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Mi sobrino Jonny
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Hola, me dicen Mae, soy colombiana, pero vivo en Australia, tengo 40 años, estoy casada y tengo 2 hijos pequeños. Este relato lo cuento para desahogarme porque, aunque no me arrepiento de todo lo que hice, siento cierto remordimiento conmigo misma.

A finales del 2018 llegaría a mi casa mi sobrino Jonny que vendría por un año a estudiar inglés en el país. Mi casa tiene 3 habitaciones una para cada niño y la principal donde mi esposo y yo dormimos, como mi sobrino estaría con nosotros por un año, adecuamos una de las habitaciones de los niños para que él tuviera su cuarto privado y que los dos bebés durmieran juntos. Yo recordaba a mi sobrino como un chico delgado, pero atlético ya que hacía ejercicio constantemente y además muy inteligente, pero ese recuerdo era de la última vez que lo vi, cuando él tenía 18 años, pero en el 2018 él ya tenía 25 años.

Yo soy una mujer bajita, con cabello castaño largo, senos 34D, 65 de cintura y lo que más resalta de mi es mi trasero, todos los hombres se quedan mirándome el culo cuando paso, aunque ya soy ama de casa y no me cuido mucho ni hago ejercicio siempre he tenido un cuerpo que atrae la mirada de los hombres.

Recuerdo el día que Jonny llego al país, yo fui a recogerlo al aeropuerto, me vestí casual con un pantalón y una blusa con algo de escote, nada muy atrevido. Yo me senté cerca a la salida de los vuelos internacionales, cuando de repente un joven muy guapo se me acerco y me dijo -hola tía que rico volverte a ver -besándome en la mejilla.

Yo quedé muda unos segundos, mi sobrino había crecido bastante bien, estaba más alto y aunque su contextura seguía siendo delgada, se veía fornido, estaba súper guapo, yo trate de reaccionar rápidamente para que el no notara mi sorpresa.

-Hola Jonny, tiempo sin verte, te ves muy guapo (puse mis manos en su brazo, y pude sentir su músculo).

-Tú también te ves muy bien tía, los años te han puesto mucho más sexy. (Me miraba de arriba a abajo).

El comentario me sorprendió un poco y me hizo sonrojar, pero pues lo tomo como un comentario amable. Luego nos subimos al carro y por el camino él ponía su mano en mis piernas mientras yo manejaba, me decía que me veía más linda de lo que recordaba y piropos por el estilo.

Cuando llegamos a la casa mi esposo no estaba, se había ido al parque con los niños. Mi sobrino dijo que quería ducharse ya que el vuelo había sido bastante largo y quería refrescarse, yo le mostré donde estaba el baño y él entró sin cerrar completamente la puerta (ahora que lo pienso mostré que lo hizo a propósito, pero bueno ya no viene al caso), así que me entró la curiosidad y me asomé para ver. Mi sobrino se estaba desnudando de espaldas, podía ver a través de la puerta un espejo enorme que deja ver todo el baño, así que pude ver el cuerpo de mi sobrino completamente desnudo. Y debo decir que lo que vi me puso muy caliente, ese cuerpo marcado por el ejercicio y una verga de unos 20 cm muy gruesa, que de solo verla en el espejo me hizo pasar saliva, pero él era mi sobrino así que dejé de espiar y volví a la sala al tiempo que mi esposo llegó con los niños.

Esa noche no podía dejar de pensar en lo que había visto, me sentía muy caliente, así que esa noche apenas apagamos todas las luces después de que los niños se durmieran, me le tiré encima a mi esposo literalmente, le quité el pantalón de la pijama, yo me desnudé rápidamente y empecé a mamársela, imaginándome que era la verga de mi sobrino, que es mucho más grande que la de mi esposo. Luego me subí encima y empecé a cabalgar la verga de mi marido como una loca, mientras cerraba los ojos y pensaba que era la verga de mi sobrino la que estaba cabalgando, así que empecé a gemir más y más fuerte (yo hago mucho ruido cuando estoy excitada) pero mi esposo no duró sino 5 minutos y terminó, de repente oí unos pasos afuera del cuarto, pensé que uno de los niños se había despertado, así que solo me puse una bata y salí a ver. Pero no había nadie y justo cuando salí la puerta del cuarto de mi sobrino se cerró.

Luego de eso nada raro volvió a pasar, o bueno solo que cuando tenía sexo con mi esposo mi sobrino le gustaba escuchar mis gemidos, yo escuchaba cuando caminaba hacia mi cuarto, esperaba que termináramos y se iba. Pero mi sobrino nunca intentó sobrepasarse conmigo ni nada, solo que empezó a ser muy atento, me ayudaba en las cosas de la casa, con los niños, ayudaba a mi esposo, era el inquilino perfecto.

Así por 3 meses hasta que un día mi sobrino me dijo que si podía quedarse en su cuarto con una chica, la pregunta me sorprendió, pero no me opuse, ya que su cuarto es pegado al mío y el de los niños es al otro lado de la casa así que no habría problema en caso de que hicieran ruido (y supe que hicieron ruido).

Esa noche cierta sensación de celos por mi sobrino, hizo que buscara a mi esposo para que tuviéramos sexo, pero cuando yo empecé a mamársela a mi esposo, los sonidos de la otra habitación empezaron a llegar, y que sonidos, mi sobrino le estaba dando una culeada a esa mujer muy buena, se escuchaba como los gemidos de la chica eran ahogados contra la almohada mientras, mi sobrino le daba palmadas y la penetraba a toda velocidad.

Eso me excitó a mí de sobremanera, así que me puse arriba de mi marido y empecé a moverme de arriba hacia abajo y a gemir duro para que mi sobrino escuchara que yo también me estaba divirtiendo, pero mis gemidos solo duraron unos 5 minutos, hasta que mi esposo acabó, mientras ellos duraron al menos unos 20 minutos. Eso me dejó bastante molesta y mi esposo suelta el comentario "perdona que ya no estoy tan joven" y se acostó a dormir. Yo me quede escuchándolos hasta que acabaron.

Estaba bastante frustrada así que me puse solo la bata y salía a la cocina a tomarme un vaso con agua, pero al prender la luz, mi sobrino estaba desnudo en la cocina tomando agua, pero él estaba al otro lado del mesón que queda en el centro de la cocina, así que no se veía su verga, pero si su pecho y abdominales.

-Perdona tía, que pena, no pensé que fueras a salir a la cocina.

-No te preocupes (me serví mi vaso con agua y empecé a tomar), te estabas divirtiendo por lo que veo.

-Tú también por lo que escuché…

-… umm… Si algo así, pero no tanto como tú, saliste un buen semental Jajaja

-Pues ahí se hace lo que se puede tía, aunque la chica no aguantó y dijo que paráramos, pero bueno estuvo divertido.

-O sea que no terminaste?

-No aun no, pero ella ya está durmiendo así que ni modo.

-Ya veo ¿y me vas a dejar ver que tanto has crecido desde que me fui del país? Muévete hacia acá donde pueda verte. (Yo ya estaba completamente mojada, ya no pensaba con claridad).

-No no tía me da pena, a menos que tú me dejes ver cómo te has puesto en estos años, quitándote la bata. (Me sonrió pícaramente).

-Pícaramente tan gracioso, después de estar comiéndote a una muchachita jovencita, no vas a querer ver este cuerpo de una señora de 37.

-Claro que si me gustaría ver.

Él se quitó del mesón y se fue acercando hacia mí, ya tenía una erección, esa verga se veía como de película.

-Si te parece que he crecido tía? (empezó a jalarse la verga)

-Si… Si… sob… rino, has crecido bastante.

-Si te quitas esa bata tía, te dejo que me la toques.

-Y quien dice que quiero tocarla?

-Pues no le has quitado la mirada de encima, y tus pezones se están empezando a notar, desde que me viste acá tomando agua.

-Que… que… observador eres.

-Vamos tía (tomo mi mano y la puso sobre su verga, que estaba dura, dura como nunca antes había sentido una verga)

Sin quitar mi mano de su verga, me despunté la bata con mi otra mano y quede desnuda frente a él, yo ya no estaba razonando, estaba demasiado excitada, por los gemidos que había escuchado antes, porque mi esposo no me había hecho terminar y además porque la verga de mi sobrino estaba tan caliente y dura que no podía resistirme.

Apenas quedé desnuda mi sobrino me agarró de las nalgas y me trajo hacia él, comenzando a chupar mis tetas como si fuera un bebé, al tiempo que introducía dos de sus dedos en mi chochita, la cual ya estaba bastante mojada, empezó jugar con sus dedos hasta que mis gemidos empezaron a salir, pero él me silenció besándome muy apasionadamente.

Yo apagué la luz para que no nos descubriera, pero justo cuando mi sobrino se giró y me puso contra el mesón para metérmela, una de las puertas se abrió, uno de mis hijos estaba llorando porque había tenido una pesadilla, y venia hacia la cocina.

Yo me puse la bata rápidamente y fui a acostar a mi hijo nuevamente, mientras mi sobrino se había escondido en la cocina para que mi hijo no lo viera desnudo.

Continuará…

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