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Los pies de mi esposa
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Tiempo de lectura: 2 minutos

Un día viendo porno con mi esposa decidimos buscar por secciones videos variados para salir de la rutina e intentar algo diferente.

Empezamos a ver videos de mujeres masturbándose, de jóvenes con maduros, tríos (que es algo que llegamos a comentar en alguna ocasión) intercambios, en fin cosas que siempre de hablaban en la recámara como una posibilidad pero no pasaba de ahí.

Llegamos a un punto en el que había videos de fetichismo de pies (mi esposa sabe que tengo ese gusto desde hace tiempo) y se animó a ver un video mientras yo estaba en el baño.

Cuando regresé con ella me sorprendió ver qué seguía en esa sección y buscando videos, por lo que le pregunté qué estaba haciendo.

Me contestó que ella sabía que eso me gustaba, que no era por completo de su agrado ya que esa parte del cuerpo siempre le ha parecido desagradable, no niega que le guste la atención especial que pongo en sus pies y que incluso le gusta saber que usando los zapatos adecuados puede robar miradas a dónde quiera que va, pero nunca había puesto atención en todo lo que ese fetiche podía implicar.

Me sorprendió escuchar eso de su parte, pero me gustaba que me dijera eso.

Ella apagó la televisión sin decir una sola palabra y se recostó en la cama, solamente para decirme: “voy a intentar darte gusto… Ven”.

No pude haber deseado otra cosa mejor que mi esposa cediera a hacer algo que no era por completo de si agrado de manera que no tuvo que repetirlo para que yo me acercara rápidamente a la cama.

Pero antes de poder acercarme más me paró en seco con su pie apoyando sus dedos en mi frente y dijo:

-No, te dije que te iba a dar gusto… Ya sabes por dónde empezar.

El escuchar esas palabras provocó que comenzara a tener una erección al instante, estaba excitado y un poco confundido, por un momento incluso pensé estar soñando.

Me hinqué junto al borde de la cama y tome su pie con mi mano comencé a rozarlo con mi nariz, inhalando ese embriagante olor que siempre me ha puesto como loco, la diferencia es que ahora ella no me iba a detener.

Comencé a besar su planta e increíblemente alcance a escuchar un ligero gemido ahogado de su parte.

Me incliné un poco y le dije: quien diría que te negabas a esto y ahora resulta que si te gusta.

Ella solamente me dijo en voz baja, sigue y a menos que no me guste algo no me voy a quitar.

Esto lo único que provocó fue que tomara sus dos pies frente a mi cara y empezar a lamer cuidadosamente desde el talón hasta la punta de sus dedos.

Había estado esperando esa oportunidad y no iba a dejarla pasar y por supuesto que iba a aprovechar al máximo el tiempo que iba a tener para disfrutarlo.

Yo miraba a mi esposa y tenía los ojos cerrados pero se notaba si excitación y en su entrepierna se veían los jugos que salían de ella, definitivamente le estaba gustando.

Yo seguía disfrutando sus pies como loco pero ella me tomo de la cabeza me dio un beso y me acostó boca arriba en la cama.

Yo pensé saber lo que pasaría a continuación, pero nunca que iba a ser tan bueno, ella tomo mi verga y comenzó a masturbarme mientras le escupía.

Solamente la escuché decir “me vas a dar tu leche y me vas a mojar los pies con ella…”.

Con mi verga mojada de su saliva y sus pies con la mía, la puso entre sus plantas y comenzó un movimiento de arriba a abajo muy placentero, no dure mucho antes de soltar una explosión de semen en las plantas de sus pies.

Lo que me sorprendió más fue que ella comenzó a juntar el semen de sus pies con mano y comenzó a lamerla hasta dejarla limpia en la escena más morbosa y excitante que he visto…

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