Hasta ese tiempo yo era muy feliz con Sebastián, en cualquier aspecto, el me hacía sentir mujer dentro y fuera de la cama, y aunque era su puta, también era su amante, su novia y su mujer él hacía conmigo lo que quería.
Después de 2 años de noviazgo Sebastián rompió con nuestra confianza y compromiso de hacer todo lo inimaginable posible de una relación, pero si que era su puta en la cama y obedecía en todo, no iba a tolerar un engaño, puesto que yo durante ese tiempo me había portado bien, al grado de no volver a ver a Alonso.
Sebastián estuvo saliendo a escondidas con una mujer diez años mayor que él, al igual que con una joven de apenas 18 años, él pensó que nunca me iba a dar cuenta, hasta que se le cayó el teatrito y de ahí mi segunda ruptura amorosa y mi segunda decepción, lloré durante varias semanas hasta que lo perdoné pero ese perdón fue para vengarme de lo que me había hecho, y después de ahí jamás volví a tener sexo con él, le dije que todos los derechos que yo le había brindado se habían terminado, y que tenía que volver a ganarme, algo que jamás sucedió.
Fue en verano cuando una de mis tías cumplía años, para esto se realizó una gran fiesta en mi casa, tenemos un salón y un jardín grande y para ese evento pues tenía que ponerme algo coqueto, un vestido entallado hasta la cintura con escote en la espalda y amplio de la cintura a media pierna en color negro y con unas zapatillas amarillas, de ropa interior opte por colocarme una tanga y en los senos en vez de brasier unos cubre pezones. Mi primo quien vivía en otra ciudad invitó a dos de sus amigos a la fiesta de su mamá, para lo cual se hospedaron en mi casa, a uno de ellos ya lo conocía, (Fabián), lo conocí cuando yo tenía de novio a Óscar, en esos momentos yo estaba enamorada, no volteaba a ver a nadie, entre diversos invitados llegó Sebastián quien en ese momento aún era mi novio y estaba en proceso de reconquista, la fiesta fluyó y en nuestra mesa estaban mis primos, Sebastián a lado mío y Fabián al otro, mis primos platicaban mucho con Sebastián, ya que lo apreciaban mucho, pero ellos no se habían enterado de la mala jugada hacia mi.
Entre comida baile y bebida empecé a platicar con Fabián, él era moreno, bien parecido, muy delgado, no era gran cosa, pero me agradaba, entre la plática Sebastián me sacaba a bailar y me repegaba su paquete, pero tenía que ser fuerte ante él, porque ese día iniciaba mi venganza, después de bailar Sebastián se levantó con mis primos y yo me quedé platicando con Fabián, entre historias y risas, toqué su pierna, por lo que no hubo nada de malo, pero entre tanta platica toque su entrepierna, y pude sentir otra cosa, era algo que se sentía exquisito, se sentía grande, (dicen que los flacos la tienen grande) a lo que no hice por retirar mi mano ahí la dejé por un momento, hasta que llegó Sebastián a sentarse de nuevo.
Fabián le pidió permiso a Sebastián para sacarme a bailar y accedió, pero en la mente de Sebastián no pasaba ni la más mínima idea de lo que se estaba cocinando en ese momento, dieron las 2 de la mañana y entre
La plática volvía a tocar su entrepierna pero en ese momento, le apreté y me cercioré que mirara, mordí mis labios, a lo que su reacción fue meter su mano bajo mi vestido e introducir sus 2 dedos en mi vagina, inmediatamente me prendí y comencé a chorrear yo solamente me retorcía mientras a mi otro lado Sebastián platicaba con una de mis primas, así que fingí estar celosa, levantarme a irnos a dormir, puesto que Sebastián tenía el permiso de mis papás de quedarse en mi recamara.
Al subir a la habitación estaba tan prendida que Sebastián y yo empezamos a besarnos, pero recordé su engaño y al final no quise, así que molesto se echó a la cama y se quedó dormido, me cambie para dormir y me puse un pequeño shorts y un top, Sebastián de su lado y yo del mío.
A eso de las 5 de la mañana todos ya se había ido y estaban las luces apagadas, baje a la cocina a tomar agua porque ya me estaba dando cruda del alcohol que bebimos, me quedé mientras estaba recargada en el desayunador bajo Fabián de la recamara dónde se quedaba con mi primo, y solo me miró, me pidió que le sirviera un vaso de agua, no dijimos nada, solo nos miramos, él se sentó en el desayunador y yo camine hacia él, me dijo;
El: desde aquel momento que te vi hace algunos años me encantaste
Yo: tenía novio y estaba enamorada.
El: ahora también tienes novio y lo dejan quedarse en tu recamara.
Yo: si, pero ahora ya no estoy enamorada.
Al acercarme a él me quite mi top y mi mini short hasta quedarme totalmente desnuda frente a él, el, se bajó el pants y por fin pude apreciar su hermosa verga curva mientras se masturbaba, yo lo miraba a los ojos mordiéndome los labios y apreciando sus dotes, la verdad si estaba bien dotado ese Fabián, me acerqué, me recogí el cabello y me lo metí a la boca, mientras con mi mano izquierda lo tomaba de su espalda baja con la derecha tomaba su pene sambutiéndolo en mi boca, jugando con mi lengua, chupando su glande y bajando por su tronco hasta meterme sus bolas, el dejaba que jugará con su hermosa verga y que yo llevará el control, mientras la pasaba por mi cara él la tomaba y me pegaba en mis mejillas yo sacaba mi lengua y la sacudía en mi boca, eso fue una escena muy exquisita que la verdad me tenía muy prendida.
Momento después, me arrodille en el piso y camine a gatas hacia el cuarto de lavado, mirándolo y provocándolo con mi gran trasero, enseñándole toda mi cola, pidiéndole su verga dentro de mi, él bajó del desallonador caminando detrás de mi masturbándose y mirando mi posición, al entrar al cuarto de lavado cerró la puerta me arrodille frente a él y volví a comerme su verga, a saborearme su miembro durante algunos minutos, después volví a enseñarle todo mi culo, postre mi cara en el piso y levanté mis nalgas, pidiéndole a gritos que me la metiera y así fue, después de acariciar y darme unas nalgadas me penetro de una forma muy rica, poco a poco y suave, todo era muy rico, yo le movía mi culo ya que mi objetivo era que terminara primero que yo, estaba en una posición tan exquisita para el que yo gemía para excitarlo. Cambie de posición, me volteé, y sentada abrí mis piernas, las levanté y pedía de nuevo su verga dentro de mi, el bajó, y lamió mi vagina, era tan rico que quería que ahí se quedará, pero fue muy poco tiempo, inmediatamente después coloco mis piernas en sus hombros y me penetro, era tan rico, y yo claro que le decía palabras cachondas (rica verga, me gusta tenerla dentro, cógeme, no pares) para lograr el objetivo de que terminara primero que yo.
Después de 10 minutos el muy imbécil se vino dentro de mi, pero no dije nada rápidamente lo recosté en el suelo y salte a limpiarle todo su trozo, con mi lengua de arriba para abajo y cerrando mis ojos. Pero yo aún no terminaba y quería venirme también así que lo volví a estimular y me trepe sobre el dándome unos sentones muy ricos y sabrosos, hasta que por fin logré terminar bañándolo en chorros, ambos volvimos a nuestras respectivas habitaciones y yo volví a recostarme junto a Sebastián, estaba tan dormido que nunca se dio cuenta de que me había ausentado más de una hora de la cama.
Al día siguiente hubo recalentado de la fiesta, pero por la noche mi primo y sus amigos viajarían de regreso a su ciudad, y antes de que se fueran lleve a Fabián a mi recamara, le dije que le daría un recuerdo antes de que se fuera, y así fue lo metí a mi recamara, cerré la puerta lo senté en la cama me arrodille frente a él, le saque su ricura me quite mi blusa y mi bra y se la mame hasta que se viniera en mi boca viendo su cara de excitación y felicidad, me trague todo su semen, mientras yo limpiaba su verga le decía con voz excitada, que pronto lo iría a visitar a su ciudad para que pudiéramos estar solos todo un fin, sin que nadie nos molestará y disfrutáramos, día y noche para que hiciera conmigo lo que se le viniera a la mente. Vi su cara de felicidad y lujuria y me dijo que estaría esperándome ansioso!