Voy a compartir una experiencia que en lo personal cada vez que la recuerdo me pone igual o más caliente.
Pues pasó que hace algunos años atrás cuando estaba por entrar a la universidad en un lapso de vacaciones mi hermana me invitó a pasar unos días en su casa. Yo vivía en México con mis padres y ella vivía en Los Ángeles, California con mi cuñado Mario, su esposo.
En un principio no me gustó la idea pues yo quería pasar tiempo con mi novio, pero mi mamá terminó enviándome a Los Ángeles a casa de mi hermana Brenda ella es mayor que yo. Total que llegué a California y mi cuñado Mario fue a recogerme al aeropuerto, ya tenía algunos años de no verlo así que cuando me miró casi no me reconocía. Ya no era la niña que conoció en México cuando era novio de mi hermana.
Y me abrazó de gusto de verme, y Mario me dijo:
-Dammy como has cambiado casi no te reconozco estás muy cambiada y hermosa.
Le agradecí el cumplido parecía algo normal. Y nos subimos a su camioneta y nos fuimos a su casa, llegando a casa mi hermana Brenda ya me tenía un bonito recibimiento pues tenía comida lista y un bonito pastel algo de música y bebidas.
Al vernos de frente Brenda me abrazó y me llenó de besos no podía creer que estaba ahí de visita, así que después del gran recibimiento le dije a Brenda que estaba algo cansada y necesita descansar del viaje. Y ella solo dijo:
-Claro que si nena ya está tu dormitorio listo, pasa, date una ducha y descansa.
Y me fui a la recámara, me desvestí y me metí a la tina para relajarme un rato. Después de algunos minutos me salí y me puse algo cómodo para dormir, la cama era algo tentadora así que me aventé y me puse leer un rato en lo que me daba sueño, esa era mi primera noche en Los Ángeles así que me sentía libre de la vigilancia de mis padres. Era ya pasada medianoche así que apague la luz para poder dormir, pero no contaba con que mi hermana y mi cuñado tendrían una noche intensa de pasión y todo se escuchaba en mi habitación, mi primera noche ahí y tenía que escuchar los gemidos de mi hermana o sea me daba mucho que pensar, pero estaba tan cansada que terminé quedándome dormida.
Al siguiente día Brenda salió a su trabajo y mi cuñado igual así que me quedé sola en casa, tenía como el morbo en mente de lo que había pasado la noche anterior. No dejaba de pensar en los gemidos de mi hermana y me hacía pensar que mi cuñado era demasiado bueno en la cama.
Después de algunos días de estar ahí con ellos y escucharlos a diario hacer el amor, una noche mientras estaban en su acto yo me paré en la puerta que estaba entre abierta y me quedé mirando como Mario le daba la verga por la boca a Brenda y ella se la tragaba casi toda, Mario le retacaba todo ese hermoso miembro que le alcancé a mirar y me dejó pasmada, era un pene algo curveado como que apuntaba hacia arriba y bastante grueso y tenía las venas resaltadas y ahí estaba Brenda succionándolo casi todo, y Mario se la retocaba más fuerte, la pobre de Brenda se ahogaba con aquel tremendo vergón.
Después de rato Brenda lo montó y empezó a dar de sentones y Mario le mamaba las tetas parecía que se la quería comer. Y yo parada viendo todo ese espectáculo y obvio me empecé a tocar por debajo de mi bata, metí mi mano en mi húmeda vagina y empecé a acariciar mis labios vaginales y a apretar mis tetas con la otra mano, cuando Brenda se bajó para cambiar de posición Mario me alcanzó a mirar ahí parada tocándome y en un momento pensé que le diría a Brenda, pero siguió culeándola con ganas y yo ahí de frente a él masturbándome ya casi desnuda así que empecé a desvestirme y a mostrarle mis tetas y él le daba más duro a mi hermana hasta que de un sólo se la dejó ir toda que la hizo gemir como puta y yo casi me corría también.
Después que Brenda terminó, Mario le sacó la verga de la vagina y se la retaco en la boca y le empezó a follar la boca como si la estuviera culeando por la vagina y yo ahí frotando mi clítoris y Mario mirándome como me tocaba, no aguantó más que terminó por vaciarse todo en la boca de Brenda, su respiración agitada se escuchaba en toda la casa y me excitaba demasiado así que no aguante más y el orgasmo se me hacía presente tuve que aguantarme de no gemir para no ser descubierta por Brenda, pero confieso que ese fue sólo el principio de varios encuentros con mi cuñado.
Esto es solo el comienzo de esta historia porque aún no termina.