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El hombre de la casa (Capitulo 1)
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Les voy a contar mi historia incestuosa, antes de todo me presento soy Carlos un hombre de 48 años, morocho, ojos negros, uno 1,80 cm, y soy bastante gordito con panza bástate grande, en los últimos años me he descuidado mucho, hacía más de un año que era viudo, y la verdad no quería ninguna mujer en mi vida, ya que el amor de mi vida había fallecido por un cáncer. Soy padre de cuatros hijas Micaela de 25 años, Sofía de 21 años, Alicia de 20 años y por ultima Marisol de 18 años recién cumplidos.

Toda mi vida se dio vuelta cuando mi cuñado Horacio que era el administrador de nuestras empresas y campos, nos estafo y nos quedamos sin empresas, ni casa, ni autos, nos robó todo y lo poco que nos quedó lo vendimos para pagar las cuentas que dejo Horacio y abogados. Cuando termino el juicio no pudimos recuperar nada, solo nos quedó un campo chico pero con una casa enorme. Decidimos mis tres hermanas y yo irnos a vivir juntos al campo y vivir del campo ya que ninguno teníamos estudios porque siempre tuvimos dinero desde chico no sabíamos lo que era trabajar. Comenzaba una nueva experiencia para todos y sí que fue una experiencia.

El día de la mudanza fue un descontrol, mis cuatros hijas, siete sobrinas y tres hermanas más mi cuñado peleando por los cuartos y demás cosas, yo al ser el único hombre soltero de la casa me dejaron un cuarto chiquito que solo entraba mi cama y un mueble y tenía los baños a la otra punta de la casa, pero no me importo ya que teníamos que convivir con muchas personas y teníamos que ser tolerantes. La casa es muy grande pero así y todo tenían que compartir cuartos todos menos yo, dos de mi hermanas dormían en el mismo cuarto, mi otra hermana con su marido, mis cuatros hijas juntas en el cuarto más grande, mis sobrinas se repartieron las siete en tres cuarto.

Una semana de la mudanza ya estábamos todos más cómodos aunque aburridos, ya que el único que trabajaba afuera del campo era mi cuñado después mi hermanas y yo nos encargábamos del campo y la verdad que nos gusta mucho trabajar en el campo, mis hijas y mis sobrinas comenzaron a estudiar todas carreras online así no viajaban ya que no podíamos afrontar los gastos.

Todo cambió en mi vida en un año pero jamás hubiese pensado que iba a cambiar aún más, esa noche se empezaron a pelear mis hermanas, Belén y Anabel, tenían un carácter muy fuerte que habían heredado de nuestra madre, ya la discusión era cada vez más fuerte, pero las dos se callaron cuando me acerque a ver qué pasaba, seguramente no querían contar porque era la discusión.

Esa noche después de la pelea se fueron todos a sus cuartos y yo me quede un rato más mirando tv, antes de irme a dormir aparece Anabel enojada, habían seguido discutiendo en su cuarto con Belén, que pasa hermanita – siempre le digo así porque aunque ya tiene 33 años es mi hermana menor.

Haciendo una mueca con la boca me contesta – cada día aguanto menos a Belén, me tiene podrida y eso que solo llevamos una semana en el mismo cuarto – mientras se agarra la cabeza.

Mientras me rio le pregunto – por qué se pelearon?

-Te cuento si esta noche puedo dormir con vos no le quiero ver la cara a Belén

-Bueno solo por esta noche, mañana se tienen que amigar, son hermanas che, y las dos están grandes para estar peleando como adolecentes.

-Bueno mañana hago el intento, me cambio y voy a tu cuarto si no estás dormido te cuanto que pasa – al terminar de decir esto se va hacia su cuarto.

Me voy a mi cuarto rápido y busco ropa para dormir, ya que yo no uso solo duermo con un bóxer y no es apropiado para dormir en la misma cama con mi hermana. Mientras buscaba ropa aparece Anabel, con una bata de seda negra al entrar me dice:

-pensé que estabas acostado Carlos

-No estoy buscando algo de ropa para dormir

-Ropa yo duermo así -y se desprende la bata, solo llevaba un conjunto de ropa interior color negro.

Me quede boquiabierto mirando a mi hermana, estaba con su pelo negro suelto, sus ojos marrones oscuros con una mirada picarona, debía admitir que es una morocha hermosa como todas mis hermanas, hermosa y morocha. Unos segundo después le digo- ¿vas a dormir así?

Obvio que si no voy a dormir con un poncho y largo una risota, continuo diciéndome – vos dormí como dormís siempre, a mí no me molesta – termino de hablarme y se sacó la bata y pude ver su culo redondo de un tamaño perfecto ni grande ni chico que su diminuta tanga no tapaba ni un poco, Anabel era la única de mis hermanas que salía a correr todos los días y tenía un mini gimnasio en su cuarto tiene un cuerpo de chica fitness.

A lo largo de unos minutos estábamos los dos en la cama solo con ropa interior, yo hacía más de un año que no estaba con una mujer, esta situación me incomodaba mucho porque no podía evitar mirar el escote de mi hermana, me sentía culpable de la situación y particularmente no me salía nada para romper el hilo así que decidí darme vuelta y hacer que me dormía,

Ni bien me doy vuelta para dormir ella me dice- hace me la segunda no te duermas que no tengo sueño hablemos de algo,

Al escuchar su palabras me doy vuelta e instintivamente le vuelvo a mirar el corpiño, no tiene las tetas grande más bien chicas, pero tenía un corpiño de encaje que realmente le quedaba muy bien – Bueno de que hablamos Me vas a contar por que se discutían con Belén.

-Dale hablemos de la amargada de tu hermana mayor, me aburre es muy anticuada, se enoja por nada.

-Bueno, pero cuéntame algo que no sepa -le dijo mientras me rio.

.Bueno te cuento lo que paso, pero es una pavada lo que pasa que tú hermana mayor no es copada como tú hermana menor -y largo una risota.

.Dale Anabel me vas a contar o me vas a boludear toda la noche.

-Todo comenzó la primera noche que nos vinimos a vivir todos juntos, por culpa de hombre que estuvo casada ella por más de veinte años, pero ese no es el problema, yo soy una mujer joven y tengo mis necesidades y estando viviendo en el medio del campo me tengo que autosatisfacer, ¿me entiendes? -Me dice.

Me quedé unos segundo pensando que sin duda Anabel de mi hermanas era la más liberal en el sexo, no solo por lo que me estaba contando, sino desde muy chica, a los quince años tubo a Aldana su única hija, el padre de Aldana un hombre casado que le dobla la edad a mi hermana, pero no solo eso que mi hermana nunca le duro un novio más de una mes. Me acuerdo en una época ella tendría veinte años, era noviecita del vecino y se pelearon por que la encontró con su hermano mayor, así fue siempre mi hermanita. Después de reflexionar unos segundos le digo – pero Anabel era la primera noche en el campo tanta necesidad te tocarte.

-Y si hermano, yo por lo menos todos los días algo de acción necesito ¿vos no?

No sabía si contarle la verdad, pero como la charla estaba relajada, decidí contarle la verdad – Yo hace más de un año que no tengo nada de nada, desde que murió la madre de mi hijas.

Me miro con los ojos abiertos y de repente me dijo – No me estas mintiendo no se puede vivir así, pero una paja en vez en cuando si ¿verdad?

-No nada de nada, la verdad no me siento con ánimos – la verdad hacía más de un año que no pensaba en sexo, hasta ese momento que Anabel me saco el tema.

-Pero hermano eres joven todavía no es que tienes 90 años, tienes tiempo de conocer personas y rehacer tu vida.

-Tienes razón no soy viejo pero no tengo ganas de andar conociendo personas nuevas, además ahora en el medio del campo menos.

-En eso te doy razón, acá en el campo se nos va hacer muy difícil conseguir personas nuevas para divertirnos, pero por suerte tengo mis dedos – largo una risota que lo habrá escuchado toda la casa.

-Pero es el sacrificio que hay que hacer para seguir comiendo, ya no tenemos el dinero que teníamos antes – me puse serio

-Lo se hermano lo sé, si no fuera por vos ya estaríamos viviendo debajo de un puente todos, pero me preocupa que no tengas apetito sexual a tu edad.

-No te preocupes por mí, estoy bien así.

-Si me preocupo sus mi único hermano. Pero decime la verdad se te sigue poniendo dura.

-Deja de preguntar estas cosas Anabel –la verdad las preguntas de Anabel me estaban poniendo incómodo y me estaba arrepintiendo de haberle dicho la verdad.

-Pero no seas así ya somos adultos los dos, si no se te pone dura ahí que ir al médico a sacar un turno porque seguro tienes un problema biológico o algo por que no es normal.

-Pero no nena, no tengo nada es mas no te dije que no se me pone dura eso lo inventaste vos – mientras le respondía no estaba seguro de cuánto tiempo hacia que no tenía una excitación por ahí Anabel tenía razón.

-Entonces si se te pone dura o no porque no te estoy entendiendo –se puso seria como preocupada.

Decidí contarle la verdad porque si no iba a parar de preguntar – no estoy seguro, no me acuerdo la última vez que estuve excitado.

-Pero es grave hermano tu situación, tendríamos que sacar un turno al médico. Pero antes podríamos hacer unas pruebas.

-No pienso ir a ver un doctor, que tipo de pruebas se pueden hacer así no voy al doctor.

-Bueno ya que no quieres ir al doctor vamos hacer la prueba ahora – se levantó de la cama, saco las sabanas las tiro al piso, se paró en frente de la cama mirándome a los ojos y sin decir nada se sacó el corpiño y me pregunto – te calienta ver mis tetas.

En ese momento ya me había arrepentido de hacer esa prueba, pero no podía de dejar de mirar sus tetas y sentí como mi verga se apretaba contra mi bóxer, pero no iba admitir que me gustaba ver la tetas a mi hermana menor así que le die – que haces Anabel eres mi hermana, es obvio que no me existan tus tetas.

Ella me miró y se puso en cuatro en la cama y empezó a moverse como una gata en celos hacia donde yo estaba, se acostó a mi lado dejando sus labios a unos centímetros de los míos y me dijo – si soy tu hermana, también una mujer y vamos a comprobar si tienes algún problema físico.

Miraba a los ojos Anabel y no se la veía incomoda todo lo contraria estaba muy relajada como de costumbre a pesar que estaba casi desnuda solo con una diminuta tanga y yo todo lo contrario estaba duro sin poder moverme, ni quería moverme para no tocar nada inapropiado.

Antes de poder decir algo ella me agarro la mano y la llevo hacia unas de sus tetas y me dijo – toca y apretar lo que quieras que no se van a romper.

Yo solo por instinto empecé a acariciar las tetas de mi hermana con mucha suavidad, no eran las tetas más grandes del mundo es más cabían en mi mano pero son tan suaves y sus pezones estaban tan duros que no podía para de tocar aunque una parte de mi me digiera que estaba muy mal lo que estaba haciendo.

Ella me dijo se ve que te gustan las tetitas de tu hermana, a ver si está funcionando – termino de decir eso y empezó a acariciar mi entrepierna.

Debo admitir que más una vez me había quedado mirando el culo de Anabel pero le reste importancia solo me dije a mi mismo que eran puros reflejos y nada más, jamás pensé que iba a terminar en esta situación y lo peor de todo que mi verga ya estaba dura como queriendo salir del bóxer.

Ella unos minutos después de acariciarme por arriba del bóxer y yo sin dejar de tocar una de sus tetas, me bajo un poco los bóxer suficiente como para que saliera mi verga y mis huevos, miro y me dijo – Pero que sorpresa hermano pensé que era de tamaño normal, pero es la más grande que he visto y eso que he visto mucha en vivo y en directo.

Debo admitir que mi verga es muy grande, en la época que mirábamos porno con mi mujer para improvisar nuevas posiciones más de un actor la tenía más chica que yo. Unos segundos de claridad que tuve le dijo – Bueno ya está Anabel tu prueba funciono – quería que termine, aunque me estaba gustando mucho la situación y estaba muy excitado cosa que no pasaba hacia mucho tiempo pero por otro lado yo sabía que la hermosa mujer que estaba casi desnuda a mi lado era mi hermana.

-No todavía la prueba no termino ahí que ver si podes eyacular bien –esa frase que me dejo más descolocado de lo que estaba, y aún más cuando ella bajo su cabeza hacia mi verga y acomodando todo su cuerpo de forma horizontal dejando a la vista su culo redondo para riba que solo lo cubría su diminuta tanga, y sin previo aviso le dio unos chupones a mi grande luego del tercer chupón se lo trago hasta la mitad y comenzó a chupar con gran maestría.

Estuve a punto de detenerla pero no sentía algo así en años ya no me importaba que fuese mi hermana, tenía una hermosa mujer en mi cama que me la estaba chupando con gran dedicación así que me deje llevar y empecé a acariciar su cabeza como su espalda.

Unos minutos después ya estaba cabeceando con más velocidad y acariciándome los huevos, pero sin poder tragarse toda mi verga, así que decidí ayudarla la agarre de los pelos y comencé a empujar su cabeza hacia abajo, cada vez que bajaba la dejaba unos segundos hasta que notaba que necesitaba respirar, lo hice una y otra vez, hasta que llegó el momento que logro comerse toda mi verga, ella estaba toda roja y chorreaba saliva por el costado de la boca pero se notaba que le gustaba mucho porque solo respiraba una vez y se volvía a tragar mi verga.

Cada vez la dejaba más tiempo con mi verga completa en su boca, sintiendo como entraba mi verga en su garganta eso me excitaba aún más. Hasta que no aguante más y me acabe a chorros en su boca, ella solo tragaba todo lo que podía aunque era demasiado y se le veía como le chorreaba mi leche por la barbilla cuando largué mi último chorro ella siguió tragando todo y comenzó a chuparme mi verga como si fuera un helado dejando totalmente limpia al terminar con sus dedos junto lo que tenía en su barbilla y se lo trago también sin dejar una gota, al terminar se acostó a mi lado y respiraba con todas sus fuerzas sin decir nada de nada.

Yo solo me quede mirándola no sabía si agradecerle por la gran mamada que me había dado, o salir corriendo por que me había acabado en la boca de mi hermana como si fuese mi amante. Pero no dije nada solo me quede acostado disfrutando lo relajado que me sentía después de tanto tiempo sin tener una eyaculación.

Ella rompió el silencio unos minutos después – Bueno hermano la primera prueba marca que no estas enfermo vamos a ver las siguientes pero las vamos a dejar para otro día porque ya es muy tarde, y como consejo médico tienes que poner a trabajar tu gran herramienta más seguido y se largó a reír.

Sus palabras me dejaron con mucha incertidumbre, parecía que no tenía nada de culpa yo la pase muy bien, pero me comía la culpa y sobre todo de que otras pruebas estaba hablando acaso ¿quería más? Mientras mi cabeza pensaba de todo sin poder decirle una palabra, note que Anabel estaba durmiendo como si nada con sus tetas al aire, me gire en la cama quedando mirando para su lado y me quede dormido al lado de mi hermana los dos casi desnudo.

Continuará…

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