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En la oficina con Leona
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Como les conté en mi relato anterior con Leona nos convertimos en amantes lésbicas ocultas de nuestro entorno. Con Leona nos conocemos desde época escolar, incluso fuimos juntas a la Universidad por lo que siempre nos hemos contado todo, incluso después de tener sexo con nuestras parejas nos contábamos de cómo había sido la experiencia, por lo que ella sabía que una de mis fantasías era hacerlo en el baño de una oficina o en la sala de conferencias.

Como siempre hemos sido muy unidas hace 5 años la traje a trabajar a la empresa donde trabajo así que también somos colegas y yo estoy a cargo del departamento donde trabajamos, somos un grupo pequeño, esta Leona, una chica en práctica y 2 hombres por lo que siempre hay momentos de relajo y buenas relaciones personales.

Leona siempre se ha destacado por ser preguntona por lo que no es de extrañarse que vaya a cada momento a mi oficina a preguntar algo una y otra vez, pero ese día lunes por la mañana no lo hizo, incluso pensaba que estaba avergonzada por lo que habíamos hecho el sábado anterior, quería verla pero también no sabía que decirle, no sabía si solo paso por una calentura o realmente quería que volviera a pasar, pero necesita que fuera a mi oficina, pero no lo hacía por un vidrio que separa mi oficina con los módulos de los chicos la veía pasar creo que iba cada 10 minutos al baño, quizás estaba enferma así que cuando pasó frente a mi oficina la llamé.

Ella se volteó sonrojada y algo nerviosa, le pregunté si estaba bien, y ella solo dijo si, pero debía ir al baño urgente, le dije no creo que sea tan urgente acabas de volver así que le dije que pasara a mi oficina y cerramos la puerta, ella se sentó frente a mí escritorio y yo comencé hablarle mientras ella me miraba y tiritaba, a ratos mordía sus labios de forma sensual, sus manos estaban enlazadas sobre su falta y podía notar que apretaba sus piernas, de repente tiritó entera como un gran escalofrío, y fue el mismos tiritón cuando la sentí venirse cuando le di sexo oral, a lo que me levante y puse mi mano sobre su hombre y volví a preguntar, estas bien??? Y me dijo no lo sé, pero necesito que me ayudes y se puso a llorar y me pidió que la acompañara al baño, el resto de los colegas la vieron llorar así que les dije que la acompañaría y volvería enseguida.

Entramos al baño, el cual es solo para el personal de nuestra oficina así que solo tiene un lavado y 1 wc pero amplio, ella me pidió que me sentará en el wc así que baje la tapa y me senté, me dijo siento vergüenza de lo que te voy a decir y lo que veras pero no he dejado de pensar en ti, su marido hace unos años le había comprado un pequeño vibrador el cual ocupaban en sus noches de lujuria, por lo que ella me dijo que lo había encontrado y lo guardo para que no se perdiera, se sentó sobre el mesón de lavado subió su falta y corrió su tanga negra de encaje, y note que estaba su pequeño vibrado encendido dentro de su concha, y sus jugos escaparon como aceite entre sus piernas, y me dijo no he dejado de pensarte solo me incline y comencé a succionar sus jugos.

Luego me dirigí a su clítoris se lo succione casi queriendo extraer algo de él por lo que ella cubrió su boca y se aguantó un gran gemido, me detuve y observe que se le hincho tanto que salía como una lengua entre sus labios vaginales, tomé su vibrador y utilizando sus líquidos se lo lubrique y lo comencé a introducir en su ano mientras mi lengua dentro de su concha lamia las paredes internas de su conchita, subí su blusa y me dirigí a sus senos sus peones estaban erectos, los tomé con mis manos y los junte en el centro y compense a lamerlos ella solo mantenía sus manos en su boca para no dejar escapar algún grito de placer, como ambas somos muy jugosas en nuestras conchas nos quitamos las tantas y las faldas, me senté nuevamente el wc abrí mis piernas y se señale que se subiera, pero ella esta vez se sentó de espalda juntando su concha con la mía, se inclinó por lo que podía ver como su concha se sobaba con la mía, sus nalgas se abrían y su vibrador seguía dentro ella hacía movimientos circulares con sus caderas y mi concha a punto de explotar de placer sintiendo la presión de su concha comencé la meter y sacar su vibrar muy rápido del ojete de su culo por lo que de un momentos ambas explotamos de un orgasmo y ambas sentimos chorros de líquido saliendo de nuestras conchas y descubrimos que podías tener orgasmo con squirt.

Fue el orgasmo más rico que nos habíamos dado, nos limpiamos, nos vertimos y salimos como si nada del baño y todos comentaron, que bueno verte mejor Leona!!! Y obvio que estaba mejor si conseguimos lo que queríamos y le pedí que no retirara el vibrador de su ojete hasta un nuevo encuentro ese mismo día.

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