Les comparto otra vivencia que tuve.
Tenía año y medio de casada, ya tenía a mi primer hijo, en esas fechas en la empresa nos habían mandado a un curso. Era de esos días que llovía muchísimo y esa tarde no fue la excepción.
Desafortunadamente mi esposo no pudo ese día ir por mí después del curso, salíamos a las ocho o a veces a las nueve de la noche le dije a mi esposo que no se preocupara que llamaría a un taxi o si habría alguien me diera un aventón lo haría.
Mientras se desarrollaba el curso comenzó a llover sin que diera muestras de para la lluvia.
Cuando terminó el curso eran las ocho de la noche estaba yo por llamar a un taxi, porque no quería mojarme como siempre me había vestido, esa ocasión había llevado un vestido blanco ajustado a mi cadera y amplia en mis muslos un poco corta medias negras de red mis ligueros, mi tanga iba vestida como siempre me ha gustado vestirme para ir a la oficina o una cita.
Una compañera me dijo que si quería me darían un raí en la camioneta de mi ex jefe como llovía mucho les dije que sí.
Creí que me pasarían a dejar primero y después a mi compañera pero no pero no fue así porque la casa de mi compañera estaba más cerca y la mía más retirada del trayecto.
La lluvia seguía pasamos a dejar a mi compañera a su casa.
No encaminamos a mi casa y o sorpresa cuando llegamos estaba que llovía mucho más intenso por la calle pasaba un tremendo rio, por más que mi ex jefe acercó su camioneta a la banqueta la corriente de agua pasaba con fuerza.
No quería yo que me cayera porque llevaba mis zapatillas de aguja me dijo mi ex jefe que esperáramos un poco para que pasara la lluvia.
Estaba yo preocupada porque lo que quería era que pasara la lluvia y no me mojara, pero no se detenía la lluvia nos pusimos a platicar de cuando era mi jefe de lo eficiente que era yo con él, de cómo le iba en su nuevo puesto cosas triviales.
Me comentó que me extrañaba como su secretaria que me había acentuado bien la maternidad que me veía más guapa.
Le di las gracias por el cumplido, pero le dije que me sentía igual la verdad no le di importancia, a su comentario sinceramente.
Pero cuando me dijo que siempre le había gustado, pero que no se había atrevido a decirlo si me puso un poco nerviosa le dije que no debiera decírmelo que los dos éramos casados y no estaba bien.
Puso una de sus manos en mi pelo diciéndome que lo disculpara, pero que no podía evitarlo que le gustaba yo por mi forma de caminar de cómo lo atendía cuando era mi jefe por la forma de vestirme.
Que en esa ocasión me veía muy bien con ese vestido blanco y el juego de medias negras de red que llevaba que me veía muy rica.
Sinceramente me puse muy nerviosa porque había escuchado que en la calle me dijeran rica pero nunca pensé que me lo dijera mi ex jefe.
Lo mire y le dije que no estaba bien que tenía que bajarme abrí la puerta pero la lluvia estaba en su apogeo, por el intento que hice se subió mi falda se notó el encaje de mi medias y el sujetador del liguero.
Me dijo que le gustaba como se me veían mis piernas con esas medias y el contraste con mi piel que tenía deseos de acariciarme de besarme.
Le respondí que no siguiera que mi esposo se podía asomar por la ventana y podía darse cuenta que estaba con él.
Pero los vidrios de su camioneta se estaban empañando me dijo que nadie nos vería con esta lluvia.
Se acercó para besarme hice mi cara a un lado le dije que no puso su boca en mi oído, en un suave susurro me dijo que me deseaba que le gustaba.
Sentí como puso su otra mano sobre mi vestido me empezó a besar mi cuello el lóbulo de mi oreja trate de quitar su mano sobre mi vestido pero no pude.
Por sus besos en mi cuello el sentir sus labios calientes y el roce de su lengua en la piel de mi cuello provoco que mi respiración se agitara sin poder evitarlo yo.
Entreabría mi boca para decirle que no siguiera tratando de evitar un gemido de mi boca.
Su otra mano la metió bajo mi vestido sentí como suavemente acariciaba mi pierna sobre mis medias me decía al oído que le gustaba mis medias de red que tenía buen gusto de usar medias.
Le dije que ya no siguiera en voz baja casi rozando sus labios su boca estaba en el lóbulo de mi oído y me dijo que me deseaba que lo tenía muy excitado que nos fuéramos a otro lado le dije que no.
Su mano que estaba en mi pierna la metía más llegando a donde terminaba el encaje de mis medias y el broche de mis ligueros.
Me susurro al oído “que rico liguero por eso me has gustado por tu buen gusto de usar lencería”.
Su mano acariciaba el liguero mi piel el encaje de mi media empecé a gemir levemente y le dije que se detuviera.
Sentí como su mano avanzaba para mi panochita y cerré mis piernas.
Trataba mi ex jefe de que abriera mis piernas tocando mi tanga que la sintió como estaba mojada por mis jugos.
Me susurro a mi oído “abre tus piernas” le dije que no en un gemido suave que hice puso sus labios en los míos y me beso.
Hice el intento de abrir mi boca para decir que no pero solo aprovecho para meter su lengua en mi boca le correspondí su beso.
Abrí mi boca para recibirlo sus labios calientes en los míos su lengua entrando en mi boca y jugando con la mía sin poder evitarlo hizo que gimiera.
Me tenía muy mojada excitada con sus palabras sus besos en mi cuello sus palabras en susurros en mi oído que no pude evitar abrir mis piernas para que me acariciar a su antojo.
Metió su mano en medio de mis muslo y toco mi panochita que estaba muy mojada embarraba mis jugos en mi tanga en mis muslos en el encaje de mis ligueros y de mis medias.
Empecé a gemir y a mover mi cadera por sus caricias que me daba. No podía evitar el gemir el mover mi cadera me dijo al oído que rica estas y muy mojada.
Me decía que le acariciar su verga que sintiera como lo tenía de caliente de excitado.
Le di la espalda para que ya no me acariciara pero no dejo de hacerlo quede en cuatro en el asiento subió la falda de mi vestido en mi cintura descubriendo mis nalgas a su disposición.
Escuche como bajo el cierre de su pantalón y se puso sobre mi espalda sentí la cabeza de su verga mojada en medio de mis nalgas.
No pude evitar menear mi cadera y apretar mis nalgas cuando su verga estaba en medio de mis nalgas me tomo de mi cadera así empinada en cuatro recargue mi cara en el asiento y para mis nalgas.
Pasaba la cabeza de su verga en medio de mis nalgas y en la entrada de mi panochita y mi culo hizo a un lado mi tanga.
Varias veces hizo lo mismo yo movía mi cadera y apretaba mis nalgas para apretar su verga sin que me la metiera.
Estaba yo más que caliente deseosa le dije que no podía más que me cogiera por favor. Que me hiciera suya.
No hizo el intento de cogerme a pesar de que pasaba su cabeza de su verga en la entrada de mi panochita y se embarraba de mis jugos calientes.
Pase una de mis manos por en medio de mis muslos, tome su verga la sentía caliente mojada muy dura era muy diferente a le verga de mi esposo.
Pase mis dedos por la cabeza de su verga que le salían sus jugos, se los embarraba en su cabeza se la acariciaba abrí mas mis piernas para poner la cabeza de su verga en la entrada de mi panochita que ya la quería tener dentro de mi.
Me tenía tomada de mi cadera sus manos en mi cadera que la movía para que metiera su verga en mi panochita le dije “cógeme por favor te necesito no puedo más quiero ser tuya”.
Estaba yo desesperada porque me cogiera sostuve su verga con mi mano en la entrada de mi panochita empuje mis nalgas para atrás y por fin entro la cabeza de su verga en mi panochita.
Gemí al sentir como la cabeza de su verga abría mi panochita mecía mi cadera para atrás para que me entrara mas su verga.
Sentí como mi ex jefe empujo su cadera para adelante y como tomaba mi cadera con fuerza para que entrara mas su verga.
Gemía yo y le decía “soy tuya, tuya, así cógeme métemela toda”.
Cerré mis piernas y apretaba mis nalgas moviendo mi cadera para atrás hasta sentirlo como entraba toda su verga muy dentro de mi.
Se escuchaba a pesar de la lluvia el sonido del choque de mis nalgas con su cadera, la entrada y salida de su verga con mis uñas acariciaba sus testículos cargados de leche sentía como salía su verga mojada de mi panochita.
Me decía en mi oído “que rica estás apretadita” gemía yo y le ofrecía mis labios para que me besara muestra de mi entrega total a su verga a sus labios su boca.
Le dije que se saliera cuando fuera a venirse porque estaba en mis días fértiles que podía embarazarme. Su verga entraba y salía provocando que tuviera mi primer orgasmo dándome un placer desconocido para mi en su camioneta afuera de mi casa en plena lluvia siendo toda de él.
Empinada en cuatro en el asiento delantero de su camioneta los vidrios totalmente empañados, moviéndome y gimiendo teniendo toda su verga dentro de mí.
Estaba toda sudada por el calor de nuestros cuerpos de la entrega de mi panochita a su verga y sentí que se movía más rápido y se ponía rígido le dije “salte, salte por favor”.
Me hice hacia delante para que sacara su verga de mi panochita, pero los vidrios de la puerta de la camioneta me lo impidió ya no había espacio.
Sentí como se puso rígido su verga como hacia los disparos de su leche caliente como entraba en mi como bañaba las paredes de mi gemía mi ex jefe y me apretaba con fuerza metiendo toda su verga hasta el fondo de mi.
Mi cabello había limpiado lo empañado del vidrio que tenía frente a mi, pude ver como mi esposo se asomaba por la ventana de nuestra recamara mientras mi ex jefe se venía dentro de mi como se vaciaba en mi.
El ver a mi esposo asomarse por la ventana el sentir como se venía mi ex jefe dentro de mí hizo que tuviera otro orgasmo que moviera mi cadera y apretara su verga para que terminara de vaciar su leche.
Me dijo que era lástima que nunca se hubiera atrevido a cogerme que lo había hecho gozar, me fue soltando poco a poco acariciando mis nalgas.
Sentí como desabrochaba el broche de mis ligueros y me dijo que se los regalara que los quería tener de recuerdo.
Se salió de mi escuchándose el sonido de plop. Limpió su verga en mis medias y me senté para bajar la falda de mi vestido, peinarme y levemente maquillarme para bajarme, sentía sentimiento de culpa por mi esposo y que mi exjefe se hubiera venido dentro de mi estando en mis días fértiles.
Pero las palabras de mi exjefe que le había gustado como apretaba y como me movía me hicieron sentirme feliz. Diciéndome que no fuera la última vez que fuera suya le dije que sería la única vez que era suya.
La lluvia había disminuido ya no corría tanta agua en la banqueta bajándome de la camioneta entrando a mi casa dejándole mis ligueros a mi ex jefe llevando conmigo muy dentro de mi su leche mezclada con mis orgasmos.
Sudada, muy caliente para besar a mi esposo, pero eso es otra historia…
P.D.: Se me olvidada, gracias a todos los que me han escrito a mi correo [email protected].