Hoy les voy a platicar como me he vuelto una puta y lo que me encanta serlo y todo porque mi amo así lo ha querido. Al principio me costaba trabajo aceptar que me gustaba serlo, pero con el paso del tiempo he aprendido a disfrutar que me manoseen, que me toqueteen, gente extraña que no conozco y he logrado tener unos orgasmos riquísimos y la verdad es que disfruto mucho todo lo que hago y como verán en este relato ahora hasta puedo gozar ver a un hombre correrse en mis manos así que pasemos a lo que ocurrió.
En la mañana para ir a trabajar, me vestí con una blusa roja que tiene un escote generoso y que se pega al cuerpo, la tela hacía que mi silueta quedara definida y mis nenas se realzaran, me vi al espejo y el reflejo que me regresaba de mis senos y el brasier de encaje que se notaba, me agradó, pero en mi mente la imagen de mi Amo se presentaba y en el afán de acercarme al deseo de que pueda ser la puta que desea, decidí irme sin bra.
Volví a verme los pezones, se marcaban perfectamente, pase mis manos sobre ellos acariciándolos y con el dedo índice marcarlos, me sentí atrevida tanto por el color como por el hecho de saber que estaban tan expuestos, el clima ayudo mucho, el frío definía aún más mis encantos, los cuales no pasaron desapercibidos por varios que al subirme al camión dirigían sus miradas al escote, a las nenas, los pezones y después a mis ojos.
Me senté casi hasta el fondo a pesar de que había muchos asientos vacíos me pareció que así aumentaría la probabilidad de que pasara algo que pudiera contarle a mí Amo. El camión avanzó algunas calles y en una de las paradas se subió un joven de treinta y algo, no puedo negar que me llamo la atención, ya que a pesar del cubre bocas, se notaba que era simpático, su cabello ondulado, las cejas pobladas y los ojos negros, su vestimenta se veía impecable, pantalón de vestir negro, camisa manga larga lila con pequeños cuadros, la camiseta se notaba a través de ella, zapatos negros brillantes, mientras avanzaba recorría con su mirada los asientos como decidiendo en donde sentarse, y a pesar de que había varias opciones, decidió hacerlo a mi lado.
Desde que se sentó me saludo amable, lo cual no es muy frecuente, el aroma de su loción era muy rica (como no se identificar las marcas, no sé cuál era, aun así me agrado mucho y no todas me gustan), mientras:
-hola buenos días,
-buenos días
-hace un poco de frío verdad (esto lo dijo viendo mis nenas y después mis ojos)
-así es, y lo malo es que me es un poco difícil que no se note que tengo frío (lo dije con un tono algo pícaro)
-sí, me doy cuenta, pero te ves muy bien, y ese color de blusa te resalta tus encantos
-era obvio que no se refería al color de la blusa, me acomodé un poco, sentándome de tal forma que se vieran más apetecibles, este gesto lo interpreto como invitación, ya que poso su mano sobre mi pierna.
-¿se han de sentir muy bien tocarlas, que afortunado debe ser tu pareja, porque me imagino que tienes, no?
-quieres comprobar que se sienten como se ven? Toca si así lo deseas pero se discreto y así lo hizo, y si tengo algo mejor que una pareja, le dije al momento que sentía como sus manos tocaban mi blusa y apretaban mis nenas, su palma hacia movimientos circulares, alternando su atención a cada una de las nenas.
-¿sabe el que haces esto? que te dejas manosear por un extraño?
-claro que lo sabe, y todo lo que hagamos él lo sabrá porque se lo contare en un rato, es un acuerdo que tenemos, a él le excita que lo haga, al decir esto retiro su mano como que dudada seguir con el toqueteo, abrí mis piernas y puse mi mano entre ellas, haciendo que viera que me gustaba que me tocara y que esto me prendía, -sigue tocando que me estas prendiendo mucho,
-¿a dónde vas? -Decía mientras retomaba su manoseo delicioso
-al metro
-¿te acompaño?
-si (cruce mis piernas con mi mano entre ellas) siguió tocándome discretamente, mis nenas estaban rojas por el manoseo, y mi panochita húmeda, antes de llegar a la parada, quite mis manos entre mis piernas y puse mi panocha casi frente a él, y el hizo el ademán de olerlo y sus ojos se entornaron.
-Qué mujer tan sorprenderte eres, que afortunado es tu pareja.
-¡¡es mi Amo, y yo soy la que disfruto más!! -al decir esto mi panochita salto orgullosa al parecer de sentirse suya.
Bajamos del camión y me tomo del brazo, esa acción en si me dio una combinación de miedo y excitación.
-Quiero disfrutarte más, tocarte y manosearte para que puedas contarle a tu Amo, lo puta que eres.
Sentía como mi corazón latía aprisa y mis mejillas se llenaban de color. La calle era poco transitada y estaba a unas calles de la estación, vio que no hubiera gente cerca, y rodeando la cintura con sus manos me acerco a una pared pegando su cuerpo al mío (lo frío y la dureza de la pared y la fuerza que puso al reclinarme en ella me inquieto mucho), su aroma combinado con su deseo me gustaba, y mis piernas se abrieron de forma involuntaria, con una de sus manos me rodeaba la cintura y con la otra toco mis nenas y acaricio mi cuerpo hasta llegar a mi panochita la cual estaba húmeda, su manoseo era brusco, intenso, insultante, mi cuerpo respondió moviéndose a cada toque
-Así puta muévete, muéstrame como te gusta que te toque con mis manos, tu vagina está caliente, quemas, quieres verga verdad, la mía te quiere coger.
Su voz la tenía tan cerca de mi oído, su aliento caliente en mi cuello, hacia ruidos y gemidos, repetía a cada instante que era una puta y yo me sentía como tal, baje mi mano y toque su verga, la tenía tan dura y se sentía tan grande, imagine la de mi Amo, y se me antojo demasiado, quería sentirla dentro de mí.
Estaba tan cerca y yo tan caliente, que sentía que mi cuerpo se manejaba solo, se retiró el cubre bocas y me quito el mío, sin dejar de mover su pierna entre mis piernas y tocando mi panocha, acerco sus labios a los míos y aunque me hice un poco hacia atrás, el me beso, al principio no abrí los labios pero oprimía tan rico mi panochita, que al igual que mis piernas, mis labios se abrieron, su lengua se sentía húmeda, jugando con la mía, yo gemía de lo rico que besaba, atrapaba mi lengua para chuparla, morderla suavemente pero que el dolor que provocaba aunque tenue provocaba las contracciones de mi panocha más aceleradas, estas me llenaron de calor, podía percibir como me invadía toda, me iba a correr, lo sentía, y se lo dije
-¡¡Que rico me tocas, me voy a correr de lo rico que lo haces, hazlo más rápido, más, así!!
-Siiii, mmm que rico, que te corras aquí en plena calle como la puta que eres.
Me parecía ver a mi amo, podía imaginar sus ojos en nosotros observando como su puta disfrutaba de ser besada, como deseaba que estuviera ahí, de alguna forma creía que podría no gustarle lo del beso, pero seguía, me besaba y lo besaba, y antes de correrme beso mi cuello y lo lamio, sus manos no dejaban de apretar mis nenas, pasándolas bajo la blusa, su mano desnuda en mis nenas desnudas, me beso nuevamente, pellizco la nena izquierda y no pude más, me corrí delicioso, emitiendo un pequeño gemido.
-Siii puta, así, vente, cuéntale a tu Amo que fuiste una puta hoy,
Decidí Meter mi mano por el cierre de su pantalón, le toque su verga y la apreté y dentro de su trusa la sentí dura y jugosa,
-Déjame devolverte el favor le susurré al oído. Lo masturbe, recorrí con mi mano su verga, se sentía efectivamente grande, y estaba mojada, se me antojo mamársela, pero no lo hice, mi panochita aún palpitaba por el orgasmo sentido,
-Quiero cogerte -me dijo.
Seguí apretando su verga mojada, subiendo y bajando mi mano ya tocándole la cabecita que la tenía húmeda de su miel, sin dejar de besarlo hasta que sentí como se estremeció y sentí su semen en mi mano, tibia y espesa, saque mi mano y vi como escurría su semen, estaba realmente excitada y muy nerviosa.
Aproveche que se tenía que subir el pantalón y acomodar, así como que se acercaban las personas, le dije que me tenía que ir, me apresure casi corriendo hasta llegar al metro, no quería que me siguiera.
Bajando las escaleras del metro saqué unas toallitas y me limpie percibiendo su aroma a lechita y estaba que me moría de risa nerviosa y excitada de todo lo que me paso, pensando que se le contaría a mi Amo y seguiría sintiéndome así de nerviosa excitada y caliente.
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Escríbanme y cuéntenme lo que me harían.
Creen que soy una gran puta?
Creen que lo hago por mi amo o porque a mi me gusta?
Les gustaría tener una puta como yo?
Me gustaría saber si ustedes se masturban leyendo mi relato o si lo leen mujeres díganme si ustedes harían lo mismo que yo.
Besitos