Después de ausentarme mucho tiempo por problemas con la computadora y la pérdida de algunos archivos, retomo la escritura de los relatos de aventuras sexuales con Jorge Luis, su hermano Hugo y yo y en esta segunda parte continuaremos con el relato de ese fin de semana de sexo y erotismo.
Después de aquel faje que habíamos tenido al calor de la película y el alcohol, continuamos acostados en la cama nuevamente vestidos. Las cervezas ahora se habían convertido en una botella de Vodka y unos jugos para acompañarlo, llevábamos ya media botella y eran las 9:30 de la noche, hace tan solo una hora nos habíamos corrido (Jorge Luis, su hermano y yo I) el volumen de alcohol ya era alto en nuestro cuerpo y apuramos los últimos tragos para vaciar la botella.
Jorge se paró de la cama e invitándonos a sentarnos en unos pequeños taburetes nos dijo- ¿quieren jugar botella? – como si tuviéramos un resorte Hugo y yo saltamos de la cama y nos dirigimos a los asientos libres donde estaba Jorge. Hugo antes de sentarse dijo- Pero acompañemos el juego con algo- salió del cuarto y al poco tiempo regresó, al entrar nos descubrió a Jorge y a mi fundidos en un beso de lengua- ya veo que ustedes no pierden el tiempo- y poniendo sobre un cajón de madera una charola con botana, una botella de vodka, algunos jugos y una cajetilla de cigarros, se sentó en el taburete libre, en semicírculo, estábamos sentados con las rodillas dobladas como en postura de “flor de loto” tan cerca uno del otro que nuestras rodillas se rozaban.
Jorge tomando el control de la situación dijo – al que le toque la boca de la botella recibe el castigo y obviamente el que le toque el fondo pone el castigo – Hugo y yo asentimos y Jorge fue el primero en girar la botella. Después de un par de giros la botella se detuvo apuntando la boca hacia Hugo y el fondo hacia Jorge, – muy bien- dijo Jorge- tu castigo será hacernos un baile erótico e irte quitando la ropa hasta que quedes completamente desnudo.
Hugo sin reparar se puso de pie y poniendo una canción en el celular empezó a hacer movimientos sexis mientras pasaba sus manos por todo el cuerpo aun con ropa, la primera prenda en dejar su cuerpo fue la camiseta blanca de manga corta y quitándosela se acercó su hermano y enredándosela en el cuello lo jaló y le dio un beso de lengua. Se despegó de él y acercándose a mí se montó en mis piernas dándome la espalda y tomando mis manos las hizo pasar por todo su pecho y llegar hasta su abdomen, levantándose nuevamente se puso de espaldas a ambos y empezó a mover su pequeño, pero bien formado trasero, y se despojó del cinturón aventándolo al piso después dándose la vuelta se bajó el pantalón lentamente dejando al descubierto un “trunk” color negro en el que ya se empezaba a notar una leve erección, cuando el pantalón terminó de abandonar su cuerpo se acercó a mí y subiéndose al taburete en el que me encontraba sentado, logro que su entrepierna quedara a la altura de mi cara, me tomo del cuello y me acercó la cara a su entrepierna, frotándola contra su bóxer, podía sentir su verga despertando en mi cara y mi nariz inundándose de aquella aroma de macho, se bajó del taburete y acercándose a su hermano le tomó las manos y se las llevó al elástico de su ropa interior y le hizo entender que quería que se la quitara, Jorge le bajo el calzón mientras le besaba el abdomen a su hermano, una vez que Hugo se encontraba completamente desnudo quitó la música y volvió a su taburete.
Ahora fue Hugo quien giró la botella, esta vez me tocaba recibir a mí el castigo y a Hugo dictar que iba a hacer – tu castigo será quitarle toda la ropa a Jorge, pero sin usar tus manos solo podrás usar la boca. Jorge sonrío, yo me acerque a él, me puse de rodillas y abriéndole las piernas con las manos me acerqué a su cuerpo. Por la altura de los sillones tenía su paquete, envuelto en pantalones deportivos, frente a mi cara así que acerqué mi boca y lo apreté ligeramente con los labios y subí un poco hasta que pude tomar con mis dientes el borde inferior de su playera azul, empecé a levantarme lentamente llevando conmigo aquella prenda, Jorge levantó los brazos lo que me ayudó a que aquella ropa saliera sin mucha dificultad.
Una vez que se la quité empecé a bajar lentamente por su abdomen descubierto y le daba besos a algunas partes. Cuando llegué a su pantalón le pedí que se pusiera de pie y así lo hizo, comencé a bajar el elástico de sus pantalones, hacer que pasara por su paquete ya semi erecto sin usar las manos, me costó bastante trabajo, por lo que tuve que apoyar mi cabeza un poco debajo de su ombligo y estirar el resorte que estaba atorado en el borde de su paquete protegido aun por un pequeño bóxer color blanco, en el que había una pequeña gota tal vez de precum o de orina, jalando el resorte pude sortear aquella zona y hacer que el pantalón terminara de bajar hasta sus pies, Jorge me ayudó levantando alternadamente sus piernas para hacer que el pantalón saliera, ahora era tiempo de bajar aquel pedazo de tela que cubría su verga.
Subí hasta su abdomen y dándole una lamida a su línea de vellos que bajaba de su ombligo tomé el resorte de su ropa interior con los labios la separé de su cuerpo lo suficiente para que el trozo de carne saliera de la ropa, cuando salió su verga quedó apoyada sobre mi cara y empecé a bajar el calzón hasta que llegué a sus pies donde pude terminar de sacarlo.
Jorge y yo retomamos nuestros asientos, ahora era yo el único que quedaba con ropa, verlos a ambos completamente desnudos con sus vergas semi erectas me empezó a excitar. Giré la botella y esta vez le tocó a Hugo ponerle un castigo a su hermano. Le dijo tienes que quitarle la ropa, pero cada vez que vayas descubriendo la piel tienes que darle besos.
Jorge se levantó de su asiento y se acercó a mí y ofreciéndome su mano, me puso de pie, rodeando mi cuello con sus brazos, me dio un beso en los labios, llevó sus manos por mi espalda hasta el borde de mi polo color rosa, se puso de rodillas y llevó sus manos al frente de mi polo, y empezó a subirla lentamente, el primer punto descubierto fue mi línea de vellos que baja del ombligo, la besó hasta que llegó al ombligo donde metió suavemente su lengua, siguió subiendo suavemente descubriendo y besando cada centímetro de piel, cuando descubrió mis pechos, lamió ambos pezones siguió subiendo hasta que esa prenda rosa, llego a mi cuello y haciéndola pasar por mi cabeza y mis brazos extendidos, besó mi cuello, mis labios, metió la lengua en uno de mi oídos.
Arrojó la playera al lugar donde estaba la ropa de todos, y poniéndose nuevamente de rodillas empezó a aflojar el cinturón negro que sujetaba mis pantalones de mezclilla, los desabotonó y bajando el cierre descubrió parte de mi paquete que ya se encontraba semi erecto dentro de unos bóxer tipo biker color rosa, una vez que bajó los pantalones beso mi verga sobre la tela del bóxer y siguió bajando besando cada sección de mis piernas que descubría, cuando llegó a mis pies y los descubrió del pantalón, los beso suavemente, eso me dio una sensación bastante agradable que nunca había percatado en mí. Ahora volvió a subir hasta el elástico de mis bóxer y llevando su mano la introdujo masajeando mi verga. Empezó a bajar la ropa y cuando descubrió mi verga, paso su lengua por el glande y recogió una pequeña gota de precum que en ese momento salía, siguió bajando la ropa y besó mis testículos, sujetándolos suavemente con una mano, mientras con la otra se ocupaba de bajar la ropa interior que abandonaba completamente mi cuerpo.
Ahora estábamos los tres completamente desnudos y sentados en aquel semicírculo, la calentura que los tres teníamos se notaba e nuestras vergas y en la mirada llena de morbo que teníamos.
Este relato ha quedado más largo de lo que pensé por lo que dividiré en dos partes el juego de la botella, en el siguiente segmento les contare todos los castigos, que más bien fueron premios.