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Compañeros de oficina. Mucho tiempo juntos
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Matías y Noemí se conocen hace más de 10 años, son compañeros de oficina y con el tiempo se volvieron amigos.

Noemí es una mujer 1.60 de estatura, muy buenas lolas y bonitas piernas, Matías es un hombre alto y va al gimnasio regularmente.

Hace un par de años, ambos estaban pasaban por difíciles momentos personales, Noemí con su deseo de ser mamá y Matías con una depresión particular, ya que su mujer no lo quería y el no entendía bien el porqué.

Ambos se apoyaron el uno en el otro, Noemí quería conservar a su pareja y Matías le recomendó que se saque algunas fotos eróticas para reavivar el interés y mostrarle una faceta que hasta ese momento todos desconocían.

Por su parte Matías estaba muy inseguro de su cuerpo y le mostraba a Noemí fotos de su cuerpo desnudo o su miembro erecto, pidiendo aprobación o una palabra de aliento, Noemí al verlas le dijo que estaba muy bien en todo sentido y tenía un pene más grande que el promedio que se quede tranquilo y consiga otra mujer.

Noemí le hizo caso a su amigo y se sacó varias fotos sugerentes, con lencería roja, blanca o totalmente desnuda y Matías quedó muy sorprendido de conocer esa otra faceta de su amiga, tenía un cuerpo precioso y en especial sus pechos, eran espectaculares. Con esas fotos ella consiguió recuperar a su pareja, ya que uno de los temas habituales de sus peleas era la falta de sexo.

Con el correr de los meses, Matías consiguió una nueva pareja y Noemí quedó embaraza, la verdad que la pancita le quedaba muy bien, había recuperado la sonrisa y mejoró sensiblemente su estado de ánimo. Ambos tenían sexo regularmente y se siguieron contando sus cosas.

Pero no todo fue tan color de rosas, el padre del bebe de Noemí no reacciono como ella esperaba, en vez de acompañarla y estar a su lado, seguía con su vida de soltero, despreocupado y dejándola sola la mayor parte del tiempo. Ella se había acostumbrado a tenerlo seguido, tanto emocional como físicamente, por la búsqueda del bebe tenían sexo muy seguido aunque era rutinario y su pareja quería probar cosas distintas, ella quería aprovechar hasta la última gota de esperma para aumentar las probabilidades, así que la mayor parte del tiempo el sexo era el arriba, y ella con las piernas para atrás para que entre bien profundo y no se escape ni una gota.

Él le pedía acabarle en la boca, que le entregue la cola o simplemente penetrarla de parado contra una pared, que sea más espontaneo y no tan mecánico el acto.

Durante el embarazo Noemí no tuvo sexo ni una vez, y eso a su pareja lo terminó de alejar, solo eran visitas como mandadero, para buscar víveres o ayudar con algún tramite. Finalmente dio a luz a un bebe hermoso, sano y fuerte que le ilumino la sonrisa y la hizo olvidar por todo lo que había tenido que pasar para llegar a ese momento.

Por su parte en paralelo, Matías seguía de fiesta, teniendo sexo varias veces por semana con su nueva amante (era una mujer casada), paso de no tener sexo a hacerlo 2 o 3 veces por día, nunca le habían sacado tanta leche, tenía un cuerpo espectacular, una colita dura y marcada y cabalgaba y gemía muy fuerte, se la chupaba sin parar, hasta que acababa y se la seguía chupando hasta tenerla dura otra vez para luego montarlo frenéticamente, verla en cuatro patas era digno de una obra de arte, aunque no la entregaba. Cuando no estaban teniendo sexo se mandaban mensajes, fotos de alto contenido erótico o videos de ella tocándose y pidiéndole que vaya a penetrarla que lo esperaba desnudita.

Con el tiempo Matías volvió a quedar solo y Noemí estaba con su hijo, él la visitaba cada tanto para contenerla o darle un abrazo.

En una de esas visitas Noemí le pidió si podía llevarse al nene una horita que iba a venir un amigo a visitarla, Matías le dijo que sí que no había problema, a la hora regresó con el gordo a upa y cuando se estaba acercando a la puerta, ve las lolas de Noemí contra la ventana, la estaban penetrando de parado contra la ventana y era una imagen muy excitante. Matías bajo nuevamente sin hacer ruido y espero que su amigo se vaya.

Apenas se fue, subió, tocó la puerta y apareció Noemí semidesnuda, Matías entró y dejo al nene acostado en su cuna ya que se había dormido en sus brazos.

El bulto entre sus piernas era evidente y más con la imagen que tenía en su mente de hace unos instantes, Noemí al verlo se mordió el labio, porque había quedado muy excitada, su amigo no había conseguido sacarle un orgasmo, la tenía muy chica y Noemí no sintió casi nada.

Matías al ver que su amiga no se cambiaba la empezó no lograba bajar su excitación y de repente ella dejó caer la bata y quedó solo con una micro tanga de encaje negro, se acercó, le bajo los pantalones y se la empezó a chupar y mirarlo a los ojos.

Matías la levanto del suelo y en el aire la penetró salvajemente, arrancándole un orgasmo al instante, él si le llegaba bien adentro y la llenaba por completo.

Después la llevo a la cama, la puso en cuatro patas y con las manos en sus lolas, la siguió penetrando una y otra vez, los gemidos suavecitos de Noemí para no despertar al nene, lo excitaban más y más hasta que no pudo aguantar y descargó toda su leche en su interior.

Ambos cayeron en la cama rendidos, desnudos, y se quedaron dormidos.

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