Al llegar a casa, me sentía muy adolorida y demasiado cansada y decidí no cenar con mis padres, me fui a mi cuarto a quitarme la ropa y darme un baño para relajarme un poquito y poder dormir mejor.
Fue una experiencia inolvidable la que tuve con mi maestro, sus manos en mi piel y su miembro penetrando en mi puchita era delicioso. Y más de un hombre mayor.
Me bañe y me acosté en mi cama, me dormí profundamente. Al día siguiente desperté y vi que era algo tarde, lo bueno que entró más tarde a clases ya que un maestro no vendrá a darnos la clase de Español.
Me levanté como de costumbre, me vestí y me fui a desayunar para irme a la escuela. Al llegar a la escuela, entre al salón de clases y estaba mi maestro.
Ya no me puse nerviosa, pues después de lo que pasó ayer en su casa ya no tengo porque estar nerviosa con alguien muy experimentado. Me le acerque y me subí un poco la falda para que lucieran mis piernas bien sexys y torneadas, se puso como loco y se levantó de su escritorio y me cargo me inclino en el escritorio bajo mi falda, me quitó mis bragas y metió sus dedos en mi puchita y uff sentía muy rico sus dedos calientes penetrándome una vez más.
Lo bueno que no había nadie en el salón y ni afuera parece que todo lo arreglo muy bien para que nadie nos interrumpiera. Después bajo su pantalón y metió su miembro en mi puchita y ah uh ah tuve mi primer orgasmo.
Y el disfrutando de sus embestidas con la cara sudando y gritando mi nombre. Cuido nuevamente los detalles para que fuera la mejor experiencia de mi vida. Jamás pensé que se le ocurriría penetrarme en el salón de clases, expuestos a qué alguien pueda entrar y lo bueno que tenía puesto el seguro para que nadie entrará.
Cuando terminamos de follar, me subió las bragas y mi falda y le ayude a ponerse el pantalón. Ya era casi la hora para que mis compañeros entrarán al salón, me senté en mi silla normal como todos los días y me arregle un poco para que nadie notará lo que pasó en el salón antes de que entraran mis compañeros.
Extasiada, no pude poner atención suficiente a la clase de mi maestro de física, ver su cuerpo atlético y el bultito que se le notaba en su pantalón, era imposible concentrarme.
Dirían que soy una loca enferma por enamorarme de mi maestro y más follarlo en su casa y darle mis embestidas.
Haber follado con mi maestro de física, fue maravilloso y delicioso. Una experiencia inolvidable para mí que nunca voy a olvidar, al principio si les confieso que tuve miedo pero después todo fue diferente y entre en confianza y así fue mi primera vez con mi maestro de física.
– Andy Pau