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Despertando el lado más perverso de ella
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Tiempo de lectura: 4 minutos

En una relación de amantes consentida por algunos años, Fernanda (nombre en la historia), una mujer madura, alta aproximadamente 1.75 piel clara pelo castaño, unos pechos grandes y decorados con unos hermosos pezones rosados al igual que el contorno de su aureola, culo de un tamaño normal, pero hermoso y paradito, dando forma levemente, pero al mismo tiempo y muy sexy a esa curva que se forma.

Llevábamos algún tiempo sin hablar por el tiempo de la pandemia y ya que tiene 2 hijos y su respectivo esposo era complicado hablar seguido, hasta que en un día mensajeamos y quedamos para un encuentro, tantas eran las ganas que yo tenía por volver a verla ya qué de cierta manera ella se ha adaptado a mi y me hace disfrutar de una manera el sexo que me excita el solo recordarlo.

Quería algo diferente para volver a verla aun que es algo (tímida) en cuanto a experimentar cosas yo sabía que en el momento de la calentura aceptaría cualquier cosa, la vi llegar y rápidamente me puse algo nervioso y caliente a la vez ya que por el tiempo que había pasado sin vernos le daba ese toque extra al momento.

Llegamos al hotel y pedimos un cuarto con espejos, al hacer el pedido a la señorita de recepción, Fernanda quedo algo sorprendida y noté en su mirada que empezaba a imaginar lo que pasaría, llegamos al cuarto y al momento de asegurar la puerta se me lanzó, besándome con unas ganas y deseo que rápidamente me dejo su labial embarrado en mis labios, nos fuimos a la cama y teníamos poco más de media pared con espejos incluido uno en la parte del techo.

El escenario para el reencuentro se pintó solo para todo el deseo que ya nos teníamos guardado y que explotaría en ese momento, se quitó toda la ropa rápidamente tanto que cuando me di cuenta estaba parada justo enfrente de mi con un hermoso conjunto en color rojo, el sostén hacía resaltar aún más los grandes pechos qué tiene y abajo una tanga de hilo tenía dos listones qué adornaban todo el alrededor de su cintura llegando a ese culo hermoso y adornando todo esto con un moño en la parte de frente, quede admirando el como que se veía tan sexy, que ella me tuvo que hacerme reaccionar.

Me quitó la ropa mientras me besaba y de pronto empezó a bajar con su lengua por mi pecho regalándome una mirada muy perversa y sonriéndome al mismo tiempo hasta llegar a mi bóxer, para ese momento ya estaba demasiado excitado a lo que ella me lo bajo y mi verga salió disparada directo a su boca, sin pensarlo empezó a darme una de las mejores mamadas qué recuerdo haber tenido, era una locura como la chupaba, jugaba demasiado con su lengua, al mismo tiempo que me masajeaba con su mano, ella sola se estaba clavando a mi verga con su boca.

Así duró como 10 minutos consiguiendo en algún punto qué yo quisiera venirme, yo sabía que ella no lo mamaba de esa manera puesto que en otros encuentros era muy delicada por así decirlo, cuando se retiró me miro a los ojos y de una forma desafiante me dijo "no vayas a terminar aun, quiero que quites todas las ganas que tengo de ti" a lo que yo le conteste "has practicado desde la última vez que nos vimos, ahora me toca a ti sentir lo que yo he practicado".

La recosté a mi altura y empecé a lamer sus pechos qué para ese momento ya estaba muy duros sus pezones, los mordía con mucho deseo pero al tiempo en que ella también los disfrutará con migo, fui bajando y cuando quite su tanga volví a ver esos hermosos labios color rosa al igual que sus pezones aunque este un poco más intenso, se notaba qué ya estaba mojada por cómo se veían de "jugosos".

Empecé por algo sutil, besar su entrepierna, pasar mi lengua sobre de ellas, y llegando hasta esos hermosos labios qué se sentían demasiado calientes, la provocaba de manera en que pasaba mis labios sobre los suyos apenas y rozándolos, jugando alrededor con la punta de mi lengua, veía como se retorcía de placer y aun que quería aguantarse el no gemir no lo conseguía, dure así un rato hasta que sentí su mano empujando mi cabeza de manera en que ya sabía que estaba muy excitada fui directo a comerme toda su rica vagina, la saboreaba y recordaba el mismo sabor de siempre, jugaba con mi lengua la besaba, me la comí literalmente, tanto fue el deseo que tenía que de pronto empecé a escuchar como si estuviera corriendo agua dentro de ella, al momento de escuchar eso sabía que no tenía que parar, así que seguí hasta que escuche como grito "aaahhh ya me voy a venir para por favor"

Me prendí al escuchar eso y seguí más rápido, cuando escucho qué dice "que rico me la estas chupando, sigue por favor, no pares quiero venirme contigo" y cuando terminó de decir eso vi cómo se curvo levantando completamente sus pechos y sus piernas temblorosas a mas no poder, sus manos apretando las sábanas, sentí como aventó el chorro directo a mi cara, se acostó completamente y con las piernas cruzadas, temblorosas y ella apretando se los pechos empezó a decir "ya me vine, me hiciste venir bien rico, no recuerdo que lo hicieras así", lo cual le dije "no me digas que ya te cansaste, tengo más cosas que enseñarte", empezó a besarme me acostó en la cama y se puso arriba de mi diciendo "ya extrañaba sentir tu verga adentro de mi, quiero que me la metas ya"

Empecé a bombearla, y luego sentí lo caliente y mojada qué estaba, el cómo se movían sus pechos y sus gemidos me pusieron bien caliente, "voltea al espejo, quiero que veas como te estoy cogiendo" fue lo que le dije, "no quiero, vas a obligarme" me contesto de manera desafiante, la tome del cuello, empecé a besarla, le di 3 nalgadas e hice qué volteara conmigo hacía el espejo, y admirara la escena qué estábamos haciendo, ver el cómo entraba mi verga en su vagina, como se abría el culo para que la escena fuera más caliente, "te gusta ver cómo te estoy cociendo" le dije al oído, "me veo como una perra, soy tu perra" "te gusta ver cómo me estoy comiendo tu verga, te gusta ver cómo te coges a tu perra" es lo que me dijo antes de volver a correrse "aaayyy dios, por diooos, que rico me vine, por dios ya te extrañaba mucho". Cayó rendida a la cama…

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