Un día de verano, con la casa sola todo el fin de semana (mis padres de vacaciones) buscaba que hacer en casa, cuando me asomo por la ventana y mi vecina, que vivía un par de casas más allá de la mía, iba pasando por fuera de mi casa rumbo a el almacén del barrio.
Ella, bajita, pelirroja, con un culo muy rico y tetas pequeñas pero redonditas, una mirada muy alegre y una voz muy seductora, le llamaremos Ignacia, había llegado hace poco al barrio, yo tenía 18 años y ella 23 y con un hijo, madre soltera.
Como ella me había visto asomarme por la ventana obviamente la saludé, me sonrió y me di cuenta de lo rica que estaba: una polerita blanca apretadita y corta que dejaba ver su abdomen, y unas calzas negras que resaltaban su rico culo, muy bien se mantenía Ignacia para ya haber sido madre.
Mi pene se endureció de inmediato y decidí hacerme algo arriesgado: ponerme entre unos arbustos y cuando ella pasara de vuelta, masturbarme. Tenía una muy buena vista desde ahí y varios segundos para verla pasar y hacerlo. Llegó el momento y comencé, mi mirada no se despegaba de su culo y me jalaba mi pene rapidísimo, hasta que bastó un pequeño ruido de los arbustos para que ella se volteara y me viera, yo muy nervioso seguía, pero a mucha menor velocidad y ella inmediatamente se dio vuelta y se agachó supuestamente a recoger algo, yo ahí seguí masturbándome hasta que se fue a su casa.
Al rato después, tocan el timbre, me asomo y es ella: yo nerviosísimo pensando que me iba a encarar por lo que hice o a querer decirle a mis padres, decido salir y ella me saluda y me dice que le dijeron que yo sabía arreglar computadores (es a lo que me dedico hoy en día) yo le dije que sí que ningún problema y la hice pasar.
Ya dentro, ella saca su notebook del bolso y me pide que lo revise, yo ya más aliviado viendo que la visita no tenía nada que ver con lo ocurrido anteriormente comencé a ver el problema que tenía el notebook. Luego ella me pide el baño y yo le digo donde está, sigo en lo mío hasta que me dice que hay un problema con el inodoro y que vaya por favor. Voy, abro la puerta y quedo impactadisimo…
Ignacia, con sus calzas abajo, unos colaless rojos muy ricos y puesta en 4 me dice:
-¿Te gusta?
Yo no podía soltar palabras de lo nervioso que estaba hasta que ella insiste.
-Sé que te gusta, vi como lo mirabas y lo que hacías, y la verdad me gustó verlo
Luego de eso se voltea y comienza a besarme, yo instintivamente le agarro las nalgas y siento su calor, me saca la polera, se saca las calzas, me desabrocha el pantalón y comienza a hacerme un rico oral, delicadito, introduciendo mi pene erecto como pocas veces en su rica boquita que llevaba pintada de rojo que le combinaba con su pelito, poco a poco aumentaba la velocidad lo que me llevó a una calentura de alto nivel.
-¿A qué hora llegan tus papás? -me dice Ignacia con una voz suave y rica
-No llegan hasta mañana, le respondo mirándola fijamente, e inmediatamente después de terminar esa frase, le saco la polerita, los sostenes y los colaless, yo me saco el pantalón y bóxer y la meto a la ducha, ella solo me seguía y terminamos dando el agua y teniendo sexo desenfrenado, sus gemidos eran fortísimos y lo más probable es que en las otras casas hayan escuchado.
En el momento en el que la tenía empotrada contra la pared azotando esas nalgas ricas con mi pene, sentí que iba a acabar, se lo dije, se agachó y solté un chorro grandísimo de semen (meses sin sexo) en su carita hermosa, corté el agua de la ducha solo para que el semen le corriera por la boca.
Luego de eso nos secamos, nos vestimos, yo con ropa nueva y ella con la misma ropa, y ella se iba donde su hijo que lo estaba cuidando su mamá, que si no hubiese sido por eso me quedaba dándole toda la noche.
-Se me había olvidado que existía el notebook, en realidad tiene todo bien -me dijo entre risas y con su cara colorada
Luego de eso antes de salir le di el último beso y la dejé en la puerta, quien sabe que excusa haya tenido llegando a su casa para su felicidad y su pelo mojado.
Luego de eso hubo un par de aventuras más, ella actualmente tiene novio, nos seguimos viendo y saludando, pero desde que ella tiene novio que no tenemos sexo, la tensión sigue existiendo, pero eso es otro cuento.
Espero que les haya gustado este relato y ya estaremos con más.