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Mi último amor
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Tiempo de lectura: 12 minutos

Hoy les quiero contar sobre la que fue mi última noche con el amor de mi vida, estaba yo en segundo año de mi carrera de medicina tenía 20 años, nosotros llevábamos 3 meses juntos,  yo a pesar que ya me describí agrego que para este tiempo no me encontraba de esa manera si mi misma cara aunque un poco más joven, siempre he tenido cara de niño según me dicen y en ese momento se me reflejaba muy bien además que con lo risueño que soy más lo aparentaba, mantenía mis piernas y culo envidiable pero aun no era adicto al gym por lo tanto era delgado aunque si practicaba deportes así que tenía un abdomen como lavadero (la única vez de mi vida, ahora siempre se me sale un poco mi grasita) y aunque no estaba fuerte mis brazos eran gruesos aunque delgados.

Ella cursaba el primer año de la carrera tenía 19 años, nos conocimos en la residencia de la facultad, al principio nunca me fijé en ella, pero cada vez que entraba a la residencia oía su nombre puesto que es un nombre poco común: K´yluma, se pronuncia Kayluma, que yo llamaba cariñosamente Kawi por mis gusto del lenguaje japonés esta palabra significa tierno, ella lo odiaba pero a mí me encantaba, la verdad era una chica normal de aproximadamente 165 cm de estatura, eso sí muy risueña y con un carácter que contrastaba entre niña y mujer madura siempre reía, pero cuando se trataba de un asunto serio era más mujer que muchas que he conocido, nunca fue celosa conmigo, supongo que sabía que yo era totalmente de ella, pues aunque mirara a otras mujeres en ese momento aún no me interesaban las relaciones de intercambio o abiertas, ni ninguna otra cosa para mi ella era mi mundo (como ven el primer amor es así).

Ella era delgada, bastante la verdad, tenía cuerpo de modelo, de estos cuerpos delgados pero bien delimitados, unos senos medianos diría que una copa B, y un culito respingón, las piernas más bien gruesas para lo delgada que era o mejor dicho bien torneadas, y sinceramente era hermosa, no tengo otra manera de describirla, tenía esa sencillez que muchas veces es más hermosa que cualquier cosa, la tez clara, ojos marrones, y el pelo castaño oscuro largo lo llevaba por la cintura, y bastante abundante, realmente cuando lo lees aquí no es gran cosa, pero para mí era y es simplemente una diosa.

Es el único amor que a pesar de lo corto que fue no he conseguido olvidar, ni con todas las que han venido detrás, ni con mil noches de sexo desenfrenado, ella simplemente es mi amor inolvidable (como dice una canción de la Oreja de Van Gogh el primer amor es el verdadero y los demás están para olvidar) y por la única mujer que sin pensarlo dos veces iría a donde me llamara a la hora que fuese y por la única que correría peligro cualquier relación mía.

Bueno dejándome de cursilerías, corría el mes de febrero del año 2016, específicamente 13 de febrero yo me había trasladado a la residencia donde culminaría mis estudios de medicina ella aún se encontraba en la residencia de universidad se encuentran lejos pero manteníamos nuestra relación a distancia, nos hablábamos por teléfono diario al menos 5 minutos al día y dos veces a la semana yo iba pasaba mi día con ella, bueno mi tarde y noche, hasta que al otro día me trasladaba de nuevo a mi hospital para mis clases, ya llevábamos un mes así y ese día específicamente decidí estar con ella para amanecer 14 de febrero juntos, ya saben fantasías de enamorados.

Ese día rezaban las 8 de la noche y nos disponíamos a comer, nos levantamos de la cama y nos dirigimos al comedor comimos con nuestros amigos y haciendo chistes, tarde de jóvenes como ven. Nos quedamos paseando por el área de la facultad viendo los últimos rayos de sol de la tarde, y nos escabullimos para subir a la azotea y poder estar totalmente solos, así pasamos más de media hora juntos solamente abrazados, sintiendo a la otra persona y llenándonos con nuestros aromas, ya habíamos olvidado la puesta de sol solo nos importaba ser nosotros.

Luego de eso bajamos al cuarto estos cuartos son más amplios que el de la residencia que he descrito, presentan 6 literas, aunque solo estaban ocupadas las camas inferiores nosotros dormíamos en la penúltima cama de la fila izquierda una cama antes de la ventana.

Entonces viendo que eran las 9:00 pm nos decidimos a bañarnos yo me fui al baño de hombres y me bañé rápido, al regresar ella aún no se ha bañado se encontraba en la cama chismeando con las amigas (ya saben el deporte preferido de las mujeres) en tono jocoso le pregunté si pensaba dormir cochina, y recogiendo las cosas corrió hacia el baño dándome un beso antes de salir, me acosté en la cama y me dispuse a oír música, cuando se va la corriente, algo común en esa época aunque un poco fuera de horario, yo sigo oyendo música cuando me sacan de mi ensimismamiento una de las compañeras de ella, diciéndome que me llamaban desde el baño, aunque las residencias sean mixtas los baños si son separados.

Me dispongo a ir preguntando antes para no encontrar nada inadecuado, cuando ella me grita que entrara que solo estaba ella, me dice que el problema es que la de miedo la oscuridad que la acompañe mientras tanto, así que la ayudo desvistiéndola, ella entra a la poceta y yo me quedo afuera, para que no entrara nadie y se encontrara conmigo ya saben evitando una galleta innecesaria, pero no puedo contener mis ganas y la abrazo por la espalda besándole el cuello y provocando que se erice ella enseguida reacciona llevando la cabeza hacia atrás y me besa en un cachete mientras aún sigo dando besos y pequeñas mordiditas a su cuello, y aprovecho y giro mi cara para fundirnos en un beso apasionado, ella me pide que entre con ella y corre la cortina me desnuda con una rapidez indescriptible y ahí seguíamos comiéndonos a besos y recorriendo nuestros cuerpos con nuestras manos yo me encontraba bastante caliente y ella lo suficiente lubricada para que pudiera entras en ella, así que la levanto por los muslos, y la pongo a horcajadas sobre mi aprovechando para introducir mi miembro en ella cosa que ella misma hizo y ahí entre besos y cabalgada nos encontrábamos cuando llega la corriente al principio no me inmuté hasta que oigo las voces de otras chicas que se disponían entrando al baño, por lo que tuvimos que detenernos, me vestí rápido y cuando sentí que las demás regaderas estaban abiertas ella se asomó para ver que no quedara nadie afuera o desvestida y yo salí corriendo, desde la puerta le grite que me disponía a ir al salón de estudio y sin mirar a ningún lado salí casi que corriendo. Ya llevaba un par de horas estudiando cuando ella me abraza por la espalda y me besa:

Kawi: ¿mi príncipe no piensa dormir hoy? Mira que mañana hay que madrugar y ya son las 12:10am

Yo: si déjame terminar un capítulo más, y enseguida voy.

Kawi: no demores, mira que en el baño me dejaste muy caliente, tuve que bañarme con agua fría para mejorar y, aun así; no mejoré mucho, aún estoy mojada. (me dijo en un susurro al oído esto último)

Y sin más se retiró, contorneando su cuerpo de una manera muy sensual y atrayendo mi mirada con su caminar provocativo. Que les digo sabía usar muy bien sus armas de mujer. Yo volví a mi libro, pero ella me había dejado con una erección, y la verdad no podía concentrarme en mi estudio. Pasados 10 minutos yo sin poder concentrarme de nuevo, recogí y me dirigí a la cama, para mi sorpresa la encuentro cubierta por colchas en los cuatro lados de la litera de manera que no se viera hacia adentro, esto la hacíamos las parejas cuando queríamos intimidad en el cuarto, ese día no estaban todas las compañeras, pero había unas cuantas, y queríamos pasar una noche especial, pero aún más para mi sorpresa ella no estaba, la llamo al móvil:

Yo: ¿Kawi dónde estás? Ya estoy en la cama y para mi sorpresa está sola.

Kawi: ya voy para allá bajé a buscar algo de tomar, no demoro:

Yo: ok aquí te espero, no demores que se siente fría la cama sin ti.

Kawi: tranqui ya voy subiendo y para tu información, me encuentro necesitada, así que si pudieras ahorrarme el trabajo de desnudarte y estar listo para mi llegada.

Yo: ok como usted guste mi reina.

Me desnudé lo más rápido que pude y guardé un par de condones en la funda de la almohada, ella tenía un DIU, pero aun así no me gustaba correr el riesgo. Cuando la siento hablando con una amiga que era su cómplice para estas cosas siento que terminan y se cierra la puerta con llave las compañeras del cubículo ya dormían, sin más se dirigió a la cama y se fue desvistiendo por el camino, y al entrar a nuestra cueva del amor ya se encontraba totalmente desnuda, era una escultura echa a mano para mis ojos, el lugar estaba a oscuras un pequeño velador que teníamos nos permitía distinguir las siluetas y nuestras miradas de placer, sin dar paso a ninguna conversación nos fundimos en un beso, fue un beso de placer, nuestras manos no recorrían nuestros cuerpos solo nos abrazábamos apretándonos cada vez más uno contra el otro, sintiendo nuestra desnudez sus senos apretados contra mi pecho mi miembro quedó entre sus muslos y pubis y sentía el calor que desprendía esta área.

No puedo saber con exactitud qué tiempo duró ese beso pero fueron más de 15 minutos, solo besándonos, nuestros labios jugueteaban nos mordíamos con delicadeza como si fuera una obra previamente ensayada, una vez ella otra yo, así hasta que las lenguas se dieron paso a nuestras bocas empecé y con un toque tímido a la de ella que enseguida respondió buscando nuevamente la mía ellas forcejeaban, así hasta que no aguantó más y subió su cabeza mirando hacia arriba lo que me permitió ir a besar su oreja derecha a la cual le di un par de besos y unas mordiditas tímidas, que provocó un escalofrió en ella y que se erizara su pierna, fui bajando dando besos y mordidas por la cara externa de su cuello, hasta llegar a su clavícula, la besé recorriendo con mis labios toda su amplitud, y seguí bajando hasta su seno que sin tocar el pezón fui dándole besos a toda el área externa (sé que esto la calentaba).

Ella se movía tratando de que el pezón rosara con mis labios pero yo seguía evitándolo y así salté al otro seno y hacía lo mismo notaba como sus pezones estaban duros y erectos y ahí decidí besarlos, lo que produjo que ella gimiera de placer, seguí jugando con ellos, los recorría con mis lengua primero en círculos y después de arriba abajo y de un lado a otro, y volvía a realizar círculos, entonces le pegué una mordidita gentil solo con la punta de los dientes y así lo apreté un poquito lo que hizo que ella clavara sus uñas en mi espalda y se apoyara en mí, hice lo mismo con el otro seno, y sentía como sus piernas se aflojaban más y más la sujeté fuerte y la acosté poniéndome sobre ella seguí jugando con sus senos intentaba meterlos en mi boca completamente, pero no entraban y aprovechaba esto para lamer el pezón, así hasta que supuse que era suficiente y entonces decidí continuar bajé por su abdomen besándolo primero en una línea desde el centro de los dos senos hasta el pubis pero no llegué, subí y con mi lengua jugueteé en su ombligo lo que hizo que se removiera un poco por la cosquilla, seguí besando así el abdomen y a la vez pegaba pequeñas mordiditas, donde después daba un gentil beso, así seguí hasta girarla, y empecé a besar su espalda primero subí hasta la base del cabello y besé su cuello empecé a bajar por todo lo largo de la columna besando hasta el nacimiento de sus nalgas y ahí empecé a subir fui subiendo por el lado izquierdo al llegar al cuello de nuevo lo mordí y besé lo que provocó un gemido y que se erizara completamente.

Después hice lo mismo en el lado derecho pero esta vez bajando hasta llegar a sus nalgas, las besé, mordí y decidí seguir hacia abajo por la parte posterior del muslo derecho hasta su pierno un beso tras de otro una mordida y en algunas partes pasaba mi lengua muy superficialmente que sentía que le erizaba esa zona, así hasta llegar a su pie fui besando primero el talón del pie y así toda la planta hasta llegar a los dedos que los besé uno por uno y después con mi lengua la metía en cada espacio entre los dedos y le daba vueltas al dedo esto le provocaba un cosquilleo ligado con placer que hacía que no parara de gemir, salté al otro pie e hice lo mismo bese cada dedo y posteriormente con mi lengua le daba vueltas a cada dedo y la metía en cada espacio interdigital, y fui bajando besando la planta del pie hasta el talón nuevamente y por la cara interna de la pierna que besaba, mordía y pasaba mi lengua muy superficialmente provocando que se erizara, seguí así hasta su muslo y llegué a su sexo, estaba súper caliente, y mojado al punto que choreaba, nunca la había visto así y aprovechando que ya estaba listo para mí lo lamí una sola lamida desde el culito hasta el clítoris presionando fuertemente mi lengua y después soplé aire frío, lo que provocó que llegara al primer orgasmo.

Sus orgasmos eran bellos, a mí me encantaban ella empezaba un vaivén de contracciones que no podía controlar todo su cuerpo se movía sin para y se le escapaban los gemidos que a mí me llevaban a la gloria, yo por más que los viera cada uno era diferente del anterior y no me cansaba de verlos. Espere que terminaran las contracciones y continúe en mi labor de probar sus jugos y disfrutar de su vagina y su clítoris, volví a lamerlo de abajo hacia arriba y ella me rehuyó un poco apartando mi cabeza con su mano. Entre jadeos me pidió que esperara, mas, yo sin obedecerla pasé mis manos por fuera de sus muslos y agarrando su barriguita y de esta manera la atraía a mí y seguí con mi labor, ella aun así hacía por irse cada vez con menos esmero, yo lamia su clítoris haciendo círculos a su alrededor, que seguí aprisionándolo entre mis labios y con la lengua la empecé a pasar rápidamente de arriba hacia abajo y después de un lado a otro, paré y lo succioné fuertemente al soltarlo, volví a lamer de abajo hacia arriba pero seguí lamiendo solamente el clítoris en movimientos repetitivos uno y otro y otro hasta que volvió a explotar, esta vez los jugos corrían sin parar hasta llegar a mojar la sabana y sus contracciones esta vez más fuerte, que me derretían al verla así.

En eso se incorpora un poco, aun con dificultad por contracciones rezagadas:

Kawi: espera dame un cinco para recuperarme, déjame darte placer a ti un rato.

Me acosté y sin detenerse en lugares secundarios fue directo a mi falo que se encontraba duro a punto de estallar. Sin más lo agarro firmemente y lo besó, lo agitó un poco y lo tragó no fue una garganta profunda a ella no le salían solo lo introdujo en la boca y mientras lo pajeaba con una mano con su boca no paraba de mamar, en eso noto que su sexo aun chorreando me queda al alcance de mi mano y con esta empiezo a juguetear con su clítoris haciéndole circulitos con mi dedo pulgar, y mientras más rápido yo lo hacía más rápido ella me pajeaba y mamaba, en eso para y me dice:

Kawi: si sigues jugando con mi clítoris me voy a volver a venir, pero, no voy a para hasta que te vengas.

Yo: por mi bien veamos quien termina primero, le espeté.

Y seguimos en nuestra carrera por llegar al orgasmo, para ese tiempo aun no podía controlar bien el momento de venirme además que ella sabía cómo encontrar mi orgasmo con sus mamadas, y así sin parar de meter y sacar de su boca y pajearme agarró mi falo con sus dos manos, y pajeaba más fuerte apretándolo firmemente, lo cual a mí me sacaba de mis casillas, al ver que iba en serio, cambie la posición de mi mano, introduje mi índice y mi dedo del medio en su sexo y como estaba tan dilatada también introduje el dedo anular ya los tres adentro encontraban resistencia pero podía moverlos bien y con el pulgar jugaba con su clítoris, ahí sin para ninguno de los dos la llevé yo primero al orgasmo y las contracciones hicieron que no pudiera moverse se le tensó toda la espalda y las manos y como casi estaba al llegar yo también, le sujeté la cabeza antes de que la sacara y le folle la boca hasta correrme pero no se lo eche en la boca a ella no le gustaba, simplemente lo eché en una servilleta que tenía preparada. Ella se tiró hacia atrás abrazándome, y me beso.

Kiwi: que bien se ha sentido, ya voy por cuatro y solo tengo más ganas.

Yo: ¿qué esperas una invitación? Él está listo para ti.

Sin pensarlo cogió uno de los condones (ella sabía dónde los guardaba) y se sentó encima de mí y se metió mi falo, después de correrme estaba un poco flácido, pero aun duro y ella empezó a moverse de adelante hacia atrás sobre el cómo cabalgándolo, en eso yo me levanté y la abracé con fuerza dejándome nuevamente caer hacia atrás de esta forma ella movía la colita de arriba hacia abajo, y aprovechando la posición acomodé mis piernas de manera que pudiera usarlas y sujetándola fuertemente empecé una vaivén con mi cadera rápido constante sentía como ella se ponía a tope de manera que me mordió el cuello para ahogar un grito que habría alertado a todos en el cuarto y calvó sus uñas en mis pechos de la excitación que le producía aquello que yo hacía, hasta que no pude más y volví a acostarme y la solté ella se levantó rápido y seguía entre un adelante y atrás y alternando con pequeños brinquitos sobre mi miembro hasta que se volvió a venir, entre contracciones y gemidos no paraba su cabalgada lo que hizo que me viniera yo también eso no me era común era demasiado rápido pero había pasado, ella se desplomó sobre mí, y entonces sin perder tiempo para no perder la erección que aún tenía la puse en cuatro pero no podía mantenerse agarrada con las manos así que me dejó la colita levantada pero acostó la parte de delante pegando su cara contra el colchón, yo me retiré el condón y la sujeté fuertemente de la cintura empezando a embestirla buscando mi tercer orgasmo, pero, ya esta vez por más que la embestía no llegaba, sus jugos se desparramaban de su sexo y recorrían sus muslos hasta parar en la sabana y ella ahogaba sus gemidos de placer apretando se cara contra el colchón, y ahí sin yo para llegó ella a su sexto orgasmo, más estrepitoso que los anteriores las contracciones la hicieron ponerse en posición fetal, y cada vez que la tocaba tenía un sinfín de contracciones que la hacían gemir, para no perder la excitación yo me masturbaba con una mano en lo que ella se recuperaba, pero me dijo:

Kiwi: no puedo más, los brazos no me agarran y pies no me mantienen, ¿te falta mucho?

Yo: no sé, ya casi me parece.

Kiwi: pero si vuelves a tocar mi totica me desmayo del placer.

Se acostó boca abajo como pudo y me dijo:

Kiwi: usa mi culito hace ratico no lo hacemos por detrás y yo por delante no puedo más.

A nosotros nos gustaba hacerlo por detrás, pero con la nueva forma de vernos nos era difícil, puesto que a la noche estábamos cansados y solo podíamos disfrutar de una cogida, a veces incluso nos quedábamos dormidos a media, por lo que llevábamos rato sin usar la entrada trasera, por esto no me lo pensé, este ofrecimiento la verdad me había excitado en demasía creo que era lo que necesitaba para volver al juego, sin más me acosté sobre ella y dirigí mi miembro a la entrada de su cuevita usando sus jugos y un poco de mi saliva como lubricante.

Al principio opuso resistencia y ella emitió un débil chillido de dolor, la dejé ahí para que su culito se acostumbrara y sentía como me apretaba, mucho más que su sexo que estaba súper dilatado ya, una vez que sentí que ya estaba listo empecé un vaivén al principio suave, aun así provocaba en ella tanto gemidos, como chillidos imagino que era placer ligado con dolor, y cuando ya solo eran gemidos empecé a embestirla con fuerza introduciendo todo mi falo hasta lo último, sentía como su esfínter me lo ordeñaba y me estaba poniendo a mil en eso ella grita que se viene, yo rápido puse una almohada en su boca, pero no sé porque esta reacción fue el empujoncito que me faltaba y ahí dándole por detrás me corrí en su culito y me dejé caer sobre ella haciendo un lento vaivén con mi cadera, sentía como su esfínter terminaba de ordeñar lo último que me quedaba que la verdad ya no era mucho semen después de haberme corrido dos veces, y aun sentía sus contracciones bajo de mi cuerpo, ella había tenido 7 orgasmos yo llegué a tres con razón no podíamos levantarnos, así que aprovechando la posición la abracé por la cintura y ella sonrió y llevo una mano hacia atrás acariciándome la cabeza y yo bajito al oído le dije:

Yo: feliz día de los enamorados princesa mía. Te amo. (y le di un beso en la mejilla cerca de la comisura de sus labios)

Kiwi: gracias mi amor, igual para ti.

Yo hundí mi cara en sus cabellos, que, oh dios me fascinaba su olor, y así juntos nos quedamos dormidos, ya eran las 5 am llevábamos cinco horas cogiendo sin parar.

La verdad no sé cómo me pude levantar a las 6 y 30 para regresar al hospital, solo sé que me sentía como si me hubiesen pasado por arriba un millón de carros, ella estaba aún peor, en la mañana antes de irme tuve que llevarla al baño pues aun no podía sostenerse del todo por sus pies, y ese día no pudo ir a clases yo sí, pero la verdad ese día no entendí nada de nada. Y sin saberlo esa fue la última noche de sexo entre nosotros, realmente fue memorable, casi como una despedida, dos semanas después por razones que aun no comprendo se terminó nuestra relación, y aunque hace poco intenté contactar nuevamente con ella me recibió con las garras hacia mí, no intercambiamos más que unas cuantas palabras y yo que intentaba recuperar lo nuestro me fui desilusionado.

Realmente después de ella no ha aparecido otra que haga sentirme como ella lo hacía y mucho menos otra con la que disfrute el sexo como con ella lo hacía, pero así es la vida gracias a mi búsqueda insaciable de encontrar esas sensaciones se me ha abierto todo un mundo de nuevas posibilidades. Hasta aquí mi relato, por favor espero sus críticas.

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