Comenzó a moverse lentamente hacia arriba y hacia abajo, restregando sus grandes senos sobre mi cara. Era una sensación tan extasiante que mis manos reaccionaron inmediatamente tara tomarla de sus nalgas. Ella puso las suyas sobre mis hombros y siguió moviéndose rítmicamente arriba y abajo. El agua de la tina saltaba con sus movimientos y pronto se empezaron a hacer charcos fuera de la tina.
Sus movimientos eran más y más rápidos, luego, se detuvo e hizo movimientos largos y prolongados. En verdad lo disfrutaba tanto como yo o más. Sólo la veía a ella con los ojos cerrados haciendo su cabeza hacia atrás, moviéndose arriba y abajo. Entonces se hizo de lado y luego al otro para luego hacer movimientos circulares. Fue alternando arriba y abajo, hacia los lados y circulares.
Ya entonces había separado su pecho para arquearse mientras se sostenía de ambos lados de la tina, yo no la solté, pero mis manos ahora la tenían agarrada de su cintura. Me provocó besar sus pezones, y no pude hacerlo por los movimientos de ella, así que solo se los lamí entre cada rebote que hacían.
Poco después me dijo que la siguiera, fue a la regadera y yo detrás de ella. Reguló la temperatura del agua y posteriormente se puso de rodillas.
Tenía en las manos mi pene y lo frotó delicadamente con un pequeño jabón color rosa. Se formó espuma, y seguía frotando. En seguida se fue hasta los testículos, donde los acarició uno y luego el otro, uno y otro para terminar acariciado toda la bolsa. Me dio un tirón de piel hacia abajo justo donde se unen mis bolas. El agua ya se había llevado el jabón y ella chupaba todo el tronco nuevamente.
La tomé del cabello y le hice chupar hasta sentir sus labios tocando mi pelvis, ello se agarró de mis nalgas en un principio, pero después de dos sonidos de ahogamiento me empujó.
Se puso de pie, colocó ambas manos sobre la pared, sacó las nalgas y se inclinó un poco para que la penetrara. Mientras lo hacía recordé que no estábamos usando condón, todo era al natural y quizá por ello se sentía taaan bien.
No era yo el único que le arremetía, ella también se inclinaba más para sentir toda mi verga en ella. Yo le sentía como la punta le tocaba la pared y fue así como perdí la concentración, estaba por venirme y ella me ponía más su cola.
"Espera, espera!", le dije. Pero soltó un "aaaah, aaah ah-ummmm" y no puede contenerme. Sentí una explosión, no solo al expulsar mi semen dentro de ella, sino también en mi cabeza. Fue muy intensa, veía colores que iban y venían, blanco, azul, verde, rosa… Todos los colores como si fueran aromas arrastrados por el viento en todas direcciones.
Recobré conciencia y sólo la abracé sin decir más mientras el agua caliente seguía cayendo sobre nuestros cuerpos desnudos.
Continuará…