Hola mi nombre es Yeimi, actualmente tengo 23 años y vivo en la CDMX.
Soy de tez apiñonada con 1.54 de estatura, aparento 20 años ya que mi rostro y mi voz me ayudan para parecer más pequeña.
Aquí comienza un relato mío, me metí con un perfecto desconocido en metro chabacano.
Tenía un trabajo de repartir volantes en el metro Lázaro Cárdenas en CDMX con unos chicos que hacían serigrafía, trabajaba de lunes a sábado de 9 am a 5 pm lo que me pagaban era para lo que yo quisiera porque aún vivía en casa con mis padres. Era un día miércoles salí a repartir los volantes mi ruta era de Lázaro Cárdenas hasta Chabacano de línea 2 sobre calzada de Tlalpan ahí transita mucha gente así que siempre me ponía a repartir volantes ahí, comencé a repartir los volantes y vi a un señor de aproximadamente de 36 años le di un volante y él muy educado lo aceptó, (visualmente era muy atractivo alto, un poco robusto, tez blanca, ojos verdes, tenía una voz gruesa y su (acento) parecía que venía del norte del país, olía riquísimo y tenía una sonrisa y dientes lindos) le dije gracias y seguí caminando.
De regreso de repartir los volantes estaba agotada y me senté en una banca él se me acercó y comenzó a hacerme la plática, me dijo:
Cómo te llamas? le conteste (Adriana) invente el nombre por seguridad (yo le pregunte su nombre pero no logro recordarlo) siguió haciendo varias preguntas ¿Dónde trabajas? ¿Cuántos años tienes? ¿No te cansas de caminar mucho? ¿Tienes novio? etc. Yo respondí todas sus preguntas solo me concentraba en lo guapo que era, me percate que tenía manos grandes y lisas es algo que me encanta de los hombres. Él me dijo que era una niña muy bonita que no debería de trabajar en eso que siguiera estudiando para que el día de mañana fuera una licenciada muy bella, yo me sonroje porque jamás había hablado con una persona mayor que al mismo tiempo me estuviera coqueteando me invito un helado y seguimos platicando, no me importo el trabajo y preferí seguir charlando con este hombre, cada minuto que pasaba me enamoraba de este maduro guapo de 36 años por cierto tenía un buen trabajo y estaba en DF por cuestiones laborales.
Paso media hora de nuestra platica y el me prepuso que fuéramos a un lugar más tranquilo obviamente supe que era un hotel yo sin pensármelo dos veces acepte (temía un poco por mi integridad pero mi fantasía sexual y mi calentura pudo más) llegamos a la habitación del hotel y comenzamos a besarnos como si fuéramos dos tortolos a pesar de que él me llevaba (20 años) estaba tan ardiente que mi (cosita) empezó a lubricar con sus besos le dije:
Yo: Tengo mucho miedo jamás he estado con alguien mayor y solo he estado con un hombre en mi vida (pero por dentro quería que me comiera todo)
Él: No te preocupes a las muñequitas como tú no se les lastima
Seguimos besándonos, comenzó a tocar mis pequeños senos apretaba mis pezoncitos y los mordía (yo no paraba de gemir, estaba muy excitada no creía lo que estaba pasando) me recostó en la cama y comenzó a besar mi (cosita) encima de mi ropa interior él se percató que estaba muy lubricada sabía que sus besos me habían puesto así comenzó hacerme sexo oral besaba, lamía mis labios vaginales y mordía mi clítoris, después introdujo dos de sus dedos sentía tan rico y estaba muy excitada que le decía (si papi así, así me encanta,) yo jamás había gritado tanto que me sentía como una perra pero no me daba pena al fin a él jamás lo volvería a ver. Ya quería sentir su pene dentro de mi. (Tuve un delicioso squirt ya que sus dedos sabían tocar bien mi punto G él se comía todo lo que salía de mi eso lo ponía más bestia)
Me dijo que se la chupara pero yo era muy novata que él me explico cómo hacerle un oral, (tenía el pene algo pequeño pero muy gruesa y grandes testículos) se puso el condón y me la metió yo solo había tenido dos veces sexo así que estaba muy estrechita, él estaba muy contento me dijo que lo apretaba muy rico, él me decía muchas cosas, yo solo me deje llevar no creí que estaba cogiéndome un maduro como tanto lo había deseado.
Él: Así te gusta muñequita? Eres una bebé muy deliciosa, tienes tu puchita muy rica, cerradita y mojadita. Si te gusta mamita?
Yo: Si claro que me esta encantándole dije (aprieta y muerde mis pezones) me los mordió de una manera tan dura que comenzaron a sangrar la verdad no me preocupe estaba tan excitada y seguía gimiendo
Él: Ponte de perrito muñequita que quiero ver tu puchita y tu anito bien abiertos (Yo sin pensarlo me puse como el quiso)
Me puse de perrito y comenzó a darme lento mi cuerpo sentía una vibración riquísima que conectaba todos mis sentidos, le decía
Yo: Así cógeme no me la saques por favor, me encanta sigue sigue (mis gemidos son tan tiernos que lo prendían mucho) el apretaba mi pequeña cintura y se escuchaba como sus testículos rebotaban en mi trasero, no paraba de nalguearme
Él: Que rica estás muñequita quién te viera tan tierna que te vez y eres toda una putita obediente en la cama (Dime quién es mi putita y gime más fuerte) (dime cosas ricas para que me venga)
Yo: Si mi amor cógeme así, sígueme nalgueando y dame duro que me encanta escuchar el sonido de tus testículos rebotando en mis nalgas
Quiero ser tu putita cada que vengas al DF, lléname mi puchita de tu lechita bebé, (gemía con tantas ganas y gritaba) que se vino enseguida se deslecho mucho que se quedó tumbado en la cama por 2 minutos se sacó el condón y vi que se había venido mucho.
Me dijo que quería que yo terminará de nuevo así que se bajó a mi cosita y comenzó a tocarla mi cosita estaba tan sensible porque había recibido un pene gordo así que cuando comenzó a lamerla y morder mi clítoris mi vagina pedía a gritos que él parará, pero él no lo iba hacer hasta sacarme todo mi juguito. Metió dos dedos y comenzó a meter y sacar mordía mis pezones adoloridos así que no basto más y tuve un segundo squirt el succionaba mi vagina como si fuera un jugo de fresa me saco todo y él se dio un festín me decía que mi cosita estaba tan dulce que sin pensarlo se quedaría pegado todo el día.
Ambos terminamos muy contentos nos bañamos y vestimos por separados él me acerco a mi trabajo porque ya pasaban de las 6 pm y saco de su cartera $800 pesos y me los dio, le dije que no pero él insistió y los metió en mi bolso, me dijo que le pasará mi # de teléfono que estaría en contacto conmigo para las veces que el regresara, nos despedimos de un besos muy rico y nos marchamos.
Llegue a mi trabajo pero nadie sospecho me marche a mi casa y durante el camino me sentía tan nerviosa pero tan feliz al mismo tiempo después de dos días recibí un mensaje de agradecimiento me dijo que era un dulcecito que se volvería a comer, pero me sentía tan apenada que cambie de número y abandone mi trabajo así que jamás volví a saber de él, pero sé que si me lo vuelvo a encontrar lo reconocería.