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El profesor va a mi casa y terminamos cogiendo
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Hablando de la universidad, recordé a mi viejo profesor de literatura, su nombre es Miguel, él era un hombre maduro, pero se veía muy bien, la verdad me gustaba mucho y a veces me daba a entender que yo le gustaba.

Como yo no tenía ninguna relación, no dudaba en coquetearle e intercambiar miradas fuertes con él, a veces platicábamos y me tomaba la mano, aunque a veces él era muy serio, pero bueno poco a poco comenzó a formarse la situación.

Una tarde sin imaginarlo le dije que estaba mal en su materia y que iba a necesitar que me ayudara porque si no iba a reprobar el semestre y si eso pasaba en mi casa me iban a matar.

Para no hacer más larga la historia él aceptó ir a mi casa y darme clases, mis padres y mi hermano se encontraban ese día en casa, mi hermano con su novia, que aquí entre nos se me hace muy bonita y me gusta, y mis padres viendo el televisor.

Llegó el profesor Miguel, Mickey como yo le digo, y lo saludé, como si nada yo me había vestido con una minifalda muy corta y mi blusa tenía un escote muy pronunciado, casi dejaba ver mis pechos completos, él se sentó en el comedor y le ofrecí una taza de café, en ese momento mis padres dijeron que ellos irían al cine para dejarnos estudiar, mi hermano también iba a salir con su novia, lo que a mí me pareció genial, ya que entonces si iba a poder hacer lo que yo me había propuesto.

M: En que vas mal, ¡a ver cuéntame!

K: Pues mire, ¡no entiendo esto!

Empezamos a estudiar y yo como si nada me senté al lado del como para entender mejor sus explicaciones.

Él un poco nervioso se alejaba, pero luego se volvía a acercar a mí, en una de esas a él se le cayó un libro y al momento que él se agachó yo también me agaché y se quedó mirando a mi escote, con unos ojotes de que le habían gustado mis pechos luego, luego se incorporó como si no hubiera pasado nada, en ese momento me senté y me acerqué más a él.

Con un movimiento discreto empecé a rozar mi pierna con su pierna y él ya no se apartó de mí, poco a poco fui poniendo mi mano en su pierna y empecé a subirla y bajarla, sin llegar a tocar su miembro lo que a él no le incomodo, al contrario, creo que le agrado, el también poco a poco empezaba a acariciarme las piernas, ¡lo que a mí me empezó a excitar!

Con discreción me acerqué a su cuello, ¡como para olerlo y empecé a besarlo suavemente él empezó a disfrutar y poco a poco volteó su cara para que yo le besara los labios en lo que él seguía acariciando mis piernas suavemente y ya casi a punto de llegar a mi vagina que estaba ya algo húmeda!

K: ¡Que rico huele profe, uhm!

M: ¡Que sagaz eres!

Él me besaba como nadie lo había hecho nunca, metía su lengua en mi boca y empezaba a moverla como si estuviera besando mi vagina, eso a mí me prendía cada vez más, yo de rodillas en el sillón, hacia movimientos como si lo estuviera cabalgando, arriba y abajo, ¡Para que sus manos fueran subiendo más y más para que él me tocara las nalgas!

¡Sus manos llegaron a mis nalgas las cuales él empezó a acariciar y a apretar como si de pelotas o globos se trataran!

M: Que ricas las tienes, uhm, ¡eres la más buena de la clase!

K: ¿Te gusto?

M: Me encantas, uhm, adoro tus piernas, ¡se sienten tan bien y besas riquísimo!

K: ¡Usted también besa delicioso!

Que rico se sentía, poco a poco fue pasando sus manos hacia delante y a acariciar mi vagina, que ya estaba muy húmeda, metió primero un dedo y empezó a jugar con mi clítoris, mientras yo le desabrochaba su camisa y besaba su pecho, su bien formado pecho, mordía sus tetitas, que para mí las sentía ricas y excitantes ya que mientras lo hacía pensaba en la novia de mi hermano.

Poco a poco fue acercando su dedo a mi vagina y lentamente lo fue metiendo en ella, yo gemí de placer y me arqueé un poco hacia atrás, para sentirlo entrar un poco más, en ese momento el aprovechó y con su mano libre empezó a tocar mis pechos, y a apretármelos, ¡saco el dedo de mi vagina y se lo llevo a la boca!

M: ¡Que rico sabes, uhm!!

Me quito la blusa y empezó a darme tremendas mamadas en mis pechos, como si en verdad quisiera comérselos de un solo bocado, yo sentía rico y empezaba a tocarme mi vagina que ya pedía sentir su pené entrando en mí, lo agarre del cabello y lo aparte de mí, lo recosté en el sillón y le abrí el pantalón, ¡saque su pené que era casi de una cuarta y comencé a mamárselo!

K: ¡Guau!! ¡Que rico pene!

M: ¡Vamos, uhm, devóralo putita!

K: ¡Sí, soy tu puta papi!

Primero suavecito a mordidas suaves pero que trataba yo de que entrara completo en mi boca, lo tenía grande y duro, que rico sabia, el metía otra vez sus dedos en mi vagina y los empujaba como si en verdad fuera su pené el que me penetraba, recorría mi rajita humedeciéndola toda hasta llegar a mi ano y con fuerza lo penetro, que rico se sintió dolor, ¡pero me gusto!

¡Poco a poco me jalo hacia él y de rodillas me sentó frente a él y coloco su pené en la entrada de mi vagina fue metiéndolo poco a poco!

M: ¿Te gusta?

K: ¡Si, si me gusta!

M: Pídemela, ¡anda pídeme que te la meta!

K: ¡por favor matéemela, matéemela toda! ¡Quiero sentir rico!

Y en ese momento la metió toda, agarrando mis nalgas hacia que yo subiera y bajara en su pené, ¡que rico se aventaba me tenía viene ensartada!

Yo le apretaba el cuello, levantaba mis piernas las cuales el besaba y haciéndose ligeramente atrás, ¡me metía solo la puntita para dejarla ir con todo después!

K: ¡Así, que rico, uhm, que rico!

M: ¡Madre mía! ¡Que rico coño!

K: ¿Soy la mejor de tus alumnas verdad?

M: ¡Si!! ¡Y la que más rico coge!!

Después me volteo de espaldas a él y me volvió a penetrar él con las piernas cerradas y yo con las piernas abiertas, y después yo con las piernas cerradas y el abiertas, la fricción se sentía más dura, me apretaba las nalgas me mordía la espalda, me estaba devorando mi profesor.

M: ¡ponte de perrito putita!, Anda ¡ponte de perrito!, Ya me di cuenta que te gusta que te cojan y que te cojan bien!

¡Yo me puse de perrito y él siguió penetrándome en esa posición!

M: ¡Muñeca que rico coges, uhm!

K: ¡Ah, tú también coges riquísimo, uhm!

Al momento de que me penetraba con su pené mi vagina, ¡con sus dedos empezó a penetrarme por el ano!

M: ¿qué te parece? ¿No te gustaría estar con dos al mismo tiempo? ¡Verdad que se siente rico!

¡Yo sentía delicioso, me volteo y abrió mis piernas en compás y empezó a penetrarme en esa posición!

M: ¡Ah muñeca que rico se siente!

K: Si papi sigue así, no te detengas, mas dame más, ¡mmm se siente rico!

M: ¡Si mami! te gusta? ¿Verdad que te gusta?

K: ¡Sí!! Sigue así, mas dame más!!

M: ¡Pídelo más fuerte, grítalo!!

K: ¡Mas papi dame más, ah!!!

¡Se oyó el grito de él y empecé a sentir como su semen recorría mi vagina y mis nalgas!

Que rico se sentía su leche, él se había venido en mí y yo había tenido un riquísimo orgasmo.

Nos acomodamos la ropa y arreglamos un poco el lugar, y que el sillón y lo que había hi había quedado maltrecho, yo limpié las marcas de nuestros fluidos, el profesor y yo más tranquilos hablamos y le confesé que solo quería coger rico con él.

Kali

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