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Escuché por teléfono como mi mujer goza con otro
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Los detalles de este encuentro fueron narrados por mi mujer, para que yo los exponga en este relato.

Laura había quedado enganchada con ese Daniel, el tipo que la cogió y nos humilló a ambos en el último encuentro que tuvimos en pareja.

Debo reconocer que era un tipo muy pintón y la había cogido muy bien por lo que vi.

Pero ella había quedado algo conmovida por el trato humillante que había tenido hacia mi que, si bien estaba pactado y sabía que de alguna manera a mi me gustaba mi papel de cornudo sumiso, le pareció demasiado fuerte e hizo que se sienta mal.

Daniel también había sido hiriente con ella al tratarla como a una puta cualquiera, pero eso no podía negar que lo había disfrutado mucho y la excitaba sobremanera.

Sumado a que físicamente éste hombre le atraía bastante, tenía muchos deseos de entregarse a él nuevamente, pero no quería hacerme pasar por otro mal momento y tampoco sufrir ella, al verme tan menoscabado como hombre.

Entonces comenzó a gestarse la primera infidelidad verdadera, se comunicó con Dany a escondidas y planeó un encuentro a solas sin que yo lo sepa.

En un par de charlas telefónicas Daniel le advirtió que iba a ser tratada como una sierva, una especia de esclava sexual, y que debía estar dispuesta a entregarse totalmente, ella aceptó pero solo puso como condición no ser maltratada físicamente, Lau siempre tuvo fantasías masoquistas, pero siempre dirigidas a la humillación verbal o quizás física o sexuales, pero sin dolor extremo.

Un día inventó una excusa y se fue a su casa, yo no tenía ningún control sobre sus movimientos, no podía ni debía hacer muchas preguntas, era un cornudo consciente al permitir que se acueste con cuanto tipo se le ocurra, la única condición era que fuera en mi presencia, pero esto no significaba que tenía derecho a controlarla ni a desconfiar, y se aprovechó de ello.

Una tarde me dejó solo en casa, se arregló más de lo habitual para una salida con una amiga, en ese momento no sospeché nada, esto se repitió varias veces hasta que un día no pudo o no quiso ocultarlo más y me confesó que se estaba acostando con él, igual sin decirme con quién estaba, me empezaron a mandar fotos de ella cogiendo y me hacían escuchar sus gemidos.

Laura entro a la casa de Daniel y nunca volvió a ser la misma mujer que yo conocía, no la puedo culpar, todo había sido provocado por mí, ella cambió pero no quiso dejarme y seguimos teniendo el mismo estilo de vida liberal y supongo que intercalaba con eso, algunos encuentros con su amante.

Esa tarde, que es la que nos ocupa hoy, tuvo un encuentro sexual frenético, diría hasta salvaje con Dany, fue a su departamento, ni bien traspuso la puerta de entrada, entró al living comedor, él le ordenó que se desnude allí, mirándola de arriba a abajo con una sonrisa burlona, y mientras lo hacía, él dijo…

-¿tú marido sabe que estás acá?

-no, vine sin decirle nada, será mi secreto.

Cuando la tuvo frente a él completamente desnuda, se le acercó y la tomó de los pezones tironeándolos con fuerza.

-Ayy me duele papi.

-Un poco tiene que dolerte, así vas a aprender quién manda.

-Ay por favor mi amor.

-cállate puta.

Entonces empezó a rozarle apenas los pezones, se los tocaba muy despacio y de pronto les daba un pellizco, ese paso de la caricia al dolor y vuelta a la caricia, la volvía loca, cuanto más se desesperaba, más se lo hacía…

-me volves loca, por favor ahhh, no ohhh, por favor, no seas hijo de puta.

-¿para qué viniste a verme?

-para que me cojas.

-¿te gustó como te cogí delante de tu marido?

-Sí, me encantó, me gustas porque sos un hijo de puta.

-hoy vas a cumplir tu promesa, te voy a hacer bien el culo, putita.

En ese momento, le apretó y retorció los pezones, la hizo casi llorar, ella se quejó y el volvió a decirle que se calle. Ahí le soltó una teta y sin dejar de apretar la otra, le pasó dos dedos por la concha, le frotó el clítoris, excitándola más de lo que ya estaba, ella se quejaba por el dolor en la teta, gemía por la calentura, estaba agitadísima, casi no podía controlar su propia respiración, y él le dijo…

-ahora date vuelta y mostrame el culito.

Ella giró y él ahora le puso la punta del dedo índice en el ano, enseguida se lo metió casi por completo, lo introdujo con movimientos envolventes dentro del culo de mi amada, para dilatarla, ella deliraba de placer y no era capaz de negarse a que lo haga, estaba entregada, cada vez jadeaba y gemía más, ya presagiaba lo que le iba a hacer, estaba a punto de rogar que saque el dedo y la penetre con su verga, que por cierto ella estaba rozando con sus manos entrelazadas, sintiendo y tratando de acariciar una erección descomunal, pero tenía miedo que lo haga con crueldad.

Pero antes de eso faltaba algo…

-ponete de rodillas y mostrame lo puta que sos, chúpame bien los huevos y cuando yo diga te vas a tragar toda la verga.

Laura obedeció como buena sumisa y además porque deseaba tener esa verga en la boca, al arrodillarse se puso en cuclillas y su agujerito quedó bien abierto, Daniel se inclinó un poco y le colocó un vibrador que ella alcanzó a ver antes que se lo ponga, tenía forma de pera no demasiado largo pero grueso como una buena verga, tenía como una colita que quedaba fuera del ano, y que parecía que lo manejaba con un control remoto, con el que le mandaba vibraciones intermitentes.

Cada vez que lo pulsaba, el aparatito se movía dentro del culo de mi mujer como si le diera una leve descarga eléctrica, eso la volvía loca y la impulsaba cada vez que lo sentía, a meterse toda la pija en la boca desesperadamente, por supuesto eso derivaba a su vez en arcadas, lo que completaba una escena por demás morbosa y excitante.

Para completar el panorama, luego de un par de minutos así, el sádico amigo tomó otro vibrador igual al anterior y se lo colocó en la vagina, a la vez que le ordenaba que siga con su labor bucal.

Con cada impulso eléctrico del vibrador en la concha, Lau estaba a punto de tener un orgasmo, pero el hijo de puta dejaba de aplicarlo cuando veía que ella se venía, y la dejaba cortada…

-por favor déjame correrme, no puedo más, te lo suplico por lo que más quieras.

-cállate y seguí chupándome la pija, vamos puta, que pronto te voy a hacer la cola, ¿no es eso lo que viniste a buscar?

Tomo su celular y le dijo que sin sacarse la pija de la boca, mire hacia arriba, y le sacó una foto donde se la veía claramente tragándose la pija.

Luego le sacó la verga de la boca, la tomó de un brazo y la llevó al dormitorio, la hizo acostar con las piernas flexionadas y bien separadas, besó sus pies delicadamente, mientras su verga quedaba en la puertita de su hoyito anal, le quito la perita del culo y le dejó solo la de la concha, que seguía vibrando en forma intermitente y volviéndola cada vez más puta, le pasó los dedos mojados con saliva por el ano y la penetró apoyando sus pies sobre sus hombros, no muy delicadamente, ella gritó desesperada.

No tuvo más que hacer un leve movimiento hacia ella para que su glande comience a entrar en la cola de mi mujer, ella gimió primero dulcemente, ansiosa por sentir a ese hombre, luego pego un gritó de dolor, él empujo con fuerza, no la trató con mucha delicadeza y la penetró sin contemplaciones consiguió ingresar su miembro haciéndosela sentir hasta los huevos.

-ahhh mierda ¿qué haces hijo de puta, porque me haces esto? más despacio por favor, no me lastimes, ooh me duele papi te lo suplico.

Mientras la cogia casi como un salvaje, le pidió mi número de whatsapp, que no tenía registrado y me envió la foto de ella chupándole la pija, con un mensaje que decía…

-¿sabes dónde está tu mujer en este instante, cornudo?

Ni bien lo recibí, la llamé a su celular y le pregunté dónde estaba, y me contestó con la voz entrecortada y muy agitada, por la culeada que le estaban pegando…

-estoy con un hombre mi amor, perdóname, no quería que lo sepas pero me está obligando a que te lo diga.

Cuando escuche la voz del tipo, (en ese momento no sabía que era el Daniel que yo conocía) me pareció reconocer su voz pero no estaba seguro, que le decía…

-deja el teléfono abierto para que te escuche gozar putita.

Entonces empezó a darle una serie de pijazos bien fuertes, le metía y le sacaba la pija del culo casi entera, y con cada embate Laura gritaba…

-Ahhh no por favor, así no por Dios, ohh no diablos pará pará por favor no sigas ayyy, no ahhh me duele, hijo de puta, no porfa paraaá, papi como me coge, que pija tiene por Dios.

Me preocupo escucharla rogar así, porque parecía que no era un juego y entonces volví a escuchar la voz del hombre…

-vamos puta, decile al cornudo que vos querías que te haga el culo así….

-ay mi amor, no sabes como me está cogiendo, me está rompiendo el culo papi.

-relájate mi amor y gozalo, pensa que estoy con vos cuidándote.

-decile que viniste para que te coja, porque te gusta cómo te trato y te hago sentir bien putona, porque sos una zorra y él no es un hombre completo.

-si vine porque me gusta como me coges, dámela toda hijo de puta, dame pija, dale

-Ya va puta, te voy a llenar este orto de leche, así se la llevas al cornudo y que te chupe el culo y se trague mi semen.

-no por favor eso no, no me acabes adentro por favor…

Y en ese momento cortó la llamada y no pude saber si le dejó la leche adentro, luego supe por Laura que el tipo terminó afuera, pero la verdad, ya no sé qué creer, digamos que mi mujer no es muy confiable en este sentido.

Yo no pude escuchar más como la estaba cogiendo ese hombre, apagaron los teléfonos y se la siguió culeando con todo

-sos toda mía trola, te voy a romper esta cola hermosa, quiero que la sientas bien adentro nena.

Ella ya casi dilatada, comenzó a entregarse y por la actitud tan autoritaria del tipo, dejó de resistirse a sus embates y se brindó totalmente…

– si amor soy toda tuya, dame tu pija, dámela en la cola, cogeme mi amor, quiero tenerte adentro mío, hoy soy tu puta mi vida.

-Me duele mi amor, pero me haces gozar mucho, es tan grande y linda papi.

-aguantala mamita, ya está mi vida, ya está, ya está, ya pasa mi amor ya la tenés toda.

Y siguió penetrándole el culo, la escucho gritar y gemir de placer y finalmente ella se habituó a sentir ese pedazo que le llenaba la cola, y comenzó a decir…

-ay por favor, como me coges cielo, que rico es esto, que pija divina tenés, que bien me lo haces, mmm mi amor mi vida, ohh diablos, lléname bien de leche la cola papi.

Él le juró y le aseguró que estaba sano y le acabo adentro con su semen, y ese fue su secreto durante mucho tiempo, cada vez que se veían, él la llenaba con su esperma, y eso la mantenía muy loca y excitada, porque de mi no podía obtener más que mi lengua, pero su amante podía suplir todas sus carencias.

Luego de verla totalmente entregada con sus piernas abiertas recibiendo la leche de su hombre, a él se le presentó una imagen, y le propuso su nueva fantasía

-para la próxima vez que vengas, quiero invitar a un amigo mío para que le chupes la pija mientras yo te garcho.

-te volviste loco.

-vamos, me vas a decir que no te gustaría o que nunca lo pensaste.

-no si, lo pensé, pero me da miedo.

-¿miedo de qué? no va a pasar nada que no quieras, creo que ya me conoces, solo se trata de que tengas dos pijas a tu disposición.

Después de sucesivas salidas semanales que Laura no se preocupaba por justificar mucho, me confesó que se estaba acostando con él a escondidas hace tiempo, me dijo que quería seguir viéndolo así, que nada cambaría entre nosotros, y que podíamos seguir teniendo nuestros tríos, pero mientras durara, ella iba a mantener su relación de amantes con Daniel y eso no me incluiría nunca más, nunca me dijo que él le daba su esperma por todo orificio posible y obviamente se lo daba en la boca para que lo trague, pero yo lo sabía.

Como les conté más arriba, después de algunas salidas misteriosas, me confesó que se estaba acostando con Daniel, lo que dio origen a este relato, mientras yo le chupara la concha de vez en cuando y su amante la llene de leche como mínimo una vez a la semana, ella tenía sus necesidades sexuales satisfechas, lo que hiciéramos en nuestros tríos eran extras, por eso se puso más exigente en estos encuentros y empezó a buscar cosas distintas.

Unos días después surgió una propuesta de un matrimonio compuesto por una mujer bisexual activa y un hombre aparentemente hetero, no me necesitaban a mí para nada, solo querían cogérsela los dos a ella, Laura puso como condición que yo debía estar presente aunque no participe, ellos dijeron que no tenían problema, hasta les provocaba morbo que yo viera lo que iban a hacerle a mi mujer.

Laura estaba muy entusiasmada con tener una cita con ese matrimonio, le copaba la idea de estar con una mujer activa, ella pensaba que no podría haber nadie mejor para hacerla gozar que otra mujer, que debería saber que botoncitos tocar exactamente, además era un matrimonio de edades muy similares a las de ella, y la mujer tenía un físico muy parecido, eso los hacía perfectos.

Además me dijo que hacía tiempo que le daba vueltas en la cabeza, la idea de que la enfiesten un par de tipos esa era la idea de la que le había hablado su amante, y estaba a punto de concretarla sin decírmelo, le parecía que en un paso anterior a ese, debía estar con un matrimonio de las características de éste.

Pero el encuentro con esta pareja se los contaré en el próximo relato.

Espero que les haya gustado y pueden dejar un comentario aquí o escribirme a mi correo [email protected].

Besos a todos mis lectores.

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