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Mi jefe me hizo su puta
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Me llamo Martha, tengo 32 años, soy delgada, 165, blanca cabello negro, buen cuerpo, considero soy bonita. Soy licenciada en Derecho y estudio mi maestría. Trabajo en una oficina gubernamental que omitiré mencionar para no dar pie a identidades, mi puesto depende solamente de mi jefe directo, le llamaré el Juez. Desde hace algunos años trabajo en esto y me gusta mucho mi trabajo, al principio tuve un poco de ayuda para conseguir mi puesto, por parte de mi jefe quien a quien ya conocía por otros círculos sociales diferentes al laboral; cuando el obtuvo su nombramiento me invito a colaborar con él. Su puesto es una posición de poder alta, lo cual con el tiempo ha modificado su comportamiento, eso es lo que ha llevado a que esta historia que voy a relatarles sucediera, esto pasó a mis 28 y desde entonces continua.

Siempre sentí que a mi jefe le atraigo, pero él está casado y tiene hijos, él es un señor de 45 años, gordo la verdad un poco fea, pero divertido y muy listo, un poco patán podría decirse hasta cierto punto, aunque conmigo siempre fue respetuoso.

Tras algunos meses de convivir en nuestra dependencia, como el mi jefe directo, y mi amigo previamente, algunas diferencias con los demás funcionarios comenzaron a ser evidentes, mejores tratos de horario, algunos privilegios que siempre interprete eran debido a nuestra previa amistad, últimamente su actitud en esas fechas estaba volviéndose más prepotente y voluntarioso, tal vez debido a su cargo, le encanta hacer fiestas, siempre fuera del horario laboral y le gusta que quienes trabajan con el asistan, yo siempre cumplo con estas invitaciones, para empezar porque de hecho me gustan, les voy a contar como todo comenzó.

Este día como cualquiera, mi jefe organizo una comida a la que todos fuimos convocados a asistir, la verdad todo iba muy bien estuvo muy divertida y yo estuve tomando algunas copas, tal vez de mas, yo llevaba un vestido verde suelto, porque era un día caluroso, la noche fue cayendo y yo me quede hasta ser de los últimos que quedaban, la verdad ya todos estaban tomados, igual yo, cuando decidí que ya era momento de irme, mi jefe me acompaño a mi coche:

-Martha te acompaño no te vayas a caer por ahí.

-No para nada estoy bien –le respondo. Me levanté de la silla y en efecto se me movió el piso, entonces le dije- ok si está bien vamos.

Me abrazó muy normal, un poco sentí que su mano estaba muy cerca de mis pompis, pero no le di importancia estaba tomado también, dejo recargar su palma con mi pompa sobre el vestido pero ligeramente, casi podía parecer sin querer, y caminamos al coche. Al llegar a mi carro puse mi bolsa en el piso y empecé a buscar mis llaves, fue en ese momento que paso nuestro primer contacto, entre las copas y la situación, no lo pensé tan terrible esa ocasión, el cómo el acto más cotidiano mientras estaba agachada pues tenía las pompas paradas hacia él, me levantó el vestido y me agarro la nalga directo a la piel, yo traía una panty blanca, y me dijo “tienes buen culito” mientras me apretaba la pompa, yo saqué las llaves me volteé le dije “cálmate que te pasa”, en un tono de broma, y él me tomó más fuerte, me subió el vestido, agarró la nalga fuerte de frente a mí, me besó.

No supe cómo reaccionar estábamos tomados, está casado, sentí que tenía súper parado el bulto en el pantalón y me presionaba contra él, me quedé inmóvil y él me besaba y agarraba la nalga, y estaba tratando de llegar por atrás a mi vagina con su mano, y con la otra me estaba agarrando una bubi, fueron unos minutos muy incomodos, me estaba besando, y tenía sus manos debajo de mi vestido en mis nalgas, pero me libre, subí a mi coche y me fui.

Desde ese momento todo cambio, sentí en la oficina su mirada más penetrante, en alguna ocasión se atrevió a pasar su mano muy cerca de mis pompis, detalles de ese tipo, el siguiente fin desimana organizo otro evento al que me invito con sus amigos pero en esta ocasión no iban todos los demás, pero pues no lo vi mal, sentí que me estaba poniendo más atención, esta vez llevaba puesto un leggings negro y una blusa blanca, me parece que me visto elegante también por el trabajo, entonces claro que si me veía bien, de nuevo hubo copas y todo está bien, solo estábamos con sus amigos en eso el me pidió que por favor fuera a la cocina por otra botella, como les comente ya había un tiempo atrás que estaba un poco más prepotente y lo entendí, así que accedí y fui por ella, cuando entre a la cocina y estaba sacadnos la botella de la alacena vi que él también venia, le dije “que tal como vas”. Me dijo sin preguntar mucho  “tenemos un tema pendiente”, yo me quedé como de que habla?.

Pero no me dio ni tiempo a reaccionar ya estaba sobre mi sosteniéndome por detrás besándome el cuello, sin moverme mucho para no ofenderlo, le dije “que haces?”, me dijo “no se me olvidó ni un día de la semana tu culito, me la pase viéndotelo toda la semana en la oficina, y no te voy a dejar te me escapes”, le dije “que te pasa estás casado” y traté un poco más fuerte de salirme, me dijo “a ver Martha soy el juez, soy tu jefe y a mí no se me cuestiona”, me volteé y le dije “que te pasa estas borracho”.

Entonces me tomó la cara muy fuerte me dio un poco de miedo, me dijo “no estoy preguntándote”. Escuché a lo lejos que se prendían coches, sus amigos se estaban retirando, sabían que esto estaba planeado, la casa de mi jefe está súper lejos es de campo, en este momento sentí miedo, pero pensé como soluciono esto, es poderoso tampoco puedo darle un desdén total, mientras pensaba esto, él empezó a besarme, y me dijo “ya ves que no pasa nada?”. Mientras me agarraba la nalga metiendo su mano a mis leggings y el busto con la otra mano, igual que la vez pasada, de forma vulgar, en una forma abusiva, no sutil.

En este punto si me sentí acorralada, me sentía impotente quería gritar, pero de que iba a servir, si lo intenté un poco me sostuvo más fuerte, empezó a tocarme bajo la ropa y metió su mano a mis pompas debajo de mi calzón, y yo le decía “párale en serio” mientras me quitaba. En eso me di un jalón más fuerte me zafé, y se me quedó viendo con unos ojos horribles, se me volvió a acercar, me agarró súper fuerte y me dijo “entiende que esto lo haces o lo haces puta”. Nunca me había hablado así. Me dijo “estas súper rica ya tenía un rato pensando esto”, y me volteó a la fuerza, agarró mi cintura y me bajó el leggings, mientras me tocaba las nalgas súper morbosamente. Me dijo “coopera bien y no pasa nada, no te quieres meter conmigo”, mientras me recargaba contra la vara de la cocina con fuerza.

Pasaban mil cosas por la mente, pero me calmé un poco y empecé a permitir un poco que siguiera, dejar de resistirme tanto, es un gordo de 180 no podría luchar con él, no sabía que más hacer, con el pantalón abajo, me movió de una forma que me giró y me hincó, yo solo me quedé ahí como pasmada, tenía el calzón un poco abajo porque antes me había metido la mano a las nalgas.

Se alejó un poco, es gordo como les digo, yo estaba ahí hincada con los leggings abajo y el calzón medio chueco, se desabrochó el pantalón y el cinturón y se sacó la verga, me dijo claramente “verga de juez, te la vas a tener que comer putita”. Yo estaba como zombi como pensando que está pasando. Me jaló hacia él bruscamente, que me caí sobre el piso con las manos quedando a gatas, fue muy brusco, y me puso su verga en los labios, frente a mi cara.

Yo estaba en cuatro sin pantalón con su verga frente a la boca, era todo raro y no lo estaba entendiendo, no fue nada amable. Me empezó a meter su pene en la boca a discreción, hasta el fondo, me decía muchas veces “eres una puta, claro que querías esto”, yo estaba ahí en el suelo chupándole el pene medio tomada, me sentía retara, pero la verdad ya un poco caliente, empecé a dejar de resistirme y seguir con la dinámica. Cuando lo noto dijo “claro que si ahí estaba todas son putas”.

Me levantó un poco de golpe jalándome del pelo, me quitó la blusa, y me agarró el busto, me arrancó el brasear de un jalón que incluso me lastimó, yo estaba ahí desnuda con el pantalón en los pies, en cuatro frente a él con todo su pene en la boca, me lo metía y me lo sacaba y me empujaba la cabeza, sentía todo el bulto dentro de la boca y no podía ni hablar, me estaba violando. Me dijo “hoy no te me vas a ir sin que la pruebes en todos lados”. Me levantó de un jalón, me volteó y me embistió sin pensarlo, me paró un poco de puntas y me clavó su pene de una sola vez, en la vagina, sentí un dolor fuerte, yo grité un poco y me dijo “eres una puta Martha”.

Yo solo me recargué contra la isla de la cocina y dejé que me penetrara a su antojo, me lo metía y sacaba una y otra vez y me dijo “eres mi puta?”. Yo no respondí nada y me dijo otra vez, “que si eres mi puta”, agarrándome del cuello fuerte, le dije “si si soy tu puta”, eso lo prendió muchísimo volvió a voltearme y me volvió a hincar y siguió metiéndome el pene en la boca fuertísimo, estaba recargada contra la cocina y pegaba a la barra y él me cogía por la boca contra la barra no tenía a donde moverme, hasta el fondo empujando mi cabeza contra su cuerpo gordo, me dijo “dime que eres”, y le dije “tu puta” y me dijo “quien soy” y le dije su nombre.

Me dio una bofetada en la cara no fuerte, pero igual me sentí súper humillada, en el suelo con su pene en la boca obligada y todavía pegarme? Entonces me dijo “dime quien soy”, le dije “si soy tu puta señor juez”, me dijo “así me gusta putita”. Así me hizo decirle muchas veces le excitaba escuchar que dijera soy tu putita señor juez.

Me arrastró casi casi a la sala, donde me quitó ya bien el pantalón, estaba totalmente desnuda, él se desnudó también, es repugnante, gordo. Me echó sobre el sillón, me puso la cara pegada al sillón, mientras me presionaba la cabeza contra el sillón, y me metió el dedo en el ano, en ese momento brinqué, pero estaba muy sometida, y cansada y tomada y confundida. Llevaba varios minutos diciéndole a este que era mi amigo, “soy tu puta señor juez”. No tardó nada en meterme los dedos hasta en fondo del culito, me decía “muy decentita, pero eres una zorra y te vas a comer toda mi leche”, y sin preguntar mucho me clavó el pene por el ano, sentí un ardor fuertísimo. Yo nunca había hecho eso antes, me dolió muchísimo y me dijo “repíteme que eres”.

Yo ni podía hablar, pero le dije “tu puta tu puta”. Me cogió por el culo fuertísimo que me dolía muchísimo y después de un buen rato me volvió a mover, me dijo “te vas a tomar mi leche putita, la verdad no me fallaste nada que rica estas”, me abrió la boca me lo metió después de sacármelo de mi ano. Esto estuvo, no se describirlo me sentí nada, súper humillada, me dijo “límpiamelo bien que para eso vas a estar de ahora en adelante, ahora siempre serás mi puta, y no te vas a negar nunca”. Se lo chupé ya sin pensar hasta que dejara de saber a mi misma, a mis líquidos, a mi ano ya saben a qué me hizo limpiar mi propias eses de su pene con la boca, y mientras esto pasaba sin avisarme sentí una carga enorme de semen en la boca. Me dijo “trágatelos puta trágatelos todos”, solo pude hacerle caso.

Me tomó de la cara y me dijo “abre la boca”, para ver que me los tragara, me do dos palmadas en la cara, me puso de nuevo su pene en forma más suave y me dijo “límpialo bien que no debe quedar rastro”, me hizo chuparle todo el pene para limpiarle todo y sus testículos.

Al terminar empezó a vestirse. Yo me quedé como sin saber qué hacer en el suelo acostada a la mitad en el sillón y él me puso un billete de mil junto, me dijo “tampoco te voy a dejar sin premio que buena puta”.

Yo me quedé dormida ahí, no sabía que otra cosa hacer, estaba acabada, cuando desperté era de día y yo estaba tirada desnuda y toda oliendo a sexo, yo no sabía que alguien más había en la casa y el juez ya se había ido.

Desperté, vi hacia todos lados, cruda y súper rara, entonces me dicen “buenos días Martita te estrenaron ayer jajá”, y me da una nalgada su amigo, ahí se quedó lo supo todo. Súper rápido me levanté, busqué mi ropa faltaban mis calzones y mi bra estaba roto, me puse lo que había y me fui rapidísimo. El amigo me dio una nalgada, me vio desnuda todo el tiempo que estuve ahí tirada durmiendo.

Ese día no fui al trabajo, pensé que renunciaría, mil cosas por mi mente, pero al siguiente fui decidida a renunciar, y cuando entré a su oficina me dijo “buenos días que carita”, me dijo “primero piensa lo que vas a decir este trabajo es imposible de conseguir y me puedo encargar de que todo sea más difícil”. Me sentí súper frustrada y me dijo “vamos a arreglarnos a que esto funcione para los dos”.

A partir de ese día comenzamos esto, él me llama cuando quiere cogerme y accedo. Me volví realmente en su puta, incluso en la oficina, pero eso serán otros relatos. Me ha cogido en la oficina y me ha cogido frente a sus amigos que lo saben, todos ya saben bien que soy a escondidas la puta del juez, saben que me tomo su leche cuando quiere y donde quiere, en mi coche en la oficina, en donde sea. Realmente una puta, estoy a su disposición cada vez que quiere que le limpie el pene o quiere descargar su semen en mi boca si está ansioso, en la oficina sabe que me llama y lo ayudo a desesterarse comiéndome su carga de semen bajo su escritorio.

No hay día que no pase sin que al menos se venga una vez en mi boca, a alguna hora del día. Incluso me ha hecho comerme el semen de algunos de sus amigos, me coge en mi coche y en donde él quiera.

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