A su casa me dijo que subiera,
y yo no pude, no quise negarme,
sabiendo que ese hombre quería follarme
desde que en aquel bar lo conociera.
Anhelaba un romance que tuviera
un fin feliz, poder enamorarme;
que pudiese en un futuro casarme:
dejé así que el macho me poseyera.
Ay, que las tetas me chupa, voy loca.
Ay, que mi chocho lo está saboreando.
Ay, que su polla me mete en la boca.
Ay, que me penetra, ya estoy gritando.
Ay, que pronto mi orgasmo, humm, me toca.
Ay, que siento en mí su semen, va entrando.