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Trío de mi mujer y un matrimonio bien guarro
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Como les adelanté en el anterior relato, la siguiente aventura de mi mujer iba a ser, acostarse con una mujer bisexual activa y su marido, yo solo iba a asistir como espectador e iba a oficiar como una especie de sirviente, ya que Laura los invitó a casa y yo tendría que atenderlos y servirles lo que necesiten como buen anfitrión.

Una noche de viernes fue la pactada y vinieron directo a casa después de haber intercambiado fotos de las chicas desnudas y haberlos visto a ambos por video llamadas.

Los recibí yo y los hice pasar, las chicas se sentaron a conversar un poco mientras les serví unos tragos para ir entonándose, el tipo hablaba con ellas y yo no encajaba mucho, como no iba a participar era como que estaba de más, pero estaba arreglado que yo iba a ver todo lo que hacían, Lau así se sentía más segura.

En un momento que salí para buscar más bebidas, Laura y Alejandra estaban comiéndose las bocas era hermoso verlas chuponearse, Óscar que era el marido, se empezó a sacar la ropa y enseguida quedó en pelotas, era un poco gordito, tenía pancita de hombre casado de 60 años, tenía una pija digamos normal 15 o 16 x 3.5 o 4, buena medida para no sufrir, si la sabe usar bien puede dar mucho placer a cualquier mujer.

La verdad cuando lo vi, lo primero que pensé que era un candidato para que mi mujer entregue la cola si la saben llevar.

Alejandra que parecía tener experiencia en manejar este tipo de situaciones con mujeres novatas, y Lau lo era en cuestión de estar con otra mujer, mientras se besaban le desprendió el cierre del vestido y la dejó desnuda en segundos, como siempre para estas ocasiones, mi amada mujer no llevaba ropa interior, y rápidamente quedaron sus tetas y conchita a la vista, y dijo…

-Mira Oscar que tetas hermosas, tiene unos pezones increíbles, son divinos.

El tipo se paró frente a mí mujer y le pellizcó levemente los timbres duritos, como si se los estuviera probando, mientras Alejandra lamía su cuello y metía la mano entre las piernas de Lau que cerró los ojos y jadeando se dejó manosear, escuche que Ale le pidió que le chupe la pija al marido, mientras la pajeaba y tocaba su clítoris, a Laura se le agitó muchísimo la respiración y empezó a emitir grititos, y gemidos, Óscar le estaba apretando un poquito más fuerte los pezoncitos y le puso la pija pegada a la boca para que se la chupe, Alejandra le dijo al oído ..

-hacelo nena, quiero ver la pija de mi marido en tu boca, tenés unos labios divinos, como me gusta esta mujer.

Laurita sacó la lengua y se la lamió como un helado, él se levantó la pija y le mostró los huevos y le dijo que se los bese, cosa que mi mujer hizo sin dudar.

Enseguida Alejandra se arrodilló en el piso entre las piernas de mi mujer y hundió su boca en los labios vaginales de Lau, Óscar le metió la pija en la boca y le tironeaba las tetas, gritó y casi lloró del placer, la estaban manoseando como yo nunca había visto, no había estado con dos personas juntas nunca (creo) y lo estaba disfrutando a full.

Alejandra me miró y me mostró dos dedos juntos y me dijo:

– mirá como se los meto a tu mujer.

Vi como esos dos dedos se hundían en la conchita de Laura que no dejaba de gemir.

-Ay por Dios que me están haciendo por favor papi, me vuelven loca.

Óscar le había sacado la pija de la boca y se había inclinado para tocarle el culo y meterle un dedo, ella ya no sabía de donde ni de quien venía cada manoseo, entonces Alejandra le dijo…

-Te gusta mami, sos preciosa, nos gustas mucho, te vamos a coger bien rico mamita, vení enséñanos donde está tu cama que te queremos hacer de todo, linda.

Se pusieron de pie y caminaron hacia el dormitorio, Lau no sabía ni cómo llegar, le faltaba estabilidad, la agarré yo de una mano y la llevé a nuestro cuarto, cayó en la cama casi habiendo perdido la razón, Alejandra le chupo la concha como pocas veces yo vi a una mujer chupársela a otra y Óscar le volvió a meter la pija en la boca , ella se la chupaba pero creo que no sabía ni lo que hacía, estaba entregadísima, no podía razonar de la calentura que tenía, Ale la dio vuelta y le dijo al marido…

-mira que culo hermoso tiene, está rico para comérselo, me encantaría ver como se lo coges.

Enseguida le separó las nalgas y le chupo el ano, Lau gritó sin saber quién era el que le metía la lengua en el culito.

-Ay por favor que me hacen, hijos de puta que placer, me vuelven loca, por favor quiero que me cojan, basta no puedo más por Dios.

Óscar ni corto ni perezoso, se puso rapidísimo un condón mientras la mujer seguía chupando el orto de mi mujer y no permitía que razone, yo sabía que ella no quería que le hagan la cola, pero no podía intervenir y ponerme en cuida, al fin al cabo no le estaban haciendo daño, solo le iban a echar un polvo en el ojete.

Entonces Óscar se calzó el forro y se subió encima de mi mujercita y antes de que ella reaccione se la puso, Laura gritó…

-no por Dios que hacen, la cola no, no seas guacha.

Le dijo a Alejandra creyendo quizás que era ella con un consolador de cintura que nos había dicho que iba a traer.

-es mi marido hermosa, te está haciendo la colita, vos pedías a gritos que te coja bebé, gozala amor que es un maestro cogiendo culitos, a mi me hace gozar muchísimo, cuando termine yo te hago la conchita con un aparato que tengo.

El tipo le pegó una cogida terrible, no le hizo doler, porque como les conté, no tenía una verga grande y además era un maestro, la hizo gozar como loca, de vez en cuando ella se acordaba que yo estaba viendo todo y me miraba sonriendo, unos minutos después Óscar avisó gritando que estaba por acabar, y le pego una cabalgada con fuerza al orto de mi mujer, ella quedó rendida, pero Alejandra quería más.

Se puso un cinturonga y se la cogió mientras le chupaba las tetas, Laurita empezó a gritar porque todavía no había acabado y estaba que volaba de la calentura, entonces Óscar me dijo

-Mira como mi mujer se voltea a la tuya, son dos divinas, te felicito, que lindo culo tiene Laura y que linda puta es, no hay nada más hermoso que ver dos putitas cogiendo.

Después de un buen rato en el que Alejandra le dio duro a mi mujer, faltaba el postre, mientras Laurita recibía esa vergota de plástico en la conchita, Óscar se acomodó cerca muy cerca, le tomó la cabeza con una mano y la guio hasta su pija y le dijo…

-chupame la pija mami, que te vamos a coger un rato más.

el tipo en el tiempo que su mujer le daba caña a la mía, se repuso y estaba listo para echarse otro polvo y por supuesto se lo iba a echar a Lau, no iba a querer cogerse a su mujer, así que le metió la pija en la boca y se la hizo chupar otra vez, entonces se le puso redura de nuevo y se acostó a su lado boca para arriba, Alejandra que ya conocía esa rutina, ayudo a Laura a reincorporarse y la hicieron montarse encima de Óscar, la acomodaron a caballito del tipo y despacito le hicieron comer la verga con la vagina, ella gimió de placer y dijo…

-Ay qué lindo que dulces son, son dos divinos los amo, como me cogen por Dios, no van a parar de cogerme, me van a destruir.

Alejandra tomándola de las caderas la hacía cabalgar sobre el marido, para que su verga le entre toda, mi mujer estaba sintiendo hasta los huevos de ese hombre y no dejaba de gemir y dar grititos mientras la hacían bajar y subir ininterrumpidamente, el tipo le tenía estirados los pezones, entonces Alejandra empezó a manosearle el agujerito del culo, Lau me miró desesperada como pidiéndome ayuda y sabiendo lo que estaban por hacerle comenzó a gritar que no lo hagan, pero no la escucharon…

-No por favor nena, ¿qué vas a hacer? por Dios te lo pido, no lo hagas guacha, no seas turra, eso es enorme, que querés de mi te odio te odio.

Ellos sabían que no era cierto lo que decía, la calentura y saber que la estaban por culear de nuevo, pero ahora con esa poronga plástica que no era precisamente muy chica, le hacían decir todo eso y Alejandra estaba decidida a hacerle la cola y que se coma las dos pijas juntas.

-Vamos nena, si te morís de ganas de tener tus dos cositas llenas, no hay carne para las dos, pero yo te voy a hacer sentir como si dos tipos te estuviesen cogiendo, si querés te puedo traer un amigo que me coge a veces para que te la de con mi marido.

Le abrió bien el agujero trasero jugando con sus dedos, y a continuación esa poronga artificial entró lenta pero casi completa en su culito, al sentirse penetrada, mi putita arqueó su espalda como dándole espacio a esa cosa que parecía atravesarla y pegó un grito de dolor y placer, al mismo tiempo que Óscar seguía dándole fuerte desde abajo en su conchita.

Mi mujer sentía como el tipo le tironeaba los pezones mientras tenía la verga ensartada hasta los huevos y el falo de Ale penetrándola sin piedad, los gritos de placer de mi mujer no los olvidaré en mi vida, al fin se comió una doble penetración anal y vaginal, sé que gozó como una perra y seguramente esto la incentivará para hacerlo con dos hombres, veremos si acepta hacerlo con el amigo de Alejandra o también con el amante Daniel y su amigo, o me va a pedir que le busque dos tipos que la vengan a coger a casa, porque seguro que va a sentirse más segura en casa y conmigo presente.

Continuará…

Espero que les haya gustado y pueden dejar un comentario aquí o escribirme a mi correo [email protected].

Besos a todos mis lectores.

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