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Postre de fin de año (Segunda parte)
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Como anteriormente relaté, el año estaba por terminar y nuestra relación no mejoró ni un poco sin importar ningún esfuerzo que hiciera y eso repercutió mucho en nuestra vida marital, pero tenía mis esperanzas puestas en la cena de fin de año para los empleados de la empresa donde Laura trabaja y yo estaba listo para reconquistar a mi esposa.

Llegó el día, dejamos a nuestro pequeño con mis papás y nos fuimos a la fiesta, ella durmió todo el camino, llegamos al hotel donde la empresa nos reservó una habitación y además seria sede de la cena de fin de año, era muy grande y aunque no de 5 estrellas si era muy elegante, subimos a nuestra habitación y empezaron las llamadas y mensajes con sus compañeras de trabajo para saber quiénes ya estaban ahí y esas cosas, ella cambio un poco en ese ambiente parecía muy animada y eso me agrado pues ya hace tiempo no la veía así, me limite a pasar desapercibido, prendí la tv y en ese momento solo fui un mueble más en la habitación durante todo el tiempo que ella ocupo para prepararse y así pasaron las horas sin que ella notara mi presencia.

Ya cuando la hora de bajar al salón se aproximaba fue mi turno de prepararme, me salí de bañar justo a tiempo para verla con su hermoso conjunto de tanga y sujetador en encaje color gris oxford, inmediatamente se me paro, no sé si se dio cuenta de que la veía con lujuria, pero inmediatamente comenzó a vestirse sin darme oportunidad de nada, se puso un vestido color negro sin mangas que de la cintura hacia arriba se ceñía a su cuerpo como si fuera una faja ocasionando que su hermoso par de tetas se proyectaran hacia el frente en un sugerente escote en V que las hacia parecer más grandes de lo que ya las tiene y de la cintura hacia abajo la falda era holgada.

Aunque le restaba mucha vista a su exquisito trasero por lo menos si permitía disfrutar de sus bien formadas piernas que se definían aún más por las zapatillas negras de tacones altos conformadas por tiras angostas de piel que solo cubrían parte del empeine y talón, sujetándose por encima del tobillo, traía un abrigo negro que al final no se puso pues no hacia frio y además el hotel tenia calefacción, termino de retocar el maquillaje que previamente se puso y estuvo lista al mismo tiempo que yo.

Bajamos al salón del hotel y al entrar no había tanta gente, muchas miradas se dirigieron en nuestra dirección aunque solo algunas se detenían en Lan, tanto de mujeres como de hombres, alguien nos hizo una señal en una mesa cercana un poco alejado del centro donde había espacio para fungir como pista de baile.

Llegamos a la mesa donde estaban cuatro mujeres, dos ya algo maduras como de unos 50 años, al igual que sus maridos que aprovechaban cualquier oportunidad para clavar sus miradas en el escote de mi esposa, las dos mujeres restantes eran jóvenes pero no tan agraciadas, solteras y algo aburridas al grado que ni siquiera me molesté en recordar sus nombres.

Las mujeres se dedicaron a platicar de trabajo y los hombres igual, yo muy de vez en cuando aportaba algún comentario, pero en realidad la velada era horrible, quería salir corriendo de ahí, ni siquiera el tequila de mala calidad que bebíamos mitigaba un poco mi fastidio.

Mis esperanzas de reconquistar a mi esposa poco a poco se disipaban así que me levanté para ir al baño y aproveche para dar una vuelta por ahí para entretenerme en algo cualquier cosa era mejor que estar muriendo tan lentamente en esa mesa, había muchas chicas hermosas y antojables al nivel de mi esposa y un par hasta más, pero obviamente acompañadas, como ya hace mucho no tenía acción gracias al estado emocional de mi esposa, sentí que se me ponía dura y me apresuré al baño antes de quedar expuesto ante tanta gente.

Me tomé mi tiempo y quizás llevaba 30 o 35 minutos cuando decidí volver desde lejos note que junto a la mesa donde estábamos había tres tipos jóvenes de unos 35 a 40 años uno de ellos que estaba sentado cerca de Laura hablaba con ella desde su lugar, conforme me acercaba a la mesa me di cuenta que ella no le ponía mucha atención era muy cortante como hacía mucho era su actitud, ella me vio hasta que llegue a la mesa pues quedaba de espaldas a mí pero el tipo entendió que venía con ella y muy sutilmente dejo de hablar y se acomodó en su lugar, los 3 tipos estaban en la mesa solos bebían lo mismo que nosotros y en varias ocasiones los sorprendí observando lascivamente a mi esposa y no podía culparlos, se veía riquísima esa noche.

Después de cenar y tomar varios tragos Lan se dirigió al baño y un momento después hice lo mismo, al llegar ahí vi al mismo tipo que intentaba hablar con Lan en la mesa no me di cuenta en qué momento se levantó de su lugar por lo que no sabría decir si fue detrás de Lan o ya estaba ahí antes de que ella llegara al baño, como sea no le di importancias hasta que salí del baño y el seguía ahí fingiendo que hablaba por teléfono y sé que fingía porque en ese momento le entro una llamada así que invento alguna excusa para no quedar en evidencia, no preste atención pues en ese momento salió mi esposa del baño (ahora estoy seguro que la estaba esperando) después de lavarnos las manos regresamos juntos, ya en la mesa unos minutos después regreso el tipo también (obviamente decepcionado).

La noche fue extremadamente aburrida, de mil formas intente cortejarla, reconquistarla y recuperar lo que nuestro matrimonio perdió en algún lugar, pero todo fue en vano, Laura solo me sonreía condescendiente en cada intento y al instante me ignoraba nuevamente, ni siquiera quiso bailar así que nos la pasamos bebiendo, en nuestra mesa ya solo quedaban las 2 parejas de señores, los tipos de la mesa contigua ya no estaban no se desde que momento y poco a poco se retiraba la gente.

Decidí levantarme con la excusa de ir nuevamente al baño y dar una última vuelta, no sé cuánto tarde pero cuando regrese Laura no estaba en la mesa una de las señoras me comento que fue al baño así que tuve que esperarla para poder subir a la habitación, pero paso mucho tiempo y ella no regresaba así que me desespere y fui a buscarla, ahí espere hasta que los baños se quedaron solos, obviamente no estaba ahí, le estuve llamando por teléfono pero lo traía apagado, subí a la habitación pensando que ya se había ido, pero tampoco estaba ahí.

Bajé nuevamente al salón y desde lejos vi que en la mesa no se encontraba así que fui a buscar fuera del hotel pero nada, estaba ya preocupado porque ella no es de irse así sin avisar y menos en una ciudad que no conoce, además ya era tarde y estaba algo tomada, entonces se me ocurrió regresar a la habitación pero en esta ocasión por las escaleras, nuevamente obtuve una decepción.

Estuve recorriendo el hotel por varios pasillos, fui al estacionamiento por un corredor que pasa por una especie de sótano que hace de bodega del hotel repleto de cajas, bolsas y de más y nada por ningún lado regrese por el mismo lugar y escuche algo como un golpe aunque no sé bien que fue, no sabía de dónde provenía pues ya era tarde y la mayoría de las luces del hotel estaban apagadas.

Después de buscar un rato vi una pequeña ventila cerca del techo de la bodega que no era muy alta, solo necesite acercar una pequeña caja de unos 25 o 30 centímetros para poder alcanzarla, ya que yo me encontraba en una especie de sótano del otro lada la ventila se encontraba al nivel del piso, al ir mirando asía arriba pude ver a través de dicha ventila a mi esposa desnuda empinada sobre un sofá, aunque no pude verla completamente pues la ventila no me lo permitía por lo pequeña que era, si pude reconocer el vestido de mi esposa en el suelo junto a su ropa interior que horas antes me había excitado tanto al verla con esas prendas puestas.

No sabía lo que había pasado ni en qué momento pero nuevamente alguien que no era yo le estaba metiendo la verga a mi mujer que en cuatro patas se movía gozando la cogida que a mí no me había permitido darle en mucho tiempo.

Pensé en buscar el lugar donde estaban pues quería saber quién se estaba follando a mi esposa pero al reaccionar ya mi mano masajeaba frenéticamente mi miembro, una vez más me había quedado como espectador -ya que- dije resignado y seguí masturbándome.

Pero algo raro pasaba, aunque todo estaba en silencio, además del sonido producido por las nalgas de mi mujer chocando contra el cuerpo de ese tipo cada que este se la clavaba y los ocasionales suspiros murmurantes de placer de él ¿Por qué no se escuchaba ni un tenue gemido de ella? ¿Acaso se quedó dormida? O ¿es que estaba tan tomada que ni siquiera sabía lo que estaba pasando?…

Honestamente me preocupo un poco así que busque otra caja igual y la acomode junto a la que ya estaba en el suelo de manera que pudiera moverme y tener otro ángulo, volví a asomarme por la ventila para ver en qué condiciones estaba Lan mientras se la cogían y al momento me quede pendejo de la impresión viendo cómo se comía la verga de otro tipo que sujetándola de la cabeza le penetraba la boca al rito que su compañero la empujaba al ensartarle la tranca en su panochita calenturienta.

Tembloroso sentí como un sentimiento ya algo familiar recorrió lentamente mi pecho desde la boca del estómago hasta que al llegar a mi garganta culmino con mi miembro eyaculando chorros de semen motivado por las convulsiones de ese tipo que a la vez se estaba viniendo en la boca de mi esposa que incapaz de contener la abundante corrida se le escurría por las comisuras cayendo en el descansabrazos del sofá, una vez que el tipo termino se retiró y ella bajo su cabeza para limpiar con su lengua lo que se le había escapado, no me percate que paso con el tipo que la follaba pero ambos se habían detenido, solo hasta que levanto a mi esposa del sofá para sentarse y montársela encima de él entendí que aún no terminaba, satisfecho el otro tipo tomo su ropa y después de ponerse los pantalones se fue.

Desde mi lugar en primera fila podía ver tan cerca y claramente el enorme falo entrando y saliendo de la puchita húmeda de mi mujer que movía las nalgas deliciosamente gimiendo de placer, tan concentrado estaba en cómo se la estaban cogiendo que casi no me doy cuenta que de la nada salió otro tipo desnudo y se acercó a ellos y nuevamente me quede pendejo por la sorpresa (confirmado fue entonces que eran los 3 tipos de la mesa de a lado en la cena los que se la estaban gozando)…

Sentía mi cuerpo arder y la sensación de mi pecho no paraba, temblaba aún más que antes pensando en lo que se avecinaba, una parte de mí no quería que pasara pero conforme el tipo se acomodó tras ella y le abría las nalgas todo mi ser comenzó a desearlo y sin poder contenerme me corrí nuevamente cuando el tercer tipo le hundía la verga en el culo a mi esposa, a pesar de haberme corrido ya en dos ocasiones seguía masturbándome rápidamente, no podía parar, parecía que todo había sido meticulosamente planeado.

El ángulo desde donde yo estaba me permitía ver a la perfección como esa puta era penetrada por ambos haciéndola gemir y gritar como yo nunca pude hacerlo, verla retorcerse clavada en las dos vergas, ver como entraban y salían de ella era delicioso, solo unos segundos más y comenzaron a sacudirse violentamente cogiéndola tan rápido como podían, ella bramaba descontrolada

–Asiii, Asiii, Asiii, Asiii Ooh si, Asiiiii, Haa, Haa, Haaaaa.

Laura había recibido la mejor cogida de su vida, ambos tipos se vinieron dentro de ella inundándola con su esperma, quedándose quietos poco a poco, el tipo que se fue y que supongo también la gozo a placer (llegue tarde así que no lo sabía) se había corrido dentro de la carnosa y húmeda boca de mi mujer, y yo (parecía que se estaba haciendo costumbre) termine por tercera vez en esa noche en la pared de la fría y oscura bodega del hotel.

Una vez que terminaron solo quedo Laura en el sofá desfallecida, agitada y satisfecha supongo, los tipos buscaron su ropa y se fueron, el último se fue hundiéndole la lengua en la boca a mi mujer hasta que ella lo empujo levemente indicándole que era suficiente, cuando ella comenzó a tomar su ropa me acicale lo mejor posible y me dirigí a la mesa que ocupábamos para esperarla, nervioso pensaba en lo que le diría, como reaccionaria y que dirían nuestros acompañantes en la mesa quienes por cierto ya solo quedaba una pareja de señores que a los 5 minutos de que regrese se fueron a su habitación.

Pasaron muchos minutos más, tal vez 15 o 20 y Laura no regresaba, quise esperar otro poco pero me desespere y fui a buscarla pensando que quizás el ultimo tipo se había quedado con ganas y era quien la retenía, me costó un poco pero al fin di con el lugar donde ahora ya solo quedaba el sofá, quería quedarme a inspeccionarlo pero me preocupaba mi esposa.

Fui hasta el estacionamiento nuevamente y al no encontrarla regrese al salón no sin antes pasar por los baños, ya desesperado subí a la habitación y por fin la encontré metida en la cama, ya se había bañado, le dije que me preocupo y le pregunte donde había estado y no recuerdo que más, pero ella solo se limitó a decirme que se sintió mal y regreso a la habitación, que no me dijo nada porque no me encontró y su teléfono se quedó sin batería además de que se quedó dormida, no hablamos más y me metí a bañar esperando tener suerte, pero cuando salí del baño ya estaba dormida, solo me acosté junto a ella y la deje dormir.

No podía quitarme de la mente a los tres tipos que habían deseado a mi esposa desde que la vieron en la mesa durante la cena y que ella tan altiva e indiferente había rechazado, de algún modo lograron sacar la puta que lleva dentro y cogérsela a su gusto, recordaba cada ocasión en la que presencie como le metían la verga haciéndola bramar como la puta que es y me molesto mucho, no el ver y saber en lo que se había convertido, sino el hecho de que la última vez que pude tocar a mi mujer fue aquella madrugada cuando lo máximo que logre fue venirme en sus tetas mientras ella estaba inconsciente por tanto alcohol, estaba molesto con ella y conmigo porque deseaba más que nada cogerme a esa deliciosa puta y no tuve el valor o porque mi morbo fue mayor y ahora veía la oportunidad cada día más lejos.

Después de esa noche lo que aún quedaba de nuestro matrimonio se derrumbó, ella simplemente perdió todo interés en nuestra relación, no había contacto Verbal, visual ni mucho menos físico y cuando cruzábamos palabra siempre terminaba en pelea, lo peor es que ni siquiera sé por qué ella estaba tan a la defensiva, al final era tan insoportable la situación que tuvimos que darnos espacio.

Aunque lo parezca e incluso yo mismo lo llegue a pensar, este no es el final de esta historia tan ridículamente extraña, en ocasiones me pregunto si toda la gente pasa por lo mismo o cosas similares, pero no nos enteramos porque hay que guardar el secreto o algo así, o simplemente nacimos por error en un mundo normal.

Como sea, la vida sigue al igual que esta historia, solo que será otro día.

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