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De nuevo con mi cuñada
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Siguiendo con el relato anterior, después que Zandra mi cuñada puso su negocio en Colima,  precisamente a un lado de mi oficina, lo que implicaba que todas las mañanas de lunes a viernes podíamos estar juntos y se nos empezaba a hacer costumbre que a su llegada a la tienda yo la esperaba para tener relaciones al menos dos veces diarias, trayendo consigo que cogía más con ella, que con mi propia esposa, inclusive ambos olíamos mejor el humor del otro, que de nuestras propias parejas.

Resulta que un martes entré al local y ella estaba atendiendo a unas clientas, saludé y le dije que iba a entrar a revisar el baño como ella me lo había pedido, vi que el depósito del agua tenía una fuga, la cual reparé sin mayor problema, ya una vez que ella se desocupó, fue hasta donde yo estaba y me empezó a besar muy intensamente, diciéndome que extrañaba la intimidad de aquellos días que habíamos pasado en Guadalajara y que quería que lo volviéramos a repetir, porque nuestras relaciones las habíamos tenido ahí en el local y estábamos expuestos a la llegada de algún cliente o inclusive de mi esposa, diciéndome que si al siguiente día podía pasar a recogerla a la casa de mis suegros, lo que yo estuve de acuerdo.

Ya por la noche mi esposa me dijo que si podía acompañar a mis suegros al Distrito Federal para escoger mercancía para su empresa –ya que ella ahí trabaja-, y que si antes de llegar a la oficina podía pasar a recoger a su hermana y le daba un aventón al negocio, a lo cual yo le dije que sin problema.

Así que ya después de bañarme y cambiarme, salí más temprano que de costumbre a casa de mis suegros a recoger a Zandra no sin antes masturbarme para poder aguantar más de ese delicioso postre que es mi cuñada, la cual ya me estaba esperando, abriéndome la puerta de entrada y me dijo por el interfon que pasara a su cuarto y cerrara la puerta, lo que hice y ya estando arriba, cuál fue mi sorpresa que estaba recargada en la puerta con un baby doll color azul marino semi transparente, que le hacía lucir un calzón cachetero y brassiere del mismo color con encajes, viendo lo linda que se veía Zandra, le dije “Mira cuñada que cuerpazo te cargas, estas bien buena” caminando hacia ella y con mis manos tomé su cintura y la atraje hacia mí y empecé a besar su boca, correspondiéndome de inmediato al meter su lengua en la mía.

Aproveché el momento para empezar a agarrar sus ricas nalgas, bien duritas y sobarlas, y pegar su cuerpo al mío, ya que mi falo se empezaba a poner duro y lo restregaba a su puchita, y con mi otra mano le agarraba sus bubys todas duritas y sus pezones bien paraditos, ella ya caliente decía “Uff, mmm, que rico, ya tenía ganas de estar así en calma, sigue que me pones a mil”, así que empezábamos el faje a todo lo que daba, puesto que mis manos pasaban por cada centímetro de su cuerpo estrujándolo, sobándolo y con mi boca empezaba a besarle sus oídos, bajando por su cuello, haciendo que su cuerpo se estremeciera y sus vellos se erizaran, así que la voltee para que me diera las espalda, lo que aproveché para pegar mi verga entre sus nalgas y restregársela, y con mi mano derecha bajar hasta su rica almeja y sobarle su clítoris, mientras que con la izquierda recorría su rico seno izquierdo por debajo de su brassiere, masajeando su pezón y aureola, haciendo que su calentura aumentara, mientras mi boca recorría su espalda.

Al cabo de algunos minutos, sentí como su rica chocha se encontraba completamente mojada y su cachetero súper húmedo, diciéndome “Paco, ya cógeme, métemela por favor, agg, mmm”, a lo que yo le respondí “Claro que no, si algo nos falta, es tiempo y te voy a saborear ahorita que podemos, antes que metértela, te vas a ir varias veces”, así que la voltee hacia mí y volví a besarla, era rico sentir su lengua suplicante pedir entrar a mi boca, y yo corresponderle metiendo la mía en su boca, como nuestra saliva se mezclaba, mientras yo seguía dándole con mi mano seguía dedeando su puchita y con la otra masajeando su ricas bubys.

Por la calentura que traíamos, yo apenas alcance a oír como que alguien abrió la puerta de entrada de la casa y dije “Zandra, alguien abrió la puerta de entrada”, a lo cual ella me dijo, “Vez como brinca esta casa cuando pasan camiones pesados por la calle, no es nadie, la única que podría entrar es Georgina mi hermana, pero ella ya está en su negocio, síguele que ya no aguanto más”, gimiendo a voz alta “mmm, uff, ayyy, me voy”, así estaríamos algunos 10 minutos, cuando alcance a ver por el espejo que fuera de la ventana se encontraba precisamente mi cuñada la mayor Georgina, la cual nos estaba espiando, viendo su cara de asombro.

Ante tal circunstancia, yo no dije nada y seguía con mi acometido de calentar lo más posible a Zandra mi cuñada, hasta que ella suspiraba y me decía “Paco, ya tenemos así alrededor de media hora, ya métemela, voy a explotar de lo caliente que estoy, mi puchita esta empapada de tanto líquido que sale, uff, mmm, ayyy”, lo que yo aproveche para quitarme el pantalón y el bóxer que traía y le respondí “Cuñadita primero quiero que me chupes mi verga, ve como me la tienes, toda dura”, “Sí Paco, quiero exprimirte esa vergota que tienes, está más grande que de costumbre” me dijo; Yo para eso voltee a ver el espejo y visualicé que mi cuñada Georgina, al verme mi falo todo duro, grueso y lleno de venas, se la salían los ojos y se tapaba la boca con una mano, quedando impresionada de tremenda cosa que se me veía.

Aproveche para sentar a Zandra en la cama y de inmediato tomó mi falo con sus manos y se lo empezó a meter a su boca, succionándolo y con la lengua lambiéndolo a todo lo largo, haciendo que mi verga siguiera creciendo, por lo que aproveché nuevamente para ver en el espejo la reacción de Georgina mi cuñada mayor, notando que se le desorbitaban los ojos y una de sus manos empezaba a tocarse los pechos y con la otra por debajo de su pantalón en su sexo, lo que hizo que mi mente empezara a volar pensándola que nos iba a pedir un trio, así que yo seguí con mi acometido, y parando a Zandra y le quite el calzón y su brassiere para dejarla desnuda completamente ante mí, y le dije “Ahora vamos a hacer el 69, Zandrita, quiero probar tu almeja y beber de ese rico néctar”.

Por lo que me acosté boca arriba en la cama y puse a Zandra boca abajo, donde ella me mamaba mi verga y me dejaba toda su raja a mi completa voluntad, por lo que de inmediato con mi boca empecé a succionar sus labios de su vagina y con mi lengua, le daba lengüetazos a su clítoris, y con mis dedos empezaba a penetrarla hasta sentir los surcos que llegan a su punto G quizás así estaríamos alrededor de 20 minutos, lo que hizo que empezara a gritar como loca “Que delicia, me estoy mojando muchísimo, sigue así, me voy a orinar, uff, mmm, ayyy”, situación que aproveché para darle más continuamente, de repente estalló un chorro continuo de liquidado vaginal en mi boca y cara, ella se convulsionaba de tanto placer y me decía “Paco, me matas, ya cógeme por favor”, yo de repente miraba el espejo y alcanzaba a ver a Gina mi cuñada, ya descompuesta su cara por tanta excitación y manoseo que ella misma se daba, hasta que le dije a Zandra “Ahora si te voy a coger por tu rica panocha mamacita, con las ganas que te traigo”, abrazándola con mis manos, ya para eso ambos sudábamos a chorros y nuestros líquidos se mezclaban, acomodándola boca arriba en la cama, y abrí sus piernas dejándome todo su puchita a mi antojo.

En esa posición, me puse de rodillas y acerque mi verga, la cual estaba durísima, llena de saliva de Zandra y grandísima, fácil unos 18 a 19 centímetros de largo por unos 4 de ancho, la cual acomodé a la entrada de su almeja, y sin mayor problema empezó a entrar en su concha ya dilatada, así que empecé a meterla y sacarla cada vez más rápido, mirando de repente el espejo para ver a Georgina mi cuñada mayor, la cual ya sin miramientos se había desabrochado el pantalón y su mano entraba y salía de su raja, y sus senos salían del brassiere rebotando de la masturbada que se estaba haciendo de solo vernos coger con Zandra su hermana.

Estuvimos en varias posiciones hasta que me senté en el colchón con mis pies recargados en el piso y subí a Zandra para que se sentara arriba de mí, y ella se sostuviere de sus pies para bajar y subir, metiendo y sacando su almeja de mi verga, yo sosteniéndola de sus caderas en el movimiento de subida y bajada, para que así Georgina tuviera una vista mejor del sexo que estábamos teniendo con Zandra, estuvimos así alrededor de 15 minutos hasta que yo sentí que no tardaría mucho en venirme, mientras tanto Zandra gemía de placer, era tanto que no se entendía lo que decía “Uff, mmm, que rica clavada me das, ayy, por favor, sigue así, ggg”.

Yo al estar muy cansado por el cumulo de posiciones que estábamos haciendo el amor, me acosté boca arriba y subí a Zandra a que me montara, lo que hizo sin emitir reclamo alguno, así que yo tenía mis manos libres para manosear sus ricas tetas, y con la otra le metía dos dedos en su rico culito, así que de inmediato reaccionó y me dijo “Paco me estas metiendo dos dedos por mi culo, me vas a culear, uff, mmm, que rico”; Yo ya estando tan cansado como andaba y sudando al por mayor, le dije “Mamacita, solo quiero excitarme porque quiero irme dentro de tu puchita, descansamos y lo hacemos al rato por tu culito, que le traigo muchas ganas”, así que el subir y bajar, yo succionando como un bebé esos ricos pechos, y con mis brazos la tomaba de sus hombros para replegarla contra mi verga en cada movimiento de entrada y salida, ella ya solo alcanzaba a suspirar y a gemir, pareciendo un pistón de vehículo como entrada y salía mi verga de su linda panocha.

Hasta que llegó el momento que no pude más y sentí como mi semen salía al por mayor y se lo dejaba ir en su rica vagina, diciéndome ella “Que rico que coges, dejamos todos adentro, préñame, quiero más de ti”, en cuanto me exprimió totalmente, voltee a ver el espejo y vi que Georgina mi cuñada ya no estaba, serían las 10:50 de la mañana, así que después de descansar un buen rato me dice Zandra, “quédate toda la mañana aquí conmigo, quiero que sigamos haciendo el amor, ya me debías una cogida así”, así que estuvimos un buen rato y lo volvimos a hacer otra vez, hasta que la deje en su negocio y yo me metí a mi oficina a trabajar, siendo esto como a las 12:50 de a medio día, sin embargo ese día estuvimos haciendo el amor por lo menos unas 5 cinco veces más.

Por la tarde de ese mismo día, me llamo a mi celular mi cuñada Georgina, diciéndome que ocupaba platicar conmigo, porque traía un problema con su esposo Juan, y que quería que la orientara que hacer, así que le di una cita en mi oficina, sin embargo me pidió que mejor si al día siguiente nos podríamos ver en un café que se encuentra a la salida de Colima rumbo a la carretera que conduce a Manzanillo, así que nos quedamos de ver al día siguiente, situación que les contaré en siguiente relato.

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