pasó.
No puedo precisar el tiempo exacto que sus besos, lamidas y chupadas me hicieron gozar y casi gritar.
A veces le decía:
-mira que no tenemos puerta, puede aparecer alguien -y eso la calentaba más y más. Se comía todo ni un centímetro desperdiciaba. Fue una hora quizás más o menos, pero les juro que goce de su boca, de su locura por el sabor de mí miembro.
Era otro nivel de morbosidad desbloqueado, verla prendida de mi pija mientras su culito de asomaba con esa tanga tan metida y dándole esa forma deliciosa. Estuve en el paraíso por mucho tiempo, quizás nos descubrían ahí en plena habitación si no la cortaba con un pedido.
-Amor
-si bombón que pasa? -me respondió loca frotándose por la cara todo lo que salía de mi miembro.
-Quiero terminar en tu cara
-si? -dijo en un segundo cuando apenas soltaba mi pija mojada.
-pero acá no, vamos al baño.
Soy sincero no pensé que iba a aceptar, uno a veces dice cosas solo por calentón o para fantasear, pero no ahí estaba caminando tras esa cola yendo al baño.
Arrodillada chupando mi pija como loca como si la necesitara para vivir, no tardé mucho y manché toda su carita. Delicioso verla así, dispuesta a dejarse hacer lo que le pida.