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El culo de mi novia hay que compartirlo (1)
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Mi nombre es Arturo, tengo 28 años y estoy terminando la universidad. Pololeo (de novio) hace 8 años con Valentina, una hermosa morena de ojos azules de 22 años. En estos años, hemos sido como cualquier pareja, con altos y bajos, pero unidos de forma intensa por nuestros mutuos intereses, lo que formo una relación basada en la amistad, aunque, por otra parte, el destino se encargaba siempre de separarnos, en donde el principal punto de quiebre fue en 2015, cuando se fue a estudiar a la capital, a 900 kilómetros de la ciudad donde yo vivo. Pese a eso seguimos juntos y bastante unidos.

En 2017 le fui infiel y, por tanto, terminamos, 10 meses aproximadamente. Durante ese tiempo mi vida fue bastante solitaria, perdido en mis letras, mis poemas y mi música. Ella por otro lado, tuvo una vida bastante activa, de fiesta en fiesta todos los fines de semana y desatándose a los placeres de la soltería, cabe mencionar que yo había sido su única pareja sexual. Valentina es una chica alta de 1.70, piel morena color canela, cuerpo atlético por su pasado y presente como deportista semi profesional. Es inteligente, sociable y muy elocuente, lo cual genera gran atención en ella. Pero lo que mas destaca en ella es unos ojos color calipso que hacen juego con una carita hermosa y un culo de infarto que corona unas largas piernas y que se roba todas las miradas donde sea que vaya. En su tiempo de soltera dio rienda suelta a su sexualidad, probando nuevas experiencias, incluso con otras chicas. Lo que es yo, solo me daba satisfacción verla a través de unas fotos hot que fui recopilando durante todos los años juntos.

Hace un tiempo, volvimos a estar juntos, pero sin ataduras, dejándonos ser libres para estar con quien queramos. Ante lo cual, yo me imaginaba un futuro mas prometedor respecto al sexo, pero la verdad, solo me limite a estar con Valentina. Un par de veces incursione en relaciones homosexuales, pero no me gusto del todo, solo me gustaba el morbo, pero sentía que hacía falta algo. En alguna de las conversaciones post sexo, en donde damos rienda suelta a nuestra sinceridad e imaginación, le propuse la idea de un trío.

Yo había participado en uno solo anteriormente, pero nunca con mi pareja, ni menos con el amor de mi vida. Ella se mostró receptiva ante la idea y poco a poco se mostraba más entusiasmada. Este mes que paso, yo fui de viaje con mi familia Republica Dominicana, y no podía evitar imaginar estar ahí con ella. Yo siempre he sido muy observador, y me di cuenta que, ya sea en la playa o en la discoteca, a muchas parejas turistas jóvenes, se le acercaba algún colombiano mostrándose bastante amistoso, sobre todo con las chicas, llegando a pasar toda la tarde o la noche con ellos.

Esa escena se fue introduciendo en mi mente y me imaginaba que, si estuviese con Valentina allá, en la playa, tomando el sol con su traje de baño que deja ver todas esas nalgas perfectas, muchos se habrían acercados amablemente. Y me llamo la atención que mi reacción ante tal pensamiento no era de rechazo ni de celos, sino que era excitación, pura y total, de esa que solo las fantasías y las cosas prohibidas pueden provocar. Al llegar a mi país, Valentina estaba con casa sola, así que me quede unos días.

Llegue el sábado en la mañana, cansado del viaje de todo el día, por lo que llegue a acostarme con mi bella mujer y dormir plácidamente en sus brazos. Cuando desperté, me sentía revitalizado, lleno de energía y lujuria. Empecé a tocar su cuerpo, sintiendo como poco a poco se iba abriendo al placer y dando paso a que termináramos sin ropa masturbándonos y lamiéndonos mutuamente. Cuando quiso montarme, delicadamente le dije que mejor esperáramos, y le propuse que guardáramos la calentura para mas tarde.

Ella muy caliente me pregunta que quiero hacer, porque no quería penetrarla. No niego que fue demasiado difícil evitar el instinto de un sexo que era, a veces, difícil de conseguir. Al pasar los minutos, el dialogo comenzó a soltarse y le dije que si estaba de acuerdo con hacer un trio. Ella lo pensó, no más de 10 segundos, y sensualmente me dio a elegir si quería hacerlo MHM o HMH. El corazón empezó a latir rápido, pensando en que, si bien, el sueño del pibe es follarse a dos minas juntas, encima que la mía ya se declaraba bisexual, lo que me dejó en una extraña perspectiva, porque el único trio que me imaginaba con lujo de detalles y que me generaba más excitación era el HMH, decidiendo este último.

Nunca lo habíamos hecho, no sabíamos cómo ni cuándo ni con quien, pensamos en varios conocidos, pero al final siempre había una traba, algo que nos limitaba a hacerlo, puramente prejuicios sociales. Al final decidimos hacerlo con alguien desconocido. Empezamos a chatear con un venezolano en una página de citas, que vendía marihuana y cocaína. Él se mostró siempre muy respetuoso, incluso cuando le enviamos una foto de Valentina, “para que la reconociera” al momento de hacer la transacción. La foto no era muy sugerente, pero mostraba su barriguita plana color canela y un escote bastante lindo. Nos quedamos de juntar en X dirección, a lo cual él no sabía que era la puerta de la casa de la Vale.

Él llego y yo salí a su encuentro, le dije que venía a buscar “lo de Valentina”, ante lo cual, él se mostró bastante sereno, me entrego el paquete y se fue. Yo lo llamé, y le dije que si quería fumar con nosotros. Él me dijo que no era necesario, pero yo insistí. Al final accedió con una sonrisa. El tipo era bastante alto, yo mido 1.82, pero él me superaba por 10 cm fácilmente. Era moreno, bastante guapo y con gran espalda, ojos verdes y una gran sonrisa blanca.

Llegamos al departamento y le dije que fumáramos en la pieza, entramos y ahí estaba mi nena, hermosa en todo su esplendor, sentada en la silla de escritorio vestida solo con una polera mía blanca y bastante grande que cubría su culo y parte de sus piernas, abajo traía una tanga roja que usaba siempre que iba a tener sexo y el cual se trasparentaba a través de la polera blanca, dejando ver sus nalgotas despampanantes. Y estaba sin sostén, mostrando sus pezones morenos que se reflejaban erectos a través de la polera.

Nuestro invitado se puso muy nervioso, pero entre los dos lo introducimos a una agradable conversación para romper el hielo. Yo saqué la hierba y comencé a enrolar, “muy concentrado” en mi misión. Vale se acerca un poco más a él y empieza a conversarle y a mostrarse muy risueña y abierta con nuestro invitado, parándose más de alguna vez a “buscar algo”, en donde yo de reojo podía ver como Gabriel, se notaba cada vez más suelto y seguía con la mirada el culo de mi novia, cada vez más relajadamente.

Hasta que la Vale se agacho a buscar un parlante en la parte baja del closet, poniéndose en 4 y dejando ver ese culazo solo tapado por una tanga diminuta, que ya casi no cumplía la función de tapar algo. Gabriel miro impresionado y yo lo mire a él, cuando me mira de vuelta, hago un gesto de lujuria para ponerlo en sintonía. El me responde la mirada mordiéndose el labio inferior. Valentina estuvo 1 minuto tirada buscando el parlante hasta que al fin lo encontró.

Puso música, reggaetón del sucio y se puso a bailar, yo prendí el caño y lo pasé a Gabriel, el fumaba mirando como mi novia le movía todo ese culazo. Al cabo de unos minutos lo saca a bailar. El bailaba muy bien y mi novia lo movía como de costumbre, riquísimo. Ella le movía el culo en el paquete y yo notaba como este comenzaba a crecer. El la agarraba de la cintura subiendo por su barriguita hasta la parte baja de los pechos, subiendo de a poco la polera. Cuando la polera estuvo bastante arriba, poso sus grandes manos en su barriguita y moviendo el paquete entre las nalgas de mi novia, así durante unos 10 minutos, de a poco se incluían besos en el cuello y la temperatura ya estaba a full.

Valentina se giraba de frente a él dejando que Gabriel agarrara sus nalgas y metiera mano dentro, de lleno gatillando el culo y vagina de mi noviecita. Yo miraba extasiado, nunca había tenido tanta adrenalina y calentura al mismo tiempo, sentía que la verga se me iba a salir del pantalón. Valentina de a poco empieza a desnudar a Gabriel, siempre bailando muy sensualmente y cuando le saco la polera, Gabriel dejo ver un torso musculoso increíble, digno de un deportista de elite. Valentina empezó a besar su torso y a bajar por el hasta terminar arrodillada frente al paquete de Gabriel.

Él se suelta el cinturón y ella le desabrocha el botón, le baja el cierre y le baja simultáneamente el pantalón y el bóxer, cayendo literalmente sobre su cara una gran polla de 23 cm y muy gruesa. Valentina sin pensarlo se la mete a la boca, pero solo cabe la cabeza y algo del tronco. Ella se veía atragantada con ese pedazo metido en su boquita. Ahí fue cuando yo saque mi verga, la cual también es de buen tamaño, pero ni parecida a la de Gabriel. Él le hacia lamerle todo el pene hasta abajo y las bolas, escena que era extasiante de ver ya que esa tremenda verga caía sobre los ojitos azules del amor de mi vida.

Al cabo de 5 minutos Gabriel la toma con fuerza, la tira de espalda sobre la cama le saca la polera, dejando ver las tetas redondas e hinchadas de excitación de mi novia, con su pezón moreno, el cual estaba a punto de estallar de placer. Ya desnuda con las piernas abiertas, Gabriel empieza a comer su vagina morena y jugosa como un loco, y Valentina comienza a gemir como una perra. Por mi parte, comencé a chupar sus tetas y masajearlas como a ella le gusta. De hecho, varias veces la había hecho acabar solo excitándola a través de ellas. Ella no paraba de gemir como una loca, a lo que aproveche para meter mi verga en su boca y a penetrarla oralmente. Después de unos 5 minutos, Vale estalló en un orgasmo en la boca de Gabriel, llenándole la boca de sus jugos y contorsionando su cuerpo por al menos un minuto.

La dejamos respirar y le dije a Gabriel que nos recostáramos boca arriba los dos, a lo que Valentina comenzó a mamarnos la verga a los dos, reponiéndose del intenso orgasmo vivido hace unos minutos. Gabriel le dijo de forma bastante autoritaria que se diera vuelta y que quedara mirando nuestros pies, dejando su culo en 4 a nuestra vista. Yo aproveché de sacar mi celular que tenía al lado sobre el velador y comencé a grabar la escena, Vale nunca se dio cuenta. Le pase el celular a Gabriel para que hiciera lo mismo. Le grabamos su culo moreno en primer plano abierto para nosotros.

Luego de a poco Gabriel empezó a masturbar a mi novia, mientras yo seguía grabando y ella seguía mamando. Luego de masturbar un rato su vagina, siguió con su ano, el cual estaba virgen y muy apretado. Le metió lengua unos minutos, haciendo un 69 con ella, y después 1 dedo, el cual entro con mucha dificultad para ella, quien lanzo un grito a bajo volumen con la tremenda verga de Gabriel en la boca. Yo le dije con gestos a Gabriel que sacara el dedo para poner el mío y sentir como apretaba el culo virgen de mi novia. Se sentía muy caliente y como si te lo estuvieran triturando. Lo deje unos minutos, sintiendo como ese orto palpitaba de placer, el cual comenzó a ceder muy lentamente.

Gabriel le dijo que se pusiera en 4 para meterle la verga, a lo que mi novia, ya sumisa totalmente a él, obedeció, y se puso en 4 pero frente mío y a mi verga, mirándome fijamente con sus ojos azules. Gabriel aprovecho de sacar unas fotos a mi novia en 4, dejo el celular, se escupió la mano y la paso por la vagina de mi novia que se estremeció al contacto poco sutil, y luego se mojó la verga para introducirla lentamente en su vagina, Vale empezó a poner cara de asombro. A lo que iba la mitad dentro, la segunda mitad la metió de golpe, metiéndole todo el pollón a Valentina, quien abrió la boca y lanzo un gemido casi mudo y se quedó con la boca abierta y la cabeza hacia atrás mientras Gabriel la envestía con fuerza, como pidiendo que la tomaran del cuello y del pelo, a lo que Gabriel capto la señal y lo hizo. Sus penetradas ya no eran solo fuertes, sino que comenzó a abrirla a un ritmo brutal, ahorcándola, tirándole el pelo, dándole nalgadas con sus grandes manos. Valentina había pasado de tener ojos azules a tenerlos completamente blancos y la boca abierta de par en par, ante lo cual aproveche de meter mi verga.

A los 5 minutos, Gabriel se tira en la cama y la sube arriba para que lo monte, ella tuvo otro orgasmo casi inmediatamente al subirse arriba de esa verga. Yo mirando desde atrás el culo de mi novia y su conchita penetrada por un tremendo tubo. Comencé a grabar toda la escena, unos 5 minutos, para después dar paso a mi fetiche más oscuro, lamerle el culo a victoria mientras Gabriel la penetraba, y cuando él le sacaba la verga yo le lamia la vagina, así de a poco me empecé a animar a lamer la polla de Gabriel también y de a poco sus bolas, hasta que después lamia todo el mix de culo, vagina, bolas, verga que tenían ellos dos. Gabriel la embestía 1 minuto fuerte y después me tocaba lamer 1 minuto, así hasta que Valentina estalló en un tercer orgasmo, chorreando todo, incluida mi cara.

Ya con las bolas llenas, Gabriel le dice a victoria que se ponga en 4, para penetrarle el culo. Ella puso cara de terror al imaginar esa tremenda verga dentro de su culo virgen. Yo por otro lado, no podía más con la excitación. Le dije que lo hiciera lento y que partiera con los dedos. El empezó a lamerle el ano y a meter dedo. Pero solo cabía uno, así que fui a buscar lubricante y se lo eché en el ano a victoria por fuera y hacia dentro, lo cual fue bastante asertivo ya que recién ahí Gabriel pudo meter 2 dedos más libremente. Al cabo de 5 minutos, empieza a meter su verga lentamente, pero tan solo con la cabeza, Valentina no podía más de dolor. Yo, como ya había penetrado analmente a varias mujeres y hombres le aporte mi experiencia y le dije que pujara hacia afuera y le dije a Gabriel que él no se moviera, que lo hiciera ella. A los 5 minutos ya había entrado la mitad, Gabriel lo dejo ahí reposando, sintiendo el culo palpitante de mi novia y disfrutando ver como ella estaba agitada y su respiración entrecortada mientras perdía su virginidad anal. Yo grabe toda esa escena, incluida la cara de Valentina, quien nunca se dio cuenta de los videos.

De a poco Gabriel fue abriéndose paso en el estrecho agujero, abriendo al amor de mi vida de forma bestial. Al cabo de un rato, Gabriel comenzó a embestir el culo de Valentina brutalmente, a lo que ella respondía gritando a mas no poder, pero de a poco, esos gritos ya no parecían de dolor, y ya se transformaban en gritos de placer, emitiendo las más oscuras obscenidades que se alojaban en la mente de Valentina. Gabriel bombeo el culo de mi novia durante 10 minutos, dentro de los cuales Vale tuvo 2 orgasmos más. En el segundo orgasmo de ella, Gabriel lanza un grito de animal y se corre dentro del culo de mi novia. Estuvo un minuto dentro de ella bramando de placer y lentamente saco su verga. Yo por mi parte grabe todo ese preciado momento, en donde cuando termina de salir ese tremendo palo del culo de Valentina, se aprecia ese hermoso culo abierto y usado a mas no poder, alojando mucha leche caliente en su interior que de a poco salía del ano y bajaba en chorros por la concha. Yo comencé a lamer ese néctar del culo de mi novia hasta dejarlo casi limpio.

Victoria exhausta se acostó en posición fetal y se quedó ahí, con el culo destrozado. Gabriel se limpió, se vistió, se acercó a ella, le dio un beso en la boca y le dio una nalgada fuerte, se despidió de mí y se fue. Ella quedo tirada en la cama gimiendo despacio, con el culo abierto que aun botaba leche de Gabriel. Yo me tire con ella, nos tapamos y dormimos.

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