Alicia se corrió con mi lengua en su clítoris y noté como algo de su interior salía y humedecía más aun su entrepierna. Ella bajó sus dos manos para apretar fuertemente mi cabeza a su coño, quizás creyera que me iba a ir, pero no tenía ninguna intención.
Tras esto, unos cuantos suspiros para coger aire y que me soltara la cabeza, Alicia se sonrió y me dijo que ella también quería.
Mi entrepierna estaba a reventar y cambiamos las posiciones. Ahora era yo el que estaba sentado en el sofá y ella la que jugaba con mi sexo que quería salir del slip. Ella me acariciaba y besaba en diferentes zonas, pero jugueteaba con rozar con sus labios mi erecto miembro hasta que decidió sacarlo de su encierro y comenzó a lamer. Primero su lengua recorrió toda mi polla dura y mis huevos hasta que se la metió en la boca.
No paraba de subir bajar, sus labios apretaban todo lo que entraba en su boca y su lengua jugueteaba con mi prepucio. Sus manos no paraban de acariciar mis huevos y me estaba poniendo a mil.
Ella paro y me dijo que no me preocupara porque quería que me corriera en su boca y que, mientras, ella se iba a masturbar con sus dedos porque estaba muy cachonda.
Así lo hizo, tras un rato mamando consiguió que me corriera dentro de su boca y relamió lo que quedo fuera. Ella no había conseguido correrse y decidió levantarse y sentarse encima de mi, pero antes cogió mi polla, que de nuevo, estaba levantada y la oriento para qué entrara en su cueva… Ooooh!!
Que placer notar como se hacía camino entre sus labios y ver la cara de ella según entraba. Una vez ahí, ella se apoyó con sus manos en mi pecho y comenzó a mover la pelvis de adelante hacia atrás, yo la cogí de la cintura y ayudaba en el ritmo que ella marcaba al cabalgar encima de mi, ambos gemíamos y a medida que variaba el ritmo nuestros jadeos eran más acompasados hasta q ambos conseguimos tener ese orgasmo tan deseado.
Ella paró y se dejó caer encima de mi hasta que nos quedamos dormidos.