Surgió como un paseo entre algunos de la familia, unos cuantos primos y un par de tíos, pero conforme pasó el tiempo se fueron uniendo más, habíamos contratado una finca en tierra caliente que contaba con piscina y unos 9 cuartos, cada uno con un par de camarotes y un baño, en un comienzo dudé en ir puesto que irían algunos de mis primos con los que tuve algún cuento y tenerlos juntos sería un poco incómodo, pero a la vez excitante, estoy seguro que ninguno sabe de lo que haya pasado con el otro, todo fue muy reservado y ninguno le ha dicho a la familia su orientación sexual, me terminaron convenciendo para ir y menos mal que fui o me hubiera perdido una de las mejores experiencias de mi vida.
Os contaré primero un poco de lo que paso con mis primos antes de este viaje.
El primero con el que estuve y que me quito la virginidad en el cuarto de sus padres fue Camilo, tenía en ese entonces 20 años y yo un par menos, aún conserva ese cuerpo esculpido al cual no me le pude resistir en aquella ocasión, él actualmente tiene novia y la trajo al paseo, pero en estos años me escrito un par de veces para que le vuelva a comer la jugosa verga que me manda, pero yo lo he dejado en visto.
El segundo fue un primo que comparte mi edad y va conmigo constantemente al gimnasio, el cuerpo que ha trabajado siempre me hace perder la vista, especialmente su culo que hacerlo rebotar me hizo ver las estrellas, se llama Anto y él ha sido con el que más tiempo pase en mi infancia y nuestra relación de primos termino siendo más que reforzada cuando nos quedamos solos ya sea en su casa o en la mía.
El tercero fue una sorpresa para mi, Sebastián, nunca sospeché que le gustará así la verga, las posiciones que conoce me requirieron de todos mis conocimientos para que no me dieran calambres, pero ha sido el culo que más me gusta mamar, ese hueco rosadito y cerradito es la razón por la que todas las noches durante un mes manche mis sábanas.
Para llegar a la finca cada quien se fue en un carro aparté acompañado de su familia así que no nos vimos hasta que llegamos a la finca, llegando a la finca ya el calor era tan sofocante que solo quería lanzarme rápido a la piscina y bajar toda esa calor, iba en el carro con mis hermanos y mis padres, ellos también estaban con ganas de bajarse lo más pronto posible de ese infierno, fuimos los primeros en llegar y en cuanto mi hermano estacionó baje corriendo hacia la piscina quitándole en el camino toda la ropa posible hasta quedar en boxers porque nunca me he puesto sobre boxers, una vez terminé de quitarme el pantalón me tiré de clavado bajando toda la calor que tenía y relajándome en aquella piscina hasta que unos minutos más tarde comenzaron a llegar los demás autos y el primero en llegar a la piscina fue Anto, el cual me gritó que me tapara ahí abajo, aunque sabía que por el agua se pudo haber marcado no me di cuenta que en realidad con el clavado mis boxers se habían caído, perdí en equilibrio y me fui a lo profundo quedándome un rato buscando donde habían quedado los boxers, asumo que me demore un poco más de lo normal ya que Anto se lanzó a rescatarme , cuando llego a mi lado me sujeto de la cintura tocando disimuladamente mi verga y me levanto frente suyo, quedando nuestras vergas casi rozándose, una vez salí de nuevo a la superficie él tenía sus manos aún en mi cintura las cuales quito bruscamente y se lanzó a nadar de espaldas, quedé un poco confundido hasta que vi que Sebastián iba cruzando la alberca para sentarse en un parasol, con el llegaron mis tíos, tías y demás primos y primas, rápidamente alguien puso música y el ambiente se prendió rápidamente, lo que antes estaba desocupado ahora estaba lleno de gente, cerveza, aguardiente y ron además de niños corriendo de un lado para el otro.
Viendo tanta gente y yo sintiendo una leve erección busque rápidamente los boxers y me los puse, salí de la alberca y entré en la finca para buscar una habitación y descansar, Anto y Sebastián se quedaron con el resto de familia en la piscina, en el primer piso habían unas cinco habitaciones y ya todas estaban ocupadas, subí al segundo piso y por suerte todas estaban desocupadas, tomé la habitación que daba a la piscina para tener vista a todo lo que allí pasará, bendito sea que todos mis primos tienen cuerpos trabajados y con los abdomen que me derriten, en cuanto me asomé al balcón del cuarto vi a Camilo apenas con una bermuda un poco corta que dejaba expuestas sus fornidas piernas y se le marcaba el paquete, no podía girar la vista hasta que creo se percató de mi mirada soltando una pequeña sonrisa, me apene al ver que me miró y voltee la mirada pero vi a Anto que estaba viéndome fijamente y se había dado cuenta de lo que pasó en ese momento, en un par de segundos había perdido de vista a Camilo y ahora no lo podía encontrar, poco tiempo paso cuando escuché que alguien cerraba la puerta de mi cuarto, para cuando giré mi cabeza me percaté que estaba poniéndole seguro a la puerta, mi respiración se aceleró y salí del balcón para que nadie se fijará si se me llegaba a parar.
-no lo ocultes jajaja, se te vio la erección desde abajo, afortunadamente para ti creo que solo yo la vi
-Ahhh si? Y emmm que haces aquí? Por qué subiste?
-Por qué no me volviste a responder las llamadas?
-No me respondas con más preguntas…
Se iba acercando poco a poco a mi y no pude apartar mi mirada de su paquete que ya estaba completamente formado, y yo estaba en solo unos boxers, se acercaba más y más y yo caminaba lentamente para atrás hasta quedar contra la pared y el a centímetros de mi rostro respirando lentamente y mirándome a los ojos, no decía ninguna palabra.
– Oye emmm, tienes novia, no debe…
Me interrumpió dándome un beso y mi reacción fue apartarlo sorprendido, no debió ser una sorpresa pero esta tan caliente que de pronto comete un error pero ya qué… al demonio.
Le respondí el beso, el metió su lengua sin pensarlo para luchar con la mía, yo accedí y sin darme cuenta ya nuestras manos estaban recorriendo nuestros cuerpos hasta dejarlas en mi trasero y yo en su cuello, ya no hay vuelta atrás, esta calentura solo se bajaría de una forma.
Siguiendo el beso el lentamente fue metiendo sus manos debajo de mis boxer, agarrando fuertemente mis nalgas y recorriendo con un dedo mi ano, la sensación de sentir su dedo a punto de entrar en mi aunque no lo hacía me provocaba morderle el labio pero él se me adelantó, e inmediatamente traslado su boca a mi oreja intercambiando con mi cuello, mis piernas me flaqueaban y no podía seguir mucho más tiempo en aquella posición, en un momento que las piernas me fallaron el me hizo saltar y quede alrededor de sus cintura y con la espalda contra la pared, aprovechando la posición él siguió dándome besos y mordiendo un poco mis tetillas.
Se quitó de aquella pared y me inclinó en la cama de abajo de un camarote que era la que estaba más cercana, recostado en la cama me quitó el bóxer dejando para que él contemplara toda mi verga, pero cuando note que se quedó un poco quieto le jale uno de sus brazos tirándolo encima mío, le di la vuelta y ahora yo estaba sobre él, me senté en su paquete haciéndole movimientos de adelante hacia atrás como masturbándose el pene con mis nalgas pero lo hacía más para sentir el roce en mi culo que me excitaba aún más, finalmente le quité con fuerza su corta bermuda y noté que no llevaba bóxer, más rico aún para mi, de su derrota salía un abundante líquido preseminal que rápidamente lo retiré con mi lengua dejando humedecido todo el tronco para luego pasar aquel rico sabor a su boca que acepto sin decir más, baje nuevamente a su verga metiéndomela completamente una y otra vez hasta mu garganta provocando arcada tras arcada, al sentirme sin respiración me retire un momento ese tronco de mi boca dejando un grueso hilo de saliva mezclado con precum que provocó en Camilo un impulso de empujarme la cabeza de nuevo hacia el mientras empujaba toda su vergota dentro mío comenzando él a hacer el trabajo de pillarme la garganta sintiendo como me llegaba a la tráquea.
Pasado un rato saco su verga de mi boca, me tomo de la cadera y me puso al contrario de él haciendo un 69 con mi culo en su boca y mi boca en su verga, no la siguió moviendo pues estaba ahora concentrado en chuparle lo más profundo posible el culo, mordiendo lo y succionando, cosa que me hizo soltar un gemido un poco fuerte que nos hizo percatarnos de donde estábamos y que debíamos tener más cuidado de no hacer mucho ruido pero afuera la música ya era muy alta y nadie entraría, el siguió un rato más chupándome el culo intercambiando su lengua con un par de dedos, viendo que entraban fácilmente él se quitó de la cama, me hizo a un lado y me puso en cuatro con el culo apuntando arriba, y sin avisar la metió completa, abrazándome hasta poner un brazo alrededor de mi cuello comenzando un vaivén lento que se fue intensificando junto con mis gemidos y el ruido que hacía la cama, cada vez era más duro, más y más, ya me estaba taladrando por dentro, no podía ni gemir de lo rápido que iba, hasta que se fue deteniendo poco a poco, me saco de la cama, me volteó y volvimos a la pared, salté a él y en cuanto caí en el volví a estar clavado en su vergota, mientras veía su cara y el miraba la mía me besó mientras su verga me perforaba más profundamente que antes, intensificó en movimiento que sentía llegar hasta mi estómago y mordiendo mi labio fuertemente dio un gemido que se ahogó con el que me provocaba aquel mordisco, dio unos 3 golpes más y me dejó bajar lentamente pues sus piernas habían perdido toda la fuerza, se cayó en la cama y al hacerlo yo caí sobre él.
Sabía que estaba lleno de su leche, y que comenzaba a caer pero saber que caía sobre su abdomen me excitaba a un más mientras veía su rostro agotado.
Cuando escuche abrir la puerta y Anto entró rápidamente cerrando la puerta detrás de él, observó aquel acto de mi culo escurriendo la leche de camilo sobre él mismo, vi su picardía en sus ojos y se fue quitando la playera y su bermuda…
(Continuará)