Esto comenzó en el 2015 cuando empecé a salir una chica. Ella y yo teníamos 20 años, ella es de tez blanca, y es una gordibuena es decir no está muy gordita, pero tampoco delgada, tiene unos pechos medianos y un gran y delicioso culo y ya siendo novios la presenté a mis amigos y amigas.
Desde el comienzo pude ver como ella veía de cierta forma pícara a mi mejor amigo, al principio pensé que fue algo que malinterpreté y no le di mucha importancia. Pasaron los meses y tomando unas cervezas con mi amigo yo estaba le estaba mostrando un video en mi celular y cuando lo quité se puso el fondo de pantalla con la foto de mi novia y mi amigo me dijo “uff que rica zorrita”.
Yo me saqué de onda porque aunque éramos mejores amigos nunca nos habíamos llevado de eso modo, sentí que él se atrevió demasiado y tomó mucha confianza al decir eso y le reclamé de un modo medio serio esperando que se disculpara y él me respondió entre risas “perdón bro es jugando, pero si está bien hermosa tu novia”.
Ante esto yo comencé a sentir esa sensación de entre incomodidad y excitación al imaginármelo estando con mi novia y cambié el tema. Ese día llegué a mi casa y no dejaba de fantasear recordando cuando mi novia veía de forma juguetona a mi amigo aquella vez y como él confesó que ella le gustaba, me masturbé como 3 veces y ahí quedó todo.
Al paso de los días me seguía imaginando una situación en la que hacíamos un trío y luego donde ellos tenían sexo y yo solo los observaba, porque cabe mencionar que mi ahora ex novia era una diosa en la cama, le encanta el sexo y los pitos grandes y gruesos, se le derretía la conchita cuando los veía en los videos porno que le ponía a veces antes de tener sexo.
Un día tuvimos una fiesta con nuestros amigos en mi departamento y todo ocurrió con normalidad hasta que terminó. Mi mejor amigo me dijo que si se podía quedar a dormir en el departamento porque le dolía un poco la cabeza y tenía miedo de vomitar en el taxi de regreso a su casa, a lo cual yo accedí y lo llevé hasta el cuarto donde se iba a quedar. Cerré todas las puertas y apagué los focos.
Me acosté con mi novia y mientras hablábamos de lo ocurrido en la fiesta no dejaba de fantasear en que mi novia se levantara de repente y se fuera a acostar con mi amigo. Me excité tanto que comencé a besarla y estuvimos a punto de coger cuando me dijo que no, porque estaba mi amigo al lado y le daba pena. Entonces yo me levanté y fui al baño para masturbarme.
Cuando regresé al cuarto la vi acostada con su liguero favorito y tuvimos este diálogo que aún recuerdo perfectamente:
Jessica: Te fuiste a masturbar.
Yo: ¿por qué me preguntas amor?
Jessica: Porque estabas muy caliente.
Yo: si me la jalé y ahora ya me estás poniendo caliente otra vez.
Jessica: cógeme, quiero que me hagas gemir y despertemos a tu amigo con nuestra pasión.
Yo empecé a besarla y rápido me saqué el pene y la abrí de piernas y comencé a cogérmela. Así estuvimos como 2 minutos cuando mi amigo gritó “dejen dormir o inviten”. Yo me reí despacio y mi novia se me quedó viendo con seriedad y me preguntó:
-¿Lo invitamos? -Esto me heló la sangre y no sabía si me lo decía en serio o no, apenas le iba a preguntar que si era en serio cuando me dice- Es nuestro invitado no quieres dejarlo con las ganas? Me da curiosidad ver su pito.
En eso mi amigo abre la puerta del cuarto y mi instinto fue cubrir a mi novia con la sábana y mi amigo entra y nos dice:
-No se preocupen tengo varios condones.
Yo estaba muy sacado de onda ¡como él decía eso con tanta confianza! Volteo a ver a mi novia y se quita la sábana y le hace una seña para que se nos una. Mi amigo se acerca a ella y comienzan a besarse apasionadamente, ella le quita la camisa y le saca la verga y veo que la tiene mucho más grande que la mía y me dice mi novia:
-Mira amor su vergota está bien rica ¿puedo comérmela?
Yo estaba que no podía procesar todo tan rápido, pero era mucha mi excitación a lo que le dije que sí y ella con una sonrisa y su mirada sexy hacia mi comenzó a comerle la verga a mi mejor amigo.
Yo comencé a masturbarme, me ponía a mil ver la boquita de mi novia succionando la gran cabeza del pene de mi mejor amigo y comencé a acercarme y tocar los pechos de mi novia. Él la separó de su pito, se puso un condón y me dijo “le voy a dar la buena cogida que se merece”.
Él comenzó a penetrarla y ella rápido sintió su tamaño y comenzó a gemir y pedir más como siempre lo hacía, pero estos gemidos eran más profundos que cuando lo hacía conmigo. Él la agarró por la cintura y le penetraba fuertemente, estuvieron cambiando posiciones y yo solo me masturbaba con una gran excitación, como me ponía ver las nalgas de mi novia rebotando en la verga de mi mejor amigo y escuchar cómo se mezclaban sus gemidos, era algo tan hermoso.
En varias ocasiones estuve a punto de correrme, pero me controlé porque quería hacerlo al final. Ella comenzó a amamantar a mi mejor amigo y esa escena era tan buena que yo no podía con tanta excitación.
Después de como 35 minutos él dijo que se iba a correr y le dije “córrete en su cara”, así lo hizo y le dejó ir a mi novia todo el semen en su preciosa carita. Ver como se corría su maquillaje y se mojaba su cabello con el semen de mi mejor amigo, era lo mejor que había visto en mi vida, ella se quitaba el semen con la mano y yo exploté me corrí como un loco en el piso y veía como mi novia se llevaba el semen de mi mejor amigo a su boca y con una sonrisa me preguntó:
-¿Te gustó?
-Si mi amor ¿y a ti? –le contesté. Y se rio y me dijo:
-Si mucho, está bien rico tu amigo me lo quiero comer más seguido.
-Estás bien buena mami cuando quieras te relleno todita –dijo él.
Él se fue al baño y yo le pasé unos Kleenex a mi novia para que se terminara de quitar la corrida de mi mejor amigo. Después de eso los tres nos dormimos abrazados.
Al día siguiente estando solos ella me confesó que ya había cogido con mi amigo en 6 ocasiones y no sabía cómo decírmelo porque lo de ellos era solo sexo y fue cuando entendí porque él actuaba con tanta confianza.
Pasaron las semanas y mi novia me dijo que se había enamorado de mi amigo, de como él era y también del sexo que tenía con él porque le daba más placer que yo al tener un pene más grande. Yo intenté convencerla de continuar con nuestra relación, pero no accedió y se fue con él.
Ahora ellos ya son esposos y yo a veces me sigo masturbando con esos recuerdos que me siguen excitando.
