Cuando recién iniciábamos en el mundo de cuckold, teníamos muchas fantasías, y una de ellas fue que mi ex mujer fuera manoseada en un cine porno.
Acá en lima en esos años había algunos cines porno entre comillas “famosos” y decidimos ir al cine “Le Paris” que se encontraba en el cercado de Lima, lugar donde ya había conocido anteriormente por curiosidad.
Fuimos decididos a gozar el momento y dejarnos llevar, aunque con un poco de miedo, pero era parte de la adrenalina de hacer algo “prohibido” así que por si acaso, compramos condones y nos fuimos al cine porno.
Al llegar, pasamos por el frontis de aquel cine esperando que no haya tantas personas pasando por el lugar y nos pueda ver algún conocido, y a la tercera vez que pasamos ya no había nadie, así que entramos rápidamente con plata en mano exacto para pagar la entrada, pagamos y entramos agarrados de la mano a la sala de cine.
Al entrar nos quedamos parados por un minuto esperando que se ajuste nuestra vista a la obscuridad, después buscamos unos asientos que había al medio disponible, yo me senté al lado izquierdo, al borde del límite de las butacas y ella al lado derecho mío con espacios vacíos a sus lados, para que algún chico se acercara y nos haga la noche excitante, lo cual no tardo mucho.
Al pasar un minuto se acercó un señor mirándola de pies a cabeza a mi mujer, en esa ocasión llevaba unos leggins con un polo a tiritas, sin brasier ni calzón.
Entonces aquel señor sin tapujos, se abre el cierre del pantalón y saca aquel enorme pene, que semi erecto comenzó a masturbarse al lado de mi mujer, y ella miraba fijamente y me decía al oído, “amor, se está masturbando”, le pregunte y le gustaba lo que veía y me respondió con un cachondo “SI”.
El señor al notar que mi mujer no sacaba la mirada de su miembro ya erecto, poco a poco acercaba si mano a la mano de mi mujer que estaba apoyada en él apoya brazo del asiento, al notar eso mi mujer me mira y le digo al oído, “déjate llevar, gózalo” así que en el momento que aquel hombre llego a su mano de mi mujer, comenzó lentamente a llevar su mano a su miembro.
Nuestros corazones se aceleraban de la excitación y adrenalina, hasta que mi mujer llego a su paquete y sin dudar comenzó a masturbarlo, sobando con su dedo meñique el borde de su glande mientras apretaba fuerte su pene, nuestro amigo no perdió tiempo y también acerco su mano lentamente a la pierna de mi mujer para acariciarla por encima del pantalón y subir lentamente hacia la entrepierna, mi mujer me mira y le digo, “déjate, disfrútalo” échate un poco para que pueda meter su mano con comodidad, lo cual ella hizo obedientemente, se hecho hasta que sus nalgas quedaran al borde del haciendo, abrió las piernas y yo alce su pantalón, nuestro amigo noto el hecho y metió su mano directamente a la vagina de mi mujer que ya estaba totalmente húmedo dela excitación.
El hombre comenzó a masturbar a mi mujer, pues yo puse mi mano por encima de su mano para notar que hacia dentro del pantalón y sentía como la masturbaba y ella gemía lo más despacio que podía pues estaba tan excitada que no podía aguantar el gemir.
En eso note que una mano por detrás de mi mujer se acercaba por su cuello y bajo lentamente hasta dentro del polo de tiras que tenía puesto, para llegar a sus pechos y comenzar a sobrarle y pellizcar sus pezones, pues atrás del hombre que masturbaba a mi mujer había otro que aprovechó el momento y se unió al espectáculo.
Cuando ya pensamos que era el borde de la excitación, sentí otra mano que se asomó por detrás de mi mujer, era otro hombre que bajo por su espalda su mano hasta llegar a su trasero, y sin decir nada metió su mano dentro del pantalón para llegar hasta su huequito de mi mujer comenzando a tratar de meter su dedo al ano de mi ya excitadísima esposa que con tanta excitación solo se dejaba hacer de todo, gemía y disfrutaba el momento al máximo.
En eso de tanta manoseada que tenía mi mujer me apretó fuerte la mano izquierda y me decía al oído, “me vengo mi amor no aguanto más, me vengo” solo el dije vente todo, déjalo salir, entonces me apretó mucho más, mordió sus labios y gimió lo más despacio que pudo mientras se venía.
Al terminar su corrida, el señor de al lado le dijo al oído, “¿vamos a otro lado a cachar?, mi esposa inmediatamente volteo a decirme al oído lo que le propuso aquel hombre, solo le pregunte si ella quería, y me dijo que si, así que le dije que le dijera que nos vemos en la esquina, le dio el mensaje y se paró, dejando a todos los demás al aire.
Salimos agarrados de la mano del cine porno y fuimos a la esquina, nos quedamos parados un momento y llego aquel hombre que recién pudimos ver bien con la luz.
Era un hombre maso menos alto, algo gordito pero simpático, nos dijo su nombre y nos pidió que lo siguieran que conoce un lugar donde estar cómodos, pero en el transcurso del camino noté que otro hombre nos seguía el paso así que solo voltee y le dije a aquel hombre, mira ese hombre nos está siguiendo, otro día será, y comenzamos a caminar en dirección contraria.
Pude notar como le recriminaba algo a aquel hombre que nos seguía y después nos dio el alcance pidiendo que fuéramos a otro lado donde nosotros quisiéramos, pero sentí que era peligroso así que simule que anote su número con la promesa de llamarlo otro día, subimos a un taxi y nos fuimos.
Ya en el taxi notamos que estaba mojado su pantalón en la entrepierna así que entre risas llegamos a nuestra casa e hicimos el amor toda la noche recordando lo ocurrido.
Espero les haya gustado este relato mi correo es:
Hasta pronto.