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El incesto en mi vida (Parte 16)
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Tiempo de lectura: 6 minutos

A principios de marzo me tuve que desplazar al norte para visitar a un proveedor para firmar un acuerdo, dando la casualidad que sus oficinas se encontraban relativamente cerca de donde vivía la familia por parte de mi madre. No tardó en llamarlos para decirles que estaría por allí de viaje, ellos me llamaron por teléfono diciendo que no se me ocurriera quedarme en un hotel, que habiendo sitio, etc., etc…

Por compromiso pues accedí, aunque no me hacía mucha gracia, ya que me gusta estar solo para mis aventuras extramatrimoniales. Llegué anocheciendo, ya que fui en coche, me estaban esperando, los saludé a todos y como no allí también estaba mi prima Eli, llevaba sin verla por lo menos 10 años, había engordado un poco, era rellenita, pero sus tetas eran todavía más alucinantes, por no decir bestiales, podrían ser una 120 o 130 tranquilamente. Durante aquellos años, me había enterado que ella era lesbiana, algo que me llamó la atención y más sabiendo lo que pasó hacía unos años, pero era así, incluso me presentó a su novia que se encontraba allí. Raquel se llamaba, más o menos de su edad, una chica normalita, morena con el pelo rizado, delgada con tetas y culo normal.

Tras instalarme en un habitación, ducharme y cambiarme de ropa, Eli me propuso de salir a tomar unas cerveza, a lo que accedí, salimos junto con su novia con dirección a un bar que no se encontraba muy lejos de su casa.

Llegamos y empezamos a beber y hablar, la conversación empezó hablando del trabajo, la familia y poniéndonos al día de nuestra vida de los últimos diez años, me entere que ellas vivían juntas en un piso, cerca de la casa de mis tíos, que ellos se habían tomado muy bien la orientación sexual de su hija, de que trabajaban en la misma empresa y me hablaron de los planes que tenían para el futuro y todas esas cosas. Mientras seguíamos bebiendo cerveza y poco a poco estábamos ya un poco "contentos".

Eli me preguntó que si sabía que hablaban los de nuestra familia por donde yo vivía, sobre el hecho de ser lesbiana, le dije que no había oído nada ya que no me gusta meterme en chismorreos, algo que es cierto. Me preguntó también que si no había "flipado" al saber que le gustaban las chicas, le contesté claramente que no, ya que era una cosa normal hoy en día y que no tenía por qué escandalizarme, ella comenzó a reírse y me confesó que imaginaba que yo no me lo hubiera creído nunca y más de lo que pasó entre nosotros.

Me descolocó un poco que lo hablara delante de su novia, ella se dio cuenta y me dijo que Raquel sabía que nos habíamos pajeado y tocado mutuamente. Raquel me dijo que le daba morbo el hecho de su novia hubiera practicado el incesto, aunque no hubiera habido penetración, debido a que ya nos encontrábamos bastante desinhibidos debido a la cerveza, le pregunté si ella lo había practicado, me contestó que no, pero que si hubiera estado en el lugar de Eli, ella me hubiera follado.

Mientras hablábamos me di cuenta que Raquel sabía con pelos y señales nuestra pequeña aventura sexual, ya que sabía lo de la habitación de mi prima, cuando nos quedemos solos y lo que pasó en el hotel. La cosa se fue calentando y yo empecé a preguntar cosas íntimas sobre ellas, me enteré que ambas habían follado con hombres, pero que se sentían más atraídas hacia las mujeres, que en una ocasión conocieron una transexual y se acostaron con ella y que les gustó bastante y me hablaron también de que tenían su arnés con polla. Entre risas y cachondeo, yo tenía un calentón del quince, sabía que aquella noche caería una buena paja pensando en mi prima y su novia.

Salimos del bar y me propusieron de ir a su piso a tomarnos la última, yo accedí y allí nos dirigimos. Al llegar Eli me enseñó el piso, mientras Raquel ponía unas cervezas y preparaba algo de cena. Nos sentamos y seguimos hablando, pero poco a poco volvimos a subir la temperatura de la conversación.

Eli me preguntó que si después de lo que había pasado con mi prima, me la había meneado mucho pensando en ella, le contesto que sí, añadiendo que sus tetas aún seguían en mi sueños, ella se reía mientras Raquel añadía que era normal ya que eran unas tetas enormes. Le repliqué que ella tenía más suerte que yo, ya que habían crecido muchísimo desde que yo se las vi, comenzaron a reírse las dos y Eli me dijo que mi polla también habría crecido y que igual que yo sentía celos de Raquel por ver sus tetas ya desarrolladas, ella sentía celos de que mi mujer viera mi polla ya adulta.

Aquello se estaba descontrolando yo me encontraba en punto muerto, en el que no saber para donde girar la conversación, de repente fue Raquel la que encauzó la cosa, pero de la forma más inesperada para mí, me dijo que si le gustaría ver las tetas de mi prima, a lo que respondí que por supuesto que me gustaría verlas, y como si fuéramos otra vez chicos me pidió que si ella enseñaba sus tetas yo les tenía que enseñar la polla, riéndome por lo infantil de la situación les dije que de acuerdo.

Sin poner pegas mi prima se quitó la camiseta que llevaba y pude ver sus descomunales tetas, un sujetador negro las subía a duras penas, ya que semejante peso tendría que ser insufrible para un pedazo de tela, al quitarse el sujetador aquello fue un desparrame, eran aún más grandes si podía, sus pezones como garbanzos y aureola enorme de color rosa. Mi polla iba reventar el pantalón, me lo desabroché y saqué mi polla en su máximo esplendor.

Eli se quedó mirándola y dijo que de verdad que también había crecido, mientras su novia no paraba de reír y le ordenó a mi prima que me tocara la polla, ella me la cogió y empezó a hacerme una paja. Ver a mi prima meneándomela mientras su novia nos miraba me estaba dando un placer espectacular. Eli le preguntaba si le ponía cachonda aquella situación, ver como se la meneaba a su primo, ella le contestó que muchísimo, a lo que añadió que porque no nos íbamos a la habitación. Mi prima dijo que si y claro está yo no me negaría por nada del mundo.

Entramos en el dormitorio y de repente Raquel se dio cuenta que en vista de lo que iba a pasar allí, les harían falta condones, ya que eso es algo que ellas no usaban, claro está que no tenían. Dijo que tardaba cinco minutos, ya que cerca había una farmacia que en la fachada tenían una máquina expendedora de preservativos. Salió corriendo a comprarlos, mientras mi prima y yo nos quedemos allí, empezamos a desnudarnos y pude verla ya sin ropa alguna. Aunque estaba rellenita, sus carnes eran prietas y sus tetas junto con su culo, que eran enormes, la hacían bastante apetecible.

Nos tumbamos en la cama y ella siguió haciéndome una paja, yo deslicé mi mano entre sus muslos y comencé a tocar su coño afeitado, que se encontraba ya bastante caliente. Apenas pasaron unos minutos cuando sentimos la puerta de la calle y Raquel entro al dormitorio corriendo, llevando en la mano una caja de condones. Se desnudó rápidamente y se metió con nosotros en la cama, vuelvo a destacar que ella era bastante normalita, delgada, tetas que te cogen en la mano, coño depilado y culo más bien delgado.

Comenzaron a besarse entre ellas, aquella situación me tenía a punto de derramar mi leche, tenía que hacer esfuerzos titánicos para no soltarla. Raquel llevaba la voz cantante y le ordeno a mi prima que me chupara la polla, yo tumbado y ella enfrente de mí a cuatro patas comenzó a mamármela de una forma extraordinaria que se la tragaba entera y podía notar como llegaba al fondo de su garganta, mientras su novia detrás de ella le comía el coño. Mi sufrimiento era enorme por no querer correrme, aguante bastantes minutos, hasta que Raquel aparto a Eli de encima de mí y la tumbo mirando hacia arriba, me dijo que me la follara, me puse un condón y penetre aquel coño que chorreaba debido a la comida que le había hecho Raquel, mientras embestía a mi prima, su novia se colocó encima de su cara y Eli comenzó a comerle su coño, viendo aquello no pude más y tuve una corrida bestial.

Me aparté a un lado mientras intentaba recuperarme lo más rápido posible para seguir el ritmo de ellas, al quitarme Raquel se levantó de la cara de mi prima y se tumbó encima de ella, comenzaron a restregar sus coños, estuvieron haciendo la tijera durante bastante tiempo, ambas se corrieron casi al unisonó. Estaba tan absorto viéndolas que no me había dado ni cuenta que mi polla estaba nuevamente erecta, Raquel se levantó de la cama y se dirigió al armario, de allí saco una arnés negro del que colgaba un polla de considerable tamaño, se lo coloco y me pregunto que prefería si coño o culo. Mire a Eli y vi una sonrisa pícara, imaginando lo que pasaría a continuación.

Pedí follarle el culo a mi prima, Raquel se tumbó en la cama mirando al techo, mi prima se subió encima de ella y se introdujo aquella polla de plástico hasta el fondo, se inclinó hacia delante y me dijo que se la metiera, aquello desde luego me descoloco bastante ya que siempre que había tenido sexo anal, la lubricación a base de cremas o saliva había sido primordial.

Pero no me lo pensé mucho, me coloque tras ella, guie mi polla hacia su ano y lo fui introduciendo poco a poco, la resistencia fue mínima, lo que me dio a entender que ese agujero estaba ya bastante dado de sí, algo normal viendo las medidas del juguete que tenía puesto Raquel en aquel momento. Empezamos un follada bestial, yo llevaba el ritmo, a la vez que la novia de mi prima ayudaba con movimientos de cadera hacia arriba, después de unos minutos, Eli empezó a gritar como una loca y tuvo un orgasmo bestial, yo estaba a punto de correrme, pero me retuve al preguntarme Raquel si me faltaba mucho, a lo que conteste que no, me dijo que parara, saque mi polla del culo de mi prima y ella a su vez se levantó de lo alto de su novia, Raquel me pido que me corriera en la cara de mi prima y así lo hice comencé a pajearme delante de su cara, no tarde mucho tiempo en eyacular y poner toda la cara de ella llena de chorretones de leche.

Una vez tranquilizados, Raquel me confesó que le había puesto muchísimo ver como un hombre, que para más inri era primo suyo, se corría en la cara de ella. Nos despedimos planeando que algún otro día tendríamos que repetirlo, aunque yo al día siguiente tras la reunión regresaba a mi casa, por lo cual me marché deseando que no se tardara mucho en llegar ese otro día.

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