Un fin de semana me crucé por la estación central del metropolitano con “Anita”, a la que conocí en una reunión años atrás, me atreví a pedirle su número accediendo sin reproche, así dimos inicio a una amistad y varios encuentros apasionados, un clavo saca a otro clavo… aunque “Anita” me saco más leche todas esas noches que follábamos ardientemente.
Era fines del año 2016, habiendo ya terminado de una relación larga que mantuve con una maestra de educación inicial, de la cual salí muy desatado con ganas de recuperar el tiempo perdido, ósea con ganas de salir con muchas mujeres y tener aventuras ya que aún me sentía vigoroso y sexualmente atraído por las mujeres que solían darme oportunidad de estar con ellas.
Así conocí a “Anita”, era mayor que yo por unos cuantos años, de tez blanca, baja estatura, cabello teñido de rubio, muy exótica ya que era de la selva; iniciamos una linda amistad hablábamos todas las tardes y algunas noches, me conto que tenía una hija ya adolescente que la tuvo de muy joven, que vivía en Iquitos con su mamá, y que bueno se encontraba con una pareja que en realidad era muy obsesivo con ella no la dejaba salir mucho, la esperaba a afueras de su trabajo, me confeso que en realidad seguía con el solo por pena y que estaba planeando viajar al extranjero y así terminar su relación que ya era muy por parte de él.
Una de las tantas noches que hablamos por teléfono…
– Pero piensas entonces viajar “Anita”, y tu hija… me imagino que ya lo habrás pensado bien
– Si, ya está decidido siento que en esta relación no avanzo, además la situación está algo fregada en el país pienso irme a Estados Unidos tengo una prima que vivé allá y me dice que me espera cuando quiera.
D – Bueno, que pena, pero que bueno por ti me alegra
A – Porque qué pena, ¿acaso no quieres que me vaya?
D – No, si claro si es por un mejor futuro claro que si… volverás a empezar de nuevo y sé que será mejor
A – Si, bueno gracias… que pena que no nos hayamos visto más seguido y solo hayamos hablado por móvil… tu que no quieres pues, creo que te corres o tienes algo que hacer por ahí y yo ni enterada.
D – No, que dices, solo que el trabajo, mi horario es difícil, además los fines de semana me has contado que estas con tu pareja, entonces tu eres la que no puedes
A – Bueno estamos en deuda los dos.
Así seguimos hablando de más cosas, hasta que nos despedimos y prometimos vernos en algún momento. Mi ex la maestra, solía llamarme y mandarme mensajes de texto de tono tierno, pero ya había decidido finalizar la relación tóxica en que solo el sexo nos hacía olvidar los pleitos, por eso decidí dar vuelta a la página.
Llego un fin de semana, había en la ciudad varios conciertos de grupos y cantantes de salsa de las cuales Anita era fanática y solía irse con sus amigas, al menos en eso no se entrometía la pareja.
Eran como las 12.30 de la madrugada del Domingo, estaba viendo una peli en mi cuarto, y de pronto suena mi móvil, pensando que sería mi ex, no conteste, pero al fijarme en la llamada perdida vi que era el número de Anita, de inmediato le timbre.
D – “Anita”… me timbraste, o te equivocaste?
A – No te estaba llamando, ¿estas ocupado?
D – No, no… ¿porque están por algún lado cerca?
A – Estoy saliendo del concierto con una amiga, y… bueno no quiero regresar a mi casa.
D – ¿Ok, y a donde piensas quedarte?
A – Pensé, si podía pasar por tu casa… si no estás ocupado, y poder quedarme esta noche, podría quedarme con mi amiga
D – Si, bueno claro, no hay problema – le pase mi dirección y quede a la espera de que llegarán
Pasaron 15 minutos y vi llegar un taxi del cual, bajo ella, asomándose dentro del carro al parecer se despedía de su amiga, de inmediato salí por ella a la puerta, encontrándonos y mirándonos felices, como si hubiéramos esperado ese momento uniéndonos en un fuerte abrazo e invitándola a pasar a mi departamento, puse mis lámparas para que tuviéramos un ambiente romántico.
D – ¿Y qué tal la pasaste en tu concierto? ¿Bien?
A – Sí me divertí con mis amigas… además tuve un día muy malo ayer, pero merecía relajarme
D – Que paso? ¿Seguro con tu pareja? otra vez pelearon?
A – Sí, lo de siempre, puedo quitarme las botas
D – Sí claro – replique mientras ella se quedaba solo en jeans y un top negro ceñido a su figura, aunque no era voluptuosa tenía una figura bonita con su cabello lacio teñido de un rubio cenizo y algo pecosa, tenía uno lindos ojos caramelo y unos labios muy lindos. Así poco a poco fuimos conversando invitándole un vaso de gaseosa helada y unos piqueos que tenía en casa
De la nada nos quedamos mudos mirándonos, a lo cual me atreví a tomarla de una de sus manos acariciándola, aunque me encontraba excitado, quería mostrarme como un caballero, mientras le habla de cualquier tontera a lo cual ella se acercó a besarme correspondiéndole en el acto, nos besábamos intensamente mientras nos friccionábamos de cuerpo como correspondiendo a nuestros bajos instintos, hasta que la jale hacia mí y me tomo por sorpresa porque se montó sobre mi mientras me abrazaba del cuello y yo acariciaba su cintura.
D – Me tomaste por sorpresa, hace una hora ni me hubiera imaginado que estarías aquí y así conmigo. – mientras la tocaba de sus cinturas y sus piernas siendo aún respetuoso sin tocar su culo o senos.
A – Yo también quería verte ya hace semanas, pero nunca me decías nada- mientras me hablaba con tono de voz bajo y sensual
D – Entonces ya no es un sueño, es una realidad – atreviéndome a acariciar su culo y a levantarle su top para desnudarla
Accedió sin temor, a la vez que se levantó, mientras estaba sentado se bajó su jean dándome el culo mientras se agachaba para quitárselo por completo, eso hizo arrecharme tanto que la jale hacía mí, besándole su blanquito culo, dándole suaves mordidas, le baje su calzón rápidamente y ella terminaba de quitarse su sostén, giro hacía mí viéndola totalmente desnuda, a la vez que se me acerco a darme otro apasionado beso, inmediatamente se puso de rodillas, y mientras me quitaba el jogger con el bóxer, yo terminaba de quitarme el polo quedando ambos desnudos, en ese sofá éramos solo piel con piel, besándonos, acariciándonos expuestos al placer y a lo que se antojara hacernos.
D – Que rica colita tienes y tu piel, me encanta – bajando hacía mi verga y mientras me la pajeaba repetía una frase que me excito demasiado
A – Que rica tu verga… hace tiempo no tengo sexo, ¿alguna vez has te han hecho beso negro?
D – No, no le gustaba tanto a mi pareja.
A – Entonces la vamos a pasar bien bebe.
D – La vamos a pasar bien – mientras su linda boca hambrienta de verga empezó a mamármelo, deliciosa mujer, vaya que si sabía dar buenas mamadas.
Succionaba y lamía toda mi verga mientras masajeaba mis bolas, empezando a auscultar su lengua por mi culo, eso me excito tanto que levante una pierna y la presione por su cuello para no dejarla escapar, estaba hambrienta de placer; ¡quería follármela ya!… me levanté, la puse piernas arriba empezando a lamer su concha, deliciosa, algo salada, seguro por el sudor del concierto, estábamos arrechísimos.
Paramos, buscando besarla para que saborear ambos nuestros aromas, la puse en cuatro patas sobre el sofá, empecé a follarla frenéticamente, a la vez que la jalaba de sus cabellos, nalgueaba su culo, el cual la arrechaba más y a mí me excitaba el chocar de sus nalgas con mi pelvis, y ya que se atrevió a despertarme la libido diciendo que la íbamos a pasar bien, pare indicando que iba a mi cuarto a traer algo. Fui rápidamente y busqué mi lubricante, regresando en el acto.
A – Y eso – pregunto toda picara
D – Para que la pasemos bien bebe
A – Ok, – sonrió y desde ese momento solo se dejó llevar
La coloque sobre el filo del reposa brazos dejando su culo hacía mí, eche lubricante sobre mi verga y su culo acariciándolo, mientras la veía excitarse, ella abría su culo dispuesta a recibir verga; así poco a poco fui follándola de culo, su ano hacía presión y eso hacía excitarme más, mientras ella gemía de placer, hasta que le anuncie que ya me venía.
D – Me vengo bebe, me vengo – con voz de excitación total
Ella solo estaba muda cerrando los ojos, gimiendo y disfrutando del momento sin ponerme ninguna objeción, explote dentro de su culo, descargando mi leche caliente, lo cual a ella pareció remecerla y caer sobre el respaldar a la espera de que terminará, fue tierno ese momento mientras nos besábamos cariñosamente.
Ya sacando mi verga y jalándola hacia mí para darle unos tiernos besos, cogí mi polo que estaba sobre el sofá y se lo coloque en su ano por si chorreará algo pueda contenerlo, la lleve al baño y en medio de abrazos, besos, caricias, nos duchamos y fuimos a mi cuarto para seguir follándola.
Fue una noche de descubrirnos sexualmente, me dejé hacer un beso negro por ella, y viceversa, siguiendo en un riquísimo 69; Seguía dándome más mamadas, se vino dándose unos sentones, luego me hizo venir otra vez a mí con otra espectacular mamada, nos dormimos desnudos y abrazados, a la mañana siguiente desperté asustándome por no verla a mi lado, escuchándola en la cocina, estaba con un polo que seguro cogió de mi closet puesto mientras se servía café.
A – Buenos días bebe, que tal dormiste – sonriendo
D – Si, bien, bien… aunque aún me siento algo cansado por lo de anoche, mientras la abrazaba y le daba un beso en la mejilla.
A – Si, la pasamos bien anoche, sobre todo tu, vaya que tenías tus cremitas – riéndose
D – Bueno no quería lastimarte – a lo cual reímos
A – Ok, que considerado – mientras bebía sorbos de café
D – Entonces te vas a quedar hoy conmigo? ¿O ya te quieres ir?
A – Depende de lo que me ofrezcas
Pues eso hizo excitarme que nuevamente mi verga se empezaba poner erecta, a lo cual ella entendió la señal para empezar a follar nuevamente, se puso dándome el culo a la vez que le quitaba otra vez mi polo, empezando nuevamente a follarla de pie en la cocina… sujetaba su cola mientras que ella toda excitaba con sus manos me sujetaba de la cola acercándome hacía ella, y besándonos en algunos momentos así, que nuevamente le pedí que me lo mamará para terminar en su boca… ufff que boca, mamó y mamó y estando de rodillas eyacule nuevamente no dejaba escapar nada de mi leche cuando empecé a venirme, magnifica mujer, para luego con unos sorbos de café , algo tibios , metió mi verga en su boca ,como una enjuague verga wao tremendo acto que me dejaron sorprendido… si así follan las selváticas y son tan atrevidas me mudo ahora mismo a la selva.
Así pasó el rato, fuimos a tomar desayuno por la calle, y me llego a decir que había terminado con su pareja, que el pasado viernes pelearon y que esa siguiente semana iba sacar sus cosas, que de todas maneras pensaba irse para enero de viaje a estados unidos donde su prima.
Recuerdo que nos vimos casi toda la semana en mi departamento, durmiendo unos días, incluso planeo en mi casa toda su rutina de su vuelo, las escalas que iba tener, como iba a hacer con algunas cosas de ellas que iba dársela a unos familiares, etc. Y al caer cada la noche follábamos tan deliciosamente, incluso éramos tan liberados sexualmente que previo a al sexo le gustaba que le hiciera beso negro, obviamente antes de hacerlo nos bañábamos, enjabonaba su ano asegurándome de dejarlo limpio, dejándose lavar y saboreando su rico ano mientras la arrimaba en la ducha, mientras lengüeteaba deliciosa cola, mientras ella gemía entregada al placer, para luego follarla analmente, pequeña cola, pero aguantadora.
Paso navidad con su familia, con su hija que llego de viaje nos dimos un break para que pudiera concluir con sus cosas antes de que viajará, pero en la semana en que se iba a viajar, su ex estaba atrás de ella llorándole incluso para que no se vaya, hablamos poco la última semana de su viaje, hablamos una noche antes por móvil y nos despedimos deseándole lo mejor que ya verá que la irá bien.
Pasaron un par de meses estando por allá, me escribía diciéndome que extrañaba la vida de aquí que pensaba volver, pero le dije que haya podía hacerse un mejor futuro, la animé un par de veces cuando chateamos o hacíamos video llamadas, poco a poco me alejé y por sus redes, observaba que salía, se divierte bien, y aunque no ponía fotos con alguna pareja supongo que habrá conseguido algún amor en su momento ya que le perdí el rastro con los años.
Y pensar que todo surgió desde que nos cruzamos por la calle y me atreví a pedirle su número, no sé si estaba predestinado, ya que antes no pasó nada, pero vaya que si la pasamos bien y lo que importa que tiene una nueva vida, liberada y aunque no sé si este feliz, al menos tiene paz, como suelen decir, un clavo saca a otro clavo… aunque “Anita” me saco más leche todas esas noches que follábamos ardientemente.