La verdad Ivette me traía bien pendejo, tanto que cuando me dijo que ya tenía novio me dieron unos celos enormes, aun así, seguimos con nuestra amistad, tanto que ella me invitó a la fiesta que le celebraría a su nuevo galán.
Estela, una amiga que conocí en el trabajo, morena de 1.60, ojos hermosos, nalgas paradas, aunque poco busto, pero levantado y una forma de ser cautivadora.
Desde que nos conocimos nos llevamos muy bien hablábamos de todo y nos contábamos algunas cosas, ella estaba juntada con su novio, así que siempre que salíamos a un bar lo llevaba, admito que siempre le traía ganas de cogérmela, pero siempre estaba él.
Cuando Ivette le hizo su fiesta su idiota novio, Estela fue invitada ya que los tres nos llevábamos muy bien, obvio ella llegó con su novio, pero aun así estábamos tomando como siempre divirtiéndonos bailando y riendo.
Confieso que yo andaba de malas, tenía que tolerar como Ivette se besaba con ese idiota, como aquel inepto le agarraba las nalgas que sentía me pertenecían, estaba a punto de irme, cuando ella llegó.
E: ¿Hola amigo como estas?
I: Hola, ¡qué bueno que viniste!
Ella llevaba un rico mayón negro una blusa café con escote y sus zapatos de tacón abiertos.
Yo estaba excitadísimo ya que ella me acariciaba la pierna con sus ricos pies, la noche se hizo larga nosotros seguíamos en el ambiente entonces su novio se paró y se salió de la casa a fumar.
Creo que el tipo estaba celoso de cómo su novia estaba siendo conmigo, originalmente me hubiese recatado y le hubiese respetado, pero el alcohol y el coraje de ver a Ivette con otro, me hizo que me valiera todo.
Ella lo siguió porque fue muy obvio, después cuando ella regreso la vi un poco molesta dirigiéndose al baño así que la seguí y sin que me notara la empuje al baño.
E: ¿Qué??
T: ¡Uhm!! ¡Ven!
Comencé a besarla, ella me trataba de alejar, forcejeaba empujándome, pero yo la abrazaba con fuerza y le apretaba sus nalgas, pero al final terminó cediendo, estábamos besándonos mientras la música sonaba a fuera yo a toda prisa le levanté la blusa y comencé a besarle su abdomen…
E: ¡Que haces Tyson!!
T: ¡Esta buenísima nena!
Estela me acariciaba la cabeza, yo sin dudarlo le bajé el mayón dejando al descubierto una rica tanga color negro la cual fui bajando lentamente mientras mi lengua rosaba sus piernas.
Ella se arrimó a una pared, aceleradamente le quité la tanga negra y comencé a hacerle sexo oral.
Estela era muy frágil al alcohol, por eso su novio siempre andaba donde ella fuera, así que aproveche la valiosa oportunidad.
Le mamaba los labios, le besaba las ingles, ella se convulsionaba y me seguía acariciando la cabeza, jugaba con su clítoris mientras ella gemía de placer.
E: Uhm, ¡ah!! ¡Que rico, uhm!!
T: ¡Sabes delicioso!
Después de no solo meterle mi lengua sino que también jugué con mis dedos en su conchita, me puse de pie y me bajé el pantalón y la trusa dejando mi verga erecta para ella.
E: ¡Uhm!! ¡Que rica!!
T: Bájate nena, ¡uhm!!
La tomó con su mano y mientras se hincaba me masturbaba con su suave mano, comenzó a chuparme mi verga, sin dudar la metió a su boca.
Lamía mi torso y lengüeteaba la cabecita al mismo tiempo que me acariciaba mis testículos, era un rico oral. Yo la tomé de la cabeza y empecé a empujarle mi verga en su boca, sentía como rozaba su garganta, ella me agarraba de las nalgas mientras con sus dientes raspaba toda mi verga.
T: Que rico chupas Estela, ¡uhm!!
E: Que verga tienes, ¡me encanta!
T: ¡Uhm, sigue así!!!
E: ¡Mmm! Agh!!
De verdad que disfrutaba sus mamadas, pero, aunque Estela es una mujer muy deseable en mi cabeza estaba vete, que es día se veía muy rica, me imaginaba su boca, pero regresaba la realidad para follarle la boca a Estela.
Después de darme placer con su boca se puso de pie, le levanté una pierna y comencé a penetrarla, su rica vagina apretaba delicioso mi verga, mientras se la metía nos besábamos ricamente, afuera nos tocaban la puerta, pero eso solo nos excitaba más…
E: ¡Nos van a descubrir y si es mi novio ah!!
T: ¡Que importa ahorita solo quiero cogerte!
E: ¡Sí!! Cógeme, métemela rico papi!
T: ¡Te eh querido coger desde que te conozco!! ¡Pero siempre traes a tu llavero!
Seguí penetrándola parados unos minutos más, afuera escuché que preguntaban por mí, eso me excitó más, la puse viendo frente al espejo del lavamanos, la incliné un poco y apoyándome de sus nalgas comencé a darle así, sentía más rico su vagina y mi verga entraba más.
T: ¡uhm!! Ivette!
E: ¡No soy Ivette!!
T: ¡perdón, uhm!!
E: No importa, uhm, sé que te la coges, ¡uhm!!
Estela no se molestó, al contrario, creo que a ella le gusta Ivette y comenzó a decirme cosas que me ponían aún más caliente.
Tocaban la puerta y eso al parecer le excitaba más, yo le acariciaba sus nalgas y le jalaba su cabello, ella se movía un poco, gemía, pero la música fuerte ocultaba nuestros ruidos.
E: ¡Tyson uhm, agh!!
T: Que rico te mueves, uhm, ¡que lastima que no te ve tu novio!!
E: No hables de mi novio, ¡solo cógeme!!
T: ¡Como digas, uhm!!
Seguí dándosela, aumenté la velocidad, ella comenzó a mojarme sin control, sus líquidos mojaban el piso se vino muy rico la morena.
Me movía fuerte, la empujaba con fuerza finalmente, yo también me vine, ambos gritábamos y nos movíamos salvajemente, mientras la llenaba de mi leche.
E: ¡Tyson que rico, uhm!!!
T: ¡uf!! ¡Toma mi leche, uhm!!!
E: ¡Ah!!! ¡Me matas!!
T: ¡Me dejas seco!
Ese orgasmo fue delicioso, reposamos unos minutos, incluso la borrachera se nos pasó por unos minutos.
Yo salí primero, increíblemente su novio seguía afuera, eso yo lo llamo suerte de perro.
Ella salió unos minutos después, como si no hubiese pasado nada continuamos bailando, el alcohol ya no me hacía más efecto, miraba a Ivette, ella de re ojo me miraba, no podía evitar desearla.
Estela se despidió de mí, su novia, que jamás se imaginó que mientras hacia su berrinche su mujer me las daba, más tranquilo también se despidió, ellos se fueron mientras que yo me quedaba ya que algo más pasaría esa noche.
Tyson.