15/07/2020
Al subir al camión me senté en la parte de atrás, puse mi bolsa sobre mis piernas y las manos apoyadas en ella, al estirarse la blusa se notaba más el bra a través de ella, al principio no iba sentado nadie al lado mío, pero después se fue llenando y finalmente se sentaron al lado mío, para esto no faltó que varios que estaban subiendo, se fijaban en mi blusa o más bien en mis nenas, cerré los ojos y casi al llegar a periférico siento la mano del que va a mi lado en mi pierna acariciando y subiéndola, primero lento y ya después un poco más descarado.
Yo estaba sin abrir los ojos y le permito y abro más mis piernas, me desabrocho el pantalón y bajo el cierre que se encuentra al frente y escucho que me pregunta “te gusta?”. No contesto nada y él lleva su mano al centro de mis piernas y comienza a acariciarme mi vulva y me masturba, supongo que tiene experiencia porque lo hace bien; me mete sus dedos y yo me muevo ligeramente y coloco mi mano sobre la de el para conducir sus caricias, así lo hace más tiempo; siento como me cosquillea mi panochita y el calor que me va llenando y me dice que se siente rico que estoy muy mojada y en eso siento que me vengo rico.
Me pongo una pashmina que traigo en la bolsa para que se sienta con más libertad de tocar y cubro la parte de mis hombros, me rodea con el brazo y por debajo de la pashmina me empieza a toquetear, para después meter la mano por un lado de la blusa sobre el bra y con la otra mano también empieza a acariciar mis nenas en donde se sienten mis pezones muy bien por lo erectos que están y yo con la mano toco su verga y la acaricio, esta dura.
Me pregunta si era casada, que si no me cogían bien y por eso estaba tan caliente. Quiero acompañarlo a otro lugar para cogerme, no digo nada. Me separo y le digo que tengo que bajarme (en san ángel) y de ahí tomo otro, él se baja también y se sube al mismo que yo, pero me siento en un lugar que va solo, y el en otro, se va llenando el camión, así que cuando me bajo no veo que me siga y entro al metro.
Estoy muy ansiosa y excitada, me subí al vagón del metro, no hay casi gente y me voy sentada, voy recuperándome de la experiencia, al llegar a la oficina pienso en mi Amo, en que estoy demasiado caliente y necesito coger, de decirle que su puta se ha dejado manosear, que me vine muy ricooo sabiendo que podía contárselo.
27/072020
Me subí al vagón de los hombres, y aunque subí en el vagón de en medio había demasiada gente, ya en el vagón tanto por la fricción con los demás como también por el movimiento se fue bajando mi bra, vi como dejaba ver a través de la blusa el pezón que estaba por cierto respingón.
Al principio iba una mujer cerca de mí pero un hombre que se había quedado viendo desde que subí y estaba más pegado a la puerta, fue acomodándose hasta colocarse frente haciendo a un lado a la señora y me vio a los ojos, por supuesto que a las nenas también, y me dijo que lo perdonara que se pegara tanto, le dije que no había problema, nos fuimos acomodando hasta la otra puerta y con su mano derecha empezó a tocarme discretamente y a subir su manos hasta que tocó y manoseó las nenas y sin pena al ver que no me movía tomo entre sus dedos mis pezones y giraba sus dedos a través de la blusa, ya estos me dolían porque lo hacía fuerte y al mismo tiempo sentía como mi panochita empezaba a cosquillear.
Como siempre mi bajada se acercaba y debo acércame a la puerta y dejar a este hombre que al parecer por el bulto que pude sentir en mi pubis estaba excitado, pero me quedo muy excitada yo también y cierro los ojos y aún puedo evocar las caricias de mi amo de un par de días atrás, un sexo intenso en donde fui poseída por mi Amo de la forma en que él decidía, mi panochita al recodar se excita mucho, pongo mi mano y acarició para calmar un poco el deseo y poder concentrarme en mi trabajo, más es inútil, sus caricias, su verga al embestirme con tanta pasión, mi culo roto y la explosión que genera en mi cada encuentro con él, me embelesan, contraigo mis piernas oprimo con ellas mi mano en mi sexo y logro provocar sin problema o demora un orgasmo que me llena y calma un poco mi estado constante de excitación, por el que me tiene rendida y dispuesta a sus deseos, en el goce del recuerdo.
Llega a mi celular un mensaje de un grupo creado por el, debo mencionar que hace ya un par de años mi Amo me introdujo al deleite de las varios lados, como un prisma, que significa el goce del sexo, una de sus caras es el swinger, conocido solo en relatos de una prima mía y del cual causó curiosidad callada, más él supo incrementar dicha curiosidad y juntos al imaginar el primer encuentro, vincularlo con un placer distinto, intento lleno de complicidad.
Regresando al mensaje, en él se acuerdan fecha e intención de un encuentro con una pareja joven, ella busca un acercamiento con una Mujer y él ya conocido por nosotros ya que ha sido un hombre al que sus atributos me han deleitado, con una verga, la cual por su tamaño me ha producido orgasmos casi tan intensos como los que mi Amo me deleita; por ello se genera la ocasión para, de acuerdo a sus palabras, ver cómo su puta goza al ser penetrada por otra verga y cómo está se comporta como la gata sumisa que es, puta y obediente a los deseos de su Amo, la fecha y hora se acuerdan entre ellos, nosotras nada tenemos que decir, yo dispuesta a sus deseos sé que asistiré mojada, excitada y dispuesta, para merecer, después de demostrar cuan su puta goza ser poseída por alguien más, y el ver cómo mi amo deleita con su verga otra vagina jugosa y como muerde y chupa otros senos distintos a los míos.
El día pactado llega, mi atuendo es un vestido corto negro con blanco , medias naturales y zapatillas negras, de acuerdo a lo que mi Amo le gusta, unas bragas pequeñas cubriendo lo indispensable y acordamos el lugar donde pasaría por mi, el lugar a donde iremos ya es conocido, lo hemos visitado ya un par de ocasiones, exenta de comodidades.
Nos recibe Abraham, su vestimenta estrafalaria y su cabello adornado de rastas, huaraches cubren sus pies, amable como siempre, nos saluda con la familiaridad que da el conocernos toda nuestra piel y nos conduce, como guía, en una construcción que está próxima a perecer; con cuidado, y con toda la luz que puede dar el atardecer, recorremos el camino que nos lleva al lugar donde vive y crea.
El trayecto lejos de incomodarme me gusta, está lleno de un ambiente bohemio, desordenado, donde los instintos se ponen en contacto con lo básico, las paredes con pintura que se rehúsa a caer, la estreches del lugar me limita un poco al principio, está impregnado de solvente necesario para su arte, se mete por mi nariz y altera un poco mis sentidos, tardo en acostumbrarme al olor, tomo asiento en un intento de colchón y mi Amo, elegante como siempre, en un sillón que ha quedado a ras del suelo, cruzo mis piernas y el vestido de levanta y mi amo, distante de la incomodidad que supone su asiento, luce dominante, desde ahí dueño de la situación dirige la plática como siempre, para romper el hielo, su plática la dirige a ella, una joven linda que aún debe estar en los veinte y algo, tez clara y su cabello rubio.
Por la luz tenue que nos dispone un foco que hace su mejor trabajo por iluminar, no logro definir si es su color natural, usa lentes que hacen verla un poco más intelectual, mi amo la lleva a una plática en donde ella encuentra una vía para expresar sus ideas, cae ya en su encanto, yo lo veo y me hipnotiza sus ademanes, su voz que todo lo llena y su carisma que embruja, logra el cometido de hacer que los nervios de ella se disipan, se vislumbra abierta, su vestimenta no deja ver las sensualidad de sus formas, comienzan a fumar hierba y aunque mi intención a participar en ello había sido expresada a mi Amo con una renuencia a hacerlo, por lo que provoca en mi, el día la orden es incuestionable así que debo participar en el rito que ellos inician, el licor y la hierba, el ambiente y la música con tintes de reggae o cubana o africana, no logro definirla, hacen que mi piel desee ser ya tocada, mi Amo se ubica a lado mío y comienza a subir el vestido para que mis medias puedan verse, desabrocha mi.
Vestido y mis nenas que se han despojado del bra desde antes, salen con los pezones respingones, abro las piernas y me toca la panochita, Abraham se acerca y hace los mismos movimientos y chupa mis nenas y muerde mis pezones, la verga de mi Amo ya está dispuesta y la descubro y empiezo a mamársela, deliciosa, ella comienza a desvestirse y Abraham la ayuda acariciando sus hombros, la despoja de su ropa y deja ver una piel blanca, la conduce a la cama y yo estoy deleitándome con la verga de mi Amo.
Me levanto, mi intención es cambiar mi atuendo y me visto con encaje transparente como le gusta a mi amo; cuando regreso al espacio, que es testigo del placer y deseo que generamos, veo cómo ellos, lado a lado de ella disfrutan su piel y besan sus senos, chupan sus pezones que muestran los signos inequívocos de excitación, ella parece gozarlo y yo no puedo separar mis ojos de cómo mi amo la toca y disfruta su piel blanca.
Es una imagen excitante dos hombres disponiendo de un cuerpo proporcionándole gozo, no se quita los lentes y su gesto indica que se está dejando llevar, veo cómo meten sus dedos en su vagina y juegan con su clítoris y quedó paralizada, por un placer que me envuelve; mi deseo está a flor de piel. Abraham se da cuenta que estoy observando, la deja a disposición de mi Amo y me pone contra la pared para tocarme primero mis nenas y luego mi panocha la cual empieza a dedear con singular maestría; su verga esta lista cuando empiezo a tocarla y acariciarla, se nota deseosa.
Abraham me inclina en una silla y me penetra desde atrás. Su sexo choca contra las paredes de mi vagina y siento sus huevos en mi piel, la posición no da para mucho por lo que me acuesta junto a ella abre bien mis piernas y vuelve a enterrar su miembro en mi, lo hace con la dureza necesaria para hacer que mis gemidos se escapen, siento como está por venir los orgasmos. Ella está montando a mi amo y se mueve de forma tal que toca mis nenas y yo las suyas y mientras lo monta, meto mi mano en su vagina húmeda y caliente, deliciosa, la música hace que mis movimientos se acomoden al ritmo que penetra por mis sentidos; Abraham me embiste y acomoda mis piernas como se le antojan me siento mojada y excitada por ver a mi amo y ver cómo ella goza; yo gozo al par, y Abraham también.
El ambiente se llena de gemidos y huele a sexo, de fluidos, me llena de un calor que explota mis sentidos los orgasmos se presentan, en algún momento, Abraham pone su mano sobre mi cuello, no puedo evitar la sensación que ello me produce, me enciende me siento asfixiada y eso eleva mi excitación, pero quita su mano, más le pido que no lo haga necesito de ese ahogo que hace que mis entrañas responden distinto; ella sigue montando a mi amo y lo hace bien.
En algún momento Abraham la posee y la penetra yo le acaricio sus nenas y sus piernas con una piel tan suave que me hace pensar más en lo mucho que él la debió gozar, su sexo sigue caliente su clítoris hinchado, en bruces mi Amo me sorprende y mientras la acaricio me penetra por el culo sin condón porque se rompió, probando en mi el placer de sentirme sometida a un dolor que me llena y me envuelve que solo él puede darme y el cual deseo más siempre, me abandono al deseo; mi panochita se siente mojada y ella también la toca, todo me da vueltas y me dejo llevar por el placer y las explosiones que en mis entrañas me inundan, como un placer que se estrella en la rocas, exquisito, como no disfrutarlo.
Me rindo ante su verga jugosa y perfecta, ellos se dejan llevar por su pasión, y mi Amo y yo debemos parar, el preservativo se ha roto nuevamente, demasiada fuerza, al regresar Abraham de espaldas la tiene con las pierna abiertas se dejan llevar y él se ve con las nalgas contraídas como la embiste, se corre y me acuesto en el colchón, mi Amo abre mis piernas y se yergue imponente para penetrarme sin reparo, me dejo llevar me uno a la música y lo que se vive, me va recorriendo nuevamente ese calor, ese golpeteo del que me he hecho adicta, mi Amo gime su sexo está a punto de explotar y se viene en mi siento como su verga hinchada se corre en mi vagina que recibe su calor extasiada, agradecida.
Los tiempos nos urgen lamentablemente y debemos irnos, nos despedimos de ella con una sonrisa de complicidad del placer poco común compartido, me lanza un beso.
Él nos guía con la luz del celular, el mismo recorrido del principio sumándose la oscuridad de una noche que huele a lluvia y unos cuerpos que transpiran deseo, yo una puta sumisa, adorándolo más.
Un encuentro satisfactorio con prisas tal vez prometía más.
03/08/2020
En el metro no pasó mucho, pero me vine en camión para llegar al metro,
Desde que subí estaba muy lleno, y me pase hasta el fondo del camión, ahí me fui parada, apretada, se colocó un muchacho como de treintena y algo, con pantalón de mezclilla y una camisa azul de cuadros, y chamarra delgada, lo vi porque pidió permiso al pasar, primero se colocó a espalda mía, pero en unos minutos estuvo moviéndose muestras de que se llenaba más el camión, hasta que se puso justo atrás mío, se agarraba del pasamanos superior, estaba más alto que yo y arrimaba primero por accidente y después drede su verga a mis nalgas, solo que con el ajetreo del camión los arrimones eran más fuertes, yo aprovechaba también estos para pegar mis nalgas a él y sentirla pegada a mi, y moverme conforme él se movía, de forma discreta, aunque en realidad por lo apretados nadie veía, antes de llegar a la parada el coloco sus manos en los pasamanos de los asiento, y se frotó aún más, baje mi mano y la coloqué en su pantalón y puede tocarla, se sentía gruesa y dura y él emitió un gemido leve cerca de mi oreja, me giré para bajar ya que estaba cerca de la puerta, lo vi y aunque no se veía por el cubreboca le sonreí a lo cual yo creo que correspondió, se le veía en los ojos, se giró antes de que me moviera para bajarme, me apretó la nalga.