No solo soy corneador, también tengo un trabajo, normal, actualmente soy vendedor de paquetes vacacionales y esta anécdota es del año pasado.
Le vendí un viaje a una señora muy linda en su forma de ser, pero también demasiado desconfiada, la cual me dijo que me recomendaría con su hijo porque él y su esposa tenían planes de viajar por su aniversario de bodas.
Al siguiente día recibí una llamada, era la nuera de la señora, o sea, esposa de su hijo, para que le diera una cotización e información.
La plática fue muy amena, tardamos un buen rato por teléfono, hablando de viajes y muchas cosas más, nos integramos al Whatsapp.
Después ya no era solo hablar de viajes, me preguntaba en los siguientes días en la mañana que hacía, como estaba, y seguíamos platicando, yo también sentía bonito platicar con ella, me gustaba esa situación.
Ya confirmado el viaje, costos y demás, le ofrecí ir por el dinero, darle un recibo y después llevarle los boletos.
Pero su hijo resultó más desconfiado que su mamá, porque una mañana que fui a su oficina, que por cierto la tenía en su casa, me recibió ella y me dijo que, si esperaba a su marido, que fue a traer el cheque para pagarme, y cuando regresó él, me dijo que su esposa iría conmigo a cambiar el cheque al banco y de allí por los boletos, porque ya lo habían defraudado una vez.
Le dije que no había problema y un poco antes de subirnos al carro, me dijo de una manera hasta cierto punto amenazante, que cuidara mucho a su esposa, "yo encantado entre mí y con una sonrisa maliciosa" le dije que claro que sí.
Y es que Lupita, así se llama, era una mujer muy guapa, sus lentes la hacían ver intelectual, su pelo rizado le daba un toque de pasión extra y su cuerpo ni se diga, piernona, buena nalga y de tetas pequeñas pero sabrosas, el tipo de mujer que me enloquece.
Le abrí la puerta del carro al subir, y al llegar al estacionamiento del banco, le abrí la puerta para que se bajara, le tome la mano, nos miramos un instante y ambos sonreímos.
Al cobrar el cheque y regresar al carro, de igual manera le abrí la puerta para que se subiera y allí le mire sus nalgas muy hermosas, las cuales no había visto antes porque traía una capa que la cubría un poco más abajo de sus nalgas y al subir al carro se levantó un poco la capa.
Fuimos por los boletos, la lleve a su oficina casa, se quitó la capa y me dijo que la esperara tantito, se metió a la sala de su casa que da a la oficina, la vi por atrás y me dije, estas nalgas tienen que ser mías, pero en ese instante reflexione y me dije, "ya debo de portarme bien, no es correcto lo que hago" así que deseche esa idea, al menos por unas horas, porque cuando regrese a mi oficina y entre al Whatsapp, recibí inmediatamente un saludo de ella.
Platicamos y me pregunto que como me había parecido ella; le dije que está muy hermosa, a sus 23 años, unos ojos hermosos, sonrisa agradable, simpática, pero sinceramente le dije: "lo que más gusto de ti, son tus nalgas, están muy hermosas", y que me manda una carita sonrojada.
Seguimos platicando por mucho tiempo, subimos cada vez más el tono y nos pusimos de acuerdo para vernos, pero… en su casa.
Me dijo que fuera en la mañana pues su esposo salía a hacer unas vueltas y de allí recogería a sus hijas, así tendría la mañana disponible, que, si veía un carro de x modelo, que esperara a que se fuera, y así fue, cuando llegue, allí estaba el carro en la cochera, así que me estacione a una cuadra de allí, salió su carro, le hable a ella y me dijo que ya podía llegar.
Toque, abrió la puerta, la cerro y en seguida me abrazo y nos empezamos a besar, traía una bata, tan suave, que al besarnos y repegar mi cuerpo al de ella, se percibía su desnudez, le tome sus nalgas por encima de la bata, que rica sensación, mientras seguimos besándonos, subí su bata, tome sus nalgas, tan suaves, tan ricas que se sentían, tan calientitas, le besaba su cuello al mismo tiempo, ella repegaba sus pechos sin sostén, su vagina queriendo sentir mi pene bien parado.
CA: ¡Estas buenísima!
L: ¡Desde que te vi me gustaste!
Le quite su bata, mis ojos fueron directamente a sus pechos, suaves, hermosos de verdad, le seguí besando su boca , sus oídos, en los cuales le susurraba que estaba muy hermosa y le echaba un poquito de aire caliente, le mordía sus orejas suavemente, pasaba mi lengua por su cuello , sus hombros, ella solo estremecía, daba quejidos de emoción cuando alguna caricia le gustaba mucho, tome rumbo a sus pechos, sin despegar mi lengua de su piel, me encantaron sus pezones bien paraditos, los metía a mi boca, jugaba mi lengua con ellos, pasando de un pecho a otro, riquísimo momento que estaba disfrutando.
L: ¡Ah!!! ¡Que rico besas!
CA: Tienes un cuerpo espectacular, ¡uhm!
Baje por su estómago y bese sus calzones que cubrían su vagina, era un aroma delicioso, besaba sus ingles, ella se estremecía, pase mi lengua por sus muslos, sus rodillas, sus piernas, la hice voltear, metí su calzón dentro de sus nalgas y las bese, eran tan bellas, que suavidad, ¡que ricura de mujer!
Le bajé suavemente sus calzones y vi su vagina bien depilada, la cual empecé a chupar, ella seguía parada y yo hincado entre sus piernas metiendo mi lengua en su vagina.
L: ¡Oh!! ¡Que rico!!
CA: ¡Tienes una concha muy sabrosa!
Después de darle unas buenas chupadas, la casada me detuvo y me llevo al sillón.
Se sentó, abrí sus piernas y seguí chupando su vagina, sus labios vaginales, mi lengua recorría desde abajo hacia arriba, hacia adentro, saboreaba sus jugos que llegaban a mi boca, seguía chupándole, moje con sus jugos mis dedos y empecé a acariciar su clítoris, luego metí un dedo, dos a su vagina, ¡los movía como si fueran tijeras mientras con mi lengua chupaba su clítoris en círculos!
L: ¡Ah!!! ¡Qué maravilla, uhm!!
En ese momento tomo mi cabeza con sus manos y la apretó al mismo tiempo con sus muslos, de tal manera que solo mi lengua era la que se movía en su clítoris y sentí como se contrajo toda y sus jugos fueron más intensos, percibiendo así un riquísimo orgasmo.
Me pidió que le metiera mi pene, pero aún me faltaba chuparle sus nalgas de las cuales me había enamorado a primera vista, así que le hice voltear, pero no le chupe sus nalgas inmediatamente, subí hacia sus espalda, respirando en ella sin tocarla y tocando apenas con la punta de mi lengua ciertos lugares que la hacían estremecer, así estuve jugando con mi lengua subiendo y bajando por su columna vertebral, hasta llegar al inicio de sus nalgas, las bese, las chupe, y al final llegue a su ano, metí mi lengua en él, lo chupaba, que rico estar metido entre sus nalgas, chupaba a la ves su vagina, metí mis dedos , mientras mi lengua entraba en su ano, ella gritaba, gozaba!
L: ¡Ah!!! ¡Que rico, no pares, uhm!!
CA: ¡Que rico culito!
L: ¡Ah, me vengo, me vengo!!
Lupita estaba tan excitada que se vino nuevamente, un segundo orgasmo había tenido, era momento de penetrar a esa mujer casada.
La recosté en la posición misionera, le abrí sus piernas, metí mi pene en su vagina, nos besábamos, mientras me la cogía, le chupaba sus pechos, pasaba de uno a otro, ella gritaba, era demasiado intensa, que caliente se sentía su vagina, sus jugos escurrían, era delicioso, y de tanto movimiento, un juguete de sus hijas cayo y son de esos que dicen frases, solo reímos pues nos sacó de onda.
L: ¡Ah, que rica verga, uhm!!
CA: ¡Aprietas maravilloso, uhm!
La cambie de posición, se sentó en mi pene, ella frente a mí, que rico es abrazarla mientras me la cogía, pues sus pechos quedaban en mi cara, gritaba, gemía, ¡yo gozaba cada instante!
CA: ¡Que rico, uhm, ah!!
L: Papacito, uhm, ¡hace tiempo no me cogían tan rico!
CA: ¡Que suerte encontrarnos!
L: ¡Ah!! ¡Si mi marido llegara!!
No importaba si llegara su esposo, ese momento era único, especial, incomparable, y de pronto, una llamada a su radio de su cuñada, y yo entre mí "que poca manera de interrumpir" ella hablando con su cuñada, sentada con mi verga dentro de su vagina, yo chupando sus pechos.
La puse en cuatro, sus nalgas se veían magnificas y los fluidos que escurrían de su concha me prendían más.
L: Métemela, ¡apúrate!
CA: ¿La quieres toda?
L: Si, por favor, ¡cógeme!
CA: ¡Me encantas!
La tomé de su cintura y empecé a penétrala con rapidez, me movía como toro, me daba de nalgadas y le jalaba su hermoso cabello rizado.
L: ¡Oh!! ¡Que rico, uhm!
CA: ¡Uhm!! Tómala, uhm!!
Ella se movía en círculos, i verga estaba toda dentro, ella se estremecía, babeaba, yo le apretaba su clítoris para darle doble placer, Lupita solo gritaba, fue entonces que ya no aguantamos más y empecé a venirme dentro de su coño y ella tuvo su tercer orgasmo.
L: ¡Que rico!! ¡Dame tu leche, uhm!!
CA: ¡Oh!! ¡Eres la mejor!
No me dio tiempo ni de respirar, me vestí rápido, nos dimos un sensual beso y ella en bata me acompaño a la puerta, justo ahí estaba su suegra quien nos miró sospechando, pero le dije que había traído algunos documentos.
Hasta la fecha me escribo con ella y a veces tengo la dicha de cogérmela rico, tuvo un hijo, no sé si es mío o no, pero eso no nos ha impedido seguir siendo amantes.
CORNEADOR ANÓNIMO.