Hace varios meses antes de la pandemia, estuve buscando experiencias nuevas y viendo unos videos gays, me entró la curiosidad de ser pasivo. Buscando en una App social, conocí a un maduro que me mandó una foto desnudo, pero con su pene flácido y me propuso visitarlo. Encantando acepté y procedí a bañarme y súper limpio me dirigí a su departamento.
Cuando ingresé el muy gentil me dijo:
El: Siéntate tranquilo
Me senté y él estaba en la cocina preparando su alimento para el día siguiente. Yo estaba súper caliente y quería irme a chuparle la verga en la cocina, pero me controlé y me senté en el sofá.
Cuando el regresó me paré y me empezó a besar, y me calenté más. Se sentó en el sofá y se bajó el short y vi asomar un gran pedazo de carne, muy rico y grueso. De inmediato me bajé el pantalón y dejé al descubierto mi gran culo, un culo gordito y blanco que lo asombró. El empezó a manosear mi culo y yo súper excitado bajé la cabeza y se empecé a chupa por primera vez. Sus huevos estaban bien rico y también se los chupé con gran emoción, pero tenía algo de miedo que me vieran porque sus cortinas eran demasiado transparente.
Cuando me dirigí a su cuarto, me puse en cuatro dejando mi culo gordito a su disposición, cuando llegó me empezó a chupar mi ano rosadito y empecé a gemir:
Yo: Que rico me chupas.
El: Tienes un rico culo.
Yo: Pues es todo tuyo
Cuando terminó de chuparme el ano, dirigió su gran pene a mi culo y empezó a abrirme, pero me dolía. Se dio cuenta y me obligó a que se la chupe de nuevo, yo encantado de chupar ese pene grueso. Me dí media vuelta y se la empecé a chupar bien rico y lo miraba con ojos deseosos de sexo.
Hicimos un 69 y me encantó, se la chupaba de tal manera como si fuera la última vez, pero el sólo me chupaba el ano, así que le dije:
Yo: Agárrame el culo.
Pero no me hacía caso, así que decidí agarrar sus manos y las puse en mi culo y empecé a moverme. Cuando terminé de manera rápida me puso en cuatro y me empezó a penetrar.
Yo: Ayy! Que rico baby, tienes una rica verga.
El: Que rico culo tienes.
Yo: Dame más por favor! No te detengas que me gusta.
Sacó su enorme verga y me hizo poner las piernas en su hombro y lo vi con una cara de deseo, así que sin dudar me la metió y solté un:
Yo: Ahhhh! Sigue sigue, ya está adentro.
El: ¿Te gusta perrita?
Yo: Me encanta, todo esto es tuyo!
Y él seguía penetrándome rápido, yo sólo gemía y me vino a la mente subirme a ese pene. Lo hice detener y le dije:
Yo: Tírate en la cama
Cuando estaba en la cama, me subí y me metí toda esa verga y empecé a cabalgar. Me cogió de las nalgas de una manera tan rica que aceleré y sentía su pene bien caliente en mi interior y me excitaba, sólo atinaba a decir:
Yo: Que ricooo! Soy tu puta y hazme lo que quieras!
Lo excitó más y se quería venir:
El: Me vengo.
Yo: Dame tu leche en mi boca, quiero probarla.
Sacó su pene y me la metió en la boca y sentí todo su semen en la boca, tenía un rico sabor. Él pensaba que lo iba a botar, pero me lo tragué todo y tenía ganas de más y le seguía chupando hasta sacar la última gota.
Cuando terminamos, nos fuimos al baño para asearnos y aproveché para darle besitos a su pene.
Me vestí y solo quería hacerlo con él.
Me despedí e intercambiarnos números, desde ese momento no dejo de mandarle fotos de mi culito en hilo dental, en varias poses.
Muchas gracias por su atención!