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Una chica es deseada por su vecino
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Andrea, una chica de 20 años, atractiva para la mayoría de los hombres, se sabe deseada por sus vecinos, tanto jóvenes, como adultos. Aunque no es una modelo, su cara angelical, así como su cuerpo diseñado para ser amado, atrae las miradas lascivas de muchos de los hombres que la rodean. Pedro, señor de 42 años, obeso, con barba mitad negra, mitad cana. Es descuidado en su apariencia. Con deseos de poseer a Andrea. La conoce desde hace un par de años que llegó a la colonia. Una colonia de clase baja, donde la mayoría de la gente que vive ahí, se dedica al comercio informal. Viernes día de fiesta, los vecinos se han reunido para conmemorar los quince años de la prima de Andrea. La calle de donde viven, es usada como salón de fiestas. Ya pasado el vals y el baile estando en su apogeo, Pedro algo tomado, decide que Andrea será suya esa noche.

Andrea vestida con leggings negros y una blusa negra holgada, que se transparenta su ropa interior. Un sostén del mismo color, de media copa, que permiten fantasear con tan deliciosas tetas. Hace que Pedro la desee sin importar como será suya. Antonio, padre de Andrea, está con Pedro tomando platicando acerca de tonterías. Andrea se acerca y le dice a su padre que se siente mal, que se va a casa para descansar. Pedro sabe que esa es la oportunidad que buscaba. Deja pasar un par de minutos, Antonio, ya está muy tomado. Pedro le dice, que es mejor que se vaya a descansar, que ya no puede ni sostenerse en pie. Antonio desea seguir tomando. Pedro, le pregunta:

-¿Toño, aun tienes la botella de tequila que te regalé?

-SI, está en casa.

-Qué te parece que si vamos por ella y nos la tomamos, es una buena ocasión para un buen trago de ese delicioso tequila amigo.

-Está bien -responde Antonio.

Llegan a casa de Antonio, está en silencio, oscura.

Antonio enciende la luz de la sala. Pedro le ayuda a sentarse en el sillón.

-Donde está la botella? -Le pregunta Pedro a Antonio.

-En el mueble que está a un lado de esa recámara -le señala con el dedo por dónde.

-Voy por ella -dice Pedro.

Al llegar por donde está la botella, ve que la puerta del cuarto está abierta, con la poca luz que hay, alcanza a ver una silueta recostada en la cama. Toma la botella y se escucha la voz de Andrea.

-Eres tu papi?

La voz de Andrea, pone a Pedro caliente, cuanto la desea, que está dispuesto a tenerla en ese momento, más sabe que debe de esperar un poco más.

-No, soy Pedro tu vecino, traje a tu padre. Está en la sala.

-Gracias Don Pedro -le dice Andrea. Cierre la puerta al salir, que nadie más hay en la casa.

Esas palabras hacen que Don Pedro, se excite aún más. Se dice para sí, “Serás mía Andrea”.

-Claro -le responde a Andrea.

Al llegar con la botella con Antonio, le sirve una copa.

-Tómatela compa -le dice Pedro- toma hasta el fondo (la copa está llena de tequila).

Dicen salud ambos y se la beben hasta terminársela por completo. Antonio intenta pararse, pero solo logra caerse. Como puede Pedro, lo pone de nueva cuenta en el sillón. “Ahora si Andreita, serás mía” se dice para sí Pedro.

Se dirige al cuarto de Andrea, se mete sin hacer ruido, Andrea duerme boca arriba, con la ropa aun puesta. Se ve muy sexy, lista para que Pedro la tenga. Se acerca a la cama, comienza a tocarla con suavidad, es lo que siempre ha soñado. Lleva sus manos hacia las tetas de Andrea, las soba, las aprieta, eso hace que Andrea abra los ojos, Don Pedro le tapa la boca, “calla” le dice. Ella intenta zafarse, mas no puede.

-Que rica estas Andrea. Esta noche nos vamos a divertir juntos.

Ella mueve la cabeza negándolo, pero no puede hacer otra cosa. Don Pedro, le da una cachetada. Le dice:

-Si no te callas te vuelvo a golpear, te queda claro Perrita? -Ella sollozando, afirma con su cabeza- Bien, te destaparé tu boca, pero nada de gritar o hacer algo o te golpearé hasta desfigurar tu linda carita de putita que tienes Andrea. -Vuelve a aceptar. Al destaparle la boca, ella le dice a Don Pedro:

-Por favor no me haga daño, no le he hecho mal nunca Don Pedro.

Don Pedro le toma la cara con su mano para besarla, metiéndole su lengua hasta el fondo, ella intenta resistirse, más él le aprieta el mentón, para evitar que no pueda seguir besándola. La comienza a manosear, le mete su mano derecha entre sus piernas…

-Que rica conchita tienes bebé.

-Déjeme por favor Don Pedro -se lo dice llorando. Le vuelve a dar una cachetada.

-Cállate perrita, harás lo que te diga o te dejaré la puta cara bien madreada.

Ella llorando se deja hacer lo que Don Pedro desea. Le rasga su blusa, para poder ver sus tetas, Le jala el sostén, le soba las tetas.

-Que ricas tetas tienes Andreita.

Se las comienza a mamar, succionándole sus pezones, estirándolos con sus labios. Andrea entre temor y excitación, comienza a gemir poco a poco.

-Veo que te gusta putita como te como las tetas.

Con la cara sonrojada, nada dice Andrea. La acuesta totalmente en la cama le abre las piernas, le jala el leggings con fuerza. Don Pedro se baja el pantalón, se saca su verga, esta dura, lista para penetrar la concha de Andrea.

-No -dice Andrea- no me la meta por favor. -Una nueva cachetada.

-Calla puta, te la voy a meter hasta el fondo de tu concha.

Hace a un lado su tanga de hilo, la pone de costado y se la comienza a meter lentamente. Le soba sus nalgas, las aprieta, Andrea no quiere, pero su cuerpo la traiciona. Su concha comienza a humedecerse.

-Vaya que te está gustando putita Andrea.

Ella solo alcana a decir:

-sí señor.

Don Pedro comienza a bombearla con más intensidad, más rápido. Entra y sale, Andrea gime, grita.

-Métamela toda Don Pedro, hágame suya, que rica verga tiene.

-Te la voy a meter hasta dejarte bien cogida putita.

-Sí, soy su puta, pero no deje de metérmela, Cuanto había soñado con que un maduro me cogiera así de rico como me coge Don Pedro. Clávemela toda, soy su puta, su perra, lo que usted quiera. Que rico me la mete.

-Eres una perra en celo Andreita.

Don Pedro la pone boca abajo, le alza las piernas sobre sus hombros, la toma por la cintura, y se la mete con furia.

-Que rico Don Pedro, así siga, me coge bien rico, métala mas, quiero que se venga dentro de mi Don Pedro.

-Así será puta Andrea.

Don Pedro se la mete duro hasta el fondo, le mama sus tetas, se las muerde.

-Ahhh, ahhh, ahhhh -gime alocadamente Andrea- me vengo Don Pedro, ya no aguanto.

Don Pedro al escucharla, aumenta el ritmo de sus embestidas, hasta venirse en su concha.

-Que rico me la metió Don Pedro -le dice Andrea- quiero que me coja más.

-Claro putita mía, pero por hoy es suficiente. Mañana te quiero en mi casa para darte más verga.

-Ahí estaré Don Pedro.

Se sube el pantalón Don Pedro y se va a la fiesta.

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