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Una situación no esperada ¿Cómo acabará?
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Tarde muy calurosa de finales de julio, es viernes, ya he acabado con el trabajo, estoy en casa desnudo y recién duchado.

Vivo en un ático de una gran ciudad, es un loft casi todo está en el comedor, hay mucho ruido fuera, es casi viernes noche.

Suena el interfono… mierda es la chica de telefónica, tengo claro que no quiero comprar nada pero quiero ser educado.

Me calzo unos tejanos a medio abrochar, nada en la parte de arriba, no tengo tiempo, suena la puerta.

Abro la puerta, soy su última visita del día, esta sudada, el maquillaje ya no es maquillaje del calor, del sudor de todo el día de puerta en puerta.

Viste una falda muy corta, blanca, americana con los puños remangados, muy ajustada, no sé si lleva algo más de ropa debajo, un escote muy grande y muy generoso, y unos taconazos de impresión, melena larga, oscura y con alguna mecha rubia, en el dedo la alianza de boda.

Por cortesía la invito a pasar y a sentarse sobre mi sofá negro, no lo duda, se deja caer, se recoge la melena y la deja caer por fuera del respaldo del sofá, está agotada, está muy cansada, tiene mucho calor.

Me pide ir al baño, desde el sofá ve la mini-cocina y el wc, habla poco pero no deja de intentar venderme algo, se sienta en el Wc sin cerrar la puerta, sin dejar de hablar, veo como se baja unas braguitas color rosa cliquet, sigo hablando como si nada, vuelve al sofá, reposa, se deja caer…

La invito a un vaso de agua con hielo, con un corte de limón y con cubitos, lo necesita, sigue hablando.

Me siento frente a ella en el suelo, de rodillas, le tomo el pie y le saco un zapato, luego el otro.

Le doy suaves masajes en los pies, en la planta de los pies, entre los dedos de los pies, uno a uno, en los tobillos con más fuerza, ella llevada por el relajo se va abriendo piernas, pone su otro pie en mi muslo, sigo de rodillas frente a ella, ahora le veo más de cerca sus braguitas y su sexo depilado, me gusta y me va excitando, todo surge de manera muy natural y espontáneo.

Su otro pie, ahora ya no sé si de manera espontánea, va arriba y debajo de mi muslo, pero sigue hablando mucho, de cómo le ha ido el día, de lo fría que puede llegar a ser el puerta a puerta, sé que no le voy a comprar nada, pero la situación empieza a gustarme.

Al presionarle el dedo gordo del pie, suelta un pequeño gemido, no sé si de placer, no habla tanto de móviles, entre cierra y entre abre los ojos, y ahora sí con más picardía, me abre más y más las piernas, para que vea, para que mire, para que goce se desabrocha el primer botón de su americana, y luego el segundo, tiene calor y está a gusto, ahora además veo su pechos firmes, y tersos, grandes, lleva un sujetador negro normal, nada de combinación con las braguitas, pero le sienta de muerte, además todo su cuerpo está bronceado.

Bebe, bebe agua fresca con limón, me atrevo a subir un poco más, por detrás de la pierna, su piel es suave, tersa, cierra los ojos, no habla, suspira, toco las rodillas, la tarde de atrás y los muslos, ella con los pies, empieza a jugar con mi sexo, sube y baja el pie a modo de paja por encima del pantalón, y mi diminuto sexo va tomando forma y endurece, tomo un cubito de su vaso y lo refriego por sus nalgas, veo como su piel se eriza al tacto del hielo, pero no dice nada, les gusta y la refresca, coge mi mano por encima y me la acerca a su sexo, a sus braguitas sudadas de todo el día, le paso el hielo por la comisura de las braguitas, primero por debajo, dibujo con el hielo como si fuera un tiza la silueta de sus minúsculas braguitas, las caderas, la pelvis, la mojo con el hielo, y ella se moja también, esto no va bien!, su pie cada vez juega más fuerte con mi polla por encima del pantalón, también mojo un poco, también empiezo a sudar, erecto, me erizo los pezones y le gusta, exclama pequeños gemidos y sonrisas, sus ojos son preciosos, son grandes y dicen placer…

Mientras sigo dibujando con el hielo sus braguitas, se recoge y se acaricia el pelo, lleva sus manos sobre los pechos y se los aprieta, se pellizca los pezones por encima del sujetador negro, me gustan mucho estos gestos.

Da un gesto fuerte y se quita la americana y se quita el sujetador, en un pezón lleva un delicado percing, se lo toca, se lo estira suavemente, mi labios húmedos y frescos le recorren cada poro de su pies, me faltan manos para mimar tanta mujer, le desabrocho los botones de la falda, hasta dejarla caer por los costados, le toco los braguitas, el ombligo con mis manos, ya no queda hielo.

Le chupo las rodillas, mi nariz se acerca a la piel de su barriga, cerca de su sexo, ella se deja hacer, mi sexo va explotar de un momento a otro, lo noto, su pie no cesa…!!!

Con delicadeza le llevo las braguitas a un lado, empiezo a lamer su sexo húmedo, caliente, sucio, pero me gusta, no me gusta de otro modo, mi lengua recorre un labio, el otro, le mordisqueo el clítoris con fuerza entre mis labios, estiro hacia a fuera, suavizo, vuelvo a estirar, les gusta, me gusta, mientras el beso, le lamo todo su sexo, mis manos van hacia su barriga suave, hasta sus pechos, cada vez lamo con más fuerza, cada vez está más mojada, con su manos me coge por los lados de mi cabeza y suelta su primer squirtin, su primera eyaculación, con un flujo muy caliente, muy suave al gusto, y chorrito cortito, pero suficiente para mojarme los labios, tan denso que solo llega a humedecer mis pezones, hace una arcada con su cuerpo que no sé describir en estos momentos, sólo sé que me gusta, que me gusta mucho, y vuelve acercar mi boca a su sexo, empapado de sus flujos de mi calentura lleva su boca a la mía y nos fundimos en un grato, apasionado y caliente beso, un intercambio de flujos y de lenguas, estamos empapados, yo ya me he corrido encima, en su pie, tengo los vaqueros empapados de semen, pero no me molesta, esta mujer se lo merece.

Se levanta toma mi mano y nos vamos a la habitación, me saco el pantalón, ella el sujetador y las braguitas, me tuba boca arriba y me limpia de sexo de, me lo empalma de nuevo…!!!!, dos para mi van a ser demasiados, hay que ser honestos… jajaja, pero su felación me vuelve a erectar, que pueda correrme de nuevo será otra historia, pero su lengua es un demonio en mi sexo, que felación más auténtica y divina, mientras me hace la felación, mi mano toca su pelo, su espalda suave, bronceada y tersa, su piel es un escándalo de suave, deja de chupármela y se tumba ella boca arriba, ahora tú otra vez me dice, vuelve con tus labios a mordisquearme y a pajearme el clítoris.

Adoro a estas diosas, adoro este cuerpo, y todos los cuerpos de mujer, mi lengua de nuevo le hace un cunnilingus, con muchos gemidos, ya no se corta, mi lengua va desde su clítoris, por su labios, se adentra en su ser, hasta su periné, y vuelve a recorrer de vuela hasta su clítoris, me pide si podemos follar un poco, unas pasaditas, la penetro con fuerza desde arriba, la tomo por el culo para apretarme dentro de ella con fuerza, su culo está muy prieta y duro, me encanta, se arquea a cada empujón y me da la vuelta, quiere ponerse encima para controlar más, mucho más cada penetración!

Me cojo a sus pechos con fuerza, no puedo más, le lamo los pezones, el pearcing, los chupo, su pezones se endurecen con en mi boca, me encanta, los mordisqueo con fuerza y no se queja, son fuertes, turgentes, grandes, suaves, bronceados, dios, no sé ni cómo se llama, pero es una mujer una diosa en mayúsculas, me cabalga con fuerza, cada vez más deprisa, tenemos espasmos juntos, se toca el pelo, me pellizca los pezones, tiene tiempo y ganas para todo, es una sucia como yo, está casada, es viernes, su marido e hijos la esperan en casa, pero no le importa, es su momento, está follando con un perfecto desconocido, es tarde!

Quizá la esperan en casa! voy a estallar por segunda vez en ella, no es habitual en mi, empieza a correrse, saca mi polla de su sexo y otro squint, está vez con más fuerza, con más espasmos, con mucho más fluyo que la vez anterior, todo va encima de mi, sus arqueos son fuertes, mi pasión desenfrenada, se corre, me corro.

Oímos un ruido en mi comedor, seguro es mi vecina que tiene llave, cada vez que se queda sin agua caliente viene a casa a ducharse, es una mujer muy especial, y trabaja en la noche, pero a ella parece no importarle, es su momento, se está corriendo y mi vecina pasa en albornoz por la habitación hasta la ducha, ella ni se inmuta, está follando y nadie va a romperle el momento, tampoco atiende las numerosas llamadas de su móvil.

Me saca la polla de su interior, se eyacula ella de nuevo, se corre con pasión, encima de mi estómago, encima de mi sexo, con los dedos no para de tocarse con fuerza, y me pide que le apriete los pechos, los pezones, ahora lo vas hacer tú, toma mi polla en su mano y la hace correr de nuevo, queda mi corrida en su mano, se la lleva a la boca, relame sus labios, con la otra mano recoge su flujo encima mío y me lo lleva a mi boca, ahora es más denso, más trasparente, más fuerte de gusto!, mi vecina especial está en la ducha, y nosotros intercambiamos flujos, no nos importa nada nos reímos, nos besamos, estamos exhaustos, estamos sin aire!

Ahora apreciados lectoras, me gustaría saber si debemos dejar la situación así o seguirla con mi vecina, es una “mujer especial; travesti” o es una…!?, como siempre vosotras decidís el final, teniendo en cuenta que ella está casada con hijos, es viernes noche y la esperan en casa! jajaja.

Nota del Autor: (jajaja profesional, muy profesional).

Si alguna mujer, despierta su diosa interior ya me doy por satisfecho, puedes adueñarte de tu placer!

Sólo trato de alabar a las mujeres, a su inteligencia, a sus emociones, a su cuerpo.

Gracias.

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