Todo empezó un verano en que fuimos a trabajar a la playa a un hotel mi prima y yo. Nos alojaron en un pequeño apartamento, cerca del hotel.
La primera noche que tuvimos fiesta salimos a tomar un trago, que se convirtió en otro y otro hasta acabar borrachos los dos.
Al llegar a casa me pongo a ver videos porno en el teléfono, y empiezo a empalmarme, y con la valentía del alcohol le enseño el video que estoy viendo, y me saco la polla, está durísima, cojo su mano y la llevo a mi rabo, que empieza a acariciar, le levantó la minifalda y quito su tanga, su coño peludo aún me pone más cachondo, me doy cuenta de que la ventana está abierta y que un hombre de unos 50 años está mirando…
Empiezo a sobar su coño, a comérselo, le gusta, el hombre sigue mirando, se ha desnudado y se empieza a hacer una paja, tiene buena polla, la follo dejando que se pajee.
Le hago un gesto para quedar después. Cuando viene ella ya se ha quedado dormida.
Ponemos algo de porno, rápidamente los dos estamos empalmados, me dice que quiere hacerme unas fotos de mi polla, acepto si no se ve mi cara.
Me hace varias y me enseña otras de chavales jóvenes con los que ha estado, algunas son tremendas.
Me ofrece dinero por chupármela en la playa, acepto. En la playa sin disimular mucho me hace una paja increíble, le doy una corrida enorme, le echo la leche encima de su rabo y le hago unas fotos.