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Fuego nocturno (Parte II)
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Las siguientes semanas repetimos, ella me dijo que se sentía muy liberada de ataduras de años, pasamos los sábados saliendo de la ciudad en busca del mejor lugar para coger, me decía que estaba aprendiendo cosas que nunca había vivido con su marido, que seguramente él vivía con las amantes; una vez me sorprendió cuando dijo que quería buscar a una chica, que había buscado en páginas de servicios de Escort y que tenía a una ya seleccionada, me dijo que compartiéramos el pago, ¿qué iba a decir yo? ¿Cómo tomar aquello?

Aun en la más completa sequia antes que pagar por sexo, me había masturbado a mas no poder… tal vez si tenía mi lado mojigato porque, aunque me daba curiosidad, nunca me atreví a hacerlo, y lo que me estaba ofreciendo ahora era un pago alto. Me dijo que ella pagaría más, que prefería contratar a una chica de un alto nivel, que ella pagaría por la discreción de una acompañante profesional.

No estaba convencido, pero ella estaba muy entusiasmada al respecto. Llego a mostrarme una foto de la chica que había conseguido… la verdad me atrajo bastante, la foto era una muy normal, no parecía una prepago, en la foto aparecía en jeans ajustados, que marcaban las curvas de su cuerpo, usaba un blusa manga corta, que marcaba su silueta, el cabello sobre un lado de la cara y una mirada sonriente, en una pose reclinada sobre una pared, creo que era una imagen astuta, de parecer sin parecer, o sea que me excitaría al verla y no sería una foto muy explícita, pero si despertó mi interés. Volví a preguntar si estaba segura de eso, parecía casi que cambiábamos papeles y era yo el indeciso.

Ese fin de semana, me dijo que me esperaría en el lobby de un conocido Hotel de lujo, que suele ser punto de encuentro para estos deslices del deseo. Me vestí como ella me indico, pantalón de mezclilla, saco semiformal y camisa… la espere en la sala del lobby, la verdad me daba ansiedad lo que pasaría, me sentí casi tan ansioso como la primera vez que estuve con una chica. Alba apareció desde el vestíbulo de ascensores, se veía esplendida, un cabello brillante, un vestido de un azul oscuro, entallado a la cintura, la falda llegaba abajo de la rodilla y tenía un corte lateral a media pierna, hombros descubiertos, escote en v no tan exuberante pero si muy sensual, hacia resaltar sus curvas y sensualidad, sus largas piernas parecían brillar con los reflejos de la luz, unos tacones altos que resaltaban sus sensuales pantorrillas, llevaban un peinado recogido rigurosamente, unos labios rojos y uno ojos con determinación. Nos sentamos a esperar, hablamos muy susurrantes, aproveche a poner una mano en su pierna discretamente, ella respondió sonriendo y alejándose un poco, pero susurrando que, no comiera ansias, que ya tendríamos tiempo para disfrutar la noche.

Hablando estábamos cuando ella llegó, se acercó desde atrás de donde yo estaba sentado y fue directo a Alba, le dio un saludo de beso y entablo una plática con ella, ligeramente reclinada y dándome la espalda. Giro su rostro hacia mi dándome una sonrisa de cortesía, se sentó al lado de Alba y cruzo las piernas, usaba una falda amplía hasta poco arriba de la rodilla, sus piernas eran carnosas, usaba unos tacones de punta fina con ligeras tiras alrededor de los tobillos, que resaltaban su piel clara, su blusa de hombros descubiertos, dejaba ver un busto generoso.

Su cara era algo ovalada, ojos pequeños y boca pequeña, muy fina, aunque sus demás rasgos eran voluptuosos, tenía un largo cabello negro. Luego de risas y comentarios sigilosos de que pasaría entre nosotros, en el que los toqueteos y juegos de ella hacia Alba me excitaban, quedamos en ir al bar. Su nombre era Wendy… media 1.60, largo cabello negro, ojos verdes profundos, boca fina, una ligeramente respingada, sus curvas eran muy provocativas y sus gestos eran bien medidos, como si supiera exactamente que mover para que no dejaras de verla.

Nos fuimos caminando como grandes amigos a conocernos más hacia el bar, pedimos unos cocteles para quitar cualquier nerviosismo, Wendy se mostraba muy confiada y conforme el alcohol hacia algo de efecto, también Alba y yo… fueron unos ligeros toques de hombro de Wendy para ir sintiendo el placer del contacto. Me pidieron que esperara unos minutos, que ellas subirían primero y luego subiera, así hice, me dirigí a la habitación pasado el tiempo.

Entre despacio a la habitación, estaba a oscuras, había una música suave que venía de adentro, había una pequeña sala a oscuras, cerré la puerta y me encontré en el medio, fui hacia la habitación y esta tenía una tenue luz de una lámpara, fue cuando las vi en la cama. Alba estaba recostada y Wendy casi encima, sus manos recorrían el cuerpo de Alba, la besaba entre el escote abierto, las manos de Alba tanteaban la falda de Wendy, se la estaba alzando por sobre los muslos. Alba mantenía el cuello tenso y la cabeza echada hacia atrás, los ojos cerrados y la boca abierta, no podía ver la cara de Wendy, su largo cabello negro alborotado cubría el rostro.

Me sentí excitado inmediatamente, pero no supe que hacer, me senté en una silla frente a ellas, seguí la acción que tenían, en la mesita a mi lado estaba una botella de vino ya a medio camino, obviamente era el impulso para hacer que las cosas pasaran más fácilmente.

Pasados unos minutos me levante y fui hacia ellas, quede a un lado y Wendy dejo de apretar uno de los pechos de Alba, para manosearme la entrepierna, Alba hizo lo mismo, dos manos tanteando mi miembro, a la vez la otra mano de Alba exploraba las nalgas de Wendy.

En ese juego se me fue poniendo bien dura, tanto que dolía cada vez que sus manos se sincronizaban y jalaban con fuerza la piel hacia atrás, haciendo que la punta se tensara casi hacia arriba. Puse una mano en los pechos de Alba y la otra en las nalgas de Wendy, comencé a pellizcar ambas, un pezón caliente y parado y las nalgas redondas y una entrepierna húmeda…

De repente ya no era una mano la que me frotaba, ahora era una boca que se había posicionado sobre la punta, sentí unos labios húmedos envolviéndola, la boca de Wendy tragaba de mi verga mientras la otra mano de Alba, se dirigió a la blusa de Wendy y exploro hasta dejar libres sus pechos, yo me paraba en puntas de los pies sintiendo como chupaban mi verga y metí más mano en el coño caliente de Wendy, me incline sobre su espalda para poder ver más detalle de sus caderas. Wendy me tenía a mil con su boca, mientras la mano de Alba me recorría la entrepierna y el vientre, me aparte cuando Wendy busco aire, mire hacia Alba y me acerque a su cara, ella tenía la mirada atenta a lo que se le acercaba, dudo al principio, lo agarro con la mano y lo recorrió hasta agarrarse de mis bolas, en eso abrió la boca…

Con la boca ocupada en mi verga, su cuerpo girado hacia mí, Wendy aprovecho a desnudarla, ella también se quitó la ropa, dejo a Alba sin nada y se dedicó a besar y chupar su cuerpo, le masajeó y beso los pezones, bajo al vientre y luego comenzó a meterle mano entre las piernas, con eso le dio más fuerza a las chupadas que me daba en la verga… trate de aguantarme lo más que podía, pero ahora la boca de Alba succionaba y relamía mi verga con frenesí…

Cuando comencé a correrme, retrocedí y mi verga salió de su boca, deje un rastro de leche en sus labios, en su barbilla; en una segunda arcada, la dirigí a su pecho… parte le cubrió un pezón, y otro poco se fue escurriendo entre sus pechos, alcanzando el otro… me la jale con fuerza y otro chorro fue a dar a su vientre y… en eso Wendy alzo la cara y se la acerque a la cara, ella cerro los ojos y abrió la boca extendiendo su lengua, le embadurne la cara y ella chupo lo que quedaba en la punta…

Comenzó a lamer el cuerpo de Alba, a la vez froto el suyo con ella, su cara cubierta de semen, se restregó con los pechos de Alba, por su barbilla, por su boca, las dos compartieron leche y saliva en apasionados lengüetazos, me senté enfrente disfrutando ver el cuerpo moreno de Alba, fusionarse con el cuerpo ligeramente bronceado de Wendy, parecían dos ríos de diferente color tratando de fusionarse, las largas piernas de Alba envolviendo las caderas frondosas de Wendy, sus pechos encontrándose pezón con pezón, sus manos indistintamente perdiéndose entre sus piernas, sus nalgas, sus bocas chupando la piel sudorosa y brillante de sexo.

Miraba las nalgas de Wendy ser exploradas por las manos morenas de Alba, ella se las abría y dejaba ver los labios, yo tome una botella de vino que estaba a mi alcance, tome un largo sorbo y me levante, sentía nuevamente el deseo viendo ese espectáculo hipnótico de cuerpos contorsionándose frente a mí, acerque la botella hacia sus bocas… se lo puse en los labios a Alba, que tomo un sorbo pequeño, luego a Wendy, quien se acomodó sobre el vientre de Alba y empino la botella en su boca, luego dejo correr un poco por su barbilla, escurriendo entre sus pechos y cayendo hacia su pubis, le roció a Alba en el pecho también, aquella arqueo la espalda al sentir como el líquido caía del cuerpo de Wendy al de ella, me acerque a probar los pechos de Wendy, eran más redondos que los de Alba, y sus pezones también se hinchaban bastante, se los mordí y chupe, ella agarro mi cabeza con fuerza y la apretó contra sus pechos, tenía un par de sugestivos lunares entre ambos; nos dimos un beso fuerte, de lengua, mientras sentía la mano de Alba tocando mis nalgas y luego masajeándome el miembro y los testículos… Wendy se apartó después de un fuerte chupón de boca que me dio, se volvió a concentrar en el cuerpo de Alba, pero me hizo seña de que me acercara a su trasero…

Me lo ofrecía completamente, sus redondas nalgas resplandecían ante mis ojos y yo perdía la vista viendo como palpitaba su sexo, eran unos labios rosados, rebosantes de calor, empapados en sus jugos… mi verga dolía nuevamente ansiosa de entrar, me pegue a sus nalgas y comencé a frotarle el miembro por toda la línea entre sus nalgas, ella me recibió arqueando la espalda y ofreciéndome completamente sus agujeros, algo que no rechace, fui metiéndoselo de a poco entre sus labios vaginales… que sensación tan deliciosa, ella lo tenía tan bien ejercitado que sentí como me iba deslizando en su interior, hice una presión suave y firme y sentí como llegue hasta pegar mi cuerpo completamente entre sus nalgas, ella se había inclinado sobre la entrepierna de Alba volcando su atención a explorar con su lengua, Alba gimió y abriendo las piernas en un gran ángulo, la inclinación de Wendy hacia que su sexo estuviera muy inclinado, me permitía metérselo con ganas y alcanzar a sobar las piernas de Alba, también miraba sus pechos balancearse y su cara jadeante y transformada, aun con rastros de semen y sudor y lamidas; me estire hasta alcanzar y tocar la boca de Wendy, metí mis dedos entre sus labios y en el sexo de Alba, la mezcla de saliva y sexo estaba caliente, cuando sentí la lengua de Wendy y toque en el interior de Alba, ella soltó un pequeño grito y tenso las piernas.

Cuando estaba por correrme, lo quise sacar, pero Wendy no me dejo sacarlo, dijo que dentro lo quería, así que me fui por completo en ella, solo se estremeció al sentir el líquido caliente en su interior, coincidió con el clímax de Alba, lo hizo muy bien, llegamos los tres al mismo tiempo, la andanada de semen que salió de mí, llenaba el sexo de Wendy, ella se arqueo levantando su cara, empapada en los jugos de Alba…

Rápidamente se levantó, separándose de mí, jalo de la mano a Alba haciendo que se levantara, hizo que me tirara en la cama, y que Alba se sentara con su sexo sobre mi cara, sentí los jugos calientes escurriéndome encima, Wendy empujo a Alba a que se inclinara sobre mi verga, aun chorreante y que se la metiera en la boca, rápidamente sentí la succión de sus labios, recorriéndome el miembro, mientras Wendy se sentó también encima de mí, de frente a Alba, comenzó a frotarse con mi verga y a que Alba también le lamiera el coño húmedo y también a que le masajeara los pechos, me ahogaba a ratos con el culo de Alba sobre mí, pero era más fuerte el frenesí que teníamos que no podía parar, le metí dos dedos en el ano a Alba, le lamia su sexo, mordí sus nalgas, a la vez sentía una boca, luego dos, luego un sexo frotándose con mi miembro que ardía, pero no dejaba de ponérseme duro. No sé cuánto más duré, una última sacudida de semen salió de mí y no se quien lo recibió, una boca lo absorbió, pero luego sentí un sexo frotándose, nuevamente una boca chupándolo… fue lo último antes de dormirme.

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