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La segunda vez que vi a Daniela
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Después de este primer encuentro con Daniela, la comunicación creció mucho, los comentarios de la experiencia de ambos lados, de mi parte me gustó mucho cuando le preguntaba… ¿a quién le gusta la verga? Y la respuesta era Dany, a lo cual me dije que la palabra “verga” leerla o escucharla la calentaba mucho, a ella le gusto como la fui llevando desde el primer beso hasta vestirla, le dije que me había excitado mucho cuando me mamaba y empezó a chorrear a lo que me respondió que le había dado mucha pena y más por que no podía controlar el goteo y eventualmente los chorros, le dije que para mí era parte de ella y así me gustaba, que tenía temor del sexo anal ya que la única experiencia anterior no había sido buena pero el hecho de que entrara y saliera sin problema y que lo gozara como lo hizo lo que se grabó en su memoria, a lo cual respondí que para mí fue verla en cuatro, ante el espectáculo magnifico de esas nalgas con el culo abierto y su conchita del mismo modo, húmedas y goteando.

Volvernos a encontrar se complicó un poco ya que había situaciones familiares de salud que le impedían vernos y que tenía que atender, pero los mensajes nunca cesaron, hasta que por fin acordamos una nueva fecha para vernos.

En esta ocasión cambie de hotel, uno más dinámico, menos tradicionalista que nos permitiera voltear la habitación y sin que Daniela saliera sin culpa del desorden que habíamos dejado, como la primera vez, la llevaron sus hijas al punto donde acordamos vernos y de ahí nos movimos, se sorprendió del hotel, veía cada detalle desde la puerta, las frases en las paredes, colores, el elevador.

Y venía con un traje sastre, saco y pantalón gris obscuro, blusa negra, zapatillas, medias, lentes oscuros y sin esa mascada que tanto me había ayudado la primera vez, que de momento extrañe, pero supimos improvisar en el momento.

Por fin entramos a la habitación y lógico la besa y pasé mis manos por su cuerpo apretándole esas exquisitas nalgas y generosas tetas, recorría su espalda llevándola despacio a la cama, donde la senté, quitándole sus zapatillas y besando sus pies sobre las medias, subiendo mis manos sobre el pantalón hasta su vagina, sobre la tela sentía su calor y como se empezaba a humedecer.

Decidí bajarle todo de un movimiento y dejarla solo en medias, le saqué la blusa y me la seguí devorando, cada poro, cada curva, cada lunar. Y acto seguido, saque mi verga ya dura y firme a lo que sin pensarlo la metió toda a su boca, recostándome en la cama y preguntarle… ¿de quién es esta verga? De Dany… y a falta de mascada, la tome del cabello y la acerque para que siguiera mamándome, pase mi mano por su espalda hasta sus nalgas, metí mis dedos en su culo empezándolo a preparar y su conchita ya húmeda, pero sin gotear como esa primera vez.

Se montó sobre mi moviendo e círculos sus caderas, algo que no había hecho la primera vez o no de este modo, subí mis manos hasta sus tetas las bajé a sus caderas abriendo y apretando sus nalgas, se bajó de mí y se puso en cuatro, admire su culo, bello, veía como se movía su conchita y su culo, decidí entrar por su vagina y meter mi pulgar en su culo para que estuviera más cómoda, tenía la cabeza en la almohada y el culo arriba, le dije… ¿puedo? Refiriéndome a su culo a lo que dijo… es tuyo, hazle lo que quieras… y de un golpe lo metí, grito de dolor y placer, empezó a mover su cadera, me pedía que entrara y saliera, la nalgueaba y al estar en un hotel más “dinámico” me Salí y me setenen el famoso “potro del amor” le pedí que se santera sobre mi verga, pero en su conchita y de espaldas a mí.

Al sentarse sobre mí, recorrí su espalda con mis manos, desde su nuca hasta sus caderas, le abrí las nalgas para admirar su culo con mis piernas abrí las de ella y cuando ella me quiso apretar con su conchita mi verga mi sorpresa que al soltarla se empezó a cagar, de inicio me sorprendió, pero en un instante me calentó mucho más.

Le dije… amor, te estas cagando sobre mí y solo recordar como volteo su cara, su mirada y todos los colores por los que paso su rostro de, rojo, blanco, amarillo y al revés, se paró de un brinco y trajo papel y me limpio la pelvis, le dije que se calmara, pero ella moría de pena, me limpio con prisa, la tome del cabello (para que no lleva la mascada) y la jale a mí y la bese.

Corrió al baño a seguir cagando y me puse frente a ella y le metí la verga en la boca así que mientras cagaba me la cogía por la boca, le di duro y sabia/sentía que ella se ahogaba una escena tan inusual para ella, ya que el baño se llenaba de sonidos de como cagaba y como se ahogaba de mi verga lo cual a ambos nos excitaba más.

Al terminar de cagar y quererse limpiar la detuve, la voltee despacio, me hinque y la abrí las nalgas, pasando mi lengua por su culo sucio, ella solo se cubría el rostro con sus manos y moviendo la cabeza en negación al ver que era inútil, acepto la situación y termino bajando sus manos y abriendo sus nalgas para mí lo cual agradecí mamándole y dejándolo limpia.

Me puse de pie y metí mi verga por su conchita y tomándola de las tetas la cogía haciéndola pararse de puntas, en ese punto ya gritaba de placer, nos salimos del baño y la lleve a la cama, donde la puse en cuatro me hinque para mamar una vez más su culo y concha y cuál fue mi sorpresa que de su conchita salió un chorro fuerte, grande y muy sonoro directo a mi cara a lo que de inmediato pegue mi boca en su concha que aún seguía chorreando en ese punto toda la cama y el piso estaban húmedos, me senté en la orilla de la cama y ella sobre mí, mamándole las tetas y ella acariciando mi cabeza y besando mi frente y eyacule en su conchita paso sus manos a mi espalda clavando sus uñas y poco a poco fue bajando la presión de sus dedos en mi espalda hasta que se acostó en la cama, yo junto a ella. Trato de buscar un punto seco en la cama dedo se acostó y tapo y yo junto a ella, se puso de lado y yo mamando sus tetas quedándose dormida.

Habrían pasado unos 20 minutos de los cuales se despertó sobre saltada comentándome que sus hijas irían por ella (otra vez) al punto de encuentro, le urgía bañarse, más que la primera vez, ya que olíamos a ¡¡¡todo!!! Y para mi buena fortuna empezó a cagar de nuevo en la regadera, estaba paralizada de la pena, pero yo seguía comiéndome los diminutos trozos que salían de su culo y lógico la volví a coger por el culo llenando de mierda mi verga lo cual a esas alturas a Daniela ya no le importaba y se dedicó a disfrutar. Le comenté que no importaba que para eso era donde estábamos que se liberara a lo cual soltó una ligera sonrisa. Salió de la regadera y se vistió como rayo a lo que me dijo que entendiera que iba retrasada y no quería dar más explicaciones a sus hijas.

Salimos corriendo al punto donde irían por ella y sin saberlo pasaría mucho tiempo para volvernos a reencontrar, pero eso sí, valió la espera cada minuto hasta que nos volvimos a encontrar.

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