Quiero empezar mi relato diciendo que lo disfruté más que nada.
Soy Deivis, vivo en unión libre hace 18 años con mi esposa Ludys, me gusta lo liberal, ella un poco recatada tímida hasta que no aguantó más.
Ludys mujer morena, delgada de senos redondos parados, picos duros al excitarse, poca cola, piernas delgadas que permiten abrir y conseguir una penetración profunda.
Cierto día tomé su celular por curiosidad y encontré unos mensajes comprometedores de un señor Guillermo, guao sí que me dio rabia, pero también sentir al leer como mi pene se ponía duro, sin embargo no quise reclamar, lo único que se me ocurre es clonar su celular y así lo hice y cada vez que revisaba los mensajes subían de tono, yo sentía que mi pene se endurecía y se derramaba en fluidos, pero también sentía rabia al ser traicionado.
Cierto día encontré el mensaje final que daría comienzo a esta aventura. Se iban a encontrar, yo lo único que hice fue seguir las mismas instrucciones que decían (“esperarme en la entrada de las flores ahí te recojo a las 10 am”).
Yo me adelanté, llegué al lugar y me oculté. Efectivamente 20 minutos antes llegó ella, tenía un vestido enterizo de pliegues color verde marino, se veía muy nerviosa e impaciente, su cabello rosado húmedo se veía muy sexi. A los pocos minutos llega el Guillermo en su carro la recoge y siguen hacía la playa. Yo los dejo que se adelanten y los sigo. Bajaron por toda la orilla del mar ya que hay un camino para autos. La playa solitaria ya que todavía la cuarentena nos afecta, parquean en un lugar solitario con mucha vegetación a poca distancia de la orilla del mar. El día poco soleado eso favoreció para que mi vista fuese perfecta ya que descendieron del auto.
Los podía observar oculto en los árboles como hablaban y él trataba de seducirla, la abrazaba frente a ella y trataba de besar su labios bastante gruesos y de color moreno que al observa como traga un pene, te excita a tal punto que te hace explotar. Ella trataba de no hacerle las cosas fáciles, pero tanto luchó que ya no pudo más rindiéndose, correspondiendo de manera apasionada, estrechando sus cuerpos en un abrazo y demostrando la furia con que se querían el uno al otro. Él besaba su cuello, ella estática disfrutando, yo excitado sacaba mi pene y comenzaba a estimularlo, mi corazón latía a mil y afloraba un sentimiento de celos a ver a mi esposa hacerme cornudo sin mi consentimiento, la playa favorecía debido a su soledad.
De pronto observo a ella quitando su suéter y besando su pecho y soltando poco a poco su pantalón, bajándolo y quedando en bóxer, su pene ya duro, ella besaba su tronco por encima del bóxer, él solo miraba y disfrutaba. Luego ella baja totalmente el bóxer y deja expuesta una pinga dura grande, venosa color negra cabeza roja latiendo de excitación comenzando a comérsela por todo el cuerpo mordiendo con muchas ganas llegando a su cabeza y tragándola entera, sus labios brotaban aún más por tener ese tronco dentro de su boca. Él solo abría su boca demostrando que el placer era máximo.
Él la detuvo, se acercó a su cuerpo y bajó el vestido para buscar sus pechos y vaya sorpresa, ella no lleva brasier dejando expuestos sus senos redondos y sus picos duros. Ya de tanta excitación él comienza a chupar sus senos, los mama apasionadamente y con sus manos sube su vestido dejando ver que no lleva interior (me sorprende lo preparada que venía) y comienza a tocar su vulva, lo noto por el movimiento de su mano entrando y saliendo con rapidez. Ella parece gemir a la distancia, luego baja hasta su vulva ahí lo pierdo de vista solo veo a Ludys apoyando sus manos en el carro y recortando su cabeza hacia atrás en sinónimo de placer abriendo su boca y cerrando sus ojos.
Luego él se incorpora y alcanzo a observar cómo está acomodando su pene para penetrarla en medio del acto, trato de ubicarme mejor para lograr esa vista perfecta y logro conseguir una posición buena con la ayuda de unos binoculares que se me ocurrió llevar podía observar a ella abriendo sus piernas y agarrando el pene de Guillermo para introducirlo. Ahí pude notar que ella estaba derretida, sus flujos eran impresionantes y su vulva latía de desespero por tener ese pene que tanto deseaba.
Al fin logró penetrar y pude observar como Ludys salta al sentir ese miembro dentro de su vagina, él comienza a embestirla con fuerza, ella disfrutaba y gemía podría observar el movimiento de su boca saboreando el momento y al enfocar hacia su vulva veía ese espectáculo toda su vulva llena con ese gran pene que le entraba y salía, al hacerlo dejaba salir gotas de lubricación. Creo que ella tuvo un primer orgasmo porque pude ver cómo latía fuerte su vulva y se aferraba a él queriendo desgarrar su carne.
Él seguía en su embate castigando su concha, luego él se sienta en un tronco quedando con su pene todo erecto y mojado de los derrames de Ludys. Ella abre sus piernas, agarra su miembro y lo guía hacia la entrada para penetrarse y no dejar nada afuera y comienza esa cadencia de movimiento, no saltaba solo movía sus caderas como el movimiento de una gitana bailando, guao, eso no lo había hecho conmigo.
Yo disfrutaba de todo este espectáculo, él chupaba sus senos los cuales se veían algo rojos de tanto mamarlos. De pronto pude notar como brotaba de su vulva algo blanco que corría por todos los testículos de él. Ella seguía su movimiento hasta llegar a su segundo orgasmo, yo no aguantaba más ya había explotado y seguía explotando al ver a mi esposa posando de un pene ajeno.
Al levantarse ella, pude notar como cayó el semen de Guillermo, ella se veía feliz, se limpiaron y entraron al vehículo, dialogaron un rato y partieron.
Yo me adelanté y llegué a casa primero. Ella al verme en casa se sorprendió ya que me hacía en el trabajo. Podía notar su nerviosismo. Cuando entró pude sentir el aroma a semen, saliva y sudor, eso me excitó mucho. Le pregunté dónde estaba y ella me dijo que hacia un mandado. Le dije que quería hacer el amor con ella, pero se negó, se sentía indispuesta, pero yo sabía el por qué.
Al día siguiente me confesó lo que había pasado. Lo único que le dije fue que me informara cuando volvería a pasar e hicimos el amor como locos.
Gracias esta fue mi experiencia cornuda.